Partida Rol por web

The Elder Scrolls - Helgen

[Prólogo] Piedras guardianas -Finalizado-

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04/08/2016, 14:49
Kaeso Adamo

El golpe te dejó aturdida después de que Kaeso surgiera desde tu lateral, escondido entre los arbustos, con la inercia de su movimiento te llevó fuera del camino dejándote tumbada boca arriba, con él encima mientras te había inmovilizado la mano del arma con una mano y te tapaba la boca con la otra. Se recostó sobre ti, manteniendo un perfil bajo, mientras Botitas peleaba fieramente contra una de las botas del imperial. 

Ssssh... le dijo muy cerca de tu rostro y te miraba a los ojos tiñéndote de azul la mirada, tan cerca como no te hubieras imaginado horas antes, pero aún con la boca tapada que oprimía con fuerza. A tus intentos de forcejeo, él intentaba mantener la presa, aunque Kaeso parecía pendiente de algo que estaba sucediendo a vuestro alrededor. No te muevas.. exigió mirando hacia el camino, cabizbajo, de pronto empezaste a escuchar varios pasos de botas que venían del lado opuesto del camino por donde transitabas..

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04/08/2016, 15:09
.Comarca de Falkreath.

1 de Fuego del Hogar. Varias horas antes. Cerca de Cauce Boscoso

Después de varias jornadas de viaje desde Carrera Blanca, habías dejado atrás Cauce Boscoso siguiendo el curso del río Blanco hasta el lago Ilinalta para entrar en la comarca de Falkreath. El tiempo estaba despejado, el buen tiempo del verano aún permitía una temperatura agradable entre los valles nórdicos y no era extraño que fueras cruzándote con gente local, pescadores y cazadores sobretodo, que aprovechaban las últimas horas del día para faenar.

Al cabo de veinte minutos andando pudiste apreciar la silueta de tres menhires erguidos junto al camino, dispuestas en círculo y sobre una pequeña depresión en la tierra, te permitía contemplar el lago Ilinalta en toda su extensión. Junto a estas piedras habían dos personas, un humano imperial y uno nórdico, el primero estaba en pie sobre el segundo que estaba en el suelo aparentemente herido.

Botitas te seguía de cerca, tratando de atacar salvajemente tus botas y gruñendo frustrado cada vez que uno de tus pasos derrumbaban sus aspiraciones.

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04/08/2016, 15:19
Kaeso Adamo

1 de Fuego del Hogar. Varias horas antes. Cerca de Cauce Boscoso

Ya te lo he dicho, Jorol. dijo con parsimonia. Dime lo que quiero saber.. y podrás volver con tu familia.. le soltó un patadón en el estómago, el nórdico se dobló de dolor. Si es que la tienes.. claro..

El nórdico masculló una maldición, negándose a responder a las preguntas del imperial. Este parecía tranquilo, pero se mantenía firme ante él, se acuclilló cogiéndole del cabello.

Sabes que tengo métodos mucho más intensos para hacerte hablar, ¿de verdad quieres conocerlos? le mantuvo la mirada, esperando que respondiera.

De esa guisa, pasaste tú por ahí. El imperial alzó la mirada al verte, y soltó la cabeza del nórdico haciendo que golpeara contra el suelo. Se puso en pie y sonrió ampliamente.

¡Ah del camino! saludó con toda naturalidad, como si lo que había estado sucediendo hasta ese momento era lo normal. ¿Una buena caza? apreció tu indumentaria con intriga. Él llevaba una armadura de cuero tachonado, una vaina de espada vacía y un carcaj con unas pocas flechas. En una de las piedras guardianas podías ver una espada y un arco.

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04/08/2016, 15:39
z/Hati, Garra Roja

El tránsito por Cauce Boscoso, había sido provechoso. Logré cambiar una piel de venado por algo de comida, y Botitas se divirtió persiguiendo a los niños del pueblo hasta que abandonamos el lugar para continuar nuestro camino.

Con el lago Ilinalta a mi diestra, comenzamos a recorrer en sinuoso camino hasta que vi la silueta de los menhires. Aquel paisaje era verdaderamente puro y hermoso. El Sol reflejándose sobre las aguas critalinas mientras un venado saltaba sobre los arbustos para reunirse con su manada. En esos momentos, no lograba entender cómo otras personas no eran capaces de ver la belleza de este mundo salvaje.

Pronto algo alteró mi fascinación. Fruncí el ceño, continuando el camino, al ver a dos hombres donde los menhires. No era asunto mío, no iba a entrometerme, pero tampoco pude evitar arrugar la nariz al ver que el que estaba de pie era un imperial.

Imperiales... siempre igual. Imponiendo su juicio, cogiendo lo que se les antoja... pensé, asqueada mientras escuchaba parte de la conversación. Yo no era especialmente racista, pero ver a un nórdico, malherido, tratado así por un imperial, me hirvió la sangre. ¿No nos han hecho ya bastante?

Intenté seguir, sin detenerme, pero el imperial se fijó en mí, dejando, literalmente, lo que tenía entre manos y saludándome. Me detuve y resoplé, antes de mirarlo.

-Sólo estoy de paso- espeté. Miré a Botitas -. Vamos, chico- le dije con tono cariñoso, antes de proseguir mi camino.

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04/08/2016, 23:22
Nórdico

El nórdico retorciéndose en el suelo, se arrastró un poco al ver que no recibía la atención de Kaeso. Con la voz quebrada y llena de sangre, gimió suplicando ayuda.

Hermana.. por favor.. ayúdame.. el tipo era un varón de unos treinta-y-pocos, rostro endurecido y pelo rubio grasiento. Presentaba un aspecto lamentable. Estiró el brazo hacia a ti buscando tu mirada. Este perro imperial..

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04/08/2016, 23:22
Kaeso Adamo

La reacción de Kaeso fue seca y contundente, se giró como una centella y propinó una patada en la cara al nórdico, lo suficiente como para quitarle de la cabeza que se siguiera moviendo pero reventando algunos dientes en el proceso.

Quieto, alimaña. advirtió el imperial. Viendo que no tenías interés en lo que sucedía, te echó una mirada de arriba a abajo. Se encogió de hombros con una sonrisa de circunstancias.

Buen viaje, nórdica. se despidió volviendo hacia su prisionero.

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04/08/2016, 23:27
z/Hati, Garra Roja

Las palabras y la mirada suplicante del nórdico me hicieron tragar saliva. Lo miré con pesar. Un buen nórdico no suplica, sólo pide una muerte digna... pensé, desviando la mirada para continuar con mi viaje, pero al ver que el imperial golpeaba a mi congénere, me detuve a pocos pasos.

Hati, no te detengas, me reprendí mentalmente, vas a buscarte problemas...

Miré a Botitas. Tampoco tenía por qué detenerme y salvar al cachorro al llevarlo conmigo cuando le di una muerte piadosa a su madre... pero lo hice, en vez de dejarlo y que la naturaleza siguiera su curso. Salvar a un débil, era alargar su sufriemiento, o eso había aprendido. Sólo los fuertes sobreviven. 

Pero a quién quiero engañar. Si hubiera sido otro nórdico, o un mer, no me habría importado tanto, pero era un imperial. Apreté los labios y los puños, cerrando los ojos un instante, antes de girar sobre mis talones y sacar una flecha de mi carcaj. Regresé sobre mis pasos, con la flecha preparada para tensar el arco.

-Basta- dije, tensando la cuerda de tripa del arma -. Deja ir a ese hombre- mi rostro estaba serio, y no había mucha distancia entre el imperial y yo. Cierto que podría haberle atravesado el gaznate con una flecha sin necesidad de acercarme a los mehnires, pero mi intención no era matarlo. Nunca ha de quitarse una vida en vano.

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04/08/2016, 23:42
Kaeso Adamo

Iba a volver al interrogatorio del nórdico cuando volviste armada con la flecha en el arco, Kaeso, sorprendido por tu vuelta alzó las manos a media altura y habló lentamente.

Calma, pelirroja. dijo midiéndote con la mirada. Estás cometiendo un error.. aquí yo no soy el malo.. como si con ello no se diera cuenta, Kaeso fue moviéndose en semicírculo para acercarse a las armas que tenía apoyadas en el menhir. Puedo demostrártelo si me dejas..

El llamado Jorol aprovechó la situación para alejarse del imperial, cosa que se ganó una nueva advertencia de Kaeso.

¡Quieto, escoria! No he acabado contigo.. pero el nórdico hizo caso omiso de lo que le decía, te miró agradecido mientras empezaba a levantarse, y Kaeso seguía con las manos en alto amenazado por tu arco mientras miraba furioso como su cautivo se alejaba paulatinamente de él.

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04/08/2016, 23:54
z/Hati, Garra Roja

Entrecerré los ojos -Quieto- dije, clavando mis ojos verdes en los suyos -Ni te muevas- no era estúpida y había visto las armas del imperial antes, me moví muy despacio sin dejar de apuntarlo, para bloquearle el paso a sus armas. Lancé una mirada fugaz al nórdico antes de centrarme en el imperial -Explícate rápido. Si tienes una razón que me convenza, todavía estás a tiempo de cogerlo- dije, y torcí los labios en una media sonrisa.

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05/08/2016, 00:06
Kaeso Adamo

Kaeso miraba de reojo con rabia como Jorol se alejaba penosamente, el nórdico a pesar de la paliza se movía con bastante resolución. Pero el imperial pronto volvió su mirada azul hacia Hati, deteniéndose cuando esta se lo ordenó. El pequeño Botitas permanecía alerta, mirando con furia homicida a las botas del hombre.

Ese tipo es un traidor. dijo convencido. Un traidor al Imperio, y mi misión es perseguirlo.. y que confiese cuales son sus contactos. hablaba con dureza, con aparente sinceridad. Joder.. se escapa.. bufó enfadado, la mirada de furia ígnea era imposible de esconder. Déjate de heroicidades inútiles, pelirroja. Me estás haciendo perder el tiempo a mi.. ese malnacido se escapa..

Hizo un ademán de moverse, pero se contuvo al ver que tensabas la cuerda. Kaeso parecía dispuesto a hacer algo, pero se mantenía quieto bajo la amenaza de tu flecha.

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05/08/2016, 00:14
z/Hati, Garra Roja

Alcé las cejas, incrédula -¡Vaya! Un imperial persiguiendo a un nórdico por traición... ¡qué novedad!- dije con sarcasmo, bajando sólo un instante un poco la flecha -Disculpadme, mi señor, por entorpecer vuestro deber...- sonreí irónica, pero antes de que pudiera hacer algo, volví a apuntar a su pecho, decidida y arrugando la nariz -Podías haberte inventado una excusa mejor, que mató a tu familia o que es un bandido... mala suerte, imperial. No siempre el Cazador nos sonríe...

Comencé a retroceder, sin dejar de apuntarlo.

-Ahora proseguiré mi camino y que Arkay se apiade de ti como intentes seguirme- amenacé sin tapujos, mientras continuaba aumentndo la distancia con él. Silbé, uniendo la lengua con mi paladar para que Botitas me siguiera y, cuando creí que la distancia era segura, bajé el arco, pero sin guardar la flecha y sin darle la espalda al imperial.

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05/08/2016, 00:30
Kaeso Adamo

Tu reacción a las palabras de Kaeso encontraron otro alzamiento de cejas acompañado de un comentario ácido.

Vaya, otro nórdico disconforme con la verdad. chasqueó la lengua sin moverse. Bravo, Capa de la Tormenta.. has hecho tu papel de fábula. negó con la cabeza con seriedad. Yo jamás miento, nórdica. ¿Mentir cuando uno dice la verdad? escupió al suelo mientras veía que se alejaba.

La amenaza de Hati no recibió ninguna sumisión, solo una mirada dura y firme. Sin miedo a la hipotética flecha que pudiera lanzarle.

Ten cuidado a quien amenazas, guapa. aseveró. Te puedes encontrar con sorpresas muy desagradables. no le importó si aquello era una amenaza, y sin perderte de vista se acercó a su equipo ciñéndose el mismo con gran rapidez. Alguna mirada de urgencia se dirigió hacia donde se había ido Jorol, resoplando maldiciones.

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05/08/2016, 00:38
z/Hati, Garra Roja

-No soy Capa de la Tormenta- dije -. Soy una nórdica, una hija de Skyrim. Simple y llanamente éso...

Podría haberlo matado y ahorrarme problemas, empujar su cuerpo al río y desentenderme, continuar mi viaje, mi vida. Sólo esperaba que el imperial comprendiera que su vida, durante un instante, estuvo en mis manos, y que le permití conservarla.

-Sigue tu camino, marioneta. Yo seguiré el mío- sentencié ante su advertencia, antes de alejarme.

Cuando consideré que estaba a salvo, y confiando en que el imperial tuviera mayor interés en capturar al nórdico que en perseguirme, apresuré el paso y continué mi camino. Eso sí, no guardé el arco, ni la flecha, que sujetaba junto al mango del arma.

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05/08/2016, 00:50
.Comarca de Falkreath.

Te alejaste pronto de las Piedras Guardianas y el imperial no parecía seguirte, la noche caía rápidamente y la brisa empezaba a ser sensiblemente más fría. Tu ruta por el lateral del río terminó al recibirte el lago Ilinalta, las lunas se reflejaban sobre las aguas cristalinas y las estrellas se peleaban en la superficie por ser la más brillante. Todo el día en el camino te empezaba a exigir un descanso, recordaste que cerca había un pequeño santuario de Talos, uno de esos pocos refugios secretos que aun quedaban desperdigados por Skyrim y los thalmor no los habían derribado.

Con habilidad encontraste la senda secreta que conducía al santuario, la verdad es que no te fue muy difícil. En los últimos años la presencia de los justicar thalmor había menguado mucho, la gente empezaba a volver al viejo culto, aunque siempre en secreto, pues nunca se sabía cuando los aldmer podrían aparecer. Por todo Skyrim era un secreto a voces que el culto de Talos distaba mucho de desaparecer, sino que era vigoroso como el espíritu nórdico.

No había nadie en el santuario, un altar frente a una vieja estatua rota del dios-héroe de la humanidad con su espada clavada en el pecho de un dragón. No había rastro de hubiera habido mucho movimiento por allí últimamente, por lo que podía ser un buen lugar para acampar. Botitas, que no se había separado de ti en ningún momento, parecía estar conforme ante la posibilidad de descansar, abrió su boquita bostezando y soltando un gemidito de cansancio.

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05/08/2016, 01:27
z/Hati, Garra Roja

Seguía dándole vueltas a lo del imperial cuando la noche se nos echó encima a mi compañero peludo y a mí. Por suerte, me desvié del camino para tomar un sendero hacia un santuario dedicado a Talos, donde poder pasar la noche bajo la serena mirada del Dios-Héroe. Uno de esos pocos y escondidos lugares de culto que el Imperio nos había prohibido para complacer a sus "amos" thalmor.

Di un rodeo para asegurarme de que no había bestias o bandidos en los alrededores, antes de regresar junto a la estatua. Hice un pequeño fuego para disuadir a los animales salvajes y saqué las provisiones. Coloqué una cazuela sobre la fogata, añadiendo una porción de carne y una zanahoria, cortada en dados. Vertí un poco de agua de mi odre y removí el improvisado guiso. 

Cogí un cuenco de madera y vertí la comida. Un guiso improvisado que ayudaría a soportar el frío nocturno. También le serví un poco a Botitas, riéndome al verlo quemarse la lengua mientras insistía en devorar su porción.

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05/08/2016, 01:46
.Comarca de Falkreath.

La noche pasó apacible, fresca pero sin percances. El cobijo de la vieja estatua pareció otorgarte un buen sueño, podías preguntarte cuántos años pudiera tener ese santuario y la clase de gente que pasara por aquel lugar. Si te fijabas, en algunas de las rocas podía apreciarse restos ennegrecidos de sangre vertida hace mucho tiempo y, más reciente, huellas de la gente que visitaba aquel lugar. La verdad es que aquel santuario había tenido poco tránsito, se encontraba en los límites del territorio del dragón Julkooruth y nadie se arriesgaba a provocar a la celosa sierpe. No sería exagerado decir que eras la primera persona que visitaba aquel lugar en cinco o seis años.

Botitas se había quedado pronto dormido, su guerra contra las quemaduras se había saldado con quejidos y enfados, pero el cansancio pronto dominó al cachorro y se acurrucó a tu lado tras soltar un gemidito. La noche avanzaba y el sueño empezaba a hacer presa en ti, pero rondaba cerca la medianoche cuando en el cielo se escuchó el estruendo de un rugido de dragón. El rugido despertó a Botitas que se asustó y poco después otro rugido, distinto, y al cabo de un minuto el cielo se iluminó en fogonazos de luz. Sobre el lago Ilinalta se había desencadenado una lucha entre dragones

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05/08/2016, 01:48
z/Hati, Garra Roja

Tras llenar el estómago, dejé los cuencos a un lado y aticé un poco el fuego, antes de extender mi saco de dormir para descansar hasta que llegara el alba.

Tumbada bocarriba, con un brazo flexionado haciendo las veces de almohada y con el otro rodeando a Botitas, alcé mis ojos al cielo estrellado, pensando en mi hermano. ¿Se habrá encontrado con demasiados problemas en su viaje? De faldas seguro que sí, pensé, sonriendo. No obstante, Hibernalia estaba lejos y estaba preocupada por Sköll -Buenas noches, Sköll- dije, mirando a la Luna, esperando que, si mi mellizo también la contemplaba en ese momento, la Luna le llevara mis mejores deseos.

El sueño o tardó en apoderarse de mí, mas no duró demasiado. La Luna estaba en su cenit cuando un rugido me sobresaltó. Acto reflejo tanteé mi arco, pero luego se escuchó otro rugido y pude ver un resplandor. -Dragones...- musité. Entonces, eché tierra sobre el fuego. Prefiriendo pasar frío a que las llamas atrajeran a una de las sierpes. 

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05/08/2016, 02:03
.Comarca de Falkreath.

Apenas apagaste la hoguera, tu ojo empezó a acostumbrarse a la oscuridad. Aunque tardó, pues los dragones en vuelo soltaban llamaradas que iluminaban el cielo. En alguna ocasión quedaste cegada, pero podías apreciar sus siluetas chocando la una con la otra en poderosos impactos que hacían retumbar el valle. Tras un rato de observar, pudiste apreciar uno más grande que el otro, pero el más pequeño parecía más ágil que su mayor lo que equilibraba la lucha. 

La noche te hacía perder sus movimientos, en alguna ocasión su silueta recortaba una luna u otra, dejándote ver que la pelea proseguía sin un vencedor claro. Tras cinco minutos de intenso enfrentamiento y fuego que caía del cielo, el más grande arrolló al pequeño hundiendo sus colmillos en el cuello. Usándose de su propio peso, el mayor se aferró a su rival dispuesto a no soltarlo haciendo que el pequeño perdiera el vuelo y ambas sierpes se precipitaran como un meteoro contra el lago.

Un rugido atronador, superior a los escuchados hasta ese momento, se propagó por todo el valle cuando los dos dragones se estrellaron en el lago. Una columna de agua se alzó varios metros hacia arriba, y por unos instantes no hubo movimiento. Una tranquilidad y silencio como si hasta hacia unos segundos no se había desencadenado la guerra en el cielo, pero esa ilusión terminó al minuto, pues el dragón mayor emergió de las aguas en solitario. Emitió un victorioso rugido y alzó el vuelo. Parecía que su victoria no había sido limpia, pues pudiste apreciar cierta dificultad en el vuelo del dragón mientras se dirigía hacia una de las cumbres de las montañas que rodeaba el lago Ilinalta.

Luego, volvió el silencio.

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05/08/2016, 02:14
Botitas - Cachorro

El tembloroso Botitas ladró un par de veces asustado, cobijándose a tu lado mientras la pelea tenía lugar. El cachorro gruñía a veces, quizá inconsciente del peligro que representaba, para luego volver a lloriquear a tu lado totalmente confundido. Pero algo apreció en esa tensión el pequeño perro-lobo, su mirada se volvió hacia un lado, había detectado algo.

Tú no tardaste en hacerlo. Efectivamente, algo se movía entre los arbustos a seis metros de ti.

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05/08/2016, 10:14
z/Hati, Garra Roja

En la oscuridad, pude observar el violento y salvaje espectáculo. Los hijos Akatosh, enfrentándose entre sí en una lucha sin cuartel que no tenía un claro vencedor. Me arrebujé en las pieles, cubriendo mi cabeza con la gruesa capucha mientras el vaho de mi aliento se hacía visible. 

-Ssshhhhhh...- siseé al cachorro para que no hiciera ruido -Calma, Botitas- estaba asustado y era normal. El miedo era un buen maestro para ayudarte a sobrevivir y el cachorro debía aprender. Yo, mientras tanto, seguí observando la titánica lucha, fascinada.

Los dragones sobrevolaban Skyrim, incluso después de que Alduin fuera derrotado por el Sangre de Dragón, pero muchos no habían podido ver una sierpe en su vida y yo, me sentía privilegiada al ver a dos poderosas criaturas combatir entre sí por el territorio. 

Al final, la fuerza se antepuso a la agilidad, y ambos dragones se precipitaron sobre el lago. La cortina de agua fue colosal y durante un instante, no supe si ambas sierpes habían perecido, hasta que la de mayor tamaño surgió de las aguas y rugió victoriosa, provocándome un escalofrío. Lo vi alejarse y miré a Botitas para tranquilizarlo, pues ya había pasado el peligro... pero el animal estaba mirando fijamente hacia los arbustos. Seguí su mirada, fruncí el ceño y cogí mi arco dispuesta a asaetar a cualquiera que se acercara.