Partida Rol por web

Talikah cayó al suelo tras la explosión de la granada e, instintivamente, contraatacó intentando lanzar a los pistoleros y al tal Geelo lo más lejos posible. Acto seguido, corrió a buscar cobertura aunque, con su velocidad aumentada por la Fuerza, realmente pareció como si desapareciese con la explosion.

Joder - pensó mientras apretaba la herida en el abdomen, que sangraba - Tenia que haberme esforzado más - se podían haber evitado las muertes de hoy si se hubiese esforzado en influenciar a Geelo. Ahora, tenian que sufrir las consecuencias de su inacción. 

Hijos de puta...se ponen a tirar granadas como si esto fuera una fiesta importante, a Talikah le han dado bien y el resto de momento ha aguantado, hay que reaccionar y devolver los disparos, estos tíos se van a enterar de lo que es bueno.

- Os arrepentiréis de esto! Voy a tirar vuestros cadáveres por el retrete basura! - maldice cabreada mientras le dispara al Zabrak que atacó antes.

Una vez hecho eso corre hacia las cajas bajas, una cosa es lanzar bravatas y otra es quedarse como una imbécil a recibir tiros, esperaba que a los demás les vaya bien.

Ray estaba realmente cabreado, había intentado razonar con ellos, y creyó que casi los tenía hasta que lady Kimbria había subido las apuestas con agresividad. Pero el cabreo no era tanto hacia ella, sino hacia Gelo que habia logrado herir a Ayuz con una herida fea.

Ayu, para Ray, era quizás uno de los más queridos de la tripulación junto al droide. Era quizás porque por edad y especie le recordaba a su hijita y se sentía algo paternalista.

El hecho de que la impactaran, le hizo obviar las protecciones, calentó "la patata" y lanzó la granada de concusión hacia dónde estaba Geelo, ilusionado por verlo reventar a trozos junto a sus compinches.

-Regla número uno: Nunca cabrear al comando.

-¡Aaagh!-gritó Ayuz mientras caía hacia atrás por el impacto devolviendo los disparos a Geelo. Lo tenía encañonado y sin embargo había reaccionado demasiado tarde. Se maldijo por lenta mientras apretaba el gatillo. Tenía que encontrar cobertura o no sobreviviría a aquel combate.

La granada le había pillado a Talikah y a mi, noto el dolor de algunos trozos de metralla rasgando mi piel, así que con rabia y mi pistola en la mano, disparo en el modo aturdidor, no porque quisiera que ese malnacido Weequay viviera, sino porque era mas efectiva, pues era un arma Bothan, "muere malnacido*" le grito al carroñero, el era un francotirador, y aunque fuera hábil con la pistola, prefería un rifle, esta arma es solo para incapacitar.

 Viendo que todo se desmadraba, corrí a ponerme a cubierto en el sitio más cercano, esperando mi oportunidad de intervenir en la pelea como es debido sin delatarme.

Mientras vosotros os preparáis para responder el fuego enemigo, Raalo aprovecha para salir corriendo aunque en dirección contraria a la posición del rodiano y su banda. Al principio pensáis que intenta cubrirse detrás de algunas cajas pero para vuestra sorpresa se acerca al caza y vuelve a trastear otra vez con los cables, como si no pasara nada.

Ignorando el accionar de vuestro socio, os centráis en los enemigos siendo Nina la primera en actuar y logrando impactar con su disparo en el hombro del zabrak. Acto seguido, es Talikah quien reacciona aunque para vuestra sorpresa y la de vuestros adversarios, la togruta emplea de sus poderes y usando la Fuerza empuja a los que os arrojaron las granadas haciendo que en un abrir y cerrar de ojos el trandoshado termine rompiéndose el cuello al caer contra unas cajas y el weequay se parta la espalda al impactar contra su propia nave. Por último, Talikah corre con una velocidad sobrenatural hacia el interior de vuestra nave y desaparece de vuestra vista.

Tras el despliegue de poder de vuestra compañera, Gor y Ayuz atacan a los carroñeros aunque sus disparos no alcanzan a sus objetivos, incluso la granada que arroja Ray se desvía y termina estallando inofensivamente lejos de los enemigos. Además, luego de daros palabras que os infunden cierta determinación, Kimbria se cubre al igual que lo hace Dacen.

-Una… jedi… -dice titubeando el aqualish- tienen una maldita jedi…

-Jedi o no jedi no es más que una cría que ahora debe estar llorando en su camarote -responde Geelo con firmeza- Ahora ocuparos de esta escoria, luego nos encargaremos de esa “jedi” -agrega el rodiano para luego centrar su atención en su nave -¡Y vosotros, los de adentro! ¡Moveos de una puñetera vez y venid aquí, que para algo os pago, panda de inútiles!

Mientras que Geelo llama a los refuerzos, el aqualish y el zabrak disparan contra vosotros aunque no sin antes dar unos pasos hacia atrás, acercándose así a la rampa de acceso de su nave. Sin embargo, el disparo del aqualish es esquivado por Gor y el del zabrak termina impactando contra una de las cajas que cubren a Nina.
Por último, el rodiano vuelve a dispararle a Ayuz pero por fortuna para ella, solo termina chamuscando su cobertura.

Talikah hace una exhibición increíble dando una paliza a los que pilla por delante, no esta mal que tengamos un jedi que hace algo para variar.

El cabrón del zabrak intenta dispararme, pero por suerte falla, en vez de sentirme aliviada una ola de cólera me invade y aprieto el gatillo como si no hubiera un mañana, haciendo que los disparos fallen por mucho.

- Estate quieto que pueda agujerearte basura espacial!

Espero que mis compañeros tengan mas suerte.

La bomba había fallado, se había dejado llevar por las emociones, pero por lo visto no era el único, pues empezaban a cuestionarse si había sido una gran idea, tras ver a la Jedi tumbar a un par.

Por su parte, tras buscar cobertura en una zona dónde hubieran menos compañeros posible (para evitar tentaciones de granadas, ya que desconocía si tenían más), sacó su rifle y disparó al lider, Geelo.

Si matamos al que paga, igual se rinden.

Estoy en mitad de la nada, si cobertura, buscando a que disparar, cuando veo que el aqualis comienza a disparar sobre mi, "¿quieres un duelo de pistolas?, muy bien, no voy a ser yo el que te niegue ese deseo" le digo en tono burlón, por lo que voy levantado mi pistola y le apunto, al olvidarme de mis armas solo tenia mi pistola bothan en modo no letal, pero lo dejaría fuera de combate, por lo que de algo valdrá el disparar a ese tipejo, por lo que disparo sin miedo antes de que pueda hacer algo.

-Geelo vas a morir aquí, perro!-gritó Ayuz rabiando de dolor mientras disparaba su pistola por encima de la cobertura tratando de matar a Geelo. Sus matones poco le importaban.

Talikah corrió hacia las baterias blaster del Surcador, para ayudar al resto de la tripulacion mientras intentaba serenarse. La herida le dolía, pero sabía que no era grave. 

Control, control, tengo que aprender a controlar - se dijo. No es que importase demasiado que unos matones de poca monta descubriesen que era una jedi. Seguramente no avisarian al Imperio (por posibles cuentas pendientes que tuviesen ya) o, si lo hacian, la informacion de la que disponian era minima y se ignoraría. Pero... Que pasaría la proxima vez que, en vez de matones, estuvieran luchando contra soldados imperiales? No debia poner en peligro al resto de la tripulacion.

 Desde mi escondite, oculto, y tratando de que nadie se diera cuenta de lo que hacía, incluido Raalo , usé La Fuerza para tratar de que cayeran cosas del techo sobre nuestros enemigos, y que pareciese producto del ruido y las explosiones producidos por la lucha...

Encabezando el contraataque, Nina centra su atención en el zabrak aunque sus rápidos disparos cargados de furia no pasan ni cerca de su objetivo. Por otra parte, Gor si logra acertar en el aqualish y aunque no consigue dejarlo inconsciente, si logra aturdirlo bastante.
Mientras tanto, Ayuz y Ray le disparan a Geelo y aunque el rodiano resiste el impacto del blaster de la twi’lek, el del rifle del comando logra causarle tal daño que el líder de los chatarreros se desploma medio muerto contra el suelo. Por último, utilizando sutilmente sus poderes de jedi, Dacen consigue arrancar una buena parte del techo del hangar y hacerlo caer sobre el zabrak, el cual no alcanza a evitar la mampostería y termina siendo aplastado por esta, haciendo sus huesos un crujido que os estremece a más de uno de vosotros.

Al ver que su jefe ha sido abatido, el único carroñero en pie comienza a los gritos.

-¡Geelo ha caído! -grita a viva voz el aturdido aqualish - ¡Salgamos de aquí!

Sin perder ni un solo instante, el carroñero entra a toda velocidad en su nave y unos segundos después, todos veis como el carguero KR-TB despega y sale del hangar a pesar de los intentos de Trasher y Talikah, quienes controlaban los cañones de vuestra nave, de abatirlo. Aunque durante un breve instante pensáis que la gente de Geelo se va a escapar, de improviso escucháis un sonido metálico a vuestras espaldas y al giraros veis como no solo Raalo consigue controlar al final al caza “Buitre” sino que lo envía en persecución de los carroñeros.

Luego de unos pocos minutos de tensión, observáis como el neimodiano da unos últimos comandos con su ordenador y aunque al principio pensáis que los carroñeros se han escapado, inmediatamente sentís como el suelo se sacude aunque sin la suficiente fuerza como para haceros caer al suelo.

-¿Os acordáis de esos torpedos que vimos flotando en la nube de restos? -os pregunta Raalo- Pues los hombres de Geelo no los vieron y ahora no son más que polvo espacial -agrega el neimodiano con una sonrisa pícara.

-No os hacéis una idea… con quien os habéis metido… -escucháis que dice una voz y al giraros descubrís que Geelo todavía está vivo aunque agonizante- Lamentaréis el día que habéis decidido enfrentarme… y…

-Nadie lo lamentará, Geelo, porque ya estás muerto aunque tu no lo reconozcas -le responde el ex-separatista mientras camina hacia el rodiano- Además, para que lo sepas, no tardaré mucho en quedarme con tu negocio -una vez que está a su lado, Raalo desenfunda rápidamente su blaster y le dispara entre los ojos, terminando así con su agonía.

Tras guardar su pistola, el neimodiano regresa junto a vosotros y rodea con sus brazos a Ray y a Dacen.

-Amigos míos, no solo me habéis hecho muy feliz acabando con ese incordio de Geelo, sino que también habéis protegido la identidad de vuestros compañeros jedi -tras decir esto último, el neimodiano gira su cabeza hacia Dacen y le guiña un ojo- Así que ¿ya estáis listos para marcharnos y comenzar a repartir las ganancias? Ah, y no os olvidéis de llevaros las pertenencias de Geelo y sus lacayos -agrega con su entusiasta tono de voz.

El combate finalizó en apenas unos segundos, parecía que los bandidos iban a escapar pero el caza que el nemodiano estaba activando fue tras ellos y pronto se escuchó la explosión característica de una nave al explotar, al menos de momento nos habíamos quedado sin enemigos, sobre todo cuando Raalo ejecutó al desgraciado del Rodiano que poco le quedaba de vida, había sido un acto innecesario, esperaba no tener que trabajar para él en el futuro, por mucho que él estuviera contento con el equipo.

Pero en una cosa tenía razón hay que repartir las ganancias y ver que tienen estos tipos.

- Bien vamos a coger todo y salir cuanto antes de aquí, no me apetece estar en este cementerio volante.