Partida Rol por web

Anthony agito el cuerpo de Emmett descubriendo que el recio granjero de Massachussets seguía vivo. No había recibido ningún balazo y parecía totalmente ileso, solo un poco desorientado.

Siguiendo las intrusiones de Anthony, Emmett avanza arrastrándose hacia la línea alemana al igual que otros muchos soldados. Alguno de ellos, animados al escuchar que las ametralladoras alemanas se habían silenciado, se levantaron y corrieron sin cobertura alguna. Uno de estos hombres pasa a escasos diez metros del granjero sonriendo, seguramente estará pensando que la peor parte del asalto ha pasado y que sobrevivirá otro día, pero acto seguido se escucha una sorda explosión y donde antes estaba el hombre sonriente ahora solo hay una nube roja. ¿Qué habrá pasado? ¿Una granada, un disparo de artillería, una bomba sin detonar… ? Una cosa es segura, y es que no vivirá otro día para contarlo… Anthony que iba un poco mas adelantado que Emmett no vio la escena, al girase para comprobar que su compañero seguía vivo solo vio un nuevo cráter humeante.  

En la trinchera se siguen escuchando los disparos discontinuos de los rifles y los gritos de los heridos. El alemán que había salido a recibir a sus nuevos invitados recibe una generosa ración de plomo. Los disparos le destrozan el cuerpo y muere mucho antes de tocar el suelo. Detrás de él, la cortina de tela marrón se mueve dejando entre ver un cuarto oscuro de paredes forradas de madera.

El cabo pide granadas de mano pero su petición se pierde por los ramales de la trinchera sin recibir una respuesta satisfactoria. Habría que entrar solo con los rifles.... 

No han distribuido granadas de mano. ¡Pero quien ha organizado este ataque! Si hace ya siglos que hay granaderos, bueno aquí en Europa. En las Guerras Indias y en nuestra Guerra Civil no las usamos. Debe ser uno de esos generales que se lamenta porque hemos sustituido nuestros “inmejorables” Winchester 73.

Señalando la abertura antes tapada por la manta de camuflaje. – Se acabo el permiso volvemos a la guerra, seguidme muchachos. Vigilar no hayan dejado trampas caza bobos, mirar donde ponéis los pies que son necesarios para bailar con las chicas. – Les digo mientras atravieso la manta con el viejo Gus preparado dejando sitio a los miembros restantes de mi pelotón.

Milagrósamente estoy en la trinchera gracias a la ayuda de Anthony. Me obligo a regresar al presente pegándome dos golpes en el casco, compruebo mi fusil y me dispongo a avanzar por la trinchera poniendome a cubierto todo lo que pueda y vigilando la vanguardia de los mios. 

Mi disparo le da impulso al alemán para hacer una última pirueta y en su caída entreveo la estancia donde se escondía. 

Con mi rifle a punto, entro detrás del cabo. Con una granada nos aseguraríamos la entrada, que ahora puede ser como una caja de sorpresas. Miro muy bien donde piso intentando seguir las mismas pisadas que Grimm.

Como un pelotón de fusilamiento todos los que nos encontrábamos en la trinchera apuntamos y disparamos contra el alemán, nuestros disparos son precisos y su cuerpo cae antes de que se silencie el restallido de las detonaciones. Ahora tenemos el camino expedito para seguir con nuestra expedición.

- ¡Una vez más a la brecha, queridos amigos,
una vez más, o cerremos el muro con nuestros muertos ingleses!.

Con cuidado nos acercamos hasta la lona que cubría el hueco en la trinchera y empezamos a cruzar al otro lado, no era el lugar mas acogedor para entrar, pero había que hacerlo.

El cabo, como un buen mando, entro el primero dando ejemplo a sus soldados; o simplemente era el mas veterano y el que tenía más arrestos del pelotón. Le seguían Matin y James a escasos centímetros. Al apartar la cortina los tres soldados tuvieron que esquivar una mesa cubierta de papeles que estaba en el centro de la sala. No habían entrado en un simple refugio de soldados era un puesto de mando, y el alemán de bigotes hirsutos y pecho cargado de medallas que había al otro lado de la mesa confirmaba la hipótesis. Seguramente sería un Oberst o un Oberstleutnant, o puede que Stabshauptmann… Los galones alemanes parecían todos iguales a ojos de los americanos.

El oficial de unos sesenta años tenía el rostro pálido con grades bolsas grises debajo de los ojos, parecía más un cadáver andante que una persona. El único rasgo distintivo de su belicosa ascendencia prusiana era su bien engominado bigote. ¡Alle sind verflucht! Grito con los ojos desorbitados. ¡Gott hilf mir... die Toten... die Toten! Acto seguido levanto su brillante Luger y se descerrajo un tiro a bocajarro en la cabeza. La suerte quiso que la bala siguiera un ángulo ascendentes, desde la mandíbula a la parte posterior del cráneo, haciendo que la energía del disparo fuera retenida por el caso y la cabeza reventara como una sandía madura.

Encima de la mesa hay montones de papeles y en una esquina hay varios bultos de gran tamaño tapados con una lona. 

Descubrir que Emmett seguía vivo dió ánimos a Anthony y le ayudó a llegar a la trinchera aunque no sin dificultades, vió como volaban a otro hombre a pocos metros y la explosión provocó un leve pitido en uno de los oídos de Anthony.

Cuando llegó a la trinchera junto con los demás observó como daban cuenta de un boche antes de atravesar una cortina que daba entrada a un oscuro agujero.

Se puso en pié y comprobó para su alivio que estaba entero, cubierto de barro y sangre pero al menos no era la suya. 

- Mierda Emmett, esto es una carnicería .- Dijo mientras miraba al soldado alemán que habían abatido sus compañeros. Miró la cortina y dudó antes de entrar. Lo hizo justo a tiempo para ver como un alemán se volaba la tapa de los sesos de una forma exageradamente desagradable pero, por algún motivo, no reaccionó a tal visión, tanto horror lo estaba volviendo de piedra.

Aunque no era un experto con el alemán pudo entender las últimas palabras del suicida. Acto seguido, para distraer su mente y tratar de comprender lo que había oído, hojeó los papeles que había encima de la mesa. También vió unas lonas en el suelo pero no quiso ni imaginarse lo que podrían estar tapando.

Poco después de cruzar la cortina, nos encontramos a una alemán emperifollado de todas las chapas del mundo, esperando a nuestra llegada. Su aspecto no era mucho mas sano que el del cadáver que acabábamos de abatir, empieza a hablarnos en su extraña lengua y antes siquiera de que podamos reaccionar se da un tiro en la cabeza.

- Madre de dios. Me quedo anonadado ante lo que acabo de presenciar. - No creo que sea tan malo ser nuestro prisionero, las raciones son tan malas como las nuestras.

No había tiempo para sentir asco o congoja, solo era una muerte mas en esta maldita guerra, y sin un prisionero para saber donde estábamos tocaba trastear con los papeles de su mesa.

- ¿Algo interesante Parks?.

Mientras el resto investiga, vigilo la entrada del túnel, no conocía nada del alemán y prefería que no nos cazaran en este lugar.

Apunto al mando alemán con mi rifle tan pronto como me percato de su presencia. "Tiene muy mala pinta el hombre. A saber qué diablos les dan de comer a estos desgraciados."  Pero después de decir no sé qué en su idioma se rebienta la cabeza de un disparo. No es tan rara su decisión, y más si la juzgamos en relación a su aspecto y tono de sus últimas palabras. No parecía amenazarnos ni insultarnos (aunque no he entendido ni una de sus palabras), màs bien parecía el último delirio de un loco. En fin, uno menos..

Dejo los papeles para quien entienda algo de alemàn y voy hacia la esquina. Con una mano sujeto el fusil apoyado en mi brazo y con la otra levanto la lona que tapa esos bultos.

"A saber qué habrán dejado aquí eacondido además de un mando enloquecido y su centinela."

- ¿Algo interesante Parks?.

Anthony estaba observando los papeles que había sobre la mesa y levantó la cabeza para contestar a su compañeros y de paso informar al resto. -Entre estos documentos no veo nada extraordinario, notas sueltas, órdenes de rutina... de todas formas me llevaría un tiempo traducirlas hay mucho papeleo aquí, calculo que unos 20 minutos. Lo que si me ha llamado la atención es lo que ha dicho el suicida, "Todos estamos malditos" supongo que da por perdida la guerra o algo así no se... también ha dicho "Dios nos ayude... los muertos... los muertos"... Se le habrá ido la olla, joder casi se me va a mi en ese infierno de ahí fuera.

Una vez nos ve llegar un venerable veterano toma la segunda mejor opción al impedir que su historial militar acabe con que ha sido tomado prisionero. La mejor creo que hubiera sido dispararnos y habría muerto en combate, aunque no creo que nadie se moleste en tomar nota de como a muerto cada uno de los caídos en esta batalla.

No logro entender lo que dice, aunque creo que no son insultos hacia nosotros ya que no nos disparan. Al parecer uno de mis chicos entiende el enrevesado idioma de los boches. – Muy bien Parks recoja todos esos papeles, nuestros oficiales querrán echarles un vistazo. Puede que se gane unos galones si se ofrece a traducírselos.

Al ver a Earl comenzar a levantar la lona me preocupa. – Martin espere ya encontramos un tirador bajo una lona justo delante de la puerta. – Me dirijo hacia allí apuntando con el Viejo Gus a las lonas.

Anthony comenzó a recoger los papeles que consideró más importantes y los envolvió para guardarlos en su mochila junto con sus dos novelas con la esperanza de que la humedad no los dañara.

No lo hacía por los galones, le daban igual los galones pensaba dejar el ejército en cuanto terminara la maldita guerra, pero le servirían para entretenerse si tenía un momento libre y no pensar en los horrores sufridos.

Justo cuando empiezo a subir la lona el cabo Grimm me advierte.

– Martin espere ya encontramos un tirador bajo una lona justo delante de la puerta. – 

Me detengo en seco, de repente nervioso, y me aparto hacia el lado de los bultos. Con el brazo y la mitad de mi cuerpo extendido, aún cogiendo la lona con una mano y el fusil sujetado de una forma poco ordinaria, apuntando y con el dedo en el gatillo, advierto a mis compañeros.

- Chicos, todos atentos. - cuando advierto su atención, vuelvo a tirar despacio de la lona hasta revelar lo que esconde.

Los disparos y los gritos se empiezan a desaparecer del campo de batalla quedando solo los gemidos de los heridos y los gritos autoritarios de los oficiales. La batalla parece estar ganada.

En el interior del refugio Anthony recoge los papeles que parecen más importantes, sobretodo mapas y órdenes de movimientos, dejando las notas menos importantes.

El registrar el refugio encontráis bajo una lona los cuerpos de seis alemanes con sus respectivos uniformes de soldado. Los cuerpos tienen un color grisáceo en su piel y marcas oscuras bajo los ojos y la mandíbula. Los músculos están extrañamente demacrados y la epidermis exterior está seca y escamada.

Me quedo mirando los cadáveres una vez estoy seguro de que están muertos y no como el anterior que se había tapado para ocultarse le pongo el seguro al Viejo Gus y me lo cuelgo al hombro de la correa portafusil.

Qué motivo podía tener para tenerlos aquí, como no sean de familias importantes a los que se los envían para enterrarlos en sus mausoleos no entiendo que hacen aquí.

Miro a mis soldados mientras recojo el resto de documentos. Nunca se sabe las notas podrían ser borradores de planes de batalla u ordenes manuscritas del telefonista.

– ¿Alguno sabéis algo de medicina? No tiene sentido que el puesto de mando de un boche con tantas medallas y entorchados lo usarán de depósito de cadáveres, debe haber algún motivo para que estén aquí.

Tras la revisión de Anthony de los papeles hay un par de cosas que podrían ser interesantes, pero que tendrían que ser revisadas por el cuartel general y no por unos simples soldados. La nota del suicida, bueno eso era harina de otro costal ... aunque no eran de extrañar sus desvaríos en esta locura de guerra. Seguimos con nuestro registro del "cuartel" alemán, cuando encontramos bajo una lona, otra tanda de alemanes muertos. 

- Como sino hubiésemos visto suficientes fuera ... ahora estos dentro. Miro a los cadáveres. - No se mucho de medicina, pero no tienen pinta de frescos. Había visto embutidos pasados, con mejor aspecto que estos tipos. - ¿Cabo, cree que esto se lo ha hecho es algún tipo nuevo de arma?.