Partida Rol por web

El resto del grupo se dividió entre los que llevaban la carga y los que estaban desmontando el cañon, como ambas tareas no motivaban en demasía a Nina, busco un rato un terminal funcional dentro de la nave, puede que estuviera en ruinas pero sus bases de datos no tendrían que estar mal, puede que hubiera datos de bases ocultas, estaciones de reparación o cualquier cosa que se pudiera aprovechar, o incluso alguna cuenta con creditos... quien sabe.

- Venga cariño, dale a Nina algo con lo que pueda comprar cosas interesantes...

-Lo siento Trasher, parece que nos faltaron piezas, pero mientras te tengamos a tí, ambos sabemos que esos robots no podrían hacerte sombra - trató de levantar los ánimos de su compañero droide, mientras suspiraba. Incapaz de ayudar en nada más, observó si alguno le requería para algo.

-¿Os echo una mano con el cañón? Os sorprenderá, pero aparte de explotar cosas, también sé montarlas... -dijo con cierta ironía divertida.

 Mientras los demás trasteaban con el cañón, me acerqué a Raalo, que seguía trabajando en el droide buitre, y le pregunté:

 - Disculpa, tu conoces estas naves mejor que cualquiera de nosotros. ¿Que zonas podría haber almacenado droides o cualquier cosa importante, que todavía esté intacta y que todavía no hayamos podido llegar hasta ahí?.

Después de llegar a mi camarote y dejarlo todo, saco la unidad de alimentación que esta en mi rifle y la pongo a cargar, dejo casi todo lo que llevaba en cima, salvo mi pistola y un kit de herramientas para ir a sacar el cañón, lo que faltaba era los otros dos que le acompañasen, así que salgo de mi camarote con el traje del vacío todavía puesto, "¿quien se viene a sacar el cañón?" pregunto a mis compañeros, y me giro a Trasher, "¿Te quiere venir?" le pregunto al droide.

Al parecer, Gor no escuchó antes a Ray, así que asintió de nuevo hacia Gor, mientras hacía gestos a Trasher para que se viniera.

-Vamos compañeros, juntos acabaremos antes, encarguémonos de eso.

Ante la pregunta de Dacen, Raalo levanta la mirada de los cables del “Buitre” y se toma unos instantes para pensar.

-Droides almacenados dudo que encontréis ya que esta nave fue destruida durante el combate, por lo que es lógico que todos hayan estado en activo y desperdigados por el crucero. Además, en otras condiciones os aconsejaría que investigarais el puesto de mando y las armerías pero ya habéis visto los mapas, la primera fue completamente destruida y las segundas tienen agujeros del tamaño de una corveta por lo que todo su contenido ahora mismo debe estar flotando en el espacio… Puede que en algún lugar quede algo de valor pero para ello tendríais que salir al exterior y registrar el resto del crucero a la vieja usanza, o sea a ojo, lo que probablemente os lleve más de un día. Y eso sin contar con los peligros que os podáis encontrar en el camino y que van desde más droides activados hasta una pequeña colonia de mynocks, incluyendo la posibilidad de ser aplastados por un algún trozo de metal de gran tamaño y terminar convertidos en pienso de bantha -responde el neimoidiano- Si queréis arriesgaros, adelante, pero por mi parte me quedaré aquí esperándoos.

Tras haber subido a bordo todo el botín conseguido y mientras esperáis a que Raalo termine con el caza, vosotros os separáis en pequeños grupos. Ayuz, Dacen y Kimbria se quedan en el hangar y dan un pequeño vistazo por los alrededores para así asegurarse de que a sus compañeros no se les ha pasado aunque no tardan en darse cuenta de que estos han hecho un buen trabajo y no queda nada de valor. Nina se dirige hacia la sala de control del hangar y comienza a trastear con el ordenador principal, sin embargo luego de unos minutos no tarda en darse cuenta que la mayor parte de la información está corrompida y de que es incapaz de encontrarle sentido a las aisladas palabras que se forman en la pantalla, además la parte que todavía es legible resulta ser completamente inútil. Sin nada más que hacer, la balosar regresa con el resto. Por último, Gor, Ray y Trasher salen al exterior del crucero y comienzan a trabajar en los cañones de defensa, logrando desmontarlo luego de una hora quitando cables de alimentación y aflojando tuercas.

Aunque al equipo de fuera no le cuesta mucho mover los cañones debido a la ausencia de gravedad del espacio, la situación se complica cuando logran meterlos dentro del hangar y estos caen pesadamente contra el suelo haciendo un sonoro ruido metálico que retumba por todo el lugar.
Al no contar con una grúa o una plataforma repulsora ni tener la fuerza suficiente para levantarlos, el equipo se ve obligado a pedir ayuda al resto e inmediatamente todos os colocáis junto a los cañones. Haciendo un esfuerzo coordinado y moviéndoos a paso lento, al final lográis cargarlos en la bodega de vuestra nave aunque no sin terminar algo doloridos y respirando pesadamente.

Sin nada más que hacer, os encamináis hacia donde se encuentra Raalo, el cual se ha escaqueado del trabajo físico argumentando que tenía unos problemas para sincronizar el procesador del caza con su ordenador de muñeca y que necesitaba unos minutos más.

Antes de que podáis meterle prisa al neimoidiano, Trasher comienza a lanzar una serie de fuertes y rápidos pitidos que, traducidos al Básico, resultan ser una buena cantidad de maldiciones, insultos y otras palabras malsonantes.

-*¡Briiip trrrri doooot brrrrat beeeep! -exclama el astromecánico- ¡Prrrrip!

Sin dedicaros ninguna otra palabra ni daros tiempo para hacerle una pregunta, Trasher sale a toda velocidad hacia el interior de vuestra nave.

Unos pocos minutos después de la partida de Trasher, escucháis el sonido de unos motores y luego veis como una nave ingresa en el hangar, se trata de un carguero KR-TB.

Después de aterrizar frente a vuestra nave, obstruyendo en parte la única vía de escape, la rampa del carguero desciende y por ella bajan cinco personas, las cuales se colocan a una distancia prudencial de vosotros. El que está en el medio y parece ser el jefe es un rodiano de piel violácea y ojos rojos con aspecto de tener mala uva, los dos de la derecha son un aqualish y un weequay mientras que los dos de la izquierda son un trandoshano y un zabrak, todos están bien armados con rifles y pistolas e incluso algunos tienen vibrohachas.

-Así que vosotros sois la razón por la que los inútiles de mis exploradores no han contactado conmigo… -os dice el rodiano mientras os examina a cada uno con la mirada.

Dejando de lado el asunto del caza, Raalo se coloca junto a vosotros y le habla al rodiano.

-Geelo, mi buen amigo, te agradezco que vinieras a ayudarnos pero no era necesario, mis socios y yo podemos arreglarnos solos -aunque las palabras del neimoidiano parecen amables, a ninguno de vosotros se os escapa que están cargadas de sarcasmo y un disimulado desprecio.

-Raalo… debí suponer que de entre toda la basura de Tatooine, sería a ti a quien Vordell también le vendería el mapa -le responde Geelo al ex-separatista para luego centrar su atención en vosotros- Pagué una buena suma por la ubicación de este crucero así que solo lo diré una vez, palurdos: Vaciad vuestra bodega, entregadme todo lo que habéis conseguido y devolvedme mis cazas, si lo hacéis podréis marcharos en paz.

Talikah se quedó de piedra. Podrían haber salido sin problemas si no se hubiesen entretenido con las armas aquellas. Habian estado tan ocupados cargando con esos trastos que habia confundido los presentimientos de la Fuerza con el cansancio de llevar a cuestas los cañones.

Quizás todavia podían escapar de allí sin violencia. Si le sugiriesen al tal Gaelo que por un pequeño porcentaje del botin deberia darse por satisfecho (que, al fin y al cabo, habia llegado tarde) podrían irse de allí sin más. La togruta miró de reojo a Dacen. Conocía mejor la tripulacion y era más experimentado. Quizas la Mon Calamari lo podía conseguir con su carisma personal? Negociando era una bestia parda, por lo que habia visto la ex-jedi.

La búsqueda de información no llevo a nada, demasiados años y demasiados daños, pero al menos lo había intentado, el resto se puso a trabajar en el cañón, pero no contaban con que el maldito trasto pesaba como un rancor cebado y por poco les aplasta los pies, tuvieron la desfachatez de pedirle que ayudara a moverlo! Después de todo el frío y ser la que mejor disparó, este grupo no entiende como tratar a sus heroínas.

- La próxima que queráis cañones grandes para compensar otra cosas os lo pensaís mejor... - dijo casi sin aliento, mientras el cabrón de Raalo se escaqueba, era todo un profesional, debería anotar un par de cosas para copiárselas.

Cuando por fin cargaron todo, Trasher le avisó de la presencia de otra nave, el otro bandido al que le habían robado los cazas, encima el payaso no tiene otra idea que aparcar su nave en la salida, es que no hay nada sencillo en esta vida...

- Bueno creo que tengo otra oferta, mientras manoseaba su ordenador de muñeca, os apartáis y nos dejáis pasar y así no tengo que activar los droides de combate que hemos encontrado -mientas señala los que están en el suelo, ya véis que no son muy buenos -pero un pelotón de blasters siempre el dan a algo, sobre todos a vosotros cinco tan juntitos y sin salida...

Si no se tragaban el farol al menos esperaba ganar algo de tiempo para los demás, mientras movía sus antenas haciendo círculos para que los demás se dieran cuenta de que les estaba diciendo que buscaran cobertura.

Ayuz suponía que Gor, Ray y Trasher se unirían a ellos en breve.

-Ya la habéis escuchado-dijo Ayuz desenfundando su arma rápidamente y apuntando a la cabeza de Geelo-. No creo que haga falta ni probar la nueva mercancía, te aseguro que tengo suficiente puntería como para hacerte un agujero entre los ojos- le amenazó- Así que las opciones son: dejarnos pasar o morir.

Ayuz tenía bastante clara la respuesta que le iba a dar por lo que se preparó para disparar al menor movimiento que hiciese cualquiera de ellos, aunque fuese un estornudo.

después de desmantelar el cañón y transportarlo a la nave, llegan los amigo de Raalo, el rodiano, llamado Gaalo y varios amigos suyos, lo primero que hago es sacar mi pistola blaster, algo con lo que no podría apenas luchar contra aquellos carroñeros fuertementes armados, "quien me mandaría dejar las armas en mi camarote" me digo a mi mismo.

 Manteniendo un expresión de gélida determinación, me situé al lado de Ayuz'bepa, con el fin de dar apoyo, fuerza y énfasis a sus palabras. Le dediqué una fría mirada al tal Geelo, indicándole que no eramos ningún blanco fácil y le resultaría mejor y más rentable dejarnos en paz.

Lo sabía, se decía Ray, sabía que tenía razón respecto a los prisioneros, y que debería haberlos interrogado más duramente y más a fondo. Si, Ray era un psicópata, le habían recriminado algunos, pero ahora resultaba que Ray tenía razón y esta situación, era en parte culpa del Jedi.

No pudo evitar lanzarle una mirada de recriminación.

Sin embargo, ya que estaban en esa situación, trató de usar la voz de la razón para hacerles reflexionar.

-No sois criminales, sois simplemente carroñeros. No queréis convertiros en criminales, o peor en cadáveres, porque un día se os haya escapado una paga que no os pertenece al llegar los últimos. Són las reglas del juego, y las conocéis perfectamente. Suponiendo que unos carroñeros pudieran vencer a algunso ex-militares profesionales, seguro que en vuestros cálculos apuntan muchas bajas. Es más, no tendríais tiempo los pocos supervivientes a cargar nada antes de que nuestro droide destruyera vuestra nave con la nuestra. No vale la pena arriesgarse a la muerte para nada. Sin embargo, os hago una contrapropuesta, algo que no os dará la sensación de iros con las manos vacías.

Miró a sus compañeros, unos instantes antes de seguir:

-Si cogéis vuestra nave y os alejáis a una distancia de seguridad, dejaremos aquí a los dos prisioneros que os pertenecen. Para que los recuperéis cuando nos hayamos marchado. Además, si quereis un botín fácil, tengo contactos, que busca gente dispuesta a asumir riesgos, seguramente tarde o temprano os llueva algún trabajo mejor pagado que éste. Sólo tenéis que darnos una forma de contacto y haré que os contacten. No tenemos porque acabar mal, repito, podemos hacer que ésto sea beneficioso a largo plazo para todos. Elegid sabiamente.

Por supuesto se refería a la rebelión, pero sin llegar a decir quienes eran. La rebelión, bien podria usar algunos voluntarios, aunque fueran por dinero.

-Si cogéis vuestra nave y os alejáis a una distancia de seguridad, dejaremos aquí a los dos prisioneros que os pertenecen. Para que los recuperéis cuando nos hayamos marchado. Además, si quereis un botín fácil, tengo contactos, que busca gente dispuesta a asumir riesgos, seguramente tarde o temprano os llueva algún trabajo mejor pagado que éste. Sólo tenéis que darnos una forma de contacto y haré que os contacten. No tenemos porque acabar mal, repito, podemos hacer que ésto sea beneficioso a largo plazo para todos. Elegid sabiamente.

Es un buen trato. - dijo Talikah al rodiano, haciendo un gesto casual con la mano.

A la Togruta realmente le parecia un buen trato, evitando la violencia (y el riesgo que ello conllevaba para todos) y permitiendo una colaboracioón futura. Bastante tenian con los imperiales como enemigos. Pero, quizas, el tal Geelo no lo veia de la misma manera, asi que intento ayudarle a entenderlo de la forma correcta. 

Manteniendo la calma cuando vio descender la nave y bloquearles el paso, Kimbria dejó lo que estaba haciendo en el hangar y entrelazó los dedos por delante del pecho en tono conciliador mientras dejaba hablar a sus amigos.

- Podíais haber abierto fuego desde la nave, pero sois inteligentes y ya habéis supuesto que tenemos a buen recaudo lo que habéis venido a buscar. Además estoy segura de que queréis recuperar a vuestros "exploradores", a los que hemos inutilizado sin recibir ni un sólo disparo como habréis comprobado por el buen estado de nuestra nave. Así que ya sabéis también que no somos novatos.

- Y para colmo llegáis con bastante tiempo de retraso, dejándonos tiempo a programar esos droides que Nina está deseosa de probar contra vosotros. Por no hablar de que estáis en inferioridad numérica, incluso sólo con los que estamos en el hangar ahora.

Hizo una pausa mientras observaba con calma la mirada de Geelo...

- Así que la oferta realmente deberíais hacerla a cambio de comprar vuestras vidas...  miró de repente hacia la nave, como sopesando algo que acababa de venirle a la cabeza y la posesión de vuestra nave. Un carguero Kr-TB puede ser el broche de oro a una expedición muy provechosa. Pero decidíos rápido, no puedo contener a Nina ni el gatillo de Ayuz mucho tiempo  - concluyó señalando con la cabeza a la Twi'lek

Luego de oír vuestras contraofertas pero sobre todo después de la de Kimbria, Raalo parece llevarse la mano al rostro aunque antes de terminar el gesto intenta disimular y en su lugar se lleva los dedos a la sien derecha.

-Ese maldito rodiano valora bastante su vida pero creo que sea tan idiota como para entregar su nave sin luchar -os dice por lo bajo el neimoidiano mientras avanza lentamente hacia la retaguardia- Me parece que os habéis pasado.

Al mismo que vuestro socio os da su opinión, Geelo se toma un breve instante en silencio para analizar lo que acabáis de decir, sin siquiera importarle el hecho de que Ayuz haya desenfundado su pistola y le apunte a la cabeza. Finalmente, después de un tenso momento para vosotros pero también para los guardaespaldas del rodiano, el chatarrero responde.

-En primer lugar, me da igual lo que hagáis con mis pilotos. No me fiaba ni me fío de ellos, por eso les seguí discretamente sin que se dieran cuenta así que podéis hacer con ellos lo que queráis -os dice Geelo con total honestidad - En cuanto a vuestra propuesta, tendréis mi nave -responde el chatarrero aunque rápidamente continúa hablando-… por sobre mi cadáver ¡Matadlos!

Siguiendo las ordenes de su jefe, el trandoshado y el weequay son los primeros en actuar y luego de moverse unos pasos hacia los flancos y hacia adelante, lanzan unas granadas de fragmentación contra vosotros: La del trandoshano estalla cerca de donde están Azuz y Ray pero tanto el comando como la piloto logran evitar la mayor parte de la metralla. Mientras tanto, la del weequay alcanza la zona donde están Gor y Talikah y aunque el bothan consigue esquivar parte de los fragmentos de metal, la jedi sufre varias heridas a causa de la metralla.
Acto seguido, el aqualish y el zabrak se separan un poco del resto y disparan contra Kimbria y Nina aunque sus ataques fallan debido al humo causado por la explosión de las granadas.

Por último, Geelo le dispara a Ayuz impactando de lleno en el pecho de esta y ocasionándole un gran dolor.