Partida Rol por web

Confesiones. Confesiones que conllevan que te quedes sin la principal fuente de experiencia y sentido común que te rodea. Aunque sabes que Michelle va a estar "siempre" para ti, ella y su consuelo.

La rubia recibe ese beso con los ojos cerrados, y es inevitable que te devuelva otro de las mismas características. No se cree lo de que todo bien, eso lo deduces, como tantas otras veces, y ninguna hace comentario alguno. En realidad, ¿cuántas veces le has mentido o no le has dicho toda la verdad? 

Y seguramente ella lo sabe o intuye. 

-Oh. Daba por hecho que ya me habías puesto de contacto. O, en su defecto, a Rose. Claro, no hay problema. A veces eres muy tonta, pequeña Alicia. Jajaja. Es broma. -Michelle suspira- Oye, no te ha quedado mal la trenza. Mírate al espejo. 

Comienza a recoger la mesa. -Y al "curro", que si no, no te dejo irte de finde -bromea. Parece que da por finalizada la conversación. No quiere dar margen a que la alargues. ¿O piensas hacerlo?

-Jaja...no a Rose no por dios. No podría aguantar sus miraditas si la tienen que llamar por algo. Y tendría a toda la pensión llamándome o buscándome... allí todo se sabe.- dice con una risa suave.

Michelle quiere dejar ahí la conversación y Alice lo respeta. En realidad no hay mucho más que decir, ella no quiere saber nada de Frisbee y es normal. ¿Le contaría lo del amigo de Lindsey? Si...si lo haría, puede que hoy no pero lo haría...¿Por si las moscas? Más o menos. En cualquier caso, ahora no.

-Me gusta mucho el peinado, me gusta que me hagas mimos así, seguro que es una tus técnicas de hipnosis.- le guiña el ojo y se ríe mientras apura el café- Venga va, a currar ¿Qué tenemos hoy?

-¿hipnosis? Hum...pues sí, mocosa, te podría dar un masaje y te quedarías frita. No conoces todas mis técnicas...Si eres buena, quizás el lunes o el martes, conozcas alguna más...-lo deja en al aire, en suspenso. Para abrir boca.

Hoy había una lista que repasar de morosos, de gente que le debe dinero a Michelle. Acuerdos, negocios cerrados, pagos pendientes o comisiones. joder, te dices, con la suma que contabilizas tienes para vivir un año de renta. Te pones a ello, Michelle te comenta que hay cantidades que seguramente nunca cobrará. Pérdidas asumibles.

Y que uses persuasión con intimidación. Más bien agresiva que condescendiente. No te va mal con las llamadas. Claro que más de uno o una te envía a la mierda. Sin embargo confías en que lluevan transferencias en los próximos días. La jornada es ajetreada sin descanso. Hacéis un alto a media mañana. Otro café.

-Te tengo que contar yo algo -te comenta de pronto- Sobre mi hijo y la chica. -Parece preocupada. 

-Oh Michelle...no soy buena, soy buenísima ya me conoces.-bromea emulando su tono. Luego trabajo, hacer de cobrador del frac. Al principio le costó un poco ponerse agresiva...luego empezó a disfrutarlo, se sentía bien recitando procesos legales y administrativos que podía llevar a cabo para demandar a los deudores. Se marcó faroles y amenazas veladas que sabían que eran imposible de ejecutar pero la gente no tenía porqué saberlo y acababan por ceder. Resultaba gratificante y divertido.

Un break para otro café, Alice se encarga de prepararlo, si el día sigue bueno, de vuelta a la terraza y un cigarro 

-Ah cierto, perdona por no preguntarte. Cuéntame a ver si te puedo ayudar.

Terracita y café. De pie, apoyadas en la barandilla. - Sus padres no quieren que aborte, ya te lo dije, creo. Tampoco soportan su embarazo. Al parecer son broncas diarias. Ellos están amargados y la chica más de lo mismo. -la notas frustrada.

-He hablado con esa gente, pero no he podido sacar nada en claro. Muy intolerantes y cerrados de mente. Me da la impresión de que la van a echar de casa. ¿Eso es amarla? Tengo que solucionarlo. Lo mismo me la llevo a casa de mi madre. La nena tampoco quiere abortar, yo eso lo respeto. Y mi hijo...es un cafre, me dice que no sabe si la quiere...que también lo entiendo, son adolescentes. Que qué hace él con un bebé. Y al día siguiente me llama que daría la vida por su novia.

Te pilla el cigarro y le da una intensa calada. Nunca la has visto fumar delante de ti. - Un lío. Seguramente la semana próxima me marche varios días a arreglar este follón. O lo que pueda hacer.

No pone ni media pega a que le coja el cigarro, ella misma se enciende otro porque con el estado de nervios de Michelle, probablemente lo necesita y se lo terminará.entero. Y bien que hace.

-Puedo ir contigo.- asevera enseguida- Tal vez te ayude, piensa que estoy más cerca de esos chicos a nivel edad y...bueno revolución de hormonas. Tal vez a ti te vean demasiado como madre o...ya me entiendes. Yo no soy una parte implicada y...ya sabes que estudié algo de derecho. Podría aconsejarles de las posibilidades legales...o callarme la boca para que la chica no intente demandar a tu hijo.- le pone la mano en el brazo- No tienes que pasar esto sola. Estoy aquí, no va a ser todo que tú me ayudes a mí jeje

-Te lo agradezco, Alice. Pero esto es algo que tengo que solucionar yo. Dios, no voy a poder hacerlo con los años de negocios y tratos que llevo a mis espaldas...Como madre lo voy a resolver. -Es ella la que ahora te da ese beso.

-Gracias, en serio. Veré como evoluciona la cosa, y te llamo. Si quieres venirte un par de días como la otra vez, lo hablamos. Mientras, tú vas trabajando desde casa. Yo haré entrevistas si puedo en plan videoconferencia. No se, este fin de semana me preparo, y después día a día. Presumo que me va a tocar quedarme bastantes días allí. Seguro que tienes oportunidad de venirte, jajaja.

La ves que va fumando. No es una novata con el tabaco. -Voy a ser abuela. Abuelita Michelle, ¿cómo suena?

Tuerce el gesto pero entiende las razones de Michelle. Aunque ella misma le ha dado buenos argumentos...Alice entiende que ella misma está en una posición complicada para entrometerse en asuntos familiares. Seguramente Michelle tendría que dar explicaciones que no deseaba dar y...era complicado. Y lo que menos quería era darle más complicaciones. No insiste.

-Me encantaría, si tú ves que la situación lo permite...podemos volver a intentar ver a Nessie.- bromea mientras ella sigue con su cigarro y su otra mano apoyada en el brazo de su jefa...su romance.- Ojalá pudiera hacer más pero...si necesitas algo...lo que sea. Llámame ¿Vale? Aunque sean las tres de la mañana. Quiero que sepas que puedes contar conmigo.

Michelle te lo agradece acercándote a ella de la cintura y sembrando ternura con sus labios en los tuyos- Intentaré que no sea a las tres de la mañana. Muy malo sería a esa hora. De todas formas, seguimos en contacto diario. Soy tu jefa. 

Te da otro beso.- Esto sí que lo echaré de menos. -te acaricia con el dorso de los dedos la mejilla. -Tu suave piel morena, tus ojazos, tu perversa e infantil sonrisa. Tu forma de amarme...-se separa, riéndose- Mejor seguimos con el trabajo, eh, jaja. Es muy fácil dispararse contigo y desearte con impaciencia cuando te tengo tan cerca. 

Se termina el cigarrillo. -El lunes y martes para nosotras, ¿vale? -su ilusión refleja tonos dorados en sus verdes ojos.

-Trato hecho. Lunes y martes. Aquí o en Escocia. Y si necesitas más tiempo u otros días...lo haré posible.- antes de dejarla separarse, Alice toma ambos lados de la cara de Michelle y le acaricia con los pulgares las mejillas.

-Yo me ocupo de hacer tiempo para ti, pero tú... Tú tienes que estar bien ¿Vale? ¿Te dejo la cajetilla de tabaco?- pregunta luego por último, con una sonrisa suave. Finalmente si que se separa, sabiendo que si seguían tan cerca...bueno las dos sabrían qué pasaría.

-Te tomo la palabra. Llamaré a Urgencias Alice Dawson. -No pierde el buen humor, esa es una virtud de Michelle que te ha atraído siempre de ella. 

-Para nada, nada de tabaco. Tú no has visto nada. No ha pasado. Fuera, largo de aquí, Tentación. 

Y sí, hay vuelta al cole. Al trabajo, antes de que sucede algo más y esta tarde ni aparezcas por casa de Frisbee. Y tú eres responsable, ¿verdad? No fallas a las citas. Pues eso, unas cuantas conversaciones desagradables más, y fin de jornada. Michelle ya ha preparado unos sandwiches escoceses y unas ensaladas. Comes con ella, sin tocar temas peliagudos, cosillas del trabajo, cotilleos de la pensión, o de sus amigos. Para el lunes te tiene listo el apartamento de Kate, te pasará fotos, ubicación, precio. Moderado.

Besitos y despedida. Casi que te quedarías con ella. Michelle es...Y Frisbee es...Como te gustaría acurrucarte en brazos de tu romance...y como deseas postrarte y mostrarte sumisa con tu Ama...y hoy además, ese regalo, ese juguete para ti...Bueno, semana organizada, días para Frisbee, días para Michelle, días para ti sola.

Funciona. Oh, maldición, mañana sábado. ¿Y qué harás con esa rubia borde que te dejó tirada? Bah, es mañana. Para la pensión a cambiarse y a esperar a tu...¿chica?

Hablan de trivialidades, eso también se les daba bien, no se podía mantener la tensión en todo momento y no podían estar trabajando o follando a cada momento. Bueno había días que si...sonríe como una tonta al recordarlo.

Agg...Aliiiice 

¿qué?

Así no vas a aclararte

¿Y quién dice que tenga que hacerlo?

¿Qué?

Eso.

Estás loca.

Puede.

La loca Alice, la que quiere salir con dos mujeres a la vez, la que piensa en tener otras citas, acudir a casa de un hombre que no conoce de nada sólo para que le haga daño. Si, igual estaba un poco loca.

-Genial, le mandaré un mensaje para que esté tranquila.- a Kate, con respecto al apartamento, claro. Michelle podía notar que Alice tenía sus debates internos, como siempre, pero la morena salía y entraba de sus trances conversatorios con una facilidad pasmosa, sin dejar de ser más o menos consciente de su entorno.

Hora de irse, despedida, besos...la vuelta de esa sonrisa tonta, ese brillo en los ojos. Michelle se "quejaba" del brillo de sus ojos al mencionar a Frisbee ¿la tatuadora había visto el mismo brillo cuando hablaba de Michelle? probablemente si...o no ¿quién sabe? Frisbee es...impredecible, parece que todo se la suda, un todoterreno emocional...y a veces era una chica asustada. Ahora estaba dejando la coca...tenía que apoyarla. Pero Michelle tenía el asunto de su hijo...

Joder que movida...

Te lo dije

calla joder calla.

De vuelta a la pensión, una ducha, sacarse esos pensamientos a ver si con agua se iban por el desagüe...funciona a medias.

Cambiarse y...esperar a...su ama...su chica...su...algo.

La pensión está muy solitaria cuando llegas. Robby al cargo, su madre durmiendo, Brenda también, la siesta. Te duchas, te relajas, te cambias, te fumas tu cigarrillo. Y la ves llegar desde el balconcito. Te encanta que venga a buscarte. No solo te hace importante, sino en cierta medida poderosa. Y además, el detalle te mola. Se terminan los debates internos, agarras el bolso, desaparece Alice y ocupa su lugar Muñequita. En la superficie y en tu interior. Corriendo escaleras abajo.

Es que claro, es verla y ya la serpiente en tu vientre se remueve, despierta y te clava los colmillos en tu sexo. Un mordisco profundo, inyectando su veneno, su esencia afrodisíaca que rezuma y te humedece entre las piernas. Ahí está, su figura atlética y alta sobre la moto, la chupa, el casco, el cabello despeinado cuando se lo quita, su sonrisa imán y sus ojos de maga hipnotista. 

Y corres hacia ella.  Riéndote ya, avanzando lo que sabes que va a hacer, el beso volcánico cuya lava derrite cualquier muro, cualquier pensamiento que puedas oponer a tu relación con ella. 

Te besa. Pero en esta ocasión tú te adelantas a ella, eres tú quien se la come, quien devora esa boca, quien desea merendársela enterita.

La emoción embriaga el corazón de Alice, se ha puesto tan provocativa como a Frisbee le gusta, con un toque gruch o rockero, sabía que le gustaría. Y ahora estaba...como siempre, entusiasmada por su llegada...y ahí está. Su ama, su chica, su rollo, su dueña...joder no hacía ni un día que la había visto y ya ardía en deseo por ella.

Se abalanza sobre sus labios como si de una comedia romántica se tratase, salvo que sin resbalar por el camino. Se cuelga de su nuca y la devora, besándola a lo grande, pegando mucho su cuerpo con el suyo...toda una declaración de intenciones que venía a ser un..."soy toda tuya". Entre besos sonrientes y fuego en su piel, Alice se desmorona sobre su abismo particular encantada de caer en él porque sabe...sabe que nada malo puede pasarle en sus brazos.

-Hola forastera...¿Me llevas?- bromea guiñándole un ojo, haciendo una referencia a una película que no estaba segura de haber visto. Pero le salió muy natural.

Eres tú quien domina la situación mientras Frisbee se deja arrastrar por el viento huracanado de tu energía y vehemencia en esos besos apasionados. Cuando se recobra de la sorpresa inicia su ataque, una mano a la cintura y la otra, de pronto, a tu entrepierna, abarcándola por completo y apretando lo suficiente para arrancarte un primer gemido por lo inesperado y por el repentino gustito que te ha dado. 

Estáis cuerpo con cuerpo, en uno de esos besos que podrían incendiar las calles, no es una comedia romántica, sino una peli erótica rodada con alto presupuesto. Su mano presiona un poco más hasta que escucha un segundo gemido nacer de tu garganta. Decide dejarlo, y su mano ahora te aprieta las nalgas. El beso toma una pausa para mirarte a los ojos, profundamente ensimismada en ti. Sumergiéndose en tu abismo  lo mismo que tú en el de ella.

-Te llevo. Adonde tú quieras, Muñequita. 

-Ya sabes a dónde quiero ir...- le susurra en el oído, le da un mordisquito en a oreja y coge el otro casco, ya con ganas de marcharse...el ansia la recorría por entero y hacia brillar tus pupilas y hasta su piel, Alice quería guerra y se notaba. Apenas si había pasado un minuto con Frisbee y sus bragas ya daban fe de su necesidad por a motera.

-Tengo muchas ganas de ti...no e hagas esperar...-​​​​​​-era una súplica, un ruego, meloso y tentador.

-...Y yo de ti...-confiesa en el mismo tono ansioso.

La moto ruge y corre veloz hacia la casa de Frisbee. En sus ojos has visto que, tal vez, tenía otros planes, ¿otro destino? o importa mucho, ambas queréis lo mismo, y si hubiese sido por la tatuadora la pensión era buen sitio o meterse en algún local para darse el primer revolcón. Pero no. Podéis esperar. Que además...hay sorpresa...¿Esta tarde? ¿Mañana? Es igual, tú lo que quieres es a ella. Solo piensas en ella.

Frisbee aparca la motocicleta en su garaje. No hay espera posible. Se quita la chupa de cuero, debajo lleva un bustier negro sin tirantes. Seguramente para ti, para la sesión que ha preparado. Sin embargo las ganas de ambas son muy locas, el olor a sexo os envuelve, se derrama el perfume de la una en la piel de la otra, arrinconada contra la pared, no tardan en desaparecer tus bragas, y encontrarte con la cabeza de Frisbee entre tus muslos ya húmedos...

El trayecto en moto solo hace que aumentar su deseo, viajar tan pegada al cuerpo de la tatuadora, con la ciudad pasando a su lado, la velocidad la hacía abrazarse más fuerte y ese intenso abrazo se traducía en ms ganas de ella...y por eso se pegaba más y más a su espalda. Si, como un pez que se muerde la cola.

Llegan a la casa de la tatuadora la ropa va siendo arrojada por aquí y por allá, Alice termina recostada en una pared y...el cielo se abre para ella, la boca de Frisbee sabe lo que necesita y se lo da...justo donde ella quiere, sin hacerla esperar. Ya habría tiempo luego para someterse, en realidad estaba preparada para que en cualquier momento Frisbee empezara a darle órdenes...pero lo cierto es que ahora tenía muchas ganas de follar. Solo follar, duro y fuerte, un polvo salvaje que las dejase temblando. Y luego ya, una vez saciada el hambre...ya sería tiempo de jugar.

Tardas cero coma en irte apretando muy fuerte la cabeza de la tatuadora contra tu sexo. Ha sido tan rápido y tan profundo que sigues agitándote cuando su boca asciende para encontrarse con la tuya. El beso es igual de demoledor, si no fuese porque te acabas de correr, lo harías con su lengua entrelazada con la tuya. Y, mientras os besáis sin freno posible, van fuera sus botas y sus pantalones. 

Pegada a ti, comiéndote la boca, dirige tus manos, una a sus pechos, la otra por debajo de su ropa interior. Te agarra luego de las mejillas, besándote ciega de deseo, devorándote los labios, la lengua, rozándose contra tus dedos, muriéndose porque te la folles ya y ahora. 

La morena no tardó en llegar a su ansiado clímax y pronto se recupera, ávida de más... ávida de agradecer las atenciones de su ama...chica. que fuera no era el momento de preguntarse esas cosas.

Hunde sus dedos en la encharcada intimidad de Frisbee, no con violencia...bueno un poco, pero solo por las ganas que le tenía. Imprime un ritmo rápido y fuerte en sus movimientos de muñeca mientras su boca bebé sedienta de los labios de ella, exigiendo su pago. Su droga. Más bien una droga si, besos teñidos de gemidos, exhalados, necesitados...Su mano ya cabalga sobre Frisbee con su baile frenético, queriendo llevar al éxtasis de una manera potente y desmesurada...quería hacerla gritar y flipar. 

Y sabía cómo hacerlo, cuando notó que ella estaba l final de su camino, Alice se deja caer de rodillas y saca sus dedos de golpe, queriendo sustituir sus manos por sus labios, bebiendo de ella, embriagandola de ese placer que sabía que Frisbee adoraba. Quería dárselo, quería complacerla...queria demostrarle cuanto la adoraba.