Partida Rol por web

Thanes de Carrera Blanca

14. Matar al Dragón.

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24/01/2018, 10:08
Osbjorn el Loco

—Cuando sólo se tiene una opción, lo más sabio es tomarla —sentenció Osbjorn.

El decrépito Skaal dedicó un cabeceo afirmativo en dirección a los Buscadores. Los daedras emitieron un gorgoteo antes de internarse de vuelta en el portal a Apócrifa, que desapareció tan pronto como había aparecido. 

—Volverán para arrebatarle el libro a Reilien tan pronto como encuentren un punto ciego en su precognición que les permita sorprenderla. Mientras tanto, no intentéis sorprenderla. No sólo no funcionará, sino que atraerá su atención a esta línea temporal y las cosas podrían ponerse feas.

El siervo de Herma-Mora hizo un cabeceo en dirección al pasillo y se puso a caminar, renqueante.

—Vamos.

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24/01/2018, 10:09
Narrador

Os adentrasteis en las profundidades de Imrarlatz. Podíais sentir las ondulaciones del tiempo a vuestro alrededor, cada vez más fuertes. Allá donde los cubos dwemer vadeaban las mareas temporales, las paredes rielaban, como si fueran olas levantadas en blando movimiento por el casco de un navío al desplazarse por las aguas. Aquel molesto pitido se sentía más que se oía, justo al final del umbral de vuestra audición. 

Se empezaron a formar los haces de aquella luz que no era morada, pero que obligaba al cerebro a mostrarlas así. Su geometría, que estaba plegada en más dimensiones de las que erais capaces de interpretar, dolía con sólo verla. 

Los llamamos cronodaedras -explicó una voz desconocida-. Nos los encontramos acechando en las mareas del tiempo. Igual que nosotros somos criaturas espaciales que nos movemos en el tiempo, ellos son criaturas temporales que se mueven en el espacio. No sé explicarlo mejor.

Sin embargo, esta vez no os atacaron. La palpitación que emanaban los cubos dwemer mantenía a aquellas mortíferas criaturas a raya. Con alivio dejasteis atrás las líneas relucientes que se anudaban y retorcían en ángulos extraños para entrar en el núcleo de Imrarlatz y afrontar a la comandante de los thalmor.

El núcleo resultó ser una estancia enorme, de forma cilíndrica y rematada en una reluciente cúpula fabricada enteramente de metal enano. El centro del núcleo estaba dominado por una gran y compleja maquinaria, cuyo centro parecía hecho de un metal líquido blanco y reluciente, que formaba ondas en la superficie. Dos escaleras curvas, tomadas por soldados thalmor en sus armaduras élficas y relucientes, permitían acceder a los mandos de aquella maquinaria. 

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24/01/2018, 10:09
Chradrak

Desde la sala de mandos os observaba el que el que, quizás, fuera el único dwemer sobre la faz de Tamriel. Al menos en aquel momento de la historia de Nirn. Se trataba de un elfo de piel azulada, barba trenzada y ojos de un intenso color zafiro. Era corpulento, a diferencia de los elfos que conocéis, y su atuendo parecía llegado de un futuro distante.

Observaba con preocupación a una esfera flotante que había a su lado y se trataba, sin duda alguna, del cronoexplorador del que os habían hablado.

El dwemer se mesó la barba de forma inquieta al veros llegar, tal vez preguntándose qué pasaría a continuación.

 

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24/01/2018, 10:12
Reilien

Una segunda figura atraía las miradas de forma hipnótica. Iba embutida en una reluciente armadura de cristal, tan elaborada que la identificaba sin ninguna duda como el mando más importante de toda la expedición. Debía ser Reilien. La altmer era estaba manipulando de algún modo la máquina del tiempo dwemer, pero, en cuanto pusisteis un pie en la sala posó la mirada en vosotros.

—Lo sé —dijo.

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24/01/2018, 10:12
Ancano

Un thalmor entunicado descruzó los brazos unos instantes después de que Reilien hablara y os señaló con su dedo enguantado.

—¡Reilien, esos gusanos han llegado hasta aquí! —dijo con una voz desagradable y desdeñosa.

Ancano lanzó un gruñido molesto cuando se dio cuenta de que Reilien había contestado antes de que él hablara. El gesto de resignación que siguió indicaba que aquello estaba a la orden del día y resultaba un incordio más que algo excepcional.

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24/01/2018, 10:23
Reilien

—Veo que os habéis deshecho de ese traidor de Irvulil —observó con voz neutra—. Bien. Las líneas temporales en las que lo matáis me benefician.

Alzó los brazos.

—¡Bienvenidos al epicentro del cambio en Tamriel! Contemplad como mataré al Dragón para que pueda resucitar de nuevo, libre de su prisión lineal. ¡Traeré de vuelta la Era Merética y los elfos volveremos a ser inmortales! —dijo, y añadió en dirección a Elynea y a Fjorda:—. De nada.

»En cuanto a los demás... —dijo y se encogió de hombros—. Me temo que moriréis todos.

Inclinó la cabeza para observar al guardia rojo.

—Khaled, ¿no? ¡Bien! Te mandaré a Oblivion junto a tu papaíto. 

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24/01/2018, 14:20
Fjorda la profesora

- ¿Es que los Altmer no sois inmortales? Ignoraba ese dato, ahora entiendo vuestro comportamiento...

Alguna vez había debatido sobre la inmortalidad, si no morías no podías tener hijos, o en algún momento simplemente no habría sitio para todos, generaciones y generaciones de seres compartiendo tiempo y espacio. Llegado a ese punto la sociedad colapsaría, incapaz de evolucionar, de tener nuevas ideas. La inmortalidad solo funcionaba si unso pocos elegidos eran inmortales, a costa de las mayorías mortales que trabajasen para ellos. El mismo sistema vertical y dependiente que existía entre hombres o elfos y sus dioses. No quería aquello la verdad, la muerte no le daba miedo, al fin y al cabo para una mente bien amueblada, la muerte no era sino la última gran aventura.

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25/01/2018, 14:15
Khaled

Khaled recorrió los túneles de Imrarlatz con la espada de Sigvatr desenvainada, y la carne de gallina. Las criaturas que habían encontrado en el paso los acechaban en la periferia de la distorsión que los cubos mantenían a rayas. Dio un respingo cuando la voz sin cuerpo explicó lo que sabía sobre ellos. Cronodaedras… moradores del tiempo.

Ignorar lo que le sucedía a lo que hasta entonces había entendido como realidad suponía un esfuerzo agotador. Imaginar que era una borrachera, la peor de su vida, no servía de nada. Su cuerpo y su mente eran perfectamente conscientes. Cuando alcanzaron el lugar donde habrían de enfrentarse a Reilien, sudaba copiosamente y jadeaba.

No cabía subterfugio alguno. Allí estaba el cronoexplorador, diferente a cualquier otro mer que hubiera visto; quizás el único dwemer que había pisado Nirn en milenios. A su lado, una esfera que flotaba. ¿El Ojo de Magnus?

Soldados, y los dos oficiales, Ancano y Reilien. La mujer detrás de todo aquello.

Si hubiera tenido aliento, hubiera bufado ante la teatralidad de la mer. Si no hubiera mencionado a su padre, se hubiera lamentado por la presteza con la que se habían enfrentado a Irvulil.

¿Qué sabes tú de mi padre?

El Oghma Infinium, supuso. Su padre, uno de los últimos cuchillas, era conocido entre los thalmor, sin duda. Pero no él, ni su relación con su padre. Lo hubieran intentado cazar hace tiempo, de ser así. No había tenido que esconderse y cambiar de identidad como Delphine.

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27/01/2018, 12:54
Elynea

Elynea se limitó a cerrarse en un hosco silencio cuando comenzaron a caminar por los pasillos de Imrarlatz; mantenía lo que le había dicho a Osbjorn sobre que no consideraba que fuese un fraude. Y cuando todo aquello acabase se lo iba a meter en la cabeza aunque tuviera que untarle las barbas en brea primero y en plumas después.

Claro que tampoco sabía qué cosas supuestamente habían pasado y qué cosas no, bien podían encontrarse de nuevo con su versión de Cauce Boscoso y tener que verse en la extraña situación de explicar algo que había pasado pero que técnicamente no había pasado y... vale, llegados a aquel punto ya daba por imposible seguir la pista de las malditas lineas temporales.

Y para colmo voces sin cuerpo diciendo cosas extrañas que no tenía ni idea de qué implicaban. Empezaba a sentir sudores fríos.

Cuando llegaron finalmente adonde tenían que llegar, los sudores fríos se convirtieron en una pesada y agobiante presión sobre los hombros; Un dwemmer, un puñetero dwemmer. Se habría sentido incluso afortunada de verlo de no ser porque a la ecuación se añadían un artefacto daédrico, soldados por todas partes, un ente extraño palpitando en medio de una sala aun más extraña y dos thalmor tronados de la cabeza soltando locuras sobre moldear el mundo y el tiempo a su antojo. Ah, y un pergamino antiguo.

Que mezcla tan poco perturbadora.

Reilien habló, Fjorda el contestó y ella prefirió simplemente pellizcarse el puente de la nariz. Era simplemente maravilloso, se habían cargado al único de allí con dos dedos de frente.

«Sí, no se me ocurre cómo darte las gracias por hacer implosionar la linea temporal»

Hablar con un thalmor era como intentar jugar al ajedrez con una paloma: ensuciaría el tablero, tiraría todas las piezas y para colmo se pasearía contoneándose sobre él como si hubiese hecho una jugada maestra. Aun con todo, abrió la boca para decir algo pero se detuvo cuando Reilien se dirigió a Khaled.

«Eso, ¿qué?»

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28/01/2018, 10:46
K'Dan

Al igual que Khaled, K'Dan iba con la lanza en su mano y el escudo preparado. Caminaban en una tensa calma que parecía que iba a romperse en cualquier instante. La primera vez fue cuando aparecieron los cronodaedras, aunque esa vez no se mostraron agresivos.

Cronodaedras, mareas del tiempo, el cronoexplorador dwemer, el Osbjorn del futuro, Herma Mora, el Oghma Infinium, el pergamino antiguo, el Ojo de Magnus... Sabía que para sus compañeros eso era fascinante a la par que peligroso, pero para la mente del perezoso khajita era excesivamente complejo. Tenía su tarea era clara, detener a Reilien, y también tenía claro el papel que jugaba cada elemento en esa tarea. Lo demás le daba igual.

Cuando entraron en el núcleo de Imrarlatz, al verse rodeado de enemigos K'Dan alzó instintivamente la la lanza. Pero nada paso. Y Reilien comenzó su discurso. Tenía que darlo, por supuesto. Se sentía triunfadora y no le valía con ejecutar su plan, tenía que explicarlo y regodearse. Al alcance de las mentes inferiores. El khajita ya sospechaba que era una cretina, al abrir la boca había despejado las dudas.

Lo primero que llamó la atención fue que la thalmor se refirió a Irvulil como una cretina. Molestó, K'Dan gruñó. Si eso era cierto habían acabado con un valioso aliado. Después declaró que todos los no elfos morirían e hizo una mención especial a Khaled.

K'Dan no tenía intención de decir nada, ¿para qué? Reilien ya debía saberlo así que no había razón en molestarse y abrir la boca. El khajita comenzó a contar soldados thalmors y a esperar que la farsa dialogada terminase. Tenía que pensar como abrirse camino hasta la altmer, pero se detuvo. Ella podía anticiparse, así que acabó esforzándose por no pensar en ninguna estrategia.

De momento se focalizaría en lo que Reilien sabía sobre el padre de Khaled y cuando Osbjorn hiciera su magia, sería el momento de tomar decisiones.

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28/01/2018, 17:01
Reilien

Fuimos inmortales. Tu conocimiento de historia antigua es alarmantemente pobre para llamarte a ti misma "profesora". Adelante, saca un pergamino y una pluma déjame que te instruya —dijo Reilien en tono despectivo—. Antes del albor de Mundus, el tiempo transcurría de forma no lineal y los aldmer, los Primeros, vivían por siempre en el plano de los espíritus. Entonces Lorkhan convenció a los Aedra para crear Mundus, y atrapó a Auri-El en una prisión lineal. ¡Auri-El es permanencia, estabilidad! El "tiempo" tal y como existe en Tamriel es una versión degradada de esa idea, ¡un mofa de su verdadero papel Aúrbico, un cruel engaño que nos llevó a los elfos a nuestra situación actual! 

Los ojos de la thalmor chispearon, creyéndose la visionaria de una nueva era.

—Pero yo, con la ayuda del Pergamino Antiguo del Tiempo y esta maquinaria de Arquitectura Tonal, voy a traer de nuevo esa Era. Deberías estar agradecida.

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28/01/2018, 17:33
Chradrak

La soldadesca (de los que K'dan contó una docena) rebulló inquieta tras el discurso de Reilien. Sonaba como los delirios de una  lunática. El dwemer fue el encargado de poner voz a este pensamiento.

—Estás como una regadera. Crees que el Oghma Infinium te ha dado el conocimiento para utilizar el Pergamino Antiguo, ¡pero sólo has creado un escape en el núcleo que ha traído al presente a esa puta máquina del tiempo biológica devoradora de ideas que vosotros llamáis Alduin! ¡Estás siendo manipulada por Hermaeus Mora y por...

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28/01/2018, 17:50
Reilien

Un rayo de energía brotó de la esfera que flotaba en el aire y alcanzó al dwemer.

—Mi fe es más poderosa que la influencia de ese demonio. Y tu carencia de fe resulta sumamente molesta, Chradrak.

Reilien observó al mer gimotear y convulsionarse en el suelo con indiferencia antes de contestar a Khaled.

—Sé bastantes cosas de tu padre, pero sólo una tiene relevancia aquí y ahora. Él mató a mi padre y a su vez murió en mis manos. Tras insufribles padecimientos, te lo puedo asegurar.

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28/01/2018, 17:52
Delphine

—¡Maldita seas!

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28/01/2018, 17:53
Reilien

—¿Y tú quien eres, una insurgente entre las filas de los leales? 

Reilien no había sabía quién era Delphine. El conocimiento que otorgaba el Oghma Infinium parecía tener límites. Lo que explicaba por qué no había matado a Delphine todavía.

—No importa, eres una mujer pequeña sin un papel importante en el destino. Vosotros cuatro... en cambio... el Pergamino me ha mostrado vuestro papel en la profecía. Pero lo malo de ser un Héroe es que no estás sujeto a la Profecía de la que eres partícipe, y por ende, eres falible. Y yo conozco el fin de todos los caminos.

Reilien esbozó una sonrisa de satisfacción, como lo que acabara de decir fuera tan cierto como que dos y dos eran cuatro.

—Peregrinos de Azura o... Azurah, como la llama ese adicto al Skooma —dijo refiriéndose a Elynea y a K'dan—. ¿Qué se siente cuando una mortal de carne y hueso puede ver más allá de lo que es capaz vuestra diabólica diosa miope?

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29/01/2018, 17:14
Fjorda la profesora

Bien, estaba claro que no podían actuar sin que antes actuasen los peones de Herma Mora, así se lo habían indicado, y por lo tanto no podían tomar la iniciativa en el combate. La única alternativa era ganar tiempo mientras les llegaba la señal. La soldadesca parecía dubitativa sobre si respaldar a Reilien.

- En efecto, aquí estamos, al final de todos los caminos. ¿Quieres discutir de inmortalidad? ¿Quieres discutir de paradojas temporales? No necesito el Dogma Infintum para ello. Somos inmortales, elfos y humanos, solo que una parte de nuestra vida es con un cuerpo material, y la otra parte es espiritual en los planos exteriores. Pretender la inmortalidad en este plano es simplemente absurdo, no es más que miedo a la muerte y a la vida inmortal en forma de espíritu. Es pretender hacer un largo viaje, pero sin atreverse a salir de tu pueblo porque tienes miedo a los campos que no conoces. El miedo es respetable por supuesto, pero la cobardía ya no tanto. ¿Qué pasará si los elfos consiguen la inmortalidad en un plano material? Que se multiplicarán hasta que ocupan todo el espacio posible y llegado a ese punto tendrán que dejar de tener hijos, o matarlos, porque en un mundo de recursos finitos no cabe una multiplicación infinita de la población, la famosa paradoja de Kanteriel al que supongo que habrás estudiado. Los hijos, o los nietos, o los bisnietos de los aquí presentes vivirán la época en la que los elfos hayan arrasado con todo y ya no puedan tener hijos porque no habrá recursos, y no será algo a lo que tengan que enfrentarse ellos, será algo a lo que tengamos que enfrentarnos nosotros, porque estaremos vivos para verlo. Estaremos vivos para ver una sociedad sin objetivos, sin sucesión, sin renovación, una vida en la que veremos crecer a la última generación de niños porque ya no nos podremos permitir el lujo de tener más descendencia.

»Somos seres de la naturaleza, y crearemos una sociedad que destruirá la vida y el ciclo vital. Y todo por miedo, por aferrarnos a una vida con cuerpo material en vez de simplemente aceptar que el mundo material es solo una etapa de nuestra inmortalidad y la siguiente etapa es una vida espiritual en los planos exteriores.

- Vosotros -dijo mirando a la soldadesca- ¿Acaso queréis ser testigos y cómplices de esa degradación del mundo material? ¿Acaso queréis ser los causantes de ver a los elfos vivir contranatura? ¿De arrasar campos y bosques por superpoblación como si fuésemos búfalos que se expanden en ausencia de lobos hasta que su límite poblacional es el hambre? Yo no deseo eso desde luego, no estoy chalada, no tengo miedo a morir y viajar hasta los planos exteriores donde sé que tengo mi destino. Lo que ella os promete no es un paraíso para los elfos, lo que os promete es un infierno en vida. No es una visionaria, es una demente. Acabáis de verlo, acabáis de ver como tortura a un enano indefenso por el simple placer de causar daño. No hay raciocinio, ni honor, ni inteligencia en sus acciones. El cronoexplorador debería ser tratado como un embajador, no como un enemigo.

- Debemos detener esta locura, debemos detener al deborador de mundos, debemos recuperar la linealidad temporal, y debemos negociar con los cronoexploradores para evitar que la vuelta de los enanos degenere en una guerra sin fin. Eso es lo único razonable. Todo lo demás es un camino al suicidio.
 

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30/01/2018, 12:26
K'Dan

Cuando K'Dan escuchó las insolentes palabras de Reilien hacia Azurah sintió como una ardiente ira recorría su cuerpo y contuvo el impulso de arrojarle su lanza. Fue capaz de autocontrolarse... por los pelos. Los soldados thalmor no tenían mucha confianza en los planos de la lunática altmer. Eso podía darles una abertura.

No pienses. Deja tu mente en blanco.

K'Dan no entendía el funcionamiento exacto del Oghma Infinium. Por una parte la elfa hablaba de conocimiento sobre diversas líneas temporales, pero por otro había cosas que desconocía. Por ejemplo no parecía tener constancia del plan de Osbjorn. Todo era complejo y paradójico, las líneas temporales se construían en base a decisiones. Así que al final el devoto construyói en su mente el artificio de que si no pensaba en ninguna estrategia, no crearía líneas temporales. Perdía un tiempo valioso, pero era lo único que se le ocurría. Y aun así, no estaba seguro de que eso le fuera a funcionar.

El khajita volvió a focalizarse en Reilien. Mientras pensase en ella, no pensaría en otras opciones y a ella le respondió intentando enfriar su furia.

Lo mismo que el dwemer. Que estás como un cencerro y no tienes ni puñetera idea de lo que haces.

Pero cuando las primeras palabras salieron de su boca, la furia que sentía K'Dan volvió a arder y esta vez no pudo contenerse. Nunca desde que había llegado a Skyrim había estado el devoto de Azurah tan furioso. Y puede que eso le costase la vida.

¿No habías dicho que tenía que morir? ¡Pues ven a matarme zorra!

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31/01/2018, 12:32
Khaled

Y por… ¿quién? El cronoexplorador no pudo hablar más, transido por el dolor.

Ojalá hubiera podido decirlo, no solo por lo que podía suponer, sino porque era una manera de apartar los recuerdos que se volcaban sobre él como un río al que había contenido con una presa durante años. ¿Mentía Reilien? No había forma de saberlo; su padre había ganado tiempo y le había ordenado huir, y él lo había hecho, a regañadientes, porque reconocía la necesidad en su voz, las palabras que se callaba: Esta es la última, hijo, pero tú puedes seguir adelante. Esto es lo que soy, y no me arrepiento.

Había huido sin mirar atrás, obedeciendo la última orden paterna, y no había vuelto a saber nada de su padre.

Khaled lo sabía perfectamente. No lo habían matado allí; lo necesitaban vivo para obtener información sobre el resto, los pocos que todavía quedaban, como Delphine. Su padre no esperaba menos, y estaba entrenado para resistirlo. ¿Pero mentía la perra thalmor? Era demasiado joven, no podía tener esa autoridad entonces. Y si no fue ella, fueron otros. Claro que lo torturaron, como a todos los que capturaron, qué más de quiénes fueran las manos, se engañó.

Y tú morirás en mis manos, prometió a Reilien. Ojalá pudiera dejarte seguir con tus planes, Khaled estaba convencido de que lo que planeaba desencadenar Reilien y lo que sucedería realmente eran realidades muy diferentes, aunque igualmente catastróficas, dejarte vivir con las consecuencias de tu estupidez. Y cerraremos esta jodida circunferencia.

Apretaba con tanta fuerza la empuñadora de la espada de Sigvatr, que las puntas de los dedos hormigueaban por la falta de sangre.

Esto es lo que tengo que hacer ahora; matarla, acabar con esto. Habrá tiempo para llorar después, para llorar y beber. Magia de combate, espada y licor, lo que le había enseñado su padre. El maldito homenaje que merecía.

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02/02/2018, 15:43
Elynea

«Hermaeus Mora está manipulando a todo el mundo» pensó Elynea con amargura cuando escuchó al dwemmer. Aunque llegados a aquel punto, tampoco es que hubiese mucha elección ya.

—Vergüenza ajena—respondió cuando la interpelaron mencionando a Azura—. ¿Tú te estás oyendo a ti misma?

La pregunta había sido retórica; resultaba evidente que se estaba oyendo, por supuesto que se estaba oyendo, a los thalmor les encantaba oir el sonido de su propia voz. El problema radicaba en que le también parecía que encontraba sentido a los desatinos que estaba soltando. ¿Por qué cada antagonista que se encontraban tenía que estar como una cabra?

En ese momento Fjorda le soltó el sermón de su vida y decidió que cualquier cosa que pudiera decir ella estaba de más así que se limitó a estudiar la reacción de los guardias pese a temerse cuál iba a ser.

Tiene castaña que haya tenido que morir por error justo el altmer que más sentido común parecía tener.

Resopló. Con lo bien que estaba ella en su invernadero cultivando sus raices de nirn... pero no, tenía que haber aparecido una loca y haberse puesto a jugar con el espacio tiempo. Repitiendo la palabra "fe" más veces que artículos había en una frase sólo para darle a todo un tinte aún más lunáticamente perturbador.

Aunque la parte que más escalofríos le producía de todom era que dependían de unos... pulpos pseudo-antropomórficos flotantes de Apócrifa que servían a Hermaeus-Mora.

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03/02/2018, 14:53
Osbjorn el Loco

Reilien frunció el ceño y, mientras Fjorda hablaba caminó en dirección al Oghma Infinium. Plantó ambas manos a los costados del libro de Hermaeus Mora y os observó con severidad desde allí.

—¡Idiota!  —susurró Osbjorn—. Se supone que debemos desviar su atención para poder robarle el libro ¿y vas tú y se lo mencionas?