Partida Rol por web

AÑO 21

MES SÉPTIMO: ÚLTIMO MES DEL INVIERNO, DE OFELYA, PRIMERO DEL VERDUGO, O MEDIO INVIERNO

DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Kanghmer frunció el ceño. El caravanero tampoco recordaba el rostro del huidizo muchacho.

- ¿Recuerda el equipaje que llevaba? ¿Podría describírnoslo? - Le preguntó. Quería la descripción del equipaje, por si el chico portara algún objeto que pudiera ser lo que buscaban los tipos sombríos. Aunque no esperaba que el caravanero le respondiera negativamente. Eso sería demasiada osadía, ¿no?

- ¿Sabe a dónde se dirigía el muchacho? - Kanghmer miró alrededor por si acaso, buscando al chaval. - Tenemos que encontrarle. - Explicó.

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Todo aquello le resultaba absurdo. ¿Qué hacían allí? Preguntaban por un completo desconocido del cual ni siquiera podía darse una descripción física y ¿con qué objeto? ¿Satisfacer a una muchacha igualmente desconocida y obsesionada con aquel joven? ¿Acaso le había prometido el cielo y tras obtener lo ansiado, había desaparecido? ¿Era una mujer despechada agobiada por haberse acostado bajo una promesa de amor y descubrir que el mundo era mundo y que seguía girando? No sería la primera ni la última. 

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Permanezco detrás de los otros pero atento a los guardias, no sea que hagan algún gesto extraño.

Aunque por otra parte siempre podría deslizarme dentro de uno de los carros, pero parece que estos conocen al tipo y supongo que es mejor intentar resolver la situación en la que estamos antes que agravarla.

Pocas veces pienso, pero a veces me da por ahí. Y esta es una de esas ocasiones. Así que mejor me quedo callado, escucho y vigilo que nadie haga nada raro.

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

- ¿Equipaje? - Preguntó con bastante extrañeza. - La verdad es que no recuerdo que llevara gran cosa. Un pequeño petate a la espalda que no creo que contuviera mucho más que una muda de ropa. Pero también es cierto que antes de que la caravana se pusiera en marcha me pagó dos taleros más por hacerle el favor de llevar en mi carro, apartado del resto de mercancía, una caja, pequeña y sencilla, con el fácilmente reconocible sello de la Ordo Mágica. Así que eso también responde seguramente a la otra pregunta. Habrá ido a su sede aquí, supongo. Un pequeño edificio al sudeste del campamento. - El hombre señaló con la cabeza la dirección indicada. 

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CAMPAMENTO ANEXADO

Aunque no le interesaba especialmente todo aquello, intervino.

-¿Recogió su caja o aún permanece bajo tu custodia?

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CAMPAMENTO ANEXADO

- La recogió, nada más llegar al campamento, con bastante efusividad al ver el revuelo, ciertamente. 

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Kanghmer miró a Zazer. Parecía claro entonces que el muchacho desaparecido había ido al edificio indicado por el jefe de los caravaneros. Y se había ido con la condenada caja y lo que fuera que contuviera.

- Habrá que ir a hacerle una visita, a ver si sabe algo de esos misteriosos visitantes que hemos tenido. - Comentó poniendo los brazos en jarras. Parecía que tenían a toda una comitiva de gente interesada en el "fugitivo" ahí con ellos escuchando la conversación con Karaghos.

- Al edificio de la Ordo Mágica pues... - Añadió echando a andar sin dudarlo en esa dirección. - Más le vale tener la respuesta a nuestros problemas, o muy buenas excusas... No me gusta que me mareen de un lado para otro... - Masculló para sí.

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CAMPAMENTO ANEXADO

Nuestros pasos nos llevan a hablar con el jefe de la caravana, que nos cuenta acerca de ese misterioso joven que buscamos. La incapacidad de recordarle bien, junto con lo que relata acerca del sello del Ordo Magica es la confirmación final de que hay magia metida aquí.

"Toma mucho sentido que aquellos extraños con poderes claramente mágicos busquen algo que es valioso también para la orden. Mucho más probable de que busquen baratijas de unos pobres refugiados."

Asiento a Kanghmer pues también creo que deberíamos ir a visitar a aquel mago, saber realmente qué es lo que porta y ver que podemos hacer para evitar la masacre que quedará si los misteriosos atacantes deciden venir a cumplir sus amenazas.

 - "Si no conseguimos algo de información por parte del tipo, va a correr mucha sangre en este lugar. Será mejor que pueda contarnos algo bueno."

La verdad es que ya no dudo que haya sido él quien porta lo buscado por los asaltantes. Esa duda ya quedó más que saldada para mí y creo que es hora de actuar para poder ayudar en lo que seamos capaces. Al fin y al cabo, es una interesante situación y eso siempre me anima.

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Llegados a aquel punto, ya no tenía sentido ni dar marcha atrás ni plantearse otras opciones. Cansado, hambriento y con pocas ganas de nada, Zazer se limitó a asentir ante la iniciativa de Kanghmer de dirigirse al edificio del Ordo. Conocer su destino servía al menos para entender ciertas cosas como la aparente dificultad en recordar los rasgos del joven. Simple magia para ocultarlo ante la vista de todos, algo particularmente útil ante alguien que aparentemente tenía la misión de transportar hasta allí aquella caja cuyo contenido debía ser importante.

-Está bien. Vayamos al edificio del Ordo pero si vuestra sangre caliente ya os está predisponiendo a un derramamiento de sangre, quizá fuera mejor idea que os quedarais aquí. ¿Acaso ese hombre os ha hecho algo? ¿Ya lo presuponéis enemigo y culpable? Si necesitáis desenfundar vuestras espadas, casi sería mejor que cortarais unos troncos. Las gentes del templo os lo agradecerían y agotaríais ese exceso de energía que parecéis tener -dijo Zazer. No necesitaba a dos idiotas de espada fácil y con un cerebro inundado de testosterona a su alrededor-. Y tú, muchacha, ve con los tuyos. Es lo mejor que puedes hacer. Ya es de noche y deberías buscar cobijo. 

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Gusano se mantuvo junto a Zazer todo el tiempo. Al contrario que al otro trocalengo, no le parecía absurda esa pista. Aquellos misteriosos desconocidos buscaban  algo y era demasiada casualidad que justo hubiera llegado en la caravana un individuo que , por la descripción de su rostro, o precisamente la falta de ella, se pareciera tanto con  los que les habían impedido salir del templo. Sin embargo compartía el fastidio que dejaba ver su compañero. ¿Qué le importaba a él todo aquello? Asintió a las últimas palabras de Zazer para mostrar su acuerdo con lo que decía, aunque él no se atrevería a hablar así a aquellos "matones". Gusano era escuchimizado y trocalengo. Estaba acostumbrado a lidiar con las amenazas de otra manera, más esquiva.

-¿Crees que si...bueno, si no fuéramos como somos...iríamos por ahí con esa seguridad en nosotros mismos?- Le dijo en un momento en el que nadie les escuchaba. Imaginaba que Zazer podía entender lo que le decía. Toda la vida soportando miradas extrañas, desconfianza y por qué no decirlo, violencia expresa por su condición. ¿Le pasaría lo mismo a aquel renegado  sin rostro que huía de sus mismos congéneres?

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Miró a su compañero con cierta sorpresa. Comprendía el trasfondo de sus palabras. Como trocalengos tenían un pasado pero era bien cierto que dicho pasado variaba de unos a otros. Él había sido entrecomilladamente afortunado y sus padres humanos jamás lo habían rechazado. Al contrario, lo protegieron y quisieron con todas sus fuerzas.  Fue él mismo quien decidió ahorrarles un camino de sufrimiento, violencia y vejaciones y partió sin rumbo sin mirar atrás por más que aquello le hubiera roto el corazón. 

-Diría más bien que si no hubiera hombres como ellos, todos caminaríamos con más seguridad. El acero no da seguridad cuando lo portas. Pero cuando te hiere, te hace sentir débil y hay quien siempre parece dispuesto a usar más sus armas que su lengua y cerebro. Alguien sabio me dijo que con una espada vencerás, pero no convencerás y el tiempo se ha encargado de demostrarme la gran verdad que encierran esas palabras. En todo caso, me considero alguien seguro de mí mismo. ¿Acaso tú no?

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DÍA 14

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CAMPAMENTO ANEXADO

Gusano no sabía. Miraba a aquellos humanos y les veía bastante capaces de "convencerle" con sus espadas...y sin ellas.

- ¿Yo?- Se miró hacia abajo viendo su cuerpo raquítico y luego a Zazer. Sí, él no era tan poca cosa.- Estoy seguro de muchas cosas y entre ellas de que no podría contra uno de esos.- Dijo señalando con el mentón. Le habían encontrado en su forma de rata, y luego desnudo tras su fallida transformación. Había sido muy humillante. Una carta de presentación nefasta que le causaba una gran inseguridad. La primera impresión era importante y él había fallado estrepitosamente.

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DÍA 14

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CAMPAMENTO ANEXADO

Comenzamos a avanzar hacia la sede del Ordo Magica cuando Zazer nos habla. Claramente no me gusta lo que dice y se lo hago saber de inmediato:

 - "¿Y se supone que los prejuiciosos somos los humanos? ¡Con un demonio! Ni siquiera nos conoces y no me has visto desenfundar más que para defendernos de los krankas y resulta que ahora somos alguna clase de asesinos enfermos. Interesante forma de procesar tu información."

Niego con la cabeza mientras no puedo quitarme de la cabeza que a veces no necesitas ser un trocalengo para estar siempre solo. Puedes bastarte contigo mismo si eres lo suficientemente borde como para alejar al resto constantemente.

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Zazer miró impávido a Seragoi.

-¿Te he llamado asesino enfermo? No lo recuerdo, sinceramente. Es más, puedo afirmar con total certeza que no lo he dicho -dijo absolutamente tranquilo-. Puede que me hayas malinterpretado, igual que yo he podido malinterpretar tu afirmación de que va a correr mucha sangre si ese hombre no habla. ¿Es así?

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DÍA 14

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CAMPAMENTO ANEXADO

Levanto una ceja al escuchar lo que dice Zazer para luego asentir y responder:

 - "Efectivamente, malentendiste."

Vuelvo mi cabeza hacia el frente y continúo caminando mientras sigo hablando:

 - "Me refería a los idiotas de este pueblo o campamento. La muchacha llamó demasiado la atención y si no conseguimos algo luego, cuando el plazo se vaya venciendo y el miedo pueda más que la lógica, buscarán mártires para salvarse a sí mismos y comenzarán por la pista que tengan o lo que les de más desconfianza, como el chico de quien nadie recuerda claramente... o de los que llegaron al último al pueblo, incluyéndonos."

Aprieto un poco el paso pues, aunque no conozco a las personas de este lugar realmente, en Yndaros nos acostumbran a pensar que en las provincias son aun más estúpidos y desconfiados que en la capital. Espero que solo sea otro prejuicio de la nobleza.

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CAMPAMENTO ANEXADO

Kanghmer parecía ir encabezando la marcha, pero alcanzó a escuchar parte de la conversación que sucedía a sus espaldas. 

No se detuvo ni hizo ademán de intervenir, solo lanzó un vistazo hacia atrás brevemente por encima del hombro. Lo último que les faltaba eran disensiones internas. Ahogó un resoplido, que no hubiera llevado a ninguna parte, y negó un momento con la cabeza con los ojos cerrados sin dejar de aminorar el paso.

- Basha, ¿estás con nosotros? - Preguntó a su hermana, que parecía estar siguiendo al grupo en silencio. La bruja parecía medio ausente pese a estar de cuerpo presente. El bárbaro sabía que era mejor no molestarla cuando estaba meditando sobre algún asunto importante, y prefería que ella diese con la solución al problema de esos asaltantes que aparecían y desaparecían con total confianza. Pero aun así quiso asegurarse de que seguía con ellos. Si había problemas prefería contar con su brujería además de con su espada y las de sus aliados.

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

La bruja cabalgaba envuelta en su capote bajo la insistente lluvia, escuchando las cuitas de unos y otros. Sólo la pregunta direta de su medio hermano el Mediohierro le sacó de su mutismo.

- Si te refieres a en cuerpo, sí, voy en vuestra misma dirección, a la sede de la Ordo Mágica. Si te refieres a otra cosa, después de oír tantas cosas extrañas, pues me planteo serias dudas con respecto a muchas cosas. - La joven hizo un gesto como quien aparta algo.

- Si ese joven encapuchado llevó algo allí y lo ha vendido o comerciado, será más fácil mover una montaña que conseguir que los Magos transijan. Pero veremos, la verdad es que tengo cierta curiosidad profesional por el asunto y un par de ases den la manga. O al menos eso quiero creer. - La bruja observó discretamente a Puck mientras seguía el camino del resto y escuchaba los retazos de conversación que le llegaban.

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CAMPAMENTO ANEXADO

La discusión entre el hombre taciturno y el trocalengo taciturno había acabado, y con ella habían muerto las expectativas de Puck de observar algo más interesante que un intercambio de insultos y amenazas entre los dos sacos de carne, sangre y huesos que iban armados. Su intensa y pálida mirada, que había volado inquieta entre el uno y el otro en su intercambio de agravios y ofensas, terminó, desilusionada, en el suelo.

Con los hombros y orejas caídas, abatido y decepcionado, sentimiento rubricado con un largo suspiro de desencanto, el trasgo arrastró los pies hasta situarse junto a su ama, de la que, a pesar de su prolongado silencio, no se había separado.

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Las pesquisas de aquel grupo parecían apuntar a la Ordo Mágica, no le sorprendió, aquella orden no traía más que desasosiego y desgracias a la humanidad desde su fundación, prefirió no acompañarlos pues prefería no tratar con ellos, su codicia y corrupción le enfermaban y les veía muy capaces de apropiarse de un artefacto aun a sabiendas del riesgo que corría el campamento.

Prefirió acompañar a la muchacha, aquel trocalengo a pesar de deslenguado tenía razón. Era tarde y parecía algo desorientada, le acompañaría con los suyos, después revisaría las caravanas que se preparaban para continuar su marcha. Poco averiguaría aquel variopinto grupo si el objeto abandonaba el campamento mientras intentaban sonsacarle la verdad a alguno de aquellos charlatanes de la Ordo Mágica.

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DÍA 14

Noche

CAMPAMENTO ANEXADO

Karlio se había mantenido aparte de la conversación, dejando que otros llevaran la voz cantante mientras se centraba en las piezas que tenían, e iba añadiendo aquellas que obtenían... Un mago. O el recadero de uno, al menos. Aquello empezaba a tener algún sentido, y que hubiera venido justo ahora podía encajar con el momento en que el pueblo había sido atacado, mucho más al menos que una baratija encontrada y trabajada por un campesino desde hacía meses. Más bien, le sonaba a que alguien había recurrido a aquella caravana mientras le pisaban los talones. 

Quizás por esa misteriosa caja. 

Que aquello avivara la discusión entre los miembros del grupo era algo menos deseable, pero seguramente inevitable dada la diversidad de orígenes que se habían juntado.

-Haya paz, amigos. Es mejor que la señorita vuelva con los suyos, y que nosotros vayamos a esa sede, pero con calma y cabeza.