Partida Rol por web

Tenebris diebus - El ladrón de humo

I — Desaparecidos

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22/10/2018, 03:32
Narradora

I — Desaparecidos

 

 

Ministerio de Magia Británico — Oficina de Aplicación de la Ley Mágica

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22/10/2018, 03:32
Narradora

Miércoles 19 de Agosto, 1970 — 8:53 am

Ninguna noticia. Ningún mensaje. Ningún atisbo o seña de que Sanders seguía vivo, ni todo lo contrario. Habían pasado tres días desde aquel extraño encuentro y algo en el fondo de su mente seguía gritando que no tenía sentido alguno, que había demasiadas piezas sueltas en aquel puzle. Seguramente el viejo perro estuviese manteniendo un perfil bajo. Tal vez, incluso, no quisiera involucrarlo más, aunque Nicholas desechó aquella idea tan rápido como había venido. Sanders no se preocupaba por nadie, o al menos eso había creído hasta la fecha. Pero su naturaleza inquisitiva seguía rumiando aquella cantidad de extrañas circunstancias que se habían dado, todas a la vez. Las casualidades, había aprendido, raramente eran lo que parecían.

Con ello en mente, había mantenido los oídos despejados por cualquier rumor que pudiese apuntar hacia algún lado. En la oficina siempre se escuchaba de todo, especialmente aquellos días tan revueltos. Alastor Moody y otros dos compañeros habían sido asignados como protección a la Ministra a primera hora del Lunes, para acompañarla en un viaje a Copenhague junto a una pequeña comitiva del Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Al parecer, había ciertas rencillas que habían pasado a mayores entre ambos ministerios que requerían la presencia de la propia Jenkins. Daniel le había dicho que así era cuando se había encontrado con él no tan casualmente a la hora de comer, pero también había dejado caer que había más tras el telón. Seguramente sus propios compañeros le pudiesen contar más al respecto una vez regresaran. Mientras, Nicholas tenía entre manos una investigación que llevaba abierta varios meses para dar con dos brujas criminales y mandarlas frente al Wizengamot. El caso no dejaba ser pasar de manos, y nadie había logrado todavía llevarlas ante la justicia por posesión y uso de objetos oscuros francamente espeluznantes.

Aquella mañana, sin embargo, nada más llegar al Ministerio una lechuza sobrevoló el Atrio hasta posarse sobre su hombro con un mensaje de parte de la Oficina de Aplicación de la Ley Mágica. Debía posponer sus quehaceres para presentarse allí a las nueve en punto. No había más explicación, pero le llamó su atención que estuviese firmada por L. A. Fawley, quien era nada más ni nada menos que su prima. ¿Desde cuándo estaba su prima al cargo?

Notas de juego

Responde sólo para ti por ahora :)

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22/10/2018, 04:05
Narradora

Miércoles 19 de Agosto, 1970 — 8:53 am

El fin de semana se había deslizado con pasmosa lentitud. Quizás fuese impaciencia, nervios, o esa punzada incesante de que los vientos estaban a punto de cambiar pero era incapaz de apuntar hacia dónde. No había olvidado ni una sola palabra de Geraldine Lannon, ni tampoco las imágenes que había visto en el agua. Casi podía repetirlas en su cabeza una y otra vez, igual que en un pensadero, o como aquellas cosas que los muggles llamaban películas. Eran ingeniosos, ciertamente. Pero en aquel caso, repetirlas tan sólo había hecho que la ansiedad se acrecentase, incapaz de encontrar respuestas entre libros y viejos volúmenes o de apartar aquel asunto de su cabeza. Quizás una adivina, por muy extraño e inexacto que fuese, pudiese esclarecer algo más, pero...

La ausencia de Fíonn, que seguía enfrascado en entrenamientos de cara al mundial que arrancaría en Septiembre, tampoco había ayudado lo más mínimo. Era un vacío desagradable, un hueco en el estómago donde debía haber algo mucho más cálido y amable. Y, de nuevo, tampoco podía sacárselo de la cabeza.

Sin embargo, el principio de semana había traído una horda de trabajo en su departamento, en colaboración con el departamento de Accidentes y Catástrofes Mágicas. El Santuario Scamander había tenido una brecha más que significativa el Domingo por la mañana (algo de lo que se había enterado el Lunes nada más recibir el correo, pues El Profeta se había encargado de que la noticia ocupase la portada). Un buen puñado de criaturas se habían dado a la fuga en Regent’s Park, y aunque no había habido altercados irremediables —estaba segura de que los Desmemorizadores habían tenido trabajo de sobra— gran parte de la División de Bestias se encontraba ausente, por lo que le había tocado arrimar el hombro. Wilhenmina Scamander estaba bajo escrutinio, así como sus empleados y todas las instalaciones, reavivando la siempre interminable discusión sobre cómo de realista era mantener un zoológico de criaturas más que peligrosas y llamativas en medio de Londres.

Aquella mañana, sin embargo, su mente fue arrastrada hacia otro lugar. Nada más llegar al Ministerio una lechuza entró zumbando en su oficina para posarse a su lado y tenderle un mensaje de parte de la Oficina de Aplicación de la Ley Mágica. Debía posponer sus quehaceres para presentarse allí a las nueve en punto. No había más explicación.

Notas de juego

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22/10/2018, 04:22
Narradora

Miércoles 19 de Agosto, 1970 — 8:53 am

Daire seguía encontrando plumas entre sus ropas después de dos días entrando y saliendo del Santuario. El domingo había dado de sí, calado hasta los huesos al tener que meterse en el estanque para dar caza al dichoso kelpie y pasando media tarde recorriendo arbustos y setos hasta dar con todos los jarveys (treinta y tres, nada más. Dos de ellos seguían en paradero desconocido) que andaban a la fuga charlando animadamente con todo muggle que se cruzaban, para horror de los pobres desgraciados. Los Desmemorizadores habían tenido que ir detrás de las patrullas, arreglando el percal. Por suerte, nada de gravedad había ocurrido y prácticamente todas las criaturas habían sido devueltas a su hogar.

El problema de verdad empezó el lunes por la mañana, cuando la noticia salió en portada en El Profeta y el departamento de Aplicación de la Ley Mágica metió dedos en el asunto, reavivando la siempre interminable discusión sobre cómo de realista era mantener un zoológico de criaturas más que peligrosas y llamativas en medio de Londres. Wilhenmina estaba bajo escrutinio, igual que los empleados y voluntarios del Santuario, aunque no podía decir que no estuviesen preparados para ello. Cada varios años, algo así ocurría y la opinión pública se les echaba encima con uñas y dientes; siempre salían adelante. Daire también había tenido que responder a varias preguntas, y después se había tenido que poner manos a la obra en lo que ya se conocía como “Operación traslado”. Después de una brecha significativa, el departamento ponía todos sus esfuerzos en realojar a cuantas más criaturas posibles para calmar el ambiente. Y cómo no, le habían asignado encontrarle un hogar al kelpie. Para cuando terminasen con todo aquello, estaba seguro que se habrían hecho mejores amigos.

Aun así, la pregunta del millón quedaba sin responder. Preguntas, más bien. ¿Quién?, ¿cómo? y, ¿por qué? Viridian estaba en ello junto a Adriano, por supuesto, pero algún lumbreras del departamento de Accidentes y Catástrofes Mágicas había decidido que era necesario interrogar a las criaturas inteligentes que había en el Santuario y que quizás pudieran saber algo. En su oficina ya empezaban a correr la historia de un tal Warhem discutiendo con un jarvey. Sin embargo, aquella mañana, una lechuza entró zumbando en su casa para posarse a su lado y tenderle un mensaje de parte de la Oficina de Aplicación de la Ley Mágica. Debía posponer sus quehaceres para presentarse allí a las nueve en punto. No había más explicación, pero no pudo evitar alzar la ceja ante quién la firmaba: L. A. Fawley.

¿Desde cuándo Liz estaba al cargo de nada?

Notas de juego

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22/10/2018, 07:57
Daire O'Connor
Sólo para el director

Ver la firma de su amiga le hizo arquear una ceja. No pudo evitar pensar en cómo la había dejado plantada el domingo, ni preguntarse si todavía estaría molesta con él. Por otro lado, si el tener que pelearse con un Kelpie rebelde en medio de la madre de todas las resacas no era suficiente expiación por sus pecados...

Sin pensárselo mucho, abandonó un pequeño taco de papeles, repleto de ilustraciones hechas con desgana y descripciones de posibles zonas de la campiña británica en las que albergar una bestia acuática, y salió disparado en dirección a la Oficina de Aplicación de la Ley Mágica. Tampoco es que le hubieran dado mucho tiempo de aviso, por otro lado. Lo que, en el Ministerio, no era algo demasiado insólito, a decir verdad.

Notas de juego

Jo, me encanta como estás escribiendo los posts de esta partida, Alba. Creo que no te lo digo lo suficiente.

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23/10/2018, 15:22
Nicholas Fawley

El humor de Nicholas era esa semana aún peor de lo habitual. La desaparición de Williams, el intento de ataque a su mente y el inútil trabajo que le habían encargado, formaban un cóctel de duda y amargura que cualquiera podía notar. Llegó mediante la red flu al Ministerio a primera hora y comenzó a caminar a paso lento hasta su oficina, mientras daba vueltas a todo lo que tenía en la cabeza. Ni siquiera advirtió la lechuza hasta que casi se le posó en el hombro, lo que le produjo un ligero sobresalto. Estoy idiota. 

Se detuvo para tomar el mensaje, comprobando que venía de la Oficina de Aplicación de la Ley Mágica, y lo abrió para leerlo con detenimiento. Por un momento se le pasó por la mente que tal vez habían averiguado de su trato con Williams, pero enseguida lo descartó, y más al ver el nombre que firmaba la carta; si hubiera sido el caso, lo habría llamado el jefe en persona. Sin embargo, no pudo dejar de preguntarse que pintaba su prima en todo aquello. Hasta donde él sabía, tenía un cargo menor dentro de la oficina, sin ninguna potestad para convocar a un auror y darle órdenes. Tal vez era algo personal. 

Se dirigió hacía allí pensando en ella. Ni Nicholas ni su padre tenían una gran relación con el resto de los Fawley, se habían distanciado demasiado durante las últimas décadas. A pesar de que su prima y él trabajaban en el Ministerio, no tenían un contacto muy frecuente, a excepción de alguna ocasión en la que se cruzaban en los pasillos y hacían algunos comentarios triviales, normalmente sobre trabajo o alguna tonteria familiar, como que uno de sus primos se había casado o otra había tenido un hijo. Pero más allá de eso, sabía muy poco de ella en realidad. 

Esperó fuera de la oficina algunos minutos hasta que dieran las nueve en punto, y entró tras llamar a la puerta, curioso por saber de que iba todo esto. 

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23/10/2018, 20:50
Narradora

Daire acudió a la segunda planta de inmediato, donde se encontraba el Departamento de Seguridad Mágica al completo, accediendo a las oficinas de Aplicación de la Ley Mágica a través de varios corredores y bajando unas elegantes escaleras de mármol cubiertas por una alfombra verde esmeralda. A aquella hora tan temprana, numerosos magos y brujas iban y venían en remolinos hacia todos los lados, pero en aquella sección se respiraba cierta calma. Una calma envidiable, ya que su planta siempre era un barullo de lo más peculiar. No era el área donde la mayoría de los empleados tenían sus cubículos para trabajar; eran los despachos de los superiores, aunque nadie le había indicado cuál de ellos debía presentarse, y Liz no contaba con el suyo propio. Se encontró desorientado en un hall amplio de grandes arcos, con varios sillones desgastados esperando a ser ocupados y un amplio ventanal encantado a través del cuál se podía observar Londres a pesar de estar bajo tierra.

Notas de juego

1/2

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23/10/2018, 20:54
Narradora

Nicholas acudió de inmediato a las oficinas de Aplicación de la Ley Mágica a través de varios corredores y bajando unas elegantes escaleras de mármol cubiertas por una alfombra verde esmeralda. Era una sección diferente a los despachos compartidos de los aurores, y también de la zona de cubículos donde la mayoría de los empleados del Departamento de Seguridad trabajaban. A aquella hora tan temprana, numerosos magos y brujas iban y venían en remolinos hacia todos los lados, pero en aquel lugar se respiraba cierta calma; eran los despachos de los superiores, por supuesto, aunque nadie le había indicado en cuál de ellos debía presentarse ya que Liz, hasta donde recordaba, no contaba con el suyo propio ni había especificado nada más concreto. La curiosidad lo invadía.

Se encontró entonces en un hall amplio de grandes arcos, con varios sillones desgastados esperando a ser ocupados y un amplio ventanal encantado a través del cuál se podía observar Londres a pesar de estar bajo tierra. Había un mago esperando, un tipo alto, desgarbado y pelirrojo que daba el pego a la legua. No pertenecía a aquel departamento, eso seguro.

Faltaban unos minutos para las nueve.

Notas de juego

1/2

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23/10/2018, 21:00
Narradora

Instantes antes después de llegar, Daire escuchó a otro mago descender las escaleras esmeralda. Como él, parecía esperar a algo o alguien.

Notas de juego

2/2

¡Ale! Ya estáis juntos los dos. Weee!

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23/10/2018, 22:30
Daire O'Connor

Daire se encontraba sopesando la posibilidad de esperar tumbado en alguno de los sillones, ignorando cualquier asomo de decoro o profesionalidad, cuando se dio cuenta de que no estaba solo. El chico quería sonarle de algo, probablemente de cruzarse en algún pasillo, aunque en ese momento no se acordaba de haber hablado con él. El irlandés arqueó las cejas a modo de saludo.

-Buenas. ¿Trabajas aquí?

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24/10/2018, 18:37
Narradora

Miércoles 19 de Agosto, 1970 — 8:53 am

Una enorme lechuza parda entró por la ventana en el momento en que Sara la abrió para refrescar el acogedor salón de su casa. Portaba, como todos los días, varios periódicos y revistas que la bruja seguía con asiduidad, además de un mensaje del ministerio firmado y brillantes letras verde esmeralda dirigido a Arthur. La mujer ojeó la portada de El Profeta mientras regresaba a la cocina con aire pensativo.

Arthur, cielo. Creo que te buscan —anunció cariñosamente, tendiéndole la carta antes de dejar el resto sobre la mesa y ceñirse la túnica por encima del vestido. Con un gesto de la varita su identificación como Sanadora junior de San Mungo apareció flotando hasta ella.

El verano ya se había esfumado en Londres, pero unos últimos días de sol y calor parecían aferrarse a la atosigada ciudad con empeño. Apenas pasaban de largo las ocho, y en el hogar de Arthur ambos estaban casi listos para acudir al trabajo. El Ministerio llevaba toda la semana revolucionado debido a una brecha de seguridad en el Santuario Scamander que había tenido lugar el domingo por la mañana. El Profeta se había cebado bien con ellos. Sin embargo, no era algo que a Arthur le tocase de cerca. Los Magos Golpeadores no se encargaban de tratar con las bestias mágicas, para eso tenían brigadas especiales en el Departamento de Control de Criaturas; personas cualificadas que sabían —más o menos— lo que estaban haciendo. No obstante, no dejaba buena reputación y cada vez que una brecha de seguridad así ocurría en Gran Bretaña, las cosas en el ministerio se complicaban.

Tengo que irme o voy a llegar tarde —dijo Sara tras consultar su reloj de bolsillo. Vació su taza de té con rapidez para después dejar un beso apresurado en su mejilla. Se alejó unos pasos y con un crack Desapareció de la sala.

El mensaje de la carta venía de parte de la Oficina de Aplicación de la Ley Mágica. Debía posponer sus quehaceres para presentarse allí a las nueve en punto. No había más explicación, pero no pudo evitar alzar la ceja ante quién la firmaba: L. A. Fawley. Lizeth Fawley, una compañera de la Brigada de Aplicación de la Ley Mágica y pupila de William Monroe. Una bruja brillante, sin duda, pero que carecía del poder o la autoridad como para convocarlo… Al menos hasta donde él sabía.

Notas de juego

¡Y comenzamos!

Es un poco post introductorio, como puedes ver. Tienes libertad para narrar hasta que Arthur se presente en las oficinas donde te han reclamado a las 9.

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24/10/2018, 22:33
Raine Doe

El fin de semana se había hecho eterno. Muchas podían ser las causas o los factores que hicieran que el ritmo del mismo, se me hiciera excesivamente lento. Mi mente bullía de frenética actividad, por mil y un asuntos, que a grandes categorías, se podían englobar en tres: El Departamento de Misterios, Fíonn y los eventuales sofocos que me asaltaban últimamente. 

El vacío que dejaba Fíonn, trataba desesperadamente de llenarlo con trabajo, para mantener la cabeza ocupada. Pero, todo me recordaba a él y me impedía avanzar en mis investigaciones.

El despacho de casa siempre me resultaba acogedor y un lugar de refugio. Frente a mi, tenía un enorme volumen de Astronomía, al cual varios eruditos en la materia, hacían referencia. La lectura de aquel pesado y voluminoso tomo, se me antojaba aburrida. La astronomía, nunca había sido "santo de mi devoción". Comprendía la importancia de esa rama de estudio, pero simplemente, no me cautivaba como otras ciencias y saberes.

"En el Plano Material, existen más de 100.000 millones de galaxias y hemos comprobado que la inmensa mayoría de las estudiadas poseen agujeros negros en su interior. Un agujero negro no es más que una estrella, cuya densidad es tan alta fuerte, que ni la luz puede escapar de su atracción. Debido a que el Universo es homogéneo e isótropo, por extensión, igual en todas sus partes, podemos suponer, ya que es imposible estudiar tal cantidad de galaxias, que la mayoría de ellas y todas las grandes poseen agujeros negros en un interior que estabilizan a la propia galaxia, impidiendo que las estrellas vaguen solas por el Universo.

El estudio sobre los agujeros negros primordiales es fundamental para comprender cómo se formaron las galaxias. Tal vez fueron los agujeros negros, los primeros en existir, atrayendo más tarde a las estrellas, para congregarlas en galaxias.

Cuando dos agujeros negros supermasivos colisionan, el acontecimiento hace vibrar el tejido del espacio tiempo en forma de ondas. Estas ondas son muy semejantes a las que provoca el sonido. Por ello, denominaron a este fenómeno Canción Eterna. Es como si tirásemos una piedra al agua, ésta provoca ondulaciones que se alejan del lugar del impacto de la piedra sobre el agua. Estas “arrugas” en el tejido del espacio-tiempo, provocan casi imperceptibles distorsiones, que arrastran consigo parte de la esencia de todo ser con el que se cruzan. Podríamos imaginar el espacio como una lámina elástica o como una fina cortina de agua, para poder entender mejor las vibraciones que se producen y qué son estas ondas" -el estilo de narración, me resultaba un tanto insufrible, el autor, ese tal Cathbad, debía ser un tipo de lo más pedante. No obstante, había numerosos puntos que si encajaban con mis estudios.

La Canción Eterna, en mi concepción cosmológica, sería la Magia misma. Un ente que engloba y afecta a toda la existencia. Y la más poderosa de ella, la Magia del Amor, es aquella capaz de mantener la cohesión del tejido mismo del Universo, y afectar con un grado de oposición superlativo incluso a otros tipos de magia.

Dejé a un lado la pluma con mimo y respiré hondo. Necesitaba un descanso urgente. A mi mente volvían una y otra vez las visiones y siguiendo los consejos de Geraldine Lannon, había tomado nota de ellos por escrito en un detallado informe, que había depositado a buen recaudo. Iba siendo hora de preparase para ir a trabajar. Otra maldita noche en blanco... No había sido capaz de conciliar el sueño y el día tenía tintes de ser intenso. Un té tendría que ayudarme a sobrellevar la larga mañana que nos esperaba, por la brecha en el Santuario Scamander.

Hoy había elegido un atuendo cómodo. Traje de chaqueta con pantalón acampanado de color azul, con sombrero a juego. Me sentaba como un guante. Tomé el Profeta guardé dentro de él, el Nosy Crow. Ambos bajo el brazo y acomodé el bolso. Salí del despacho y lo cerré adecuadamente. No había tenido tiempo de ojear las últimas noticias, y seguro que el Nosy, tenía mucho que decir.

Me acerqué con decisión a la chimenea y arrojé un puñado de polvos flu, hasta que el crepitar de las llamas se volvió color esmeralda. Era momento de introducirse en ella y decir el lugar de destino alto y claro: "Atrio del Ministerio de Magia, Londres". A pesar de tener licencia de Aparición, prefería reservarlo para situaciones especiales o viajes más largos, en los que no me fuera posible usar otros medios. La Aparición era un método más eficiente, pero menos seguro.

Avanzaba cansada y somnolienta entre la "marea ministerial". Hoy parecía que iba a ser un día duro para varios Departamentos. Nada más llegar a la oficina, una lechuza entró a toda velocidad con aire altanero. "No la dejan a una ni calentar el sitio..."-pensé, mientras me acercaba al estante donde guardaba las "chuches" para las lechuzas. Sabía que las malcriaba, pero solía recompensar a las mensajeras que enviaban a mi despacho. De esta forma, me granjeaba su "afecto" y mis mensajes siempre solían llegar puntuales, lo que no soportaba era el reguero de cacas que había siempre en los pasillos.

"Toma, bonita. Gracias por el mensaje. Tranquila, come despacio, que no te la voy a quitar..."-dije medio canturreando, pero la lechuza salió con la galleta a medio llegar al buche a toda pastilla. Suspiré profundamente. El sistema, aunque eficiente, tenía sus problemas y cualquier día, alguien se abriría la cabeza al resbalar con ellas...

Quedaban unos minutos para las 9.00, quizás me diera tiempo de sentarme y ojear el Nosy... a ver que había de nuevo sobre el incidente en el Santuario Scaramander... Estaría atenta para no llegar tarde. 

Notas de juego

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25/10/2018, 03:15
Nicholas Fawley

Nicholas llegó al hall absortó en sus pensamientos, preguntándose aún cuando Liz había sido ascendida a un rango como este. Había estado aquí alguna vez, pero desconocía también cualquier podía ser su oficina y tampoco figuraba en el mensaje, por lo que la opción más razonable parecía esperar hasta que apareciera. 

Al llegar allí vio a un hombre pelirrojo que también parecía estar esperando a algo o alguien. Hizo memoria, pero no recordaba conocerle ni haberle visto nunca en el departamento. Pensaba ignorarlo, suponiendo que estaría allí atendiendo a sus propios asuntos, pero al saludarle se vio obligado a responderle:

- No aquí exactamente - respondió, haciendo un gesto con la mano hacía arriba, donde se encontraba su puesto - Oficina de aurores. 

Declinó sentarse en los sillones y se mantuvo de pie junto a ellos, mirando de reojo al pelirrojo y esperando que su prima no tardara mucho en pasar por allí. 

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25/10/2018, 08:12
Daire O'Connor

-Ah, bueno -Daire, sintiéndose algo más parlanchín que de costumbre, se acercó al auror-. ¿También te han convocado aquí?

Notas de juego

Post cortito y rápido. Esta noche quizás me da tiempo a algo más elaborado.

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26/10/2018, 02:26
Narradora

Moverse por el Ministerio era relativamente fácil, sobre todo si uno llevaba tantos años como ella en aquel edificio subterráneo. Raine sabía perfectamente dónde se encontraba prácticamente todo, y eso incluía las oficinas a las que se refería en el mensaje. Sin embargo, notó en una segunda ojeada que no especificaba qué oficina de todas las que había en dicha sección. ¿Sería el despacho de Fawley? Recordaba que había varios Fawley en el ministerio, descendientes de Hector Fawley, pero ninguno de ellos ostentaba un cargo realmente importante. Contando con tener que preguntar en algún momento y queriendo llegar puntual, la bruja ojeó brevemente algunos artículos interesantes de la nueva publicación y salió en dirección a los ascensores.

Tras un breve viaje al que ya estaba más que acostumbrada, llegó a la segunda planta, donde se encontraba el Departamento de Seguridad Mágica al completo (el segundo más grande después del suyo). Había varias secciones, donde cada una alojaba una rama diferente. A aquella hora tan temprana, numerosos magos y brujas iban y venían en remolinos hacia todos los lados. No obstante, las oficinas de Aplicación de la Ley Mágica se encontraban bajando unas elegantes escaleras de mármol cubiertas por una alfombra verde esmeralda, alejadas del área donde la mayoría de los empleados tenían sus cubículos para trabajar. Eran los despachos de los superiores, y se respiraba una calma envidiable, sobre todo en comparación con su planta, que siempre era un barullo de lo más peculiar.

Antes de alcanzar el último escalón de la escalinata, pudo contemplar un amplio hall de grandes arcos, con varios sillones desgastados esperando a ser ocupados y un amplio ventanal encantado a través del cuál se podía observar Londres a pesar de estar bajo tierra. Había dos jóvenes magos, uno de ellos de cabello oscuro y bien arreglado. El otro, el pelirrojo, le era más que familiar.

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26/10/2018, 02:46
Narradora

Antes de que Nicholas pudiese responder, el sonido de unos pasos ahuecados bajando la escalera llamó la atención de ambos. Era una bruja rubia de gran porte y belleza con la que Daire estaba más que familiarizado.

Notas de juego

Ale, tres de cuatro.

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26/10/2018, 05:59
Arthur Kane

Había pasado una mala noche, una pesadilla que se estaba volviendo recurrente decidió manifestarse. Estaba en la final del mundial de quidditch, caminaba hacia la entrada con mi uniforme y tenía mi pierna completa, de repente una sombra se paraba frente a mi, no le veía la cara pero actuaba como si la conociera, sin que lo esperara me clavaba una especie de puñal en el corazón. Al igual que las otras veces que tuve ese sueño desperté sudando y con dolor en el muñón. Me preocupaba lo que eso podría significar. 

Debido a las pocas horas de sueño y a la preocupación por lo que causó eso estuve bastante distraído durante la mañana. Me arreglé más por rutina que por poner atención en lo que hacía, tanto así que, si no hubiese sido por Sara, habría asistido al trabajo con zapatos diferentes. Ella me miró algo extrañada, pude darme cuenta de que quería preguntarme algo pero el tiempo no se iba a detener y ella entraba más temprano que yo. Pensé en contarle mi sueño, pero no quería preocuparla, ya tenía suficiente con los comentarios de algunos pacientes respecto a su sangre. 

Durante el desayuno yo estaba disfrutando de un delicioso plato de cereal con leche, un desayuno muggle típico al que mi chica me había vuelto adicto, cuando ella me pasó un mensaje del ministerio. No había ningún asunto que me concerniera y tampoco debía ser algo urgente, pues de lo contrario me habrían contactado por otro medio. Me intrigaba mucho el por qué de ese mensaje, así que apenas me despedí de Sara lo abrí para descubrirlo.  Al hacerlo quedé con más preguntas que respuestas. ¿Por qué me citaba ella? ¿Se trataba de algo oficial? La verdad no entendía ni sospechaba el motivo que Lizeth podría tener. Pero a la final, solo quedaba una forma de averiguarlo, debía estar allí a las nueve en punto. 

Terminé de alistarme y todavía faltaba media hora para la hora a la que me habían citado, pero ya no me quedaba más que hacer en la casa, ni me gustaba llegar demasiado justo de tiempo por cualquier imprevisto que pudiera surgir. Así que cerré los ojos y visualicé el atrio del ministerio, cuando los abriera estaría allí. 

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26/10/2018, 16:17
Nicholas Fawley

Cruzado de brazos, Nicholas se dispuso a esperar sin darle mucha importancia al pelirrojo, pero parecía de los que le gustaba hablar. Sin embargo, esta vez captó su atención al decir que también le habían convocado. Se volvió hacía él y lo miró mejor, concluyendo que desde luego no era de Seguridad Mágica. O al menos él no lo había visto nunca. Raro. 

Cuando iba a responder, oyó unos pasos bajando la escalera y se detuvo, pensando que tal vez su prima había llegado. Pero resultó ser una mujer rubia a la que tampoco había visto anteriormente la que descendió hasta el hall. A simple vista parecía mayor que él, pero sin duda era atractiva, y la recordaría de haberla visto por allí antes. ¿Estaría habiendo por fin cambios entre los mandos del Ministerio?

- Eso parece - respondió parcamente al desconocido, manteniéndose en silencio unos segundos antes de acercarse y tenderle una mano - Nicholas Fawley - se presentó, dejando que el otro lo hiciese si quería.

De reojo, seguía observando a la mujer. Tenía curiosidad por ver a donde se dirigía y si las oficinas tenían nuevos dueños. 

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26/10/2018, 19:00
Narradora

Con un sonoro crack, el cuerpo de Arthur se materializó en el bullicioso Atrio del octavo piso, donde las chimeneas de su alrededor regurgitaban magos y brujas entre lenguas de fuego verde. Cada mañana, aquella marea tumultosa de sombreros de pico, túnicas coloridas, calderos y lechuzas poblaba el hall principal moviéndose lentamente hacia los ascensores. Era la hora punta, así que había hecho bien en acudir con algo de tiempo. De camino, varios compañeros del departamento lo saludaron.

Tras un breve viaje en ascensor llegó a la segunda planta, donde se encontraba el Departamento de Seguridad Mágica al completo. Había varias secciones, donde cada una alojaba una rama diferente: Aurores, Educación, Uso Incorrecto de la Magia... No obstante, las oficinas de Aplicación de la Ley Mágica se encontraban bajando unas elegantes escaleras de mármol cubiertas por una alfombra verde esmeralda, alejadas del área donde la mayoría de los empleados tenían sus cubículos para trabajar. En aquel ala se encontraba también el despacho de su mentor, Monroe, quien había estado unas semanas ausente de vacaciones. A diferencia del resto, allí se respiraba una calma envidiable.

Bajando la escalinata, pudo contemplar un amplio hall de grandes arcos, con varios sillones desgastados esperando a ser ocupados y un amplio ventanal encantado a través del cuál se podía observar Londres a pesar de estar bajo tierra. Había dos jóvenes magos, uno de ellos de cabello oscuro y bien arreglado, el otro pelirrojo y de aspecto desaliñado, y frente a él, pocos escalones por delante, terminaba de bajar una bruja de cabellos besados por el sol.

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26/10/2018, 19:00
Narradora

Raine apenas había puesto un zapato en la losa de mármol cuando un cuarto individuo la alcanzó bajando las escaleras. Arthur Kane se unió a los tres brujos que ya esperaban en el hall.

Notas de juego

Raine y Arthur, acabáis de bajar casi a la vez.

Si os describís brevemente en vuestro siguiente post estaría guay, así todo el mundo se hace una idea de cómo representáis a vuestros PJs.

Os dejo a lo largo de hoy para postear antes del siguiente post mío. Que nadie se agobie si no os da tiempo, ya que no es necesario. Me interesa más mover la trama. Ya tendréis tiempo más adelante de saludaros y cordialidades varias :)