Partida Rol por web

Thalassa no espero demasiado. En cuanto Langley se dio la vuelta, corrió y saltó, aterrizando justo a su lado.

-Ha sido sencillo, pero no me gustaría tener que volver a saltarla -comentó, girándose hacia los dos que aún debían saltar.

-Sargento, puede ir lanzándonos las mochilas, si quiere, antes de saltar usted -le gritó.

Eh, Ford, tranquilo ... -le susurró acariciándole el brazo. Aunque a decir verdad ella también se había visto sorprendida, aunque luego se pasease como Pedro por su casa.

¿Qué es eso? -le preguntó apoyando su cabeza en el hombro del hombre, leyendo por encima las palabras del enigma-. Necesitamos ayuda urgente, el doctor continúa desaparecido; así como la mitad de la guarnición. Cualquiera de nosotros podría ser una imitación. No nos fiamos de nadie.

Tras finalizar su lectura, Vicky sintió un escalofrío que le recorría toda su espina dorsal.

Tenemos un problema si esto es cierto... El causante de todo esto estropicio, es un ser con la capacidad de adoptar la imagen y semejanza de un humano. Es decir, podrías ser tú, podría ser yo o, incluso, los demás que ahí estaban con nosotros. Incluso la pilotitos... -se acarició la barbilla sin apartarse del hombre-, ¿cómo coño podemos saber si alguien es o no de fiar?

Vicky cogió el walkie y habló por él:

Aquí Victoria Hasan junto con el ingeniero Michael Ford, ¿me reciben? Hemos hallado una nota en la que se nos comunica lo siguiente:

Necesitamos ayuda urgente, el doctor continúa desaparecido; así como la mitad de la guarnición. Cualquiera de nosotros podría ser una imitación. No nos fiamos de nadie.

Cambio y corto. 

Se aseguró que la linterna de Henricks funcionara, de que las provisiones estaban bien aseguradas y que la herida seguía bien tapada. No le gustaba la idea de dejar un hombre atrás, pero aquel soldado parecía duro de narices. Podría aguantar hasta que regresaran. Brochard vió como el resto de la comitiva saltaba, uno tras otro hacia el otro lado de la grieta sin mayores complicaciones. Incluso Langley, con un tobillo fastidiado, la había sorteado sin mayor complicación. Saltó Bright, lo que le indicó que era su turno.

- Suerte sargento...

Y suerte para mí también

Tras tomar un par de pasos de carrerilla, el doctor saltó por la brecha sitiendo como el viciado aire del túnel cortaba sus mejillas. Instantes después, su pie se apoyó con alguna que otra dificultad, haciendo que una mueca de terror se dibujara en su cara. Cómo el fotograma de una vieja película, la situación de la escalera de acceso volvió a pasar por delante de sus ojos. Pero por desgracia, Ford no estaba aquí para agarrarlo.

Quiso la fortuna que el peso de su cuerpo se inclinara hacia el lado correcto, cayendo de rodillas sobre el suelo. Suspiró aliviado, mientras se incorporaba y sacudía el polvo de sus piernas. No sabía cómo coño lo había conseguido.

- Su turno McQueen, ¡que se noten esos años en campamentos!

Se colocó algo cerca de la grieta, pero fuera de la trayectoria del salto. Si algo iba mal, quizá podría echar un cable.

El walkie del sargento emite un chasquido y comienza a emitir sonidos discontinuos.

Aq....toria....san....on...ing.......chael Fo..,....ecib...? Hem.....llad........not.....la q... s...os.... com....ca....guient...:

...........tamos..yud......urg....., el ....octo.....cont.....desap......do..................a mitad........la......arnic..... Cualq.... de .....otros pod......er.....imitac..... No nos..... fi.....d.......adie.

Cam.......y .....rto. 

La mano de Victoria sobre mí antebrazo me procuró algo de calma que agradecí con una tímida sonrisa-Gracias, perdóname, pero es que no tengo tanto aguante a este tipo de sangrías, estoy acostumbrado a ver sólo las pelis gore- contesté intentado bromear con cero éxito-Bueno sigamos con esto..-dije concentrándome en la máquina Enigma.

Cuando desgrané por completo el mensaje Verónica lo leyó en voz alta y yo en silencio, al terminar de hacerlo sentí como se me herizaban los pelillos de la nuca y nos miramos mutuamente.

Cita:

-¿Tú crees que puede ser cierto Víctoria? Parece de película de ciencia ficción-comenté pensativo moviendo la cabeza afirmativamente-Aunque no me parece descabellado, los nazis hicieron infinidad de experimentos con humanos y animales, a saber qué clase de engendros crearían aquí dentro- mascullé con desagrado.

-Si lo que dice ese mensaje es cierto, estamos todos en peligro, no sabemos si se puede transmitir por el aire o contacto, si es un virus o una criatura...de momento y por lo poco que sabemos lo único que podemos hacer es vigilarnos mutuamente y no quedarnos a solas-aseguré.

Me mantuve en silencio mientras Victoria hablaba por el walkie-Visto esto ¿Crees necesario buscar algún arma? Aquello que halla hecho tal sangría, precisamente amigable no es...- comenté con cierto nerviosismo para luego mirar la puerta ante nosotros-¿Seguimos adelante?- pregunté.

Friedrich arrugó el ceño mientras escuchaba aquellos sonidos discontinuos, creyendo escuchar algunas palabras sueltas.

-Es Ford -dijo el historiador, dirigiendo una mirada extrañada a sus compañeros-. Al menos, parece que tanto él como la señorita Hasan siguen vivos. ¿Alguien ha podido entender lo que dicen? -Pese a que había creído oír algunas palabras concretas, prefería escuchar primero las opiniones de sus compañeros, poco seguro de lo que había entendido.

Entonces dirigió una mirada a McQueen. El sargento era el único que faltaba por saltar la grieta, dado que Henricks no parecía en condiciones de lograrlo por su propio pie.

-¡Vamos, sargento! -indicó Friedrich, en tono grave-. ¡Usted puede hacerlo!

Si lo que dice ese mensaje es cierto, estamos todos en peligro, no sabemos si se puede transmitir por el aire o contacto, si es un virus o una criatura...de momento y por lo poco que sabemos lo único que podemos hacer es vigilarnos mutuamente y no quedarnos a solas

Me parece perfecto  -comentó llevándose la mano al cabello-, pero... vuelvo hacer hincapié, ¿cómo sabemos que somos nosotros y no un ser que ha adoptado nuestra forma? Una palabra clave, algo identificativo de nosotros...

Tras finalizar el mensaje de walkie, Victoria asintió con la cabeza.

Te diré una cosa -le cedió la linterna , para que le alumbrase a ella. Victoria se remangó la camiseta hasta la altura de sus costillas-.

 Tengo una cicatriz debido a un accidente que ocurrió siendo pequeña, mientras mi familia huía de la guerra. Sólo lo sé yo, Victoria Hasan, agente 005, cuyo nombre en el pasado fue... Eara Okoye.

Se bajó la camiseta.

Bien, ahora es tu turno.

Por fin la radio comenzaba a sonar, pero con mala suerte de que lo que decían se oía entrecortado y con mucha interferencia, vuelvo la mirada hacia Kleist y frunciendo el ceño y un tanto preocupada respondo, -si no estoy mal y mis oídos me engañan, logre entender: necesitamos ayuda urgente-.

Paso la mirada entre los demás, en especial me quedo a la espera del sargento para que pasara hasta donde estamos, según parece la base no está del todo vacía o algo de lo que aún no nos han contado, habita estos túneles y no es nada amistoso.

Cita:

Giré la cabeza hacia Victoria y fruncí el ceño pensativo-Si te soy sincero no tengo ni idea, mediante análisis complejos no, aquí no hay material para ello, quizás si...- entonces se levantó la ropa enseñándome su abdomen callandome al instante.

Cita:

Me quedé mirándola durante unos segundos, la cicatriz, su cara, sus ojos, su cicatriz de nuevo y carraspee-Vaya..menuda pedazo de cicatriz, lo siento mucho Victoria..-dije con voz apagada, era cierto que había conseguido información confidencial sobre ella, había tenido una infancia dura, pero lo de la cicatriz y el nombre, ni rastro, era algo extremadamente personal y que ella lo compartiese conmigo, significaba depositar su confianza en mí.

Cita:

-Esta bien, me toca-me remangué la ropa de mi brazo derecho mostrando una larga cicatriz.

-Siempre me han gustado los superhéroes, ya lo sabes, cuando era chaval de siempre mi favorito era Ironman pues bien. Teníamos un árbol centenario en casa con una pequeña casita en ella donde mi mejor amigo Dani y yo jugabamos, un día tuve la fabulosa idea de colgarme por una cuerda pensando que era él, pero mi mano resbaló y caí a plomo sobre mi brazo con todo el peso. ¿Resultado? cúbito y radio rotos por dos sitios diferentes-dije con una sonrisa-Y por cierto a modo de broma yo le llamaba Capi y él a mí Tony, eso nadie lo sabe salvo él y mis padres-la miré cómplice haciendo tal confesión, mientras volví a cubrirme el brazo-Creo que tenemos ventaja sobre esa cosa, pero no dejaremos de vigilarnos igualmente-dije mirándola fijamente-Ese...lo que sea no nos va a vencer. Te lo promete un Vengador- sonreí.

McQueen esperó a que todos saltasen. Quedaba solo él, miró por última vez a Henricks y se disponía a saltar cuando el walkie talkie sonó en la mano de Henricks, eran Hasan y Ford. Rápidamente corrió hacia él y cogió el aparato

-Aquí McQueen, ¿me reciben?, repitan por favor, estamos intentando encontrar un camino que nos lleve hasta ustedes, ha habido derrumbes, ¿me reciben?

Era perentorio continuar

-Henricks, muchacho, me temo que me llevaré el aparato, en cuanto encontremos a Hasan y a Ford volveremos a por usted otra vez.

Ante los comentarios de sus compañeros asintió

-También me ha parecido entender que necesitan ayuda, pero además que han encontrado algo y creo que no nos fiemos de nadie, ¿es posible?

McQueen había estado en situaciones similares, en que la comunicación era difícil y tenía que "adivinar" lo que decía el otro interlocutor, pero no era una habilidad exacta.

-Tenemos que encontrarlos ya, Henricks, aguante, vendremos pronto por usted, dispare si pasa algo, y crucemos los dedos para que no se derrumbe el techo encima suyo

Se dispuso a saltar, comprobó la distancia y tras sonreír corrió pero a duras penas cogió carrerilla, saltando sin problemas. Al llegar al otro lado pasó su mano por la gorra de la visera y se puso al frente

-¡Adelante!, la parejita feliz nos esperan

El grupo recogió sus cosas, se despidió de Henricks, que se quedó esperando al otro lado de la grieta, y continuó caminando entre las sombras. Las linternas alumbraban lo suficiente, pero nada de lo que había allí dentro les daba ninguna confianza. Cuando llevaban algunos metros recorridos, apareció una nueva bifurcación y una nueva decisión a tomar: seguir recto, o torcer a la izquierda.

Al poco de seguir caminando una nueva bifurcación

-¡Maldita sea!, en fin, es lo que hay

Cogio el mapa que había dibujado Bright e intentó orientarse

-Creo que a la izquierda nos llevará en paralelo a la enfermería, si es así tal vez encontremos otra bifucarción que nos lleve al túnel por donde fueron Hasan y Ford y podamos encontrarlos. Así que propongo la izquierda, ¿que opinan ustedes?

Friedrich se cargó una de las mochilas con equipo a la espalda y decidió seguir al sargento a través de los pasillos, deteniéndose frente a la bifurcación.

-Izquierda estará bien -comentó el historiador, pensativo-. Al fin y al cabo, parece que estaremos aquí mucho tiempo, por lo que si llegamos a otro callejón sin salida, siempre podemos torcer luego al camino recto.

Recordó entonces parte del mensaje que les habían transmitido la señorita Hasan y el ingeniero.

-Hay cosas del mensaje de Hasan y Ford que no comprendí, pero estoy seguro de que lo que estaban intentando decir al final era: "Cualquiera de nosotros podríamos ser imitaciones. No nos podemos fiar de nadie" -indicó, un tanto pensativo-. Aunque, para mí, ese mensaje no tiene sentido. ¿Imitaciones? ¿A qué diablos estarían refiriéndose?