Partida Rol por web

3 de octubre de 1918

Cuando abrís los ojos, olas de dolor surcan vuestro cuerpo. El cielo está nublado pero el sol ilumina entre las nubes. ¡Es de día! ¿Cuánto tiempo habéis permanecido inconscientes? Tratáis de moveros y vuestros dormidos miembros os dan una pista, lleváis mucho tiempo quietos. Extrañamente, vuestras ropas están secas, a pesar de que vuestros dedos están entumecidos a causa del frío. El campo sobre el cual combatíais hace un momento ha desaparecido, reemplazado por lo que bien podría ser la superficie de la Luna. Montículos de tierra calcinada se elevan por todos lados, y podéis ver árboles que han sido derribados y su corteza arrancada como simples cerillas. Tras la maraña de árboles derruidos, el bosque de Argonne os espera, oscuro y silencioso. El color pardo de la tierra se ha convertido en gris ceniza. Os dais cuenta de que a pesar del aguanieve y las semanas de lluvia, parece no haber humedad aquí. La única agua que se ve está estancada en charcos, verde y ligeramente humeante. No hay nadie mas que vosotros, veis los cuerpos o más bien los trozos de cuerpos de los chicos del 3 y 4 pelotón esparcidos por todas partes. Los alemanes no han tenidos mejor suerte, veis el casco de un boche que se ha fundido alrededor del cráneo de su dueño, y trozos de miembros despedazados. Encima de lo que queda de la colina veis la trinchera alemana con la ametralladora derretida. ¿Qué es lo que ha pasado aquí?

Abro los ojos y parece que he sido transportado a otro mundo donde no existe nada, pero rápidamente todos los recuerdos inundan mi pensamiento y recuerdo todo lo que me ha pasado. Me pongo de rodillas, cojo el crucifijo que llevo al cuello y me pongo a rezar en voz baja y con los ojos cerrados, dando gracias a Dios por permitirme seguir con vida. 

Me encuentro atontado cuando despierto tumbado en el suelo. Me levanto entumecido y comienzo a recorrer lo que nos rodea estupefacto.

A mi lado se encuentra el soldado Emmett y me dirijo hacía él. – Soldado Ryan, ¿puede confirmarme que ciertos elementos parecen fundidos y el agua de color verde? La única explicación que encuentro es que mi cerebro vea cosas irreales debido a mis heridas.

Unos segundos antes y estábamos en medio de la noche inmersos en una batalla a vida o muerte, y ahora abría los ojos con la luz del día saliendo de entre las nubes. No sabía lo que había pasado, algo debió de habernos golpeado como para que acabásemos inconscientes ... ¿qué sería? ... lentamente me voy incorporando sabía que con los golpes en la cabeza había que tener cuidado. La situación es como poco espantosa y como mucho increible, el campo de batalla tenía de todo lo que llenaría la imaginación de los escritores de fantasía o terror.

- Cabo. ¿Que ha podido hacer esto?. Me santiguo ante los restos de los compañeros caídos. - ¿Quien tiene un arma de tal poder?.

Parks abrió los ojos, durante un tiempo permaneció tumbado y quieto en la posición en la que estaba, le dolía el cuerpo y no estaba seguro de si sería capaz de moverse.

No fué hasta que oyó las voces de sus compañeros cuando se irguió y contempló atónito el paisaje redefinido.

 ¿Quien tiene un arma de tal poder?.

¿Un arma? ¿podría haber sido algún tipo de arma experimental?, Anthony no lo sabía:

¿Tu crees que ha sido un arma? quizá nos alcanzaron varios rayos y estamos vivos de milagro, hay casos de personas que sobreviven al impacto de un rayo, casos raros si... pero no tiene porqué ser imposible.-Según hablaba más sentido encontraba a sus palabras- Quizá un rayo cayo en el centro del claro y nos alcanzó a todos a través de la tierra mojada aunque solo mató a una parte de nosotros...¿demonios cuanto tiempo llevamos inconscientes?- Se había dado cuenta de que no era capaz de saber cuanto tiempo había pasado ¿podrían haber sido varios días?. pensó. Caminó hacia el cabo Grimm mientras contemplaba todo a su alrededor.

-Yo veo lo mismo que usted, señor.

Sacudo enérgicamente mi cabeza y bebo un trago de whisky de mi petaca, antes de volver a mirar lo que nos rodea. Me resigno a constatar que si es una pesadilla nunca he tenido una así, me temo que estoy despierto y no soñando.

Miro a mis muchachos señalando los restos fundidos junto a cadáveres de soldados alemanes. – Puede haber sido tal como dice el soldado Parks, un rayo que solamente ha caído directamente sobre nuestros enemigos. – Enarco mis cejas pronunciadamente para mostrar mi escepticismo. – También podría haber sido una granada de artillería pesada incendiaria que supiera a quienes tenía que atacar concentrando su efecto sobre los teutones.

Negando con la cabeza. – No sé qué explicación me convence menos.

Sin embargo, de la tierra y del aire fluyen hacia nosotros fuerzas de defensa; sobre todo de la tierra. Para nadie la tierra es tan significativa como para el soldado. Cuando se aprieta contra ella, largo rato, con violencia; cuando hunde en ella el rostro y los miembros sintiendo pavor frente al fuego, entonces la tierra es su único amigo, su hermano, su madre; el soldado gime su terror y sus gritos en su silencio y su recogimiento; la tierra lo recibe y lo manda de nuevo a diez segundos de carrera y de vida, y luego lo recibe de nuevo, quizá para siempre.

“Sin novedad en el frente” Erich M. Remarque

Mientras voy hablando y señalando nuestro entorno algo llama mi atención, pero inmediatamente lo descarto como una cosa sin importancia.

Me quedo intentando calcular la hora por las sombras sin éxito ya que mi cabeza descarta esa cantidad de horas que acabo de pensar.

A medida que pasa el tiempo estoy más desconcertado, y preocupado, al darme cuenta de que mi dilatada experiencia no me sirve de nada.

Anthony no sabía qué decir, la verdad es que tal y como lo había dicho el cabo su teoría no sonaba muy plausible. Se mantuvo en silencio, mirando a su alrededor.

Entonces le pareció ver algo...

Miro a Anthony suspicaz, un rayo ... y que mas. Había escuchado cosas raras en la universidad, pero que un rayo impactara en una colina cubierta de árboles, maleza, casquillos de metal y sobretodo llena de agua, siendo selectivo en cuanto su alcance, era demasiado para mi.

- Al menos estamos vivos, no todos pueden decir lo mismo. Miro lo que queda de los otros pelotones. - Que la tierra les sea leve.

Ahora solo nos quedaba terminar con la misión, si es que seguíamos con ella los seis soldados que quedábamos.

- ¿Y ahora qué cabo, seguimos o volvemos?

Abro los ojos muy dolorido. ¿Nos ha caído una bomba encima? No queda rastro del 3º y 4º pelotón. Tampoco de los alemanes. Me incorporo con dificultad. Eso no lo ha podido hacer una bomba. O almenos una bomba de las que conozcamos hasta el momento. Es cierto que el armamento evoluciona también en esta guerra, pero esto es demencial.

Me duele todo. No consigo evaluar mi estado. Puede que tenga alguna herida interna o sólo magulladuras o alguna quemadura superficial. Estoy aturdido, no puedo determinarlo. 

Veo mis compañeros vivos y esto es un alivio. No estoy sólo. Y eso ayuda a mi cordura. Si me levanto como único superviviente rodeado de tal destrozo podría haber enloquecido.

Creo que hemos pasado un largo rato inconscientes. No es para menos. Lo raro es que sigamos vivos ante tanto destrozo. Logro fijarme en lo que nos rodea. Si no fuese por los restos de cuerpos esparcidos y la maldita ametralladora alemana fundida juraría que hemos sido transportados a otro lugar. 

Me hago consciente de seguir agarrando mi fusil. Y esto me tranquiliza un poco. Sin mi fusil, en este maldito lugar del diablo, no soy nada. 

Respiro por primera vez desde mi vuelta a la consciencia. O almenos me doy cuenta de ello. Palpo mi bolsillo de la pechera. Otro alivio al notar que sigue lleno. Saco un cigarro y lo enciendo. 

Levanto mi cabeza y abro los ojos esperando ver que hacen mis compañeros, tengo mucho desconcierto no se que está ocurriendo mientras miro a mi alrededor.

La visión de los cadáveres mutilados y la desolación del campo de batalla te traen antiguos recuerdos que te impiden concentrarte. Por mucho que buscas no encuentras nada. Ni siquiera eres capaz de determinar qué hora es. 

Te acercas al cuerpo decapitado de tu sargento. El cadáver aun sujeta su brújula, su cristal está roto, y la aguja gira como loca.

También notas la ausencia total de ruido, la fauna del bosque es completamente inexistente, y el agua que se acumula en los cráteres es verdosa y parecer aceitosa.

Según la posición del sol. Acaba de atardecer. Lleváis mas de 16 horas inconscientes. 

Notas la ausencia total de ruido, la fauna del bosque es completamente inexistente, no hay pájaros cantando, ni siquiera hay ratones correteando por la hierva.

Según la posición del sol. Acaba de atardecer. Lleváis mas de 16 horas inconscientes. 

La visión de los cadáveres mutilados y la desolación del campo de batalla te impiden concentrarte, todo ello te supera. Por mucho que buscas no encuentras nada. Ni siquiera eres capaz de determinar qué hora es. 

No hay huellas en el área, ni siquiera de animales. Todos los árboles se han caído formando un círculo, y el área devastada parece formar un círculo perfecto de aproximadamente 45 metros de diámetro. Los montones de escombros forman un dibujo; una inmensa espiral; estos escombros parecen haber sido absorbidos hacia la colina, como si hubiese sido atrapada en un remolino. El centro de la explosión parece haber sido la trinchera alemana

La fauna del bosque es completamente inexistente. El agua que se acumula en los cráteres es verdosa y parecer aceitosa.

Según la posición del sol. Acaba de atardecer. Lleváis mas de 16 horas inconscientes. 

Anthony dió un respingo al ver la brújula girando, por un momento no entendía nada, pensó que algún tipo de alteración magnética la había llevado a ese estado, quizá la explosión o una corriente inducida por un rayo, Anthony no era científico. También le resulto alarmante el acusado silencio, en una zona boscosa como esa y pese a las explosiones, debían oírse al menos algunos pájaros lejanos pero ni eso. Era como si los animales hubieran huído o, algo peor, muerto.

-Demonios, ¡fijaos! no se qué pasa con esa brújula pero es raro de cojones.- Miró al cielo - Calculo que llevamos dormidos unas 16 horas creo que deberíamos movernos.

Se acercó a uno de los charcos para inspeccionar de cerca el extraño líquido.- Y ¿qué es esto?, parece aceite...

Las palabras del soldado Parks me sacan de mi bloqueo mental al que me ha llevado lo desconcertado en que estaba por lo que ha sucedido.

Me giro hacía el asintiendo mientras señalo los restos de los alemanes. – Tiene razón soldado Parks. Marchemos de aquí tenemos que encontrar nuestras líneas.

- Se nos echa la noche encima como no nos movamos ya.

El bosque está devastado. Parece que haya muerto todo menos nosotros. Joder qué raro todo.

Y ¿qué es esto?, parece aceite...

Me acerco a mirar el charco en que se fija Parks.

No me atrevo a tocarlo. Cojo una rama y la introduzco en el charco y remuevo un poco intentando descubrir de qué se trata ese líquido.