Partida Rol por web

The Last Blade

Capítulo II: Enfermedad

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07/10/2011, 20:21
Director

Lee escuchó a su espalda la voz de Akari antes de perderse entre los matojos oscuros. En un momento, la muchacha le dio alcance, subida sobre una grulla etérea de color violáceo claro. Ambos se esforzaron por no hacer ruido, mientras sorteaban troncos y matorrales, acercándose a la luz anaranjada con cada paso.

Después de un par de minutos de marcha, llegaron a la linde del bosquecillo. No salieron del refugio de las ramas, pero pudieron distinguir al fin el pueblecito del que había hablado el conductor de la carreta. En efecto, algunas de sus casas estaban envueltas en llamas, y podían escucharse gritos y lamentos atenuados por el crepitar de las grandes lenguas de fuego.

¿Más espíritus, bandidos... o quizá un simple incendio fortuito? Desde donde estaban, no podían ver más.

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08/10/2011, 02:11
Akari

Aparta un poco las ramas para poder ver... quizá si envía a uno de sus shikigamis pueda descubrir alguna cosa. Saca un papelito pequeño en forma de monigote y le invoca... es pequeñito, no como los que atacaron su ciudad.

-Ve y dime que ves - murmura, mientras deja que flote en el aire y se aleje de alli.

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08/10/2011, 09:50
Juzoh

Secándose el sudor de la frente (madre mía, qué calor hacía allí), Juzoh miró con una sonrisa al niño.

- Akari es mi hermana pequeña, y el otro... - se notó claramente los sentimientos que profesaba el gigantón por Lee, porque frunció visiblemente el ceño - Es un monje que nos acompaña. Hacemos un viaje para salvar a una persona muy importante.

Luego desvió la apatía con otra sonrisa y posó la manaza sobre la cabeza del chiquillo.

- Tenemos que vigilar, ¿vale? No podemos permitir que algún bandido nos ataque - y acto seguido, revolvió su cabello, juguetón.

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08/10/2011, 13:52
Lee

Observo a la sacerdotisa con cara de  ¿que estás haciendo?, y trepo con cuidado a un árbol por el cuál moverme para acercarme y ver mejor la situación, sin exponerme innecesariamente.

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08/10/2011, 14:31
Akari

Frunce el ceño mirando al monje por la mirada que le ha lanzado. Al menos podría ser un poco más amable, no?

-Estoy intentando averiguar que pasa con mis métodos - murmura, enfadada.

¿Quién se ha creído que es? Ella intentando ser amable y buena y el la trata como una loca o algo así.

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09/10/2011, 19:25
Lee

Volteo extraño a ver a la sacerdotisa. En definitiva, esta gente además de extraña, parece entre otras cosas, molestarse ante la curiosidad de otros. Pienso en el niño y su padre, y ahora en la sacerdotisa; en definitiva, una lastima, hay tanto que podríamos aprender... pero...

-Tsh.. -digo para indicar silencio. -¿Podías detectar si hay algún espíritu maligno?

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12/10/2011, 21:47
Akari

-Es lo que estoy intentando... para eso he mandado a mi shikigami... para que observe de cerca.

Mira hacia las casas en llamas... espera que no haya nadie dentro o serán culpables de no ayudar a esa pobre gente y seguro que eso no le gustará ni a su hermana ni a su padre ni a nadie que la conozca.

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14/10/2011, 12:06
Director

El papelito que Akari sacó tenía la forma de su amigo Hagure, un shikigami que siempre la acompañaba adonde iba, pero más pequeño. Asintió con su pequeña cabecita picuda y se alejó volando. Akari y Lee observaron cómo se aproximaba a las llamas del pueblo y vieron que le costaba avanzar debido al aire caliente, pero poco a poco se fue perdiendo de vista.

El fuego sería una dura prueba para el papelito... Cualquier chispa podría reducirlo a cenizas en poco tiempo, pero aún así pareció que todo había ido bien, porque regresó al cabo de unos minutos, sólo un poco chamuscado. Se dirigió directamete a Akari y sin hablar, le transmitió lo que ocurría.

Al parecer había unas extrañas personas en el pueblo. Parecían humanos, pero sus ojos desde luego no lo eran. Tenían un resplandor rojizo, y se movían de manera extraña, al igual que sus cuerpos. Despedían fuego por la boca, y con él habían quemado casi el pueblo entero, además de a muchas personas que no sabían como defenderse. Muchos habitantes habían huido.

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14/10/2011, 12:12
Director

Pasaron algunos minutos desde que Akari y Lee se habían internado en la oscuridad. La familia estaba muy nerviosa, y el conductor cada vez era más partidario de reemprender la marcha.

- Debemos irnos, es peligroso permanecer aquí -decía-. Ese fuego no puede ser nada bueno...

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14/10/2011, 16:24
Juzoh

Ceñudo, miró al carretero con la mirada fija y desafiante.

- ¿Han avanzado para preveniros sobre un posible ataque, yo me quedo para protegeros por si es una emboscada, y quieres irte? ¿Piensas dejarnos tirado, carretero?

Juzoh se alzó todo lo grande que era y miró al tipo con los brazos cruzados. Si bien empezaba a hacer frío y estaba ligeramente preocupado por lo que pudiera pasarle a Akari, no iba a marcharse en absoluto.

- Podemos ir avanzando, sí. Pero a paso lento, y así nos podremos acercar al fuego y estar más cerca de nuestros compañeros. ¡Pero nada de alejarnos!

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14/10/2011, 23:13
Lee

Entorno mis ojos y aprieto con fuerza el bastón. Como monje, no es solo mi deber llevara las palabras de Buda a las tierras mas lejanas, si no también regresar a esos Ashura de regreso al infierno del que vinieron.

Sin meditarlo mas veces salto de mi rama y avanzo a toda velocidad hacía el pueblo en llamas.

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14/10/2011, 23:15
Akari

-Espérame!!

Sale corriendo tras el monje para enfrentarse con esos seres humanoides que escupen fuego por la boca. Seguro que son su poder sagrado puede devolverlos al lugar del que han venido, aunque con las casas no podrá hacer nada.

Mira a su shikigami, algo chamuscado.

-Busca a mi hermano y explícale la situación!

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29/10/2011, 17:55
Director

Aunque el conductor del carro no parecía estar muy conforme con la postura de Juzoh, no parecía hacerle ilusión discutir con un gigante de dos metros de alto por uno de ancho armado con una porra de metal tan alta como él mismo. Sin embargo, se notaba que ya no le hacía tanta ilusión haberles aceptado como pasaje...

Justo cuando estaban a punto de ponerse en marcha, Juzoh vio algo pequeño que se acercaba de la dirección en que Lee y Akari había desaparecido entre los matojos. Era algo pequeño y blanco, que venía revoloteando por el aire, describiendo amplias curvas, como una hoja recién caída de una rama y arrastrada por el viento.

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29/10/2011, 17:58
Director

Sin perder tiempo, Lee y Akari se lanzaron a la carrera hacia el pueblo. El calor empezaba a ser asfixiante, y los trocitos de paja ardientes flotaban en el aire, como siempre que una aldea se incendiaba.

Los gritos de la gente y el crepitar de las llamas se hicieron más intensos, y Akari y Lee pudieron distinguir con toda claridad el sonido de unas risas que helaban la sangre, a pesar de la proximidad del fuego. Llegaron a la esquina de un edificio de madera y tela, que aún no había prendido del todo, y observaron. En efecto, allí estaban los seres, y eran como el pequeño shikigami de Akari había descrito. Exhalaban un aliento abrasador, con el que apuntaban directamente a las casas y las convertían en bolas de fuego rojo brillante. Había cadáveres calcinados en el suelo, pero otras personas continuaban con vida, aunque los seres no les dejaban escaparse y parecían divertirse con su sufrimiento.

Akari y Lee tendrían que decidir cómo actuarían, si es que había algo que pudieran hacer contra seres tan terribles.

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29/10/2011, 18:02
Director

Notas de juego

Tras un período académico bastante estresante, aquí me teneis de nuevo... A ver si me dura un poco la calma. >_<

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30/10/2011, 20:03
Lee

-Sacalos de aquí joven sacerdotisa. Yo los distraeré.

Doy rodeo para situarme cerca de la espalda o el costado de esos seres (lejos de Akari), y aumento mi velocidad para correr brevemente sobre una pared, saltar y dar un poderoso golpe de bastón en la nuca u hocico de la mas cercana de las criaturas.

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31/10/2011, 07:33
Juzoh
Sólo para el director

Satisfecho porque los viajeros estuvieran conformes con sus deseos, Juzoh sonrió ampliamente y avanzó frente a la comitiva, ajeno al malestar que pesaba sobre el carretero. Tales sutilezas a menudo se le escapaban. Además, hacía tiempo que no se echaba un buen plato de algo ligeramente comestible a la boca, y el estómago le rugía. ¿Cuánto tardaría en preparar algo rápido mientras avanzaban?

Mientras hacía sus cábalas, percibió un destello en la lejanía. Un objeto blanco y pequeño que bailaba con el aire, y ¡maldita sea, si eso no era uno de los pequeños espíritus de su hermana, él estaba loco! Comprobando que detrás de los viajeros no se acercaba nadie con un ligero vistazo, avanzó hacia la hoja de papel danzante...

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31/10/2011, 10:44
Director

El pequeño objeto volador se aproximó rápidamente a Juzoh. Cuando estuvo más cerca, este pudo comprobar que, efectivamente, era un papelito con forma humana. Estaba un poco chamuscado, pero entero. Juzoh lo cogió y el papelito empezó a hablar.

- Akari me manda a decirte que hay problemas en el pueblo -comenzó apresuradamente-. Hay una especie de espectros que lanzan fuego y están asesinando a los habitantes. El sacerdote Lee les está atacando y Akari va a ayudarle, pero no sé lo que va a pasar... parecen terribles.

Y se quedó callado, mientras Juzoh podía distinguir claramente gritos humanos en la lejanía, mezclados con el crepitar de las llamas.

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31/10/2011, 10:47
Director

Antes de que Akari tuviera tiempo de dar una réplica a Lee, este se alejó velozmente y de un par de saltos, se plantó tras su enemigo. Ignorando por completo el sofocante calor, atacó. Habría sido imposible para los monstruos verlo venir, y más cuando todos ellos se concentraban en hacer sufrir a los aldeanos.

Notas de juego

Les pillas completamente desprevenidos. Ya que atacas con el bastón, Armas Cuerpo a Cuerpo + Fuerza.

Utilizan Defensa sin Armas = 21.

Suerte con ellos, porque son durillos de pelar. xDD

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31/10/2011, 11:25
Juzoh
Sólo para el director

La aguda voz del espíritu que había enviado su hermana se le clavó como un hierro candente, pero pronto la molestia se desvaneció cuando escuchó lo que tenía que hacer. ¡Akari estaba en peligro! Iba a salir corriendo, pero antes cogió el papelito y, con aire arrogante, lo puso frente al grupo.

- ¡Acompáñalos! ¡Si les ocurre algo, no dudes en avisarnos! - luego se giró al carretero, y con pose heróica, alzó el brazo marcándo músculo y añadió - ¡Continúen el camino! ¡Estarán a salvo ya que el problema está en el pueblo cercano!

Con un rugido de combate que resonó en el valle, salió corriendo en la misma dirección que habían tomado el monje y su hermanita.