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Tenebris diebus - El ladrón de humo

X — El secreto de Aberfeldy

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02/10/2019, 19:16
Narradora

X — El secreto de Aberfeldy

Aberfeldy, Breaside park

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02/10/2019, 19:39
Narradora

Miércoles 19 de Agosto, 1970 — 14:51 pm

 

Con un sonoro “crack”, Daire se apareció entre unos matorrales y varios árboles cuyas ramas azuzaron su pelo y su rostro debido al viento. Enseguida, un escalofrío le sobrevino debido a la diferencia de temperatura que había allí en comparación con el calor de San Mungo. Era uno de los problemas de aparecerse, que uno nunca sabía del todo si iba a terminar con los pies en medio de una tormenta.

Deshaciéndose del follaje que lo rodeaba, el mago salió a lo que parecía una pequeña ladera dominada por la naturaleza verde y frondosa del norte, muy a lo Howth, y que daba a la parte trasera de una casa sin cercado. La luz de la tarde comenzaba a caer lentamente sobre el paraje verde y ligeramente montañoso, con grandes campas y forestas, y un cielo azul nuboso que le recordó a su tierra natal. Su estómago también le recordó que apenas había parado en todo el día y que la comida había brillado por su ausencia. Alrededor pudo ver diferentes casas familiares, limpias y recién construidas, que ascendían por una carreterilla que llevaba el nombre de Breaside Park. Estaba allí, ese era el lugar, y a juzgar por los coches aparcados fuera era un sitio de muggles. ¿Qué diablos había ido a hacer allí?

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03/10/2019, 07:03
Daire O'Connor

Algún otro habría venido con un plan, pero ese no era el estilo de Daire. Una parte de él empezó a preguntarse si aquella no era la peor idea que había tenido en mucho tiempo. Otra deseó que su sexto sentido regresara para guiarle, pero la cosa no funcionaba así. Una tercera pensó, por un instante, que de pasarle algo alguien tendría que hacerse cargo del maldito kneazle.

El resto de partes pensaba, principalmente, en comer.

Pero primero, unos hechizos.

-​​​​​​Specialis Revelio. Dissendium. Aparecium. Revelio.

Y así se tiró un cuarto de hora, paseando por la zona y susurrando cualquier encantamiento que se le ocurriera para justificar el haber venido ahí. Siempre asegurándose de que no había Muggles mirando.

- Tiradas (1)

Notas de juego

La idea, tras peinar de manera superficial el lugar, es buscar algún pub de la zona para comer algo rápido. Luego llamará l un par de puertas.

Usar encantamientos a plena luz del día no va mucho con el estatuto de secreto, pero Daire es un inconsciente, no sé si te habrás dado cuenta ya a estas alturas. Si algún muggle le pilla (y Daire le ve) probablemente habrá que desmemorizar.

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09/10/2019, 10:24
Narradora

El irlandés discurrió cuantos hechizos fue capaz para peinar la zona, y qué bien le habría venido que su disparatado sentido del futuro le arrojase algo de luz en aquello, porque la magia fue incapaz de ayudar. Cuanto probó fue inútil; los hechizos murieron entre chispas de colores sin revelar o mostrar nada realmente útil, o sencillamente nada. Pero algo tenía que haber en algún lugar. Uno no escribía una nota cualquiera para que luego no hubiese nada allí, y ya tenían demasiadas pocas pistas como para encima darse por vencido a la primera.

Estaba a punto de irse a saciar su apetito cuando se dio cuenta de que estaba siendo observado. No era algo tan poco habitual, sobre todo cuando estaba en lugares y zonas como aquella. Los muggles tenían un ojo particularmente agudo para detectar cosas fuera de lugar, y una capacidad realmente sorprendente para ignorarlas. Pero aquel muggle que lo observaba fijamente era un niño subido a un triciclo, y parecía más maravillado que asustado por la presencia.

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10/10/2019, 06:47
Daire O'Connor

Daire no era lo que se dice un buen amigo de los niños. Al fin y al cabo, él mismo había sido niño, y un maldito trasto a tal efecto. Era normal, pues, que desconfiara por naturaleza de aquellas personas en miniatura. Por otro lado, el propósito de su visita seguía sin estar del todo claro, y aquel era un buen punto de inicio como cualquier otro. 

-Ey. Bonita... -no recordaba como se llamaba ese muggle, así que inventó tirar de memoria-, ciclosis.

Notas de juego

Entiendo que el niño tiene edad de hablar, si es demasiado pequeño Daire se irá al pub. No merece la pena desmemorizar a alguien tan joven.

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14/10/2019, 14:59
Narradora

Se llama triciclo —corrigió el niño. Era rubio y de ojos oscuros, rubicundo y con el rostro lleno de pequitas que hacían que su cara pareciese manchada—. Estoy aprendiendo a ir sin ruedines pero ayer me caí mucho. Yo también tengo un palo de esos que hace chispas, pero Joe me lo rompió y papá no lo ha podido arreglar todavía. Así que ahora jugamos a castillos.

Notas de juego

Tendrá como 3-6 años, en percepción de alguien que no suele estar alrededor de niños.

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16/10/2019, 08:49
Daire O'Connor

Daire no pudo evitar soltar un pequeño bufido ante los sonoros nombres de los artilugios muggle. Intentó disimular poniéndose de cuclillas para bajar al nivel del niño.

-Una maldición creceorejas para Joe, entonces, por osar romper tu palo mágico. Por cierto, me llamo Daire.

- Tiradas (1)
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16/10/2019, 10:37
Destino

El niño sonrió y le tendió la mano como le debía de haber enseñado su padre o su madre, de una forma algo tensa y demasiado poco natural.

Mi nombre es Henry Eugine Campbell. Encantado de conocerte —repitió de forma mecánica poniendo mucho esfuerzo en sonar creíble y mayor. A Daire no se le daban particularmente bien los niños, pero había que admitir que era majo. Quizás no el tipo de majo que te llevaba a pensar que ser padre era algo que igual estaba a la vuelta de la esquina, pero majo en cualquier caso. —¿Tú podrías arreglarlo? —inquirió.

Entonces sus pequeños ojitos marrones se desviaron hacia algo más allá de Daire, algo que había captado su atención. Un soplo frío creció en su nuca de forma intensamente familiar, como la suave caricia de unos dedos conocidos perfilando la línea de su columna. Al momento supo lo que aquello era: un instante de revelación, de verdad absoluta que se asentó en su interior incluso antes de volverse. Pudo sentirlo en su piel, en el vello erizado de sus brazos, en el quedo silencio que de repente se apoderó de la escena absorbiendo cada brizna de viento azuzando los árboles, cada respiración entrecortada.

El momento se detuvo mientras Daire se volvía, consciente sin saberlo de que algo estaba a punto de cambiar. El ambiente se había enrarecido, y aquel niño carecía de total importancia. Solo importaba lo que estaba al otro lado de aquella explanada, de pie, esperándolo. De pie, mirándolo. De pie, como si todo estuviese a punto de dar un giro de ciento ochenta grados.

La mujer estaba parada junto a un árbol, a varios metros de distancia, varita en mano. Era de estatura normal y complexión fina bajo la túnica. Tenía el cabello rebelde y tan oscuro como la noche, enmarcando su rostro redondeado; la piel pálida como el mármol y una estela de pecas que parecían una constelación: una constelación que Daire había deseado poder contar de joven. Aquello le trajo recuerdos, rostros, momentos. Pero nada de aquello resaltaba tanto como su mirada, una mirada singular y dispar, inteligente, misteriosa, atemorizada, y conocida. Una mirada de diferentes colores. Una mirada verde y marrón. Una mirada en la que Daire se había perdido cientos de veces preguntándose qué secretos escondía. Pero... ¿Qué hacía allí? ¿Qué significaba aquello? No podía ser. Tenía que ser una visión, un deseo escondido de su mente traicionándole. Y sin embargo, no lo era...

Era ella. Era su amiga y su compañera, pero también mucho más. Su corazón se detuvo en aquel instante, en el momento en que sus miradas se cruzaron por primera vez en años, quizás una década entera. Y Daire supo que aquello no tenía sentido alguno, pero que aquella era una pieza vital, algo que estaba a punto de descubrir, no sabía si para bien o para mal.

Era Evelyn.

- Tiradas (1)
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16/10/2019, 18:08
Daire O'Connor

Ella.

Como una tenue sinfonía, perdida en los anales de la memoria, que lentamente sube el volumen en un crescendo nostálgico. El corazón salta un latido, y de repente un vértigo muy poco propio de él se hace con los mandos. La melodía ha cambiado sus notas, pero sigue siendo reconocible. A su alrededor, el viento silba, pero él solo oye un latido constante.

Ella.

"Dijiste que querías escribirle o algo de eso". Es curioso, como la visión puede dañar más que el recuerdo. Como el tenerla allí delante eliminaba el humo de la distancia de un plumazo. De repente se sorprendía a sí mismo reprochándose el haberla echado de menos entre bambalinas, con el callejón trasero de su consciencia, como si su cerebro solo se permitiera un sentimiento tan infeliz de manera subconsciente. De alguna manera, le parecía irrespetuoso... Y le dolía. A él, que se había inmunizado contra el dolor a base de sonrisas y quejas resignadas. Lo peor era que no era algo nuevo: había estado allí desde hacía tiempo, ¿no? Solo que no lo sabía, o al menos no quería admitirlo. Ahora, sin embargo, era difícil de negar. Al verla.

A ella.

Evelyn. Un nombre que casi sonaba como un mal sueño, de esos que no llegan a cuajar, piezas inconexas de un puzzle que no puede completarse. Como si se la hubiera inventado, y tiempo atrás solo estuvieran Tom, Liz y él. Siempre habían sido tres, le decía su mente. ¿Acaso no seguía viendo a Liz y Tom? Esa otra chica que de vez en cuando aparecía en el rincón de su pensamiento era una sombra, nada más. Sino, también la seguiría viendo, como a los otros. Y, de repente, allí estaba, y esa voz se quedaba sin argumentos.

Ella.

Le habría gustado decir su nombre. Correr hacia ella y abrazarla. Entonces recordó dónde estaba, y lo que había venido a hacer. Y quién era él, y quiénes eran sus compañeros de trabajo, y que alguien había asesinado. Se quedó ahí, no pudo seguir con el hilo de pensamiento. Algo se lo impedía. Pero el hecho de que Evelyn estuviera allí le produjo una repentina inquietud. Algo no encajaba. Algo no iba bien.

Así que sí, le habría gustado decir algo. En su lugar, abrió la boca como un pasmarote y parpadeó.

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16/10/2019, 19:08
Evelyn Jackeline Selwyn

Él. Daire.

Evelyn pestañeó como saliendo de un sueño, exhalando el aire que durante largos segundos había apresado en sus pulmones, temerosa de dejarlo salir, como si fuera a deshacerse allí mismo. Dio un leve paso hacia él, un gesto temeroso e irreal que a penas los acercó, quizás no tan perdida como él pero lidiando con sus propias emociones en silencio. Sus ojos dispares escudriñaron el rostro de Daire, aquellas facciones tan características que había añorado durante años, perdida en tierras lejanas y desconocidas para el mago. Un rostro que había visto durante toda su infancia y parte de su adolescencia, hasta que por alguna razón desconocida, ya no había ocurrido más.

Demasiado lejos; demasiado ausente. Demasiado tiempo.

Él, que durante años había sido aventurero y explorador, la risa que había iluminado su niñez, obligándola a salir de su zona de comfort y a descubrir caminos que jamás se le habría ocurrido recorrer por sí sola. Él, que junto a Lizeth y a Tomas había sido su mundo durante casi una década entera para después desaparecer sin saber por qué. Él, que trajo tantos recuerdos demasiado poco tangibles a su memoria...

Pestañeó brevemente, como si no creyese que estuviese allí. Sus dedos se movieron nerviosamente asiendo la varita con fuerza, y entonces la levantó hacia él. Un gesto que lo cambió todo.

Ven conmigo. —Por un instante estuvo a punto de pronunciar su nombre, pero sus labios se cerraron en una delgada línea, una línea tensa.

Había algo entre ellos, una barrera, una tensión indescriptible que nacía del desconcierto, de los años de silencio con preguntas sin responder. Incluso el viento pareció detenerse mientras las palabras se perdían. Entonces Evelyn hizo un gesto que reafirmó lo que había dicho: ven. Y no precisamente de una forma amistosa. Sus ojos se endurecieron, y Daire no pudo evitar preguntarse quién era ella.

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16/10/2019, 19:15
Daire O'Connor

Al final, las palabras surgieron. Una, en realidad.

-Evelyn...

Pero aquella varita apuntada contra él no dejaba lugar a dudas. Por fin, empezó a entender. El hilo de pensamiento retomó donde lo había dejado, y el irlandés sintió como la sangre le abandonaba.

Una nueva voz, el instinto de supervivencia. Le estaba apuntando. Y aunque no fuera así, ella siempre había sido mejor duelista. Alzó las manos, vacías, intentando poner en orden sus pensamientos.

-No... No entiendo.

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16/10/2019, 19:20
Evelyn Jackeline Selwyn

La bruja apretó la mano y negó con la cabeza, sus rizos moviéndose a la par igual que cuando saltaba de roca en roca por las praderas de Howth. ¿Por qué?

—Daire, por favor... —pidió con un hilo de voz apenas distinguible, los dientes apretados. Y la pregunta era, ¿estaba dispuesta? ¿Sería capaz? El mago quería poder leerlo en sus ojos, aquellos ojos que tantas veces lo habían mirado y... No lo sabía.

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16/10/2019, 19:25
Daire O'Connor

Él tampoco conocía la respuesta a esa pregunta. Durante unos segundos, simplemente contuvo la respiración. ¿Sería él capaz?

¿De qué?

-Niño -ni siquiera le miró-. Ve a casa.

Luego se acercó a ella, consciente de que no había otra salida. ¿O sí la había? Quizás lo hacía solo por no ver el sufrimiento en sus ojos.

A Daire nunca se le había dado bien el causar sufrimiento.

-¿Qué has hecho, Evelyn?

Fue apenas un susurro, una vez estuvo frente a ella.

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16/10/2019, 20:07
Evelyn Jackeline Selwyn

Sus pasos se alejaron, manteniendo una distancia prudencial entre ambos, quizás por miedo, por precaución, porque había más preguntas sin responder de las que le habría gustado entre ellos. Sin embargo, su mirada se endureció ante la acusación de él, sabiendo que no entendía nada de lo que estaba ocurriendo allí. Herida, incluso, en aquel orgullo desmedido que caracterizaba a los Sagrados Veintiuno.

Esa era la única parte que a Daire siempre le había desagradado, al menos cuando tuvo capacidad de comprender lo que significaba y la barrera que suponía, esa barrera invisible que los mantenía separados en aquel mismo instante, como si hubiese mil cosas entre ellos todavía por resolver.

Nada que tú no hubieras hecho en mi posición, Daire. —Lo dijo, al fin. Su nombre. Daire—. Nada que no hubieses hecho por un amigo de verdad.

Y sin quererlo pero forzándose a ello, bajó lentamente la varita mirando a su alrededor. Se mordió el labio, nerviosa, en un gesto que conocía bien. Rumiaba, dividida entre el deber y algo más que no correspondía.

—Puedo explicártelo, todo. Pero eso te haría cómplice y sé que el Ministerio está involucrado. Así que... —la varita cayó del todo, apuntando al suelo mientras el niño se alejaba a su espalda—. Es tu decisión.

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16/10/2019, 20:24
Daire O'Connor

¿El Ministerio está involucrado? Aquel comentario le hizo darse cuenta de una horrible realidad: Evelyn no sabía nada de él. No sabía en qué trabajaba, ni qué hacía allí. No sabía cuán cierta era esa afirmación sobre el Ministerio... Y que él era justamente el que estaba metiendo las narices en sus asuntos.

Ella debió de notar sus dudas, aunque era algo normal dada la situación. Pero en su interior, Daire se debatía en un serio dilema. Confesar sus intenciones le pondría en una difícil situación, no en vano se le había ordenado hacer lo posible por detener a los causantes de aquel entuerto... Y eso incluía a su amiga. Guardar silencio, sin embargo, le daría acceso a información privilegiada, y quizás a las respuestas que tanto tiempo había estado buscando. Quizás comprendería más sobre ese asunto, y podría ayudar a Evelyn. Debía de estar allí por error, debía de ser todo un malentendido. Evelyn no podría formar parte del mismo grupo que había asesinado a Allegra a sangre fria. Si conseguía que esta le confesara la verdad, podría partir de una base sobre la que trabajar, podría intentar arreglar el entuerto...

Y estaría mintiendo a su amiga.

Daire no era un hombre de principios, pero había líneas que no cruzaba. Puede que llevara años sin verla, que estuviera hablando con alguien distinto a la chica que conoció... Pero aquella seguía siendo Evelyn. No podía traicionarla, no así.

-El Ministerio está involucrado, sí. Y yo trabajo para ellos, Evelyn.

En el eterno conflicto entre el deber y el honor, raramente elegía Daire el primero de los dos.

Notas de juego

Maquiavélico, Alba

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16/10/2019, 20:37
Evelyn Jackeline Selwyn

Los ojos de Evelyn temblaron, amenazando con lágrimas. Lágrimas de nervios, de tensión, de desesperación. Jamás tendría que haber salido. Podía sentir sus reproches incluso dándole la espalda. Negó apretando los dientes, y sus rizos volvieron a moverse con gracia aunque el gesto quedase perdido en la infinidad de nimiedades insulsas de aquel momento.

¿Estás...? ¿Eres...? —De sus labios escapó un gemido ahogado y la verdad cayó como jarro de agua helada sobre su espalda. La varita se alzó de nuevo en ristre al tiempo en que tomaba aire—. ¡Desmaius!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tira Destreza + Atletismo para esquivar.

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16/10/2019, 22:15
Daire O'Connor

-¡No!

El hechizo le pasó volando al lado de la sien, consiguiendo Daire apartarse en el último instante. Llevó una mano a su varita, más para defenderse que para intentar batirse en duelo. Si Evelyn era la mitad de buena que antes de separarse, no tenía posibilidades contra ella.

-¡Eh! ¡Soy yo!

Era una obviedad, pero al mismo tiempo ahí estaba ella, atacándolo, y ahí estaba él, intentando entender lo que ocurría. Lo obvio es relativo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Iba a lanzar lo de no poder desaparecerse, pero acabo de ver que es Embrujo de nivel 4. No le llega :S

Edito: Tiré para proteger en el próximo turno, gastando otro FdV (es el último, al próximo turno voy a pecho). Ante la duda, Protego (con especialidad). Como la defensa es reactiva, de conocer el hechizo es posible que Daire utilizara Contrahechizo, si le sale mejor por alguna razón (por ejemplo, que sea otro desmaius y su habilidad con encantamientos le permita bajar la dificultad). Aunque mira que dudo que le convenga mucho, porque no tiene especialidad... Sea como sea, son los mismos dados en los dos casos, así que podemos usar la misma tirada si quieres, cambiando dificultad e ignorando su especialidad si es necesario.

A nivel cinematográfico, algo más específico que un Protego también molaría (encantar el árbol cercano para que le proteja con sus ramas, hacer que un remolino le rodee, etc...), pero claro, dependiendo del hechizo que use ella, y de lo que pueda encontrar en la lista de HP... Y contra un Desmaius, que es energía pura, pues no hay más tu tía.

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17/10/2019, 09:32
Evelyn Jackeline Selwyn

La bruja no se detuvo, y Daire no habría esperado que lo hiciera. Cuando Evelyn empezaba algo, se sentía determinada a continuar hasta el final con todas las consecuencias, ya fuese un duelo o... Lo que quiera en lo que se había metido. Sus ojos se endurecieron, desatando una furia estremecedora y llena de rabia, de desespero. Debía estarlo para atacar de aquella manera sin dar explicación alguna.

Un segundo hechizo se dirigió hacia él, y puso deshacerlo con su varita en un movimiento casi automático. Aquello no era un juego de niños. Aquello no era como cuando se lanzaban Embrujos unos a otros esperando ver una orejotas enormes para estallar de risa. No. Aquello era totalmente diferente.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tira iniciativa sin Ocultar que Daire ya va a actuar. Evelyn va con un 12.

También, tira Percepción + Alerta

PD: El hechizo era el mismo, pero no lo he puesto por no sonar repetitivo. 

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17/10/2019, 09:39
Daire O'Connor

-¡Ah, me cago en...! -Daire dio un paso hacia atrás, intentando recuperar la postura-. ¡Para ya, eejit!* ¡No... Quiero... Arrestarte! -con cada nueva palabra, disipaba o esquivaba una nueva salva de energía- ¡Solo... Para un momento!

- Tiradas (2)

Notas de juego

* Básicamente, una manera muy irlandesa de llamar a alguien idiota. A veces con cariño

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17/10/2019, 10:36
Evelyn Jackeline Selwyn

Algo de lo que dijo, o tal vez la forma en la que lo dijo, hizo que Evelyn aguardara unos segundos mirándolo fijamente antes de alzar la varita de nuevo como al comienzo de un duelo, firme y lista para un contrahechizo. Fue entonces cuando Daire vio aparecer una figura tras ella, todavía a varios metros de distancia: Rossier, también lista para entrar en la pelea.

«No lo entiendes, Daire. Esto va más allá del Ministerio» resonó una voz desesperada en su cabeza, una voz familiar. Su voz. ¿Desde cuándo era capaz de hacer aquello? «Ven conmigo... No me obligues a más.» Y sus ojos lo decían, que estaba dispuesta a aquello y a más si hacía falta.

- Tiradas (5)