Partida Rol por web

Por la dirección, nos pilla primero de paso el hotel. Podemos ir primero allí y luego decidir si vamos a la comisaría- dice finalmente Margaret- en cualquier caso, hay que moverse.

-No hablo de matarnos entre nosotros a propósito, sino como accidente- explico mis palabras.

Aquella situación extrema le estaba haciendo mella. O quizás desconfiaba, después de tanto tiempo, de la naturaleza humana. Tan inestable en estas situaciones, tan voluble, tan frágil. Sonríe de forma triste ante la aclaración de Robert, algo avergonzada por su reacción, pero se repone

- ¿Nos movemos entonces? - pregunta, apoyando a Margaret

No hay muchas mas opciones que moverse. El objetivo era claro: primero vuestro objetivo sería ir a ese hotel, y luego ya se vería. Así que, os ponéis en camino. 

El recorrido es bastante duro: caminar por una ciudad derruida, en sigilo y esperando que ningún de aquellos seres os encuentre hace que vayáis bastante lentos, utilizando todo lo que hay a vuestro alcance para cubriros e inspeccionar la zona antes de proseguir. Pero la suerte está de vuestro lado, y a excepción de algún que otro ruido extraño en la lejanía, no tenéis problemas en avanzar hasta llegar al hotel en cuestión. 

Os encontráis en estos momentos a varios metros del mismo, agachados y decidiendo como proceder. No se veían moros en la costa. Eso era buena señal. Pero debíais ser precavidos. Por seguridad.

Aprovecha el silencio que hay, aparte de sus respiraciones agitadas por la caminata y el paso por la ciudad derruida, para intentar escuchar algo a los alrededores. La fuerza invasora, teniendo las de ganar, no necesitaría del sigilo. Quizás fuera una baza a su favor. Tampoco parece haber nadie, y siente como le inunda una terrible sensación de soledad

No oyes nada que pueda preocuparte. Por lo que parece esta zona esta desierta. La ciudad es grande y los enemigos no pueden estar en todas partes. Por el momento este lugar tiene pinta de ser seguro. 

-ja -se rie, en bajo, casi un susurro, pero os dais cuenta, cuando lo miráis -lo siento, es que me he dado cuenta ahora, lo entrenados que estamos para ser dociles, meras mascotas del sistema. El mundo se ha ido al carajo, y nosotros en vez de pensar que podemos dormir en cualquiera de las millones de casa de nueva york vamos a un hotel. lo siento me resulta estupido y gracioso, ¿qué esperamos poder relajarnos en el spa, o que el botones nos lleve las cosas a la habitación?

es decir si entramos en cualquier edificio de viviendas de esta misma manzana, no solo encontraremos camas si no tambien la comida que esta gente tenía para hoy, recordais esta mañana, todo empezó como cualquier día. no llegoa  comprender como ha desaparecido todo el mundo tan rápido, pero esta mañanan la gente freía huevos y preparaba totasdas como cualquier otro día.

las everas de nueva york deben estar tan llenas como siempre, y aun no se han podido estropear

No podía negar lo irónico de la situación. Allí estaban ellos, en una ciudad destrozada por un ataque alienígenea e iban a un hotel. No podía evitar sonreir. 

Bueno, mientras sea seguro no habrá queja por mi parte si el servicio es malo, ¿Vamos?

Entráis en el hotel, en el cual os da a una amplia sala de recepción, completamente vacía -a excepción de varias maletas tiradas por el suelo-. Al fondo unas escaleras y el ascensor llevan al piso superior. Al lado de estas hay un pasillo y detrás de recepción una puerta.

-Y ahora resulta que tú eres un antisistema, ¿verdad?  - Le digo al chico rubio que se hace el duro ahora, ¿qué sabrá él de cómo funciona el sistema?

Little Johnny había dejado que los civiles hablasen y hablasen largo y tendido, con la intención de que eso les calmase y les diese una falsa expectativa de que ellos tenían el control. Sin embargo aquello estaba llegando demasiado lejos y sinceramente empezaba a perder la paciencia.

Las discusiones largas y estúpidas no les iban a sacar de aquel atolladero...

   - Déjense de tonterías.- Intervino en la conversación de manera cortante.- No me interesan sus golpes de pecho ni sus ironías existenciales. Estamos aquí por que era lo que tácticamente mas nos convenía. En un hotel conseguiremos un volumen de suministros mayor que vandalizando un piso que puede estar ocupado ya de antemano y por descontado hacerlo de una manera mas discreta. Además podemos usar el hotel como punto de retirada por si tenemos que huir de la comisaria. Este lugar es grande y espacioso, ideal para escondernos si nos vemos perseguidos por uno o mas de esos cabrones alienigenas.-

Mirando a su alrededor calibró sus opciones, que de entrada no resultaban nada halagüeñas.

   - Síganme y no se separen.-

Ordenó mientras desenfundaba su pistola y se dirigía hacia el pasillo que eventualmente tenía las papeletas de llevar al restaurante del hotel, y por ende a la cocina del mismo.

Iba a reponder al gordo del portatil cuando el militar les manda callar. Por algún extraño motivo supone que el hotel es más grande que las torres residenciales que lo rodean o que habrá más comida, lo que si habrá seguro es mas  whysky o vozca, y bueno eso no es del todo malo, mas si lo acompañas de los típicos snaks del mueble bar. Seguro que por eso el informático quiere ir al hotel. El pensamiento le hace gracia, y se reflleja en el otra sonrisa mientras avanzan.

En hotel mira detrás del mostrador de recepción a ver si tienen ahí las llaves de las habitaciones, con un poco de suerte tendrán las típicas llaves maestras de personal. Luego busca el directorio con los distintos servicios del hotel, a ver que se puede conseguir de interés. 

El pasillo es largo y llega al fondo de lo que es a todas luces la cocina del hotel. Por otro lado, habéis dejado atrás varias puertas con el signo inconfundible de los servicios. Entráis en la cocina con mucho cuidado... el lugar esta hecho un caos. Cubiertos y platos rotos esparcidos por el suelo, muebles caídos, comida por el suelo, botellas rotas etc. Sin embargo, entre el caos quizás algo se pueda sacar. 

Según andamos después de la reprimenda del militar, me acerco al rubio.

-No es nada personal, pero suficiente tenemos con preocuparnos en sobrevivir como para andarnos ahora quejándonos de la sociedad que ha provocado que el monstruo de occidente, el capitalismo, devore todo. - Digo con un tono serio que no trata de ser un reproche - Y siento si me he pasado, pero todos estamos nerviosos.

- A veces es necesario reír para evitar el llanto - se atreve a decir Julia, a pesar de presenciar como estallaban por primera vez los nervios desde que habían empezado a moverse por ellos mismos. No estaba nada mal para ser la primera vez, tal vez pudieran seguir adelante sin demasiados problemas.

Evito pisar el roto del caos que hay en la cocina e intento discernir donde pudieran estar guardados los alimentos todavía aprovechables en aquel lugar

No me quejo del sistema, solo señalo algo que me parece gracioso. Aunque también es cierto que contra todo pronóstico al final no hemos sido los humanos los que lo hemos jodido todo. Solo quería relajar un poco la situación Julia tiene razón, mi humor esta un poco alterado con todo este... este caos, solo eso.

Lucius, antes de entra en la cocina, ha recogido alguno de las llaves de las habitaciones del hotel (27, 28, 32 y 33 para ser exactos). Mientras tanto, Margaret se ha limitado a buscar por la cocina algo que pueda serles útiles. Afortunadamente, veis bastantes suministros por el suelo y alguno de los estantes: el lugar había sido abandonado precipitadamente como para saquearlo. 

-Deberíamos coger lo que podamos, no sabemos cuándo encontraremos suministros tan fáciles como estos.

-No quiero molestar, pero no creo que la situación sea diferente en cualquier otro lugar. Esta mañana la ciudad estaba llena de vida, hay miles o millones de restaurantes en esta ciudad. Yo creo que sería mejor ir poco cargados. Será menos esfuerzo y nos moveremos más rápido y sigilosamente.  Que no digo nada en contra de llevar unos snacks y algunas latas para por si acaso, y algo de agua embotellada, pero no iría cargado. 

Por cierto he cogido en recepción unas cuantas llaves de habitaciones, si queréis ir a echar un ojo.

-Estoy hablando de agua y frutos secos, no de coger refrescos. El agua nos mantendrá hidratados si tenemos que escondernos en un sitio y no podemos salir, igual que los frutos secos tienen un gran aporte calórico respecto a su peso.