Partida Rol por web

The Elder Scrolls - Helgen

[Prólogo] Piedras guardianas -Finalizado-

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06/08/2016, 13:26
z/Hati, Garra Roja
- Tiradas (3)

Motivo: Atletismo

Tirada: 2d20

Resultado: 10, 9 (Suma: 19)

Motivo: Atletismo2

Tirada: 2d20

Resultado: 3, 6 (Suma: 9)

Motivo: Atletismo3

Tirada: 2d20

Resultado: 15, 7 (Suma: 22)

Notas de juego

Tirada 1: 13 (descarto el 9)

Tirada 2: 9 (descarto el 3)

Tirada 3: 18 (descarto el 7)

He sumado el +3 atletismo en cada una a posteriori

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06/08/2016, 15:36
Kaeso Adamo

Tu repentino cambio de actitud sorprendió a Kaeso, al principio dudó de si seguirte el juego, pero en poco tiempo decidió hacerlo. Había tiempo, y parecías intrigarle. La carrera empezó con una ligera ventaja tuya, pero la forma física del imperial era un portento y poco a poco empezó a acortar distancia en tú y él. Para acabar de redondear tu fuga, Botitas parecía dispuesto a frenarte atacando inmisericorde tus botas haciendo que frenaras el ritmo para no pisarlo.

Aquello fue suficiente para que el imperial ganara terreno, y aunque en el último tramo parecía que ibas a poder recuperar el ritmo, Kaeso ya estaba junto a ti. Un movimiento ágil por su parte le permitió cogerte de la cintura y darte la vuelta con la brusquedad de la carrera, te encontraste de frente ante él con los ojos de los dos tan cerca como pueden verse las lunas y el sol al amanecer, y el imperial se atrapó contra un gran roble. Mantuvo la presa en tu cintura, con firmeza, y su cuerpo pegado al tuyo para que no escaparas.

Te atrapé. anunció travieso con una sonrisa felina. ¿Me gané un nombre? estabais tan cerca el uno del otro, tanto como cuando Kaeso te sorprendió en el camino, pero ahora la única atención del imperial eras tú.. y no se perdía detalle de tus vibrantes ojos verdes.

A vuestros pies, un rabioso Botitas la había tomado ahora con las botas de Kaeso, aunque al imperial no pareció importarle. 

- Tiradas (3)

Motivo: Atletismo 1

Tirada: 1d20

Resultado: 20(+4)=24

Motivo: Atletismo 2

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+4)=23

Motivo: Atletismo 3

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+4)=15

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06/08/2016, 16:12
z/Hati, Garra Roja

Hubo un factor que no tuve en cuenta... el juguetón e incansable cachorro. Tan preocupada estaba de no pisarle, que ralentizó mi carrera y el imperial me dio alcance. Rodeó mi cintura con su brazo y sentí un cosquilleo en el vientre cuando me hizo girarme brucamente hacia él, exhalando una exclamación de sorpresa.

Reí por lo bajo cuando me aprisionó contra un árbol, mientras mi pecho subía y bajaba por la acelerada respiración. No puedo negar que me estremecí ante la cercanía y aquellos ojos sacados de dos brillantes zafiros.

-No es justo... Botitas jugó en tu bando- dije, bajando la mirada hacia el perro -. Pequeño chucho traicionero...- mascullé, antes de reírme de nuevo y mirar a Kaeso.

-Soy una mujer de palabra, imperial- le dije -. Me llamo Hati, Garra Roja.

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06/08/2016, 16:27
Botitas - Cachorro

El cachorro de lobo te miró con ojillos, como si supiera que había hecho algo malo, y gimió agudo dejando de morder las botas ajenas. El animal se sentó bajando las orejas, con las patorras desplegadas mientras miraba intrigado a los dos humanos con aparente curiosidad.

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06/08/2016, 16:34
Kaeso Adamo

Con cierta actitud chulesca, aspirando el aroma de la Hati que le llenaban los pulmones, se encogió de hombros.

Es tu tierra, nórdica. sonrió levemente. Has perdido.. aceptar tu derrota no te causará mal. Tienes mi palabra. sonrió encantador, pero sin sobrepasarse, se separó del rostro de la cazadora sintiendo ese mismo hormigueo fluir por todo su cuerpo.

Hati. Es un placer. asintió el imperial con una sonrisa leve. Un nombre breve, contundente. De guerrera. reconoció Kaeso mientras se resistía a separarse del cuerpo de la mujer, de hecho aún no lo había hecho. Y dime.. ¿qué harás ahora?

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06/08/2016, 16:40
z/Hati, Garra Roja

Le saqué la lengua al cachorro cuando lo vi ponerse triste, quitándole importancia.

-Cierto, he perdido- repliqué, mirando a Kaeso de nuevo -. Hoy los dioses te sonríen, imperial- sonreí. 

Contuve el aliento cuando se separó de mi rostro, no obstante, sus manos continuaban en mi talle -No te precipites... aún no sabes si es un placer o tu perdición- dije, guiñando un ojo. Bajé la mirada hacia sus manos y luego la alcé hacia los ojos del imperial, arqueando una ceja -. Ahora- comencé a decir, acercando muy despacio mi rostro al suyo y mirando sus labios -... voy a hacer... esto- hice ademán de besar sus labios mientras deslizaba mis manos sobre sus antebrazos, mas en vez de besarlo, presioné rápidamente las articulaciones de los codos para obligarlo por acto reflejo a soltarme, y me escabullí de su presa, riéndome.

-Deberías verte la cara- dije, divertida, colocándome bien la cuerda del arco -. En esta tierra salvaje, es mejor no distraerse, imperial... Que los dioses te acompañen, Kaeso.

Sacudí la cabeza sin dejar de sonreír y comencé a andar hacia Falkreath.

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06/08/2016, 17:51
Kaeso Adamo

El duelo de miradas era sin duda excitante, Kaeso parecía encantado con aquel retar continuo que ambos compartíais. Con una sonrisa confiada, respondió sin tapujos.

La fortuna favorece a los valientes, nórdica. te guiñó el ojo de igual forma mientras resistía a perderse en tus ojos verdes como praderas. Si llega la perdición, habré conocido antes el placer. respondió socarrón mientras seguía tus movimientos con intriga. No parecía especialmente tenso, en el sentido de percibir un peligro, sino una tensión distinta.. una que hacía aquel juego sin duda.. excitante.

Entonces tomaste la iniciativa, pusiste el cebo y pareció picar, sintió tus labios tan cerca como para que los dos pudierais probar el sabor del otro con solo sentir el aliento. Pero hiciste esa llave, haciendo que el imperial te liberase. Kaeso encajó la jugada con deportividad y con una sonrisa retadora le devolvió el comentario.

No la he visto, pero vi la tuya. se cruzó de brazos con una sonrisa torcida que coronó con un guiño de ojo. Sí, deberías aplicarte el cuento. rió con ganas recordando el episodio del camino. Cuando te mostraste dispuesta a marchar, él recogió lo poco que tenía del mismo modo. Que los Nueve te protejan entonces. Aunque creo que compartiremos camino un tiempo más.. enfiló el camino hacia la misma dirección, el imperial se volvió hacia el lugar donde habíais escondido los cuerpos y de sus ojos azules brotó una mirada de odio intenso. Aún queda mucho por andar..

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06/08/2016, 18:03
z/Hati, Garra Roja

Arqueé una ceja -Ya... me hago una idea- dije, clavando mis ojos verdes en los suyos -. Mas siento curiosidad por saber a qué placer te refieres, imperial...

Tras ese beso que nunca llegó y mi jugada escapista, me detuve a pocos pasos del camino y me giré, ladeando la cabeza.

-Oh, precisamente lo digo por eso- solté, socarrona -. Hablo desde la experiencia...

Me volví hacia el sendero, cuando escuché que compartiríamos camino. Arrugué la frente y lo esperé -¿Acaso tu deber te lleva a Falkreath, imperial?- ya sabía su nombre, pero no podía evitar dirigirme a él de ese modo -Podemos compartir viaje, si te place- dije, aunque me sorprendí a mí misma de mis propias palabras, frunciendo el ceño.

Miré a Botitas y me acordé de algo -Cierto... perdona- me acuclillé y saqué un poco de cecina de mi mochila, dándole un poco al cachorro. Yo no tenía apetito, sino un extraño hormigueo alojado en mi estómago. Acuclillada, miré a Kaeso y percibí su odio mientras volvía la vista hasta el santuario de Talos. Entonces caí en la cuenta de que había mentado a "Los Nueve", algo poco usual en estos tiempos.

-Has mencionado a los Nueve... ¿por qué?- pregunté, incorporándome y mirándolo con confusión.

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06/08/2016, 18:33
Kaeso Adamo

La sonrisa pícara que demostró ante tu pregunta sobre la clase de placer a la que se refería debió darte muchas pistas, pero su ambigüedad le salvó de cualquier indirecta demasiado directa. Meneó la cabeza mientras acuñaba una respuesta.

Si no sabes a lo que me refiero.. se encogió de hombros guiñándole el ojo con todos los bártulos encima. Kaeso caminaba firme, con decisión, y se puso a tu lado, su actitud distendida contrastaba a su forma de estar pendiente de lo que le rodeaba.

Así es, mi deber. fue escueto y algo cortante respecto a este punto, brusco, aunque no parecía ser de aquella manera por ser tú, sino por lo que podía significar. Me placer, la compañía siempre es agradable. Y conoces tu tierra, no puedo aspirar a mejor guía por ella. sonrió burlón mientras veía como Botitas se quejaba amargamente, reclamando su desayuno.

Las quejas del cachorro finalmente surtieron efecto, le ofreciste cecina que devoró feliz. Llegó a llevársela a un lado, temeroso de que alguien se la robara y mirando con suspicacia lo que le rodeaba. Aquella cecina era SUYA y de nadie más, y la defendería a muerte.. aunque tampoco tardó mucho esa defensa, pues pronto acabó en el estómago de Botitas. Pronto preguntaste sobre los Nueve, él te miró con suspicacia, no por desconfianza, sino por curiosidad.

Que los thalmor nieguen a Talos no significa que no exista. dijo con sencillez. Esos.. miró hacia los arbustos. ..ya no hablarán más. sonrió de forma burlona ante ti. Pareció que iba a decir algo más, pero se calló ennegreciendo su gesto al que pronto volvió la nitidez habitual. ¿Lista entonces? ¿Nos vamos?

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06/08/2016, 19:24
z/Hati, Garra Roja

Su respuesta sobre el placer sólo me arrancó media sonrisa, aunque era una pose traicionada por el rubor de mis mejillas.

-Tranquilo imperial- dije, levantando las manos y dando un paso atrás, viendo su actitud y su cortante respuesta al deber que le llevaba a Falkreath -, pues tus asuntos no me conciernen- enfoqué el sendero y proseguí, dando por zanjado el tema -. No soy muy buena conversadora, mas no tengo reparos en guiarte- lo miré por encima del hombro, repasándolo de los pies a la cabeza y sonreí -. Aunque tengo la sensación de que no necesitas guía alguna...

Reí al ver a Botitas gruñir defendiendo su desayuno mientras caminábamos. He de confesar, que más de una vez miré de forma furtiva al imperial. Me intrigaba y sólo de recordarlo sobre mí cuando pasaron los thalmor y luego sujetando mi talle contra el roble, un estremecimiento recorría mi cuerpo.

Me sorprendió su respuesta ante los Nueve. Tanto que sin duda percibió mi perplejidad -En toda mi vida, nunca he conocido a uno de los tuyos que aún crea en Talos- dije, con seriedad y cierta intriga. ¿Quién eres? Quise preguntar, mas me abstuve de hacerlo. Eso sí, ante su dureza al hablar de los thalmor me acerqué y le animé a mirarme a los ojos, apoyando mis dedos en su mentón -. Esos ojos no están hechos para odiar...- aparté mi mano en seguida, frunciendo el ceño, y continué mi camino, evitando ahora mirar al imperial. 

Al cabo de un rato en silencio, musité: -Gracias... por lo de antes- si me refería a ocultarme de los aldmer, o a proteger el santuario, no lo dije.

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06/08/2016, 21:36
Kaeso Adamo

No añadió más sobre el asunto, bastante celoso de este por lo que podía expresar. Con una leve sonrisa enmarcada en la ironía te ofreció el camino en vanguardia.

Me dejo guiar por la nórdica. comentó jocoso mientras se echaban al camino, aunque tu posterior susurro descubrió una amplia sonrisa en el rostro de Kaeso. Así puedo gozar del placer de tu compañía.. un rato más. volvía a esgrimir la ambigüedad como arma sin reparos. Pero al menos.. ya estabais en marcha.

El camino no fue muy complicado, Kaeso se movía en aparente desparpajo, pero ya lo habías visto moverse y desde luego, si algo estaba, era despistado. En ocasiones hacia alguna carantoña a Botitas, y el cachorro respondía a dentelladas a sus botas, su peculiar forma de entablar amistad.

¿En toda tu vida? Eso suena a muchos años y haber estado en muchos lugares de Tamriel. sonrió burlón, y luego repuso con curiosidad, sin aparente malicia. Y dime.. ¿alguna vez te has molestado en conocer a un imperial? parecía que le gustaba la charla, al contrario que a ti, te daba la sensación de que si le dabas cuerda no iba a callar hasta llegar a Falkreath.. y aun os quedaba camino. Pero entonces, en tu intento por animarle, dijiste esas palabras susurrantes atrapando su mirada, incluso tú notaste como el corazón del imperial se aceleró unos pasos de más mientras bebía hasta ahogarse de tus ojos verdes.

A veces.. no tienes otro camino que odiar para que tu vida tenga sentido. fue la respuesta, suave y cálida, aunque dura, de Kaeso. Antes de que pudiera tomar tu mano, la apartaste y seguiste camino adelante sin mirarle otra vez. El imperial, confundido por tu acción y reacción, no dijo nada optando por el silencio.

Respetando tu mudez, Kaeso te miró de soslayo cuando diste tu agradecimiento. Él negó con la cabeza, y respondió con firmeza.

Gracias a ti por creerme. fue su respuesta, puede que desconfiaras aún de él, pero te habías arriesgado en brindarle tu confianza. Alargó un nuevo silencio, pensativo, reflexionando, como si mil cosas pasaran por tu cabeza. Lo siento. no sabías a qué se refería con aquello, pero lo notaste como una espina hundida en el corazón, una cicatriz añeja que supuraba sangre y de la que no sabías porque. Volvió la mirada hacia el lago, el cual ibais flanqueando, y no para desviar todo aquello dijo.

Hacia muchos años que no contemplaba estas tierras. Siguen siendo igual de hermosas. dijo llenándose los pulmones de ese aire fresco y puro, como solo podía aspirarse en Skyrim.

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06/08/2016, 21:44
z/Hati, Garra Roja

Entrecerré los ojos cuando dijo de disfrutar un poco más de mi compañía, como si intentara ver más allá de las palabras de Kaeso. Finalmente, me encogí de hombros y proseguí el camino.

-En toda mi vida... ¿Qué edad crees que tengo?- pregunté, burlona -Y sí, he conocido imperiales. De hecho, mi hogar está en un lugar donde las dos familias más antiguas discuten constantemente: una a favor de los imperiales, la otra a favor de los hijos de Skyrim- evité nombrar a los Capas de la Tormenta -. Me he criado en Jorrvaskr... Los Compañeros son mi familia, y vivieron de primera mano el intento de conquista de Carrera Blanca durante la guerra civil.

¿Qué estaba haciendo? Normalmente era muy reservada y poco habladora. Definitivamente, aquel imperial tenía algo que se escapaba a mi raciocinio. Quise decirle que los imperiales que había conocido eran unos perros falderos de los thalmor, arrogantes, crueles... capaz de arrancar a un niño de los brazos de su madre para juzgarla por adorar a Talos. Apreté los labios y me guardé mis pensamientos.

Las palabras de Kaeso, cuando le dije que sus ojos no estaban hechos para odiar, me hiceron arrugar la frente, sintiendo lástima al oírlo hablar de aquella forma. Vi su mano acercarse a la mía, pero demasiado tarde. El resto del camino fue en silencio por mi parte y el imperial pareció respetarlo... hasta que le di las gracias.

-Juzga a un hombre por sus actos, no por su raza- dije, como si citara a alguien -. Has salvado algo importante para mí, aunque fuera algo colateral para cumplir tu deber, pero lo has hecho- seguí andando y me detuve cerca del lago. Vi a Kaeso respirar profundamente y sonreí.

-Por tus palabras, deduzco que no es la primera vez que pisas esta tierra- comenté, entonces se me ocurrió una idea -¿Sabes? Anoche dos dragones lucharon con bravura sobre este mismo lago- le dije, arqueando una ceja -. Uno de ellos cayó en estas aguas...

Sonreí, y me quité la mochila, mirando a Kaeso con una mirada pícara -¿Sabes nadar, imperial?

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06/08/2016, 22:29
Kaeso Adamo

No más de veinte. declaró más o menos convencido, pensativo mientras te escuchaba hablar de Carrera Blanca. Las decisiones que toman los que gobiernan..a veces son difíciles, imposibles. suspiró. Los Compañeros, he oído hablar de ellos. Su fama y reputación les precede. ¿Eres huérfana? parece que lo dio por sentado, no por menosprecio, sino porque curiosamente fue el primer pensamiento que le vino a la cabeza.

Por sus actos, ¿eh? meditó sobre esas palabras, te miró intrigado con una sonrisa burlona. Y después de lo que has visto de mi.. ¿cuál es tu veredicto? se cruzó de brazos mirándote con atención.

Es la segunda, la primera con mi padre. confesó mirándola de soslayo. Pero ha pasado una eternidad de aquello.. ¿veinte años? Sí, una eternidad. suspiró abrigando recuerdos, pero las tus palabras lo sacaron de la melancolía. Asintió recordando a los dragones la noche anterior, y frunció el ceño ante tus intenciones. Mas luego sonrió con aire travieso.

¿Esa es tu excusa para desnudarte tan pronto? rió de buena gana y se puso a tu lado. Sé nadar, pelirroja.. acercó su rostro a tu oído susurrándote. No tenía necesidad de hacerlo, pero se entregó con tono desafiante. Y mejor que tú.. y antes de que pudieras reaccionar, besó tu mejilla cerca de la oreja.

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06/08/2016, 22:58
z/Hati, Garra Roja

-Tienes buen ojo imperial- dije -. Veinte inviernos- al hablar de la fama y reputación de los compañeros miré hacia el suelo y asentí con la cabeza, mas al preguntarme si era huérfana, mis ojos volvieron a buscar los suyos -. De padre... falleció antes de que mi hermano y yo naciéramos- respondí -. Mi madre es la Heraldo de los Compañeros- un cambio en mi tono de voz, quizá tristeza, orgullo... pero la verdad era distinta. Al ser hija de Aela La Cazadora, se esperaba mucho de mí... por eso este viaje, por eso esta nueva vida.

Ladeé la cabeza y me detuve al ver que se cruzaba de brazos esperando una respuesta -Es pronto para decirlo, pero vas por buen camino- dije, sin responder abiertamente y curvando mis labios en media sonrisa.

Escuché lo de su primera vez en Skyrim. Lo miré con interés, apreciando la melancolía en sus hermosos ojos zafíreos. Además, asintió cuando menté la lucha entre los dragones, lo que me hizo preguntarme si había visto mi fuego aquella noche... si había escuchado mi conversación con Jorol.

Comencé a quitarme las botas cuando dijo aquello de desnudarme. Mis mejillas se tiñeron de rojo pero solté una carcajada -No te confundas, soldado... no me voy a desnudar para ti- dije, deshaciéndome de mi abrigo. Sentí su cercanía y se me formó un nudo en el estómago, mas sonreí ante sus palabras, aunque el susurro erizó mi piel. Empecé a desatarme la armadura de cuero, cuando Kaeso depositó aquel inesperado beso en mi mejilla que me arrebató el aliento, provocando una vez más un cosquilleo en mi estómago. Lo miré, perpleja, con el corazón acelerado por el fugaz roce de sus labios.

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06/08/2016, 23:22
Kaeso Adamo

La melancolía de Kaeso se abrazó con tuya. Suspiró lentamente.

Mi padre también murió. dijo breve sin querer ahondar mucho más.

El tira y afloja posterior sacó al imperial de cualquier mal recuerdo, no se negó una buena ojeada al cuerpo que ibas descubriendo.

Vamos a equilibrar las cosas, pelirroja. y dicho esto empezó a desprenderse de su armadura quedándose en calzones y el pecho descubierto.

Te miró una vez más, y sonrió travieso. Se acuclilló delante de ti.

Eh.. No te sonrojes tan pronto.. a mi me gusta lo que veo. te miró a los ojos, con el azul centelleando en tus ojos verdes.

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06/08/2016, 23:33
z/Hati, Garra Roja

Tuve que carraspear para aclararme la garganta y salir de ese bloqueo que el beso de Kaeso había iniciado. Al verlo desvestirse, evité mirarlo directamente, aunque los ojos son niños, y alguna fugaz mirada se me escapó.

Me quité la armadura, y las vestimentas que llevaba debajo, quedándome en ropa interior, consistente en un conjunto de tela arpillera, que cubría mis senos y mis partes nobles. Lo que me ruborizó realmente, fuea al imperial acuclillado frente a mí. Tragué saliva, siendo incapaz de apartar mis ojos de los suyos.

Sacudí la cabeza y sonreí con picardía. Cogí una daga de mi bota y la giré en jugué con ella, acariciando el canto de la hoja desde el mango hasta la punta -Te voy a proponer algo...- dije, acuclillándome frente a él para que nuestros ojos estuvieran a la misma altura -Ver quien consigue antes un colmillo de dragón.

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07/08/2016, 12:50
Kaeso Adamo

Kaeso te miró de cuclillas como tú lo habías hecho pensando sobre tu propuesta, torció los labios antes de decir nada y con una fugaz y pícara mirada a los ojos viste que tramaba algo, algo a todas luces travieso.

¿Y qué nos apostamos, nórdica? sonrió esperando tu respuesta, mirándote fíjamente a los ojos.

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07/08/2016, 12:55
z/Hati, Garra Roja

Arqueé una ceja ante esa mirada traviesa.

-¿Acos... apostarnos?- me corregí, esperando haber reaccionado lo suficiengemente rápido. Carraspeé, incorporándome muy despacio -Mmmm... No había pensado en ello...- lo miré de soslayo, maquinando -¿Qué tienes en mente?

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07/08/2016, 13:14
Kaeso Adamo

¿Acostarnos? sonrió seductor, pero teñido de socarronería mientras él también se levantaba. Movió la cabeza y asintió convencido.

¡Esta bien! exclamó entusiasta. Si ganas tú nos acostamos.. si gano yo, mala suerte para ti, querida. seguramente perpleja por las palabras del imperial, este se acercó a ti privándote fugazmente del aliento al darte un beso en los labios. Se separó raudo de ti tomando su propio puñal y acercándose al agua.

¡Vamos nórdica! ¡Te va a ganar un imperial! espetó entre risas mientras se zambullía.

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07/08/2016, 13:21
z/Hati, Garra Roja

Abrí los ojos de par en par y me ruboricé.

-¡No, no, no...! Apostarnos- dje, con apuro, avanando las manos mientras me ardían las mejillas. Entrecerré los ojos, ofendida -. No tergiverses mis palabras, imperial. Lejos estás de yacer conmigo.

Perpleja y avergonzada, no vi venir a Kaeso, que me robó un beso con descaro, estremeciéndome mientras me quedaba paralizada y con los ojos muy abiertos. Aquel hombre, aquel imperial, me había dado mi primer beso a traición.

Suerte que se apartó raudo, pues pudo ver la rabia en mis ojos. Pero el reto estaba ahí, y no era de las que se echaban atrás, salvo para coger impulso. Me pasé el dorso de la mano por los labios, como si me limpiara y con el ceño fruncido, cogí mi daga de una de mis botas. Me acerqué a una roca alta y miré al imperial.

-Que gane el mejor- dije con seriedad, torciendo el morro antes de sujetar la daga entre mis dientes y zambullirme al agua de cabeza.