Partida Rol por web

- Hola pequeña, dijo Neithos mientras observaba a la criatura. Hablas muy bien el comun para ser una recien nacida, asi que no lo es tanto, pensó el mago para sus adentros.

- Tienes algun recuerdo más, Neithos hace una pausa. Te suena algo de un elfo de cabellos blancos y una cicatriz que cubre su ojo derecho ?

Felix asintió a Tachi.

- Habla el idioma silvano, conocido por todo druida que se precie como tal - informó a la "pinja" embutida en su pinjama -. Y creo que ha comprendido tu nombre y que, en efecto, eso es agua que le ofreces - dijo con divertida condescendencia a la mujer mientras dejó que la pequeña criatura bebiera si así lo deseaba.

- Dice llamarse "Mi" y que ha adoptado ese nombre ya que oyó ese nombre de una voz femenina externa poco antes de despertar. Vamos, hace unos instantes si mal no he entendido. Se pregunta si fuiste tú quien la nominaste así ya que eres mujer y la única con voz femenina. O incluso puede que tu voz le resulte familiar - le comentó el joven, a pesar de que lo dudaba seriamente: él había estado presente en todo momento ante el corazón del bosque y no recordaba que Tachi empleara esa palabra de manera enfática hacia la larva. Sí había pretendido llamarla Azula después que hubo nacido. Esperaba que con eso la niña no hubiera interiorizado el nombre y lo reconociese como propio, con algún tipo de consciencia pasada. "Mi nombre", pensó inquieto el joven poniéndose en el lugar de la criatura con todas las asunciones posteriores. Y de ahí Mi. 

Que esa criatura fuera Azula sonaba a disparate, pero la leyenda de los héroes de la guerra pasada contaba como esta se les presentó como una criatura inocente y bondadosa que posteriormente "despertó" su maldad, causando grandes desastres. Felix no quería pensar en esa teoría peregrina, pero si hacía caso a las palabras de la criatura, que había oído su nuevo nombre poco antes de despertar... solo el nombre de Azula se acababa de nominar por parte de Tachi y no ningún pronombre posesivo. Además la reencarnación era algo comúnmente aceptado por los guardianes de la naturaleza.

¿No será posible que...?

- Dime, Mi... ¿Te dice algo el nombre de Azula? - preguntó mientras la observaba con detenimiento, muy atento a sus reacciones

Tachi le frota la cabeza con cariño a Mí

"Es una recien nacida. Algo que ha salido del corazón del bosque"
"Usted es más sabio que yo, mi señor Félix. Simplemente he creido siempre que los bosques no albergan ni bien ni mal: De ellos pueden salir ambas cosas"

"Y si Mí ha nacido del corazón del bosque, por muy lleno de pozoña que estuviese, ella merece una ocasión de ser un ser del bien, o del mal"

La pobre de Tachi está sintiendo en sus carnes el límite de la comprensión idiomática. Al final va a tener que invertir en clases de idiomas ¡Y mucho!

"¿Es el sylvano el famoso lenguaje secreto de los Druidas?" dice la pobre, ignorante de tantas cosas

Mi mira extrañamente a Tachi pero sonríe y acepta el agua que bebe con gusto mientras sigue con los ojos la conversación en otro idioma que no comprende hasta que Félix le vuelve a preguntar algo.

- No conozco ese nombre - responde mientras sonríe con gusto cuando Tachi le frota la cabeza - No conozco nada aparte de mi nombre y vosotros.

Cuando Tachi la deja en paz de nuevo Mi mira a su alrededor por primera vez y ve de lejos el bosque que se aleja, los prados de alrededor y por ultimo el caballo donde está montada y mira a Félix de nuevo.

- Este paisaje no me resulta familiar, pero me pregunto porque puedo hablar - dice ladeando la cabeza - Sabéis vosotros de donde vengo?

Felix negó con la cabeza ante la pregunta de Tachi.

- No. El silvano es el lenguaje de los seres afines a la naturaleza, de origen élfico. Los druidas poseemos otro idioma que solo empleamos entre nosotros - explicó a la mujer en idioma común.

Después volvió su atención a Mi. No respondió con estímulo alguno al oír la palabra Azula, pero cuando esta afirmó que el entorno arbóreo le era desconocido la intranquilidad de Felix aumentó. Un espíritu del bosque, se presupone, debiera ser afín al entorno que le da vida... pero Mi no sentía vínculo con aquello. 

- El Corazón de este bosque, el Bosque del Lobo Gris, te ha dado a luz recientemente ¿Y dices que no te es familiar? - preguntó incrédulo en idioma silvano -. Interesante.

Y preocupante.

- El que puedas hablar el silvano con fluidez posiblemente se deba a la sabiduría que el Corazón del Bosque te ha podido otorgar, al igual que entiendas conceptos propios de adultos. Se te ha otorgado un conciencia con conocimientos previos - teorizó el druida.

Si realmente ha sido el Corazón del Bosque y no los rituales mágicos del tal Tharlatos...

Pero no mencionó nada de esto último al pequeño ser y siguió tratándola con amabilidad.

Cabalgando tranquilamente por el prado, aguantando levemente el sueño y el cansancio que ya empiezan a hacer presa de ti tras pasar la tensión del momento ladeas tu cabeza para mirar a tus compañeros y te fijas que Tachi y Felix están hablando con la niña que parece estar despierta y bastante habladora.

-Creo que lo del nombre no es una prioridad ahora mismo, preferiría pensar en donde acampar antes de llegar o en que nos vamos a gastar nuestra recompensa.-

Mi gira la cabeza para ver como otra de las personas se acerca a ella en caballo. Al principio se siente atraída por los blancos cabellos y la pálida tez de Neithos ya que es su primera vez viendo a un elfo aunque sale rápido de su ensoñación cuando se dirige a ella.

Mi intenta recordar algo pero ladea la cabeza de nuevo y se remueve un poco en el caballo para encontrar una posición cómoda mientras se agarra a Felix para no caerse.

- Félix ha dicho hace nada que es posible que sepa hablar silvano porque el Corazón del bosque me haya otorgado la capacidad, no es que esté recordando cada palabra o que necesite hacer esfuerzo, solo sé. - Mi se gira un poco para volver a mirar a Neithos. - No recuerdo nada antes de haberme despertado aquí, excepto una voz femenina que me dio nombre. No conozco a nadie con esa descripción.

La pequeña pone una cara rara y se lleva una mano a la tripa y mira a Felix con una mezcla de cara de pena y malestar - Tengo hambre. Donde podría comer algo?

Casi sin daros cuenta debido al cansancio habéis recorrido el camino de vuelta hasta Nueva Rondar. El sol ya posa bien alto sobre el cielo y a lo lejos se divisa a la perfección las blancas casas que se levantan alrededor del crater junto con los arcoiris que forman las cascadas de alrededor de la ciudad. Apenas falta un rato para llegar a la ciudad y poder reposar y encontraros con el Rey de nuevo.

Felix sonrió a la pequeña dejando que se acomodara en su regazo y buscó algo en su bandolera.

- En Nueva Rondar podrás comer lo que quieras, pero por ahora puedo ofrecerte algo - respondió a la criatura azul en lenguaje silvano.

Allí extrajo un pequeño saco. No había gran cosa: frutos secos, pan y un poco de queso. Dejó que Mi hurgara en su interior y probara lo que había. Al ser todo nuevo para ella tal vez habría cosas que le agradaran y otras que no. Con cierto interés observó como la niña cogía diversos alimentos y los olisqueaba. A la par llamó al piel verde para que se acercara.

- Grog, ¿Tienes algo de carne entre tus viandas? Si es así pásame un pedazo - pidió al orco en lengua común, no portando él carne. Algo atípico y por lo general rechazado por los druidas en su dieta diaria, salvo casos excepcionales.

Esto va a ser interesante, pensó mientras las monturas entraron en la cuenca donde, a lo lejos, se perfilaban los brillos del blanco mármol de Nueva Rondar, con tonos rojizos debido a la luz del atardecer, y el destello del agua que la recorría.

Miré al druida con cara extrañada. No es como si fuera un problema el darle carne, pero me parecía extraño que me pidiera el carne, aunque fuera para el ser aquel. Pensaba que lo haría obligado a comer hierva quisiera o no y que nos empezaría a dar una charla sobre los beneficios de la vida verde mientras tomaba pociones de suplementos.

-Si, creo que me queda algo de carne que conseguí de aquel mercader...-busqué en una bolsita y saqué un trozo carne seca y salada, aunque en buen estado, y se la lancé-. Toma, a ver que opina.

Felix guiñó el ojo al orco en señal de gratitud y complicidad cuando cogió al aire el pedazo de carne envuelto que el piel verde le lanzó. A la par lanzó una mirada significativa, expectante, a Neithos. Principalmente porque podría ser alguien con conocimientos y dependiendo del comportamiento de Mi él podría ser capaz de llegar a las mismas conclusiones que el druida. Posteriormente centró su atención en la pequeña.

- También, si quieres, puedes probar carne - dijo en idioma silvano y en común después para que todos comprendieran. Y tras dejárselo junto al resto de viandas, observó con interés el comportamiento de la pequeña criatura.

Mi coge la bolsa de Felix y empieza a olisquear todo lo que hay dentro, pegando pequeños bocados al principio pero inmediatamente comiendo todo vorazmente. Cuando Grog le pasa la carne a Felix y Mi la olisquea pone una cara de poco entusiasmo que se confirma tras darle un mordisco y negar con la cabeza diciendo que es un sabor demasiado fuerte para ella.

Tranquilamente y a buen ritmo por fín os aproximais a la ciudad y cruzáis rápidamente el puente que da acceso al castillo donde un soldado os indica con la mano que paréis.

Se aproxima con una sonrísa bien visible bajo el casco:

- Nos han llegado las noticias de la recuperación del bosque y barcos abandonando la costa! - dice muy entusiastamente antes de recobrar la compostura - Ejem - se aclara la garganta - El Rey os espera en sus aposentos. Id sin falta héroes.

La ultima palabra la dice con bastante apremio y excitación, parece que la noticia se ha esparcido rápidamente por el castillo y la fama del grupo ha subido como la espuma por la ciudad que después de tanto sufrimiento recibe una buena noticia con los brazos bien abiertos.

En las caballerizas os toman los caballos y el pequeño pony que lleva a Kinogmo y una joven sacerdotisa en unas túnicas blancas os da la bienvenida calurosamente mientras os invita a seguirla y os conduce por el castillo hasta la entrada de los aposentos, donde ya habíais estado con anterioridad. Tome por el contrario decide irse por su cuenta a la ciudad diciendo que tiene mejores cosas que hacer y sin esperar ni un segundo se dirige a la puerta principal del castillo sin preguntar ni esperar contestación de nadie, algo habitual en su forma de ser.