El primero en aparecer en la reunión es Nikolay, que acaba de descubrir que tiene un picor incómodo en sus partes intimas. Un buen rato después aparece el joven iván, algo asustado y con el rostro sudoroso de haber estado corriendo para llegar hasta aquí.
Os encontráis en un parque, situado en una plaza centrica, donde a la luz de una farola de luz de gas podéis ver como un policía hace su ronda en silencio. Al veros se limita a observaros unos segundos antes de continuar andando por el barrio. Parece que los demás se retrasan, ya han pasado unos minutos de la hora acordada.
¿Todo vien, Vania?
Pregunto, ante la aparición sudorosa del zagal. Veo pasar el policía y compruebo la hora, con cierta preocupación.
Había aprovechado el poco tiempo que pudo estar a solas en casa de tía Agatha para revisar su escondite. Tenía claro que le sería muy difícil salir de esta sin llevarse una buena paliza, pero el joven Iván no estaba dispuesto a ello. Tenía que salir de allí como fuera. Recogió las pocas monedas que guardaba en su escondite, la foto de su madre y su navaja y las pocas posesiones que tenía el chico y salió de la casa por la ventana del cuarto, como hiciera otras tantas veces.
Tras un breve paseo llegó a donde habían acordado reunirse. Corrió cuando distinguió al señor Volkov sentado a la luz de un farol y le saludó.
- ¡Señor Volkov, señor Volkov! Buenas noches. - Saludó efusivamente Iván al ver una cara amiga, después del sufrimiento que pasaba en su hogar de acogida.
Ante la pregunta de Nikolay, el joven agachó la cabeza y esbozó un leve malestar en su cara. Pudo reprimir las lágrimas, pero no que se le encharcaran un poco los ojos de las mismas. Se frotó los ojos con las mangas de su ropa y le comentó sus penurias a su compañero.
- Me he fugado de la casa donde vivo... Me tratan mal y tengo que robar para comer y dormir. No quiero ir más allí. Además, si mañana me encuentran, uno de los chicos mayores me dará una paliza. Tuve que engañarles para tener la oportunidad de venir aquí y escaparme... - El joven agachó nuevamente la cabeza mientras jugueteaba con sus pies en el suelo y trataba de evadirse de aquellos pensamientos que le corrían por la cabeza.
Ante la confesión del zagal me rasco la entrepierna de forma instintiva.
Menos mal que aquella chica se va a quedar donde está...
Revuelvo el pelo de Iván e intento enjuagar una de sus lágrimas con mis dedazos manchados de prodcutos químicos.
No prreocopar, Vania. Vania listo. Nikolay nesesitarr ninio listo. Serr vueno parra negosio. Poderr dorrmirr en casa Nikolay. Estudio. Da. Olerr fuerrte perro serr mejorr que calle. Poderr estarr en casa Nikolay hasta que querrerr, da?
Un coche de caballos se para en la plaza. Veis salir al marinero Jack del coche, y luego ayuda a Lucrecia a bajar. Al veros ambos se acercan al banco donde estáis sentados, junto a la farola de luz de gas ilumina al joven iván y a nikolai.
Al otro lado de la calle que abandona la plaza podéis ver a un policía haciendo la ronda, se esta alejando de vuestra posición.
El chico asiente sonriente ante las palabras de Nikolay, mientras le devuelve una amplia sonrisa. En ese momento, perciben la llegada del resto de compañeros de terapia con los que se citaron. Iván no puede evitar señarlar en su dirección.
- Mire señor Vólkov, ahí llegan la señorita MacGuffin y el señor Turner. - El joven se quita la gorra y la zarandea un poco para indicar a los recién llegados su posición, a modo de saludo desde el otro lado de la calle.
Tras ayudar a mi compañera a bajar del coche, observo que en un banco cercano Nikolay y el pequeño Iván ya nos están esperando. De todas maneras no somos los últimos en llegar, ya que por la plaza no hay rastro del señor Arminton.
Mientras nos acercamos, el muchacho parece avistarnos y así se lo hace notar al hombretón ruso. Incluso zarandea su gorra por si no nos habíamos percatado de su presencia. Una vez llegamos al banco, procedo a saludarles:
-Buenas noches señores, ¿que tal ha ido la jornada? ¿Alguna información interesante?-Miro a mi alrededor, teatralizando un poco la siguiente pregunta.- ¿Sabemos algo del señor Arminton? Tal vez prefieran que esperemos a estar todos para comentar nuestros progresos en la investigación.
Miro hacia donde me indica Iván y veo acercarse al senor Turner y la srta. MacGuffin. Estrecho la mano del marino, como respuesta a su saludo. Una mano callosa y rasposa, como le corresponde a alguien del mar. Una mano agradable. El srñ Turner es demasiado locuaz para mi gusto, pero parece una buena persona.
Da... Vuenas notisias trraerr...
Digo con una sonrisa, intercambiando una mirada cómplice con Iván.
No salirr varrato. Niet. Perro conseguirr buena cosa.
Consulto mi reloj de bolsillo tras la propuesta del marino.
Quisás esperrar un poco señorr Arrminton. Llegarr tarrde.
Y por un momento revivo la escena de la muerte de Humphrey, temiendo que se haga realidad. Que fuera un sueño profético.
El trayecto hasta el punto de reunión transcurrió sin inconveniente. Allí se encontraban el señor Vólkov y el pequeño Iván, ambos con una actitud optimista. Al parecer sus pesquisas habían dado frutos.
Agradecí con cortesía a Jack que me ayudara a descender del coche y saludé a Nikolay mientras revolvía afectuosamente el cabello de Iván. En el poco tiempo que llevábamos conociendonos, le había tomado cariño al chaval.
-Que bien que sus esfuerzos hayan dado frutos! nosotros hemos pasado una jornada tediosa en el hospital y ni siquiera sabemos si la pista que hemos conseguido es buena. Pero bueno, aguardemos al señor Arminton para compartir nuestras vivencias.
Lleváis unos minutos hablando, entre los saludos y los primeros comentarios sobre lo que os ha pasado hoy. Cuando otra persona viene caminando hasta vuestra posición desde el otro lado de la calle. Es evidente que muestra cierto grado de embriaguez, tal vez demasiada.
Pero cuando se acerca un poco más podéis distinguir sus rasgos, y no hay duda de que se trata de vuestro compañero Humphrey Arminton.
Avanzas por las frías calles victorianas de Londres hasta que te encuentras con un parque. Esta situado en una plaza céntrica, iluminado con una alta farola de luz de gas. Allí te esperan tus compañeros: Iván, Jack, Lucrecia y Nikolay.
Curiosamente este último parece estar rascándose las pelotas ahora mismo.
Iván observó desde lejos como se acercaba el señor Arminton, el único que faltaba aun por llegar a esa improvisada reunión. Realizó el mismo gesto de saludarle desde lejos con la mano, pensando que así e acercaría, cosa que haría de todos modos. Avisó a los presentes de su llegada creyendo, erróneamente, que el lo había visto antes que el resto.
- Miren es el señor Arminton, ya ha llegado...
Humphrey avanza un poco perjudicado, es evidente que ha consumido alcohol. No solo su aliento huele a cerveza, también sus ropas. Pero acude junto a vosotros sonriendo.
Camaradas, he realizado un interesante descubrimiento sobre el difunto del sanatorio. Me refiero al señor Rupert Grant, antiguo empleado de banca antes de perderlo todo debido a una tragedia familiar. Estuvo viviendo en un pub llamado "La flor y nata", local ahora reconvertido en prostíbulo.
PNJ.
Que Goraeth ya aviso de que estaría out.
-Y parece que ha tenido más diversión que otros durante su investigación.-Comento tras las palabras del muchacho, observando el estado en que se encuentra Humprey antes de que se reuniera con nosotros.
Una vez todos juntos, el señor Arminton parece ansioso por comunicarnos los datos que ha conseguido recabar en este tiempo de investigación. Y no es para menos, ya que parece que ha descubierto información interesante sobre nuestro misterioso difunto.
-Creo que en nuestra visita al Middlesex Hospital hemos conseguido saber más sobre esa posible tragedia familiar de la que habla Arminton. ¿No le parece, señorita MacGuffin?- De una manera educada, pretendía ceder a mi compañera el turno para que compartiera con el resto lo que habíamos conseguido investigando en los archivos del hospital.
Ante las primeras palabras del marino no puedo evitar enrojecer, para luego carraspear ligeramente, antes de hablar.
Nosotrros tenerr dirrecsión local nomvrre Grant. sitio en lugarr malo Londrres. deverr verr parra saverr mas. Quisás mejorr irr puv parra desidirr qué haserr. Havlarr aquí quisás no gostarr guarrdia.
Comento, señalando con el mentón a ese bobby de ronda. No estoy seguro cuando puede decidir que somos más maleantes que honrados ciudadanos. Los honrados ciudadanos no hablan en un parque de anochecida...
La presencia policial era evidente y como bien decía el ruso, el grupo llamaba la atención, en general cualquier grupo de gente mayor de dos miembros lo hacía. Así, que el joven pensó en lo primero que le vino a la cabeza para comunicárselo a su compañero.
- Señor Vólkov, señor Vólkov. La dirección que conseguimos está en una zona alejada del centro de la ciudad. Seguro que allí no habrá mucha policía. Podríamos ir hacía allí a investigar y de camino ver que ha encontrado cada uno... - Comentó Iván sonriente al resto, con ganas de continuar con todo aquello.
Humphrey no aguanta otra ronda en el pub xD
Comprobar que la jornada de investigación había servido para reunir bastante información importante sobre el misterioso señor Grant reforzaba mi ánimo y me pedía seguir aprovechando para avanzar en nuestra búsqueda. El pequeño Iván parecía tener las mismas sensaciones que yo, y había propuesto un plan de acción que me convencía.
-Creo que lo que opina nuestro joven compañero es una buena opción.-Le dedico una amable sonrisa al muchacho antes de continuar.- Puede ser interesante tratar de investigar en ese local, y si está alejado del centro, pasará más inadvertido un grupo de curiosos merodeando por los alrededores. ¿Que opinan?
Me quedé mirando al resto, esperando para saber si compartían nuestras intenciones o bien tenían otra idea sobre qué podíamos hacer a continuación.
Gruño un asentimiento. Se hace de noche y toca soñar... Y no quiero soñar. Cualquier cosa que me mantenga despierto y ocupado, mejor.
Da... Lugarr no serr aprropiado parra damas. Mal barrio creer.
Me cruza por la mente la idea de pasar por casa a por mi escopeta, aunque enseguida lo descarto. No es buena idea pasearse de noche con una escopeta. A los bobbys les costaría aceptar que es para mi defensa. Acaricio el escalpelo que hay en mi bolsillo.
Tendrá que ser suficiente.
Busco con la mirada un carruaje. Parece que la comitiva vamos a ser el marino, el rapaz y yo. No sé si el sindicalista está en condiciones de ir ni si la dama querrá pisar barrios tan poco recomendables.
Necesito saber que queréis hacer para continuar la partida. Si os vais a dormir, o queréis visitar ese lugar llamado "La flor y nata" de los bajos barrios londinenses.
Hola,
yo iría antes de irnos a dormir. Lo más probable es que ese tipo de locales tengan el horario nocturno y si no vamos ahora habrá que esperar a la noche siguiente.
Un saludo