Partida Rol por web

Miro a la chica pelirroja y niego. Igual su compañero murió en el mismo acto que lo dejó tan mutilado. Aunque se mueve, la verdad es que su cabeza está bastante dañada.

La puerta parecia estar demasiado jodida para poder abrirla sin mas, o eso parecia, aun asi me acerque para comprobar si esa via era factible. Enganches, zonas planas de donde empujar o a donde enganchar mis manos para hacer fuerza, buscaria cualquier opcion logica, aunque dudaba tener la fuerza necesaria y no habia nada que usar para hacer palanca.

Las palabras de Fred pusieron nerviosa a Azazel, dejando a las claras que si un MEIL estaba suelto, estabamos en problemas. Aun asi de paso que comprobaba la opcion de abrir la puerta, miraria que coño habia al otro lado, porque las palabras sueltas e incoherentes de Fred, no servian de una mierda para entender que habia visto.

Si no veia forma de abrir la puerta, miraria a los demas. - ¿Alguna idea de como cruzar para salir de aqui? Esta claro que esta es la salida... asi que mas vale que nos demos prisa.

- Quizás si intentamos abrirla entre dos.. - hubiera sido mejor hacerlo entre los tres pero no habia espacio entre tantos. Ya entre dos iba a ser incómodo por la cercania que iba a generar, pero eso no importaba ahora

Se aproximó a Marko y esperó a que le dijera algo, ya que parecia haber estado inspeccionando la puerta

Marko no vio nada, y Azazel estaba empezando a mirar a todos lados con lágrimas en los ojos. Era curioso los cambios que estaba teniendo, pasando de una confianza ciega, a esto. O igual eran las hormonas, la adolescencia, y todo aquello que os llevó en su momento a cometer mas de una equivocación en esas edades donde todo es una gran pelota que nunca sabes a donde va a parar. 

Si, igual entre dos...o tres...- murmuró. Era posible, dificil, pero quizás con Marko que era lo que se denominaba como "mula de carga" por su tamaño y constitución era posible. 

Yo no soy lo que se dice un portento en el tema físico, pero tampoco soy tan tirillas. Me voy hacia la puerta y miro a Marko.

Venga, pongámonos en marcha. Mos, ¿nos ayudas tú también? Sujeto la puerta para intentar abrirla junto al resto.

No pude evitar mirar a Azazel. Tense la mandibula. Tenia que sacarla de aqui y llevarla con su padre. Era lo minimo.

Escuche a Moss, y a no mucho tardar a Fred. Con un gruñido avance en direccion a la puerta y la señale, mirando a Fred. - Abrimos una abertura suficiente para uno, me pongo dentro de la misma, usare mi espalda y mis piernas para forzar mas la puerta y asi dejaros paso, luego estaros atentos para tirar de mi en ultima instancia. - Espere a que estuviera de acuerdo y me prepare para tirar de la puerta con fuerza. Calibrando la misma de acuerdo a como respondiera la puerta, no era cuestion de extenuarme, porque la misma podia cerrarse de golpe como habia ocurrido con la anterior que casi parte por la mitad a Fred.

Moss, tu primero. Azazel tu despues. - Solo por si acaso aun habia algo vivo ahi dentro.

El enfermero ignoró el comentario del rubio grandote y se acercó para intentar ayudar. Por muy fuerte que fuera, él solo no podría hacerse cargo de la puerta. Intentó tirar pero notaba que la fuerza se le escapaba entre sus dedos quemados. Probó a aferrarse al borde de otra forma, pero la crema untada antes y la secrección de su piel herida volvía la superficie resbaladiza impidiendole su cometido.

Resopló intentando no darse por vencido. - Creo..que tendremos...que...tirar....todooooos - se le escapó un gruñido final

Marko logró empujarla un par de centímetros con la ayuda de Moss, Fred intentaba poner de su lado pero era francamente difícil en ese momento. Si dejaban de empujar, se cerraría, puede que mas que antes incluso. Con un pequeño empujón más, se escuchó un crujido muy desagradable de Marko y solo pudo apartarse sujetándose la muñeca izquierda, cerrándose lo que se había conseguido de golpe, con un desagradable sonido al chocar contra el tope que la mantenía muy muy ligeramente abierta. 

Mierda, la puerta se cierra de golpe mientras un sonido realmente desagradable surge de la muñeca de Marko.

Le observo tragando saliva. Eso no es bueno, teniendo en cuenta que es, probablemente, nuestra mejor baza para abrir y salir de aquí.

Marko, ¿te has roto la muñeca? ¿Puedes mover la mano?

Note el crujido, mas que escucharlo y senti el suficiente dolor para tener que apartarme de la puerta mientras mi diestra se cerraba sobre el lugar afectado y yo solo podia gruñir por el dolor, con la mandibula tensa. - Joder... - Apretar no tenia claro que ayudara, pero era como mejor me sentia, asi que mientras no aumentara la cantidad de dolor es lo que haria.

Mire la puerta con rabia, aunque lo que mas me jodia era que sabia que era culpa mia. Bufee como un animal enjaulado a quien se le esta acabando la paciencia. Tantee levemente, comprobando que no parecia rota... lo que era un alivio.

Mire a Fred con la agresividad propia de alguien que ha recibido daño hace escasos segundos. - No parece rota... creo... - La movi. Dolia pero no, no estaba rota. - Creo que me la he abierto... mas que otra cosa, pero si, duele. - El tono no era para nada amable.

Mi mirada volvia a la puta puerta. Queria golpearla, pero eso seria contraproducente. Coloque mi diestra frente a mi y suspire, mientras la abria y cerraba. - Ya buscaremos solucion luego, ahora toca abrir esa puta puerta. Asi que pongamonos a ellos, estamos perdiendo el tiempo... y no vamos sobrados. Fred ponte en ese lado, coloca las manos en el hueco en cuanto Moss y yo lo ampliemos un poco y tira hacia ti, nosotros empujaremos desde este lado. En cuanto este lo suficientemente abierta, intentare colar el pie para ejercer mas presion. - Les mire esperando que aceptaran, estabamos perdiendo demasiado tiempo... y el dolor menguaba mi paciencia a pasos agigantados.

Obviamente no usaria mi mano herida.

Moss dió un paso adelante al ver lo sucedido con la muñeca de Marko. Aquel sonido no le había gustado un pelo, pero tras ver la mueñca que mostraba Marko se quedó mas tranquilo. Aún así intentó ver si podia controlar el dolor de alguna manera* a pesar de las protestas de Marko.

- Será solo un segundo y seguimos tus indicaciones -

Y así lo hizo, en cuanto pudo se colocó donde le habia dicho Marko y esperó a la señal para abrir la dichosa puerta

Me pongo al otro lado, dispuesto a ayudar. Observo preocupado a Marko. ¿No será demasiado para él? Joder, que casi se ha roto la muñeca, el animal.

En fin, me preparo para usar mis(pocas) fuerzas en abrir la puerta. Intento sacar fuerzas de donde no las tengo, no podemos seguir aquí o moriremos todos. Vamos, Fred, joderrrr...

Un nuevo plan, esta vez con la ayuda de los tres, uno que parecía que iba a salir bien. Los tres empujaban y la puerta se abrió ligeramente, incluso Marko pudo medio colar el pie...cuando una granada, o algo muy parecido, aprovechó justamente ese espacio para colarse en vuestro habitáculo. 

Se golpeó contra el suelo, rebotó la forma circular un poco alargada de color azul oscuro, y se fue directo a la pared que teníais en frente, quedándose quieta, mientras todos la mirabais como si fuese algo inconexo, imposible. 

Se quedó mirando incrédulo como aquel pequeño cilindro, parecido a una granada, entraba en su campo visual y acababa a pocos pasos de su cuerpo desnudo y maltrecho. El tiempo se detuvo y entonces....

Un segundo. Vislumbró el rostro de su amado hijo, el cual le sonreia, como indicándole que lo esperaba allá donde estuviera

Dos segundos. -  ¡¡Correr!! - gritó con toda la fuerza de sus pulmones, sintiendo como ese esfuerzo le arañaba la garganta reseca

Tres segundos. Ya se había lanzado sobre aquella cosa con el fin de cubrirla con su propio cuerpo. Intentaría, si era posible, hacerlo en la dirección contraria a donde corrieran los tres si es que le habían hecho caso.

Con el pie dentro de la rendija como anclaje, con la apertura justa para ello, un objeto se colo dentro del pasillo. Mis ojos lo siguieron como hipnotizados. Granada. Mierda.

Mi cuerpo ni siquiera dudo, solo habia una opcion, hacia delante. - Corre. - Ni siquiera mire a Azazel, pero espere que lo entendiera. Coloque mejor la palma de mi diestra, apoye el antebrazo izquierdo para no usar la muñeca y usando el pie como punto de anclaje empuje con todas mis fuerzas para abrir la puta puerta... porque iba a matar a alguien, en cuanto consiguiera cruzar.

Markó empujó y logró colarse lo justo antes de que la puerta se cerrara tras él, dejando de nuevo solo un par de centímetros. Moss corrió hacia la Granada mientras Fred simplemente se había quedado sin saber como reaccionar. 

El grupo se separó en dos. 

¿Que ocurriría?