Partida Rol por web

The Elder Scrolls - Helgen

[Prólogo] Piedras guardianas -Finalizado-

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15/08/2016, 13:23
z/Hati, Garra Roja

Entrecerré los ojos ante su respuesta. Ahora comprendía esa debilidad causada por los sentimientos, pues la gelidez repentina de Kaeso me hizo daño por dentro, aunque yo jamás lo admitiría. Por eso, el amor es para idiotas con los pies en las nubes, me dije, porque luego el golpe es más grande.

Emprendí el camino, con la barbilla alta, soberbia, aunque recordaba un poco a una cría enfurruñada, para ser honestos. No obstante, sabía que Kaeso estaba débil aún tras haber puesto casi un pie en el Aeterio, de modo que ralenticé mi paso aunque mi orgullo me hacía andar con la misma altivez.

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15/08/2016, 13:42
Kaeso Adamo

Como dos cabezotas seguisteis hacia Falkreath, Kaeso avanzaba con dificultad mientras te miraba de espaldas seguir adelante. Hubo algún intento de decirte algo, pero se quedó en silencio atenazado por una mezcla de orgullo y miedo. Miraba a Botitas corretear indiferente y aquello le sacó una suerte de sonrisa.

Quizá llevasteis así hasta mediodía, cuando Kaeso empezó a tener que frenar el ritmo por el cansancio. Se sentó en una piedra del camino tratando de respirar con normalidad antes de llamar tu atención.

He de parar. dijo neutro, aparentando fortaleza, mientras te miraba desde su parón. Iba a decir algo más, pero se calló de forma inexplicable y absurda.

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15/08/2016, 13:50
z/Hati, Garra Roja

Tozudos como dos cabestros, ninguno era capaz de disculparse o decir nada que rompiera aquella atmósfera de orgullo. Pero sobre el mediodía, el imperial no soportó el esfuerzo y me avisó de que tenía que detenerse. Lo comprendí, aunque mi expresión seria no varió. Usando una mano de visera, alcé la vista al cielo.

-Descansaremos aquí mismo- dije, arrimándome a un lado del camino y hacer un hueco para encender fuego, pues debía prepararle las hierbas a Kaeso.

Cuando terminé de hacerlo todo, esperé acuclillada frente a la fogata, apoyando mi barbilla en los antebrazos que rodeaban las rodillas. Esperé a que el remedio estuviera listo y se lo llevé en un cuenco al imperial.

-Toma- le dije, agachándome frente a él, pero evitando sus ojos -. Descansa el tiempo que desees- me incorporé y me senté en otra piedra a la sombra de un árbol. Saqué mi daga y fui a buscar el colmillo, pero recordé que Kaeso lo tenía, torcí el morro y me conformé con un palo, al que empecé a quitarle la corteza con el acero.

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15/08/2016, 14:44
Kaeso Adamo

Era curioso ver como de repente, todo lo dicho quedaba en agua de borrajas. O quizá esa era la consecuencia de haberlo dicho, esa repentina cercanía que hizo nacer una excesiva confianza mutua para decir cosas que podían herir. Kaeso se sentó en su lado aceptando el cuenco en silencio, él tampoco se quiso arriesgar a buscarte los ojos. Comió sin decir nada mientras te miraba de soslayo despellejar la madera, pero honrando su incontinencia verbal siguió hablando.

¿Cuánto queda para Falkreath? no era una pregunta de impaciencia, sino para romper el silencio. Tener algo de lo que hablar. Sigue siendo amargo de narices esto.. vale, eso sí era una queja.

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15/08/2016, 14:57
z/Hati, Garra Roja

 Detuve mi mano. Del palo apenas quedaba nada, así que lo dejé caer y cogí otro, repitiendo el proceso.

​-Unos dos días- dije, algo seca, pero cuando protestó de nuevo por el mejunge, dejé mi labor y me incorporé. Miré a nuestro alrededor intentando escuchar a alguna abeja -. Vuelvo enseguida- dije, tomando mi arco y adentrándome en la foresta.

Empecé a caminar pero sin duda no podìa concentrarme por el enfado que cargaba desde hacía unas horas.

- Tiradas (1)

Motivo: Buscando un panal

Tirada: 1d20

Resultado: 1(+2)=3

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15/08/2016, 15:05
Kaeso Adamo

Kaeso asintió sin decir nada mientras veía como te marchabas, se quedó extrañado, incluso tenso por si habías percibido algún peligro. El imperial se aferró a sus armas, bien que estaba débil pero si las cosas se complicaban no iba a dejarse matar con facilidad.

El que decidió seguirte fue Botitas, que correteó detrás de ti tan feliz como siempre.

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15/08/2016, 15:11
Botitas - Cachorro

Incapaz de encontrar lo que te habías propuesto buscar, quizá obnubilada por la situación, el cachorro de perro-lobo empezó a olisquear. Como si supiera que estabas buscando algo, Botitas soltó un ladridito y te miró, dio unos pasos en una dirección mientras te exigía que lo siguieras.

Como si diera por supuesto que lo harías, Botitas se lanzó en persecución del olor hasta que empezaste a escuchar insistentes zumbidos que venían de arriba. El perro-lobo se sentó mirándote, como si comprendiera de algún modo desconocido, te ladró moviendo la cola mientras esperaba tu reacción.

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15/08/2016, 15:16
z/Hati, Garra Roja

De pronto, el cachorro pareció encontrar un rastro y lo seguí, con la flecha preparada en el arco por si había algún conejo u otra posible presa... pero no. Enorme fue mi sorpresa cuando vi a Botitas sentado frente a un panal. Lo miré, estupefacta -Este perro es demasiado listo...

Guardé el arco y saqué una de las espadas después de protegerme la cara con la capucha del abrigo. Me subí sobre un tocón y empecé a golpear el panal para partir un trozo. Recibiría algún que otro picotazo, pero merecería la pena. La miel tiene mucha energía y, además, es dulce.

En cuanto cogiera un pedazo de panal, regresaría junto a Kaeso.

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16/08/2016, 00:21
Kaeso Adamo

Tras una cruenta batalla con las abejas intentando defender heroicamente su panal, lograste hacerte con tu premio. Botitas ladraba abajo con entusiasmo, como si sus ladridos fueran una suerte de thu'um que ahuyentara, sin éxito, a los insectos. Algún valiente logró picarte, pero desdeñaste el dolor sabedora que heridas peores habías sufrido, y cuando te marchaste con tu premio las abejas te quisieron perseguir durante un tramo del trayecto hasta que se cansaron de hacerlo.

Botitas ladraba feliz a tu alrededor, convencido de que había sido de gran ayuda en la contienda. En tu vuelta al campamento, pudiste encontrarte a Kaeso en silencio mirando a la hoguera, pensando en algo. Al escucharte, se volvió hacia ti con las armas cerca de él. Frunció el ceño y dijo.

Bienvenida de nuevo. logró sonreír un poco y, dadas las circunstancias, pareció bastante sincero.

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16/08/2016, 00:41
z/Hati, Garra Roja

Regresé con mi premio y una sonrisa de oreja a oreja. Al ver a Kaeso, una sombra del enfado anterior, reflotó, mas pronto la aparté de mi mente.

-Toma- dije partiendo un pedazo generoso del panal chorreante de miel -. No sólo te dará energía, sino que te quitará ese amargo sabor.

Dejé las otras porciones en un plato de madera y me quité el abrigo. Comencé a revisarme las picaduras, quitando algún aguijón y poniéndome miel en las heridas. Pero había una lejos de mi alcance, pues estaba justo bajo la nuca y no llegaba con mis manos.

Apreté los labios y miré al imperial -¿Puedes ayudarme?- le pregunté, apartando con una mano mis bucles rojizos hacia un lado para dejar la nuca al descubierto -Intenta quitar el aguijón y pon un poco de miel en la picadura.

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16/08/2016, 00:51
Kaeso Adamo

El imperial tomó lo que le ofrecías con un asentimiento, agradecido, echaba el primer bocado mientras te miraba.

Sí, está bueno. dijo con voz queda, mirando como te quitabas el abrigo y te afanabas por liberarte de las picaduras. Tu petición fue recibida por un asentimiento, se levantó ganándote la espalda. No hay problema..

Examinó la picadura mientras acariciaba los alrededores, un gesto para calcular dónde debía extraer, pero también una íntima necesidad de acariciarte. 

Creo que ya lo tengo. dijo como un susurro mientras extraía el aguijón para luego aplicar la miel. Escucha.. puede que no coincidamos en muchas cosas, pero no quería ofenderte.. ni herirte.. dijo lentamente mientras untaba en círculos tu nuca. Te he ofendido.. lo siento. No quería discutir contigo, pero.. a veces.. la voz se le marchó por unos segundos, ya había terminado de untar, pero permanecía a su espalda. ..a veces no somos dueños de lo que decimos, su intensidad, su tono, su contenido.. pero sí responsables. Pero.. creo que eso no nos convierte en peores personas, es decir.. ¿quién no se equivoca? Yo soy una gran colección de errores.. pero por cada uno de esos errores quiero creer que hay diez aciertos. tomó aire mientras bajaba la cabeza según hablaba. Dicen que un solo error puede cambiarlo todo, yo creo que para cambiar algo.. hace falta querer que eso cambie.. se rompa.. y yo no quiero que lo que sea que nos suceda entre los dos.. se rompa o cambie.. echó aire lentamente. Lo siento si herí tus sentimientos. Lo siento mucho. 

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16/08/2016, 01:03
z/Hati, Garra Roja

Me sujeté el cabello mientras Kaeso me trataba la picadura. Mi piel se erizó bajo el tacto de sus dedos y me sorprendí suspirando con los ojos cerrados. Entonces el imperial empezó a hablar, a disculparse, dejándome sin palabras. Tragué saliva y giré lentamente para mirarlo.

-Yo también lo siento- dije, desviando de nuevo la mirada. Mis sentimientos... Más que mis sentimientos, había herido mi orgullo. Además... no, me negaba a enamorarme, mucho menos de un imperial que vive sólo para vengarse. Suspiré de nuevo, más profundamente. De pronto, llevé mi mano hacia atrás para apresar la suya. No dije nada, no hice nada más. Poco a poco, liberé su mano y miré hacia las llamas del pequeño hogar.

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16/08/2016, 01:37
Kaeso Adamo

Ver aquel gesto de tu mirada hizo sentir culpable al imperial, pero no se quejó. Simplemente sonrió, animoso, cálido, sin grandes exabruptos. Asintió lentamente cuando también pedías perdón, con una mirada que parecía querer restar importancia a lo sucedido, respondió con suavidad cuando cogiste su mano apretando a su vez. Contempló el fuego contigo hasta que te separaste.

Aun podemos aprovechar el fuego. Un poco más. se sentó en un tronco, dejándote hueco a su lado si querías sentarte allí, y terminó de comer el manjar dulce que habías traído. No me arrepiento de nada. dijo de repente mirando a las llamas, y de alguna forma supiste que no se refería a la discusión, sino a lo que habíais compartido antes de eso. Cuadró la mandíbula y te miró de soslayo. 

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16/08/2016, 09:47
z/Hati, Garra Roja

Estaba mirando las lenguas de fuego danzantes cuando Kaeso dijo que podíamos aprovechar la fogata un poco más.

-Sí...- comencé a decir mientras me incoporaba y recogía mi abrigo -Iré a ver si puedo cazar algo...- me interrumpí al ver a Kaeso tomar asiento. Miré hacia la foresta y fruncí el ceño, pero finalmente me senté junto al imperial, dejando caer el abrigo sobre Botitas, en un instante en que mis labios se curvaron, traviesos mientras miraba al cachorro.

Kaeso parecía disfrutar del manjar, eso sí, pringándose bastante para mi diversión. Pero entonces, el imperial dijo aquello y lo miré sin saber qué pensar. Bajé la vista al suelo, mordiéndome el labio y, al levantar de nuevo la vista hacia Kaeso, lo miraba con mucha intensidad.

-Yo tampoco- sentencié, antes de aguardar a que terminase su aperitivo, y abalanzarme sobre él para besarlo apasionadamente entre fuertes respiraciones, acariciando su nuca mientras mi lengua se adentraba en un nuevo mundo de sensaciones.

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16/08/2016, 12:27
Kaeso Adamo

Tu reacción hizo caer al imperial al suelo por lo imprevisto del ataque, no se quejó cuando dio de espaldas contra el suelo mientras se entregaba a aquella magnífica sensación. Te abrazó por la cintura mientras correspondía a aquella lluvia de besos con denotada pasión, como si hubiera pasado demasiado tiempo desde la última vez que vuestros labios se unieran y necesitara su dosis. Aunque en realidad.. había pasado demasiado tiempo.

Sonrió radiante entre beso y beso, como si con aquella nueva unión se borrasen todas las oscuridades de su alma, de sentir que había algo más y mejor en su vida. Rió contento, feliz, mientras trataba de alcanzarte el cuello con nuevos besos, mientras acariciaba tu zona lumbar con mimo. Y para cuando todo aquello era una sintonía perfecta, quiso mirarte a los ojos para quedarse sin voz. Tu verde vibrante frente a su azul oceánico, contuvo el aliento mientras la voz regresaba a su garganta.

¿Qué nos hemos hecho? susurró sin que esas palabras sonaran como algo malo, sino como algo maravilloso. Esta vez lentamente, acercó su rostro al tuyo y te besó, tan suave y tierno que os debíais derretir del sabor dulce que ahora compartíais. Un dulce que no provenía precisamente del sabor a miel que dominaba la boca de Kaeso.

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16/08/2016, 13:16
z/Hati, Garra Roja

El ímpetu de mi beso, hizo que terminásemos los dos en el suelo, provocándome unas carcajadas, antes de volver a besar a Kaeso.

Era como si la discusión nunca hubiera sucedido. Como si el mundo volviera a girar de nuevo al estar entre los brazos del imperial. Era... simplemente, maravilloso.

Mi corazón golpeaba, no sólo mi pecho, sino el suyo, con fuerza mientras saboreaba esos labios que sabían a gloria divina. Prendada de sus ojos y su sonrisa, escuché su pregunta y reí con suavidad -Tú nunca te callas... ¿verdad?- dije con sorna, anres de que Kaeso me sorprendiera con tan dulce beso. Sostuve su rostro con ternura entre mis manos, descansando mi cuerpo sobre el suyo, mientras ese beso parecía no tener fin.

Me aparté lentamente, apoyando las manos en el suelo, con los brazos extendidos, mirando a Kaeso fijamente mientras sonreía. Mas algo turbó mi interior, algo que me asustó. Viendo a Kaeso debajo de mí, despertó algo nuevo. Sentí que mi columna se estremecía, que me faltaba el aire y que todo mi cuerpo temblaba. Era el deseo.

Alcé la vista al cielo, recordando que quedaban dos noches. En dos noches pueden suceder muchas cosas... pensé, antes de mirar a Kaeso, muy seria -Corres peligro, imperial- dije, antes de abalanzarme sobre él y detener mi rostro frente al suyo -. Corres peligro...- susurré, mirando sus labios mientras rozaba mi nariz por su mejilla, aspirando suavemente su aroma -De enamorarte de mí- añadí, justo antes de rozar sus labios con los míos y morder con delicadeza su labio inferior, entre risas.

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17/08/2016, 00:29
Kaeso Adamo

La complicidad regresaba, Kaeso sujetaba firmemente tu cintura mientras vuestros besos se sucedían uno detrás de otro, mas la verdadera intensidad estaba en vuestras miradas. 

Jamás. fue la respuesta del imperial mientras disfrutaba de la ternura del beso. Sintió el escalofrío en su cuerpo, la respuesta natural a tenerte sobre él mientras su respiración se agitaba nerviosa. Y tal sensación iba en aumento, y tu reacción de abalanzarse sobre él no hizo otra cosa que espolear esa sensación. Con la mirada anegada de la tuya, Kaeso sonrió entre el desafío y la socarronería.

Aceptaré ese riesgo. contestó el imperial conteniendo el aliento, y cuando le mordiste el labio inferior sintió un estremecedor placer que le recorrió de arriba a abajo. Tu risa contagió su rostro, que también rió, y te abrazó ahora con mayor intensidad. Soy un temerario.. un charlatán temerario.. bromeó mientras te besaba de nuevo nunca acostumbrándose a esa nueva experiencia.

Kaeso te separó entonces un poco para poderte contemplar, encima de él, y apartó mechones pelirrojas que caían rebeldes ante tu rostro. Sonrió buscando tus ojos, y al encontrarse de nuevo el verde con el azul susurró.

Uno que ahora.. no tiene palabras..

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17/08/2016, 00:44
z/Hati, Garra Roja

Arqueé una ceja y torcí los labios en media sonrisa al escucharlo decir que aceptaría el riesgo. Sentí su abrazo estrecharse en torno a mi cintura  con un placentero hormigueo en el vientre y, cuando me quedó mirándome de aquella forma, cuando apartó con dulzura los bucles de mi rostro, erizando mi piel, supe que estaba perdida en el mar de sus ojos, a merced de sus olas y sus vientos cambiantes. 

Y sonreí, inclinándome de nuevo para besar el almíbar de sus labios.

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17/08/2016, 01:35
Kaeso Adamo

El nuevo beso prendió un fuego que amenazaba con descontrolarse, la tensión de los músculos que abrazaban tu cintura hizo que empezara a resentirse el aun débil cuerpo del imperial, pero aquello no le importó. Un ímpetu mucho más intenso empujaba por hacerse con el control, la besó como si no hubiera mañana con su lengua peleando contra la tuya por una supremacía ficticia.

Encerrado en la necesidad de ir más allá, Kaeso trató de poner cordura en aquella danza de deseo y cariño con un abrazo mientras trataba de recuperar el aliento con dificultad. Te miró con el fuego en la mirada mientras trataba de templar las llamas.

Creo que ya sé porque has dicho peligroso.. bromeó sintiendo picotazos de dolor por todo el cuerpo y soltó una risa que acentuó más el dolor. Joder.. como me duele todo el cuerpo.. entre risas.

Adoro tus ojos verdes. confesó mientras relajaba una caricia por tu mejilla. Tu cabello rojo. continuó con la voz suave. Tu personalidad indomable. Y hay algo más.. que no sé.. en ti. dijo lentamente, dubitativo. Algo que me atrae.. y no sé qué es..

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17/08/2016, 01:54
z/Hati, Garra Roja

Cegada por la situación, me había olvidado por completo de que Kaeso aún sufría los estragos del veneno. La sombra de la preocupación cruzó de nuevo mi mirada, pero ver que el imperial reía, me relajé y sonreí, antes de apartarme de encima suyo para que recuperase el aliento. No obstante, me quedé un rato tumbada bocabajo, a su lado y apoyada en mis antebrazos.

-No hagas demasiados esfuerzos, o te lastimarás- dije, moviendo mis piernas mientras miraba de lado a Kaeso.

Luego sus palabras, me arrancaron una dulce sonrisa y no me ruboricé porque ya mis mejillas se habían sonrojado bastante mientras estaba entre los brazos del imperial. Arrugué la frentre, ladeando la cabeza, una mexcla de extrañez y curiosidad.

Ensanché mi sonrisa cuando dijo que "algo más que no sabía", lo atraía y me acerqué a su oído, para hablarle en susurros -Yo sé qué es...- dije, enigmática, haciendo una pausa para mayor intriga del imperial -Es... Botitas.

Lo dije convencida, pero la risa me traicionó... y puede que el hecho de enseñarle la lengua, burlona, también me delatara. En fin, el caso es que, tras dejar de reír, me di la vuelta, quedándome bocarriba al lado de Kaeso, mientras recuperaba el aliento -Habrá que descubrir qué es, entonces- dije, girando la cabeza para mirarlo y guiñarle un ojo, divertida.