Partida Rol por web

Afirmo sujetando mi pistola y mi cuchillo y me pongo en la posición que ha indicado la mujer de pelo verde. No me puedo creer como ha cambiado todo en tan poco tiempo. Me pregunto qué habrá sido de mis amigos, de Erick y de Maggie. No sé porqué me da por pensar en ellos ahora, pero su recuerdo me produce una mezcla entre felicidad y tristeza. No creo que los vuelva a ver.

Daniel asintió. Se deshizo de la camisa destrozada y consiguió algo con lo que apañarse en la ropa que había en el apartamento. Escuchó a Mona en silencio y en dos ocasiones se tocó distraídamente el puente de la nariz, como si buscase subirse unas gafas que no estaban en aquel lugar. Examinó de nuevo el arma que le había pasado Sam y se colocó los cargadores en un lugar cómodo.

- De acuerdo Mona, yo te sigo -dijo, colocándose a su izquierda-. Eres diestra, ¿verdad?

A continuación le habló algo más, pero susurrándola de cerca, un comentario privado que nadie más consiguió escuchar.

- Supongo que no tiene importancia. Pero conseguí ahuyentar un demonio de arena, el que casi mata a Dag, haciendo un circulo a mi alrededor con la arena que nos lanzaba. Aun tengo algo de arena. ¿Es importante? Y deberíamos vigilar de cerca a Sam. Es mi colega y le quiero, pero si lo que me ha dicho es cierto... puede ser un peligro. Afirma estar poseído o algo así.

Siguiendo las órdenes de Mona, Liam se colocó a mi lado. La camilla podía manejarse cómodamente por una persona, pero a veces era mejor contar con colaboración.- Si la cosa se complica, ayúdame con la camilla.- Le pedí al investigador.

Luego me fijé en que iba desarmado.- Toma, lleva esto, pero no dispares a menos que tengas un tiro limpio.- Rebusqué en la mochila que llevaba y le entregué además un cargador.

No le parecía ni bien ni mal, en realidad no estaba demasiado atenta a las palabras de Mona, pero si que agradeció que alguien tomara la iniciativa y pusiera a todo el mundo en marcha, así que asintió a lo que la mujer decía, después de todo es lo que pensaba hacer, quedarse cerca de Dag para intentar que no le pasara nada… más.

Un momento, ¿cómo sabía esa mujer que ella era tiradora? Aquello no le gustó, pero Marko parecía confiar en ella, así que decidió hacer lo mismo, al menos por ahora.

Ocupó su lugar en la formación con diligencia, no era la mejor cumpliendo órdenes, pero en este decidió no armar jaleo y seguir la ruta marcada, aunque no quitaría ojo a la tal Mona que parecía saber tantas cosas sobre este sitio, no se podía descartar la posibilidad de que los llevara directos a una trampa.

Liam había dejado la pistola en manos de personas más aptas para llevarla cuando notó la escases de armas, por eso, cuando Mike le ofreció la Orphan con un cargador, asintió y tomó aire antes de soltarlo de golpe - Espero que no sea necesario - dijo vocalizando un deseo que sabía no se cumpliría.

- Vamos a ello pues - Samuel fue al final a la retaguardia, donde empezó a comprobar las armas y asegurarse de que lo tenía todo encima y listo. Finalmente sacó el disco del bolsillo, dejo todo organizado a un lado, en el suelo y observo el aparato durante unos instantes buscando algún tipo de marca que le indicara como en que posición debía ponerse y lo enganchó en la nuca donde se supone que debería ir.

Ambidextra- Le respondió a Daniel. Luego negó levemente ante su murmullo, como si quisiera quitarle importancia a algo.- No se basa en lo que tengas, si no en lo que creas.- Aprovechó que Samuel se estaba poniendo el disco en la nuca, o presionando sobre esta como si así fuera a lograr algo- ¿No le ayudas?- Ya era un poco tarde. Se escuchó un click seco y fuerte y lo siguiente fueron los gritos de Samuel en el suelo, mientras se retorcía. 

Se acercó a Samuel corriendo al verlo dando vueltas en el suelo golpeándose con las piernas de los demás, muebles, lo que sea que se encontrara por el camino. No tardó demasiado en olerse el orín y en verse la mancha en la ropa, mientras el soldado intentaba arrancarse lo que se había puesto en la nuca sin conseguir nada mas que arañarse la carne hasta hacer herida. Tiraba y tiraba pero no cedía.- Madre de dios- Le intentó sujetar las piernas pero casi le rompe la cara de un rodillazo en un momento dado así que acabó por cogerlo de los pies. 

Ayuda!- Pidió

- ¡Su puta...! -bramó Daniel. Guardó el arma con un movimiento reflejo y se abalanzó sobre Sam, intentando controlarlo. Parecía un ataque epiléptico- ¡Ayudadme a sujetarle! ¡Como si necesitásemos más mierda! ¡Mike! ¡Mike! ¡Echa un vistazo a esa cosa que se ha puesto! ¡Joder Sam, no has podido esperar un segundo? -increpó al joven. Pero era evidente que Sam estaba en su propio mundo de dolor y convulsiones. 

El paron del grupo por las palabras de unos y las acciones de otros, me dio tiempo a sacar el arma. La pistola se veia rara en mi mano y se sentia rara en mas de una forma. No era un experto en ellas, aunque habia visto a otros usarlas y habia recibido alguna leccion basica sobre como se usaba. Hice una comprobacion basica de la misma, mientras escuchaba de refilon la conversacion de Mona y Daniel.

Entonces llegaron los gritos, me gire para ver a Samuel en el suelo retorciendose de dolor. Ricky fue directo a por el, y al poco iba Daniel. Un soldado, un medico y en breve otro medico, por las palabras de Daniel. Tres personas ya eran suficientes. Los demas seguramente estorbariamos. Por lo que simplemente me quede en posicion de descanso con el arma lista por si los gritos del soldado, llamaban la atencion de algo. Con mi mirada puesta en la puerta y tambien en los conductos que pudieran llevar hasta nosotros desde el pasillo, pero sin perder de vista lo que ocurria con el soldado.

No me gustaba la escena, pero... cada uno elegia su camino, solo esperaba no tener que lamentarlo luego.

Hilv. - Llame a la morena, para acto seguido señalar la puerta y los condcutos. - Atenta, por si acaso.

Tantas ganas de moverse, de darnos prisa y aqui seguiamos...

El primer impulso de Hilv fue ir a ayudar, y había dado un par de pasos hacia adelante cuando recibió el toque de atención por parte de Marko. Dudó durante unos breves segundos, mirando la agonía del chico, pero finalmente accedió a la petición de Marko de estar atenta por si algo se les echaba encima aprovechando el momento de caos que se acababa de generar.

Se sintió un poco mal, pero seguramente había gente suficiente como para ayudar a los médicos, y no tanta que fuera capaz de disparar un arma con su precisión. Siempre había sido la novata, la más joven, y sus responsabilidades, más allá de las autoimpuestas, habían sido pocas, salvando quizás la misión de Titán…

Comprobó por enésima vez su arma y se mantuvo alerta a los posibles lugares de entrada, por si acaso.

Estaba revisando la pistola que le dió Mike cuando escuchó el grito, y se giró para ver a Sam retorciéndose en el suelo y Rick sosteniendole los pies. Cuando Daniel pidió ayuda para sujetarlo no lo dudó y dejando el arma sobre la camilla corrió hacia el lugar y tomó sus muñecas, tirando de ellas para alejarlas de su nuca - Habrá que darlo vuelta para sacarle eso. - dijo en un esfuerzo sobrehumano, apenas pudiendo mover las manos de Sam lejos de su cuerpo.

No habíamos salido y ya comenzaban los problemas. Sam gritaba por el dolor causado por el aparato que se acababa de conectar. - Eso nos faltaba, seguir perdiendo soldados.- pensé mientras me lanzaba en ayuda de Daniel.

No sé nada de cibercachivaches.- Joder, era un maldito médico, no un ingeniero biomecánico. Aún así le pegue un vistazo para ver si, al menos, podía retirarlo sin causar daño en la columna.

Ya son varias las personas que se han tirado sobre Samuel, así que añadir mi peso no ayudaría en nada.

Lo que hago es, viendo lo que dice Marko, acercarme a la posición de Hilv. Yo te ayudo a vigilar las entradas digo, preparando mi arma. Vigila la izquierda y yo la derecha comento, aunque de vez en cuando echo la vista atrás para comprobar cómo van las cosas.

Arabelle estaba preparada para salir cuando Samuel cayó al tratar de ponerse la armadura. Su primer instinto en ese momento fue el de levantar la pistola, pero la bajó al ver que nadie les estaba atacando. No se acercó a ayudar, no la necesitaban. Es más, se mantuvo cerca de la puerta, preparada para salir. Quizá un par de horas atrás hubiera reaccionado de otra manera, pero tras sus últimas experiencias en Titán y dada la situación actual, todo aquello le molestaba más que preocuparle. 

-Mierda... ahora no... - se le escapó entre dientes. 

Miró un momento a Azazel y a Hilv, e inmediatamente se giró hacia Mona.

-¿Cuanto tiempo nos queda? 

Intentaba arrancarse de la nuca aquel trasto que se había puesto, el dolor apenas lo dejaba pensar con claridad y mientras sus piernas se sacudían espasmodicamente su rostro se contorsionaba por el dolor que estaba sufriendo. Dentro de él una vocecilla ya le estaba recriminando la estupidez que había cometido. Con los demás tirandose encima de él parecía que podrían contenerle pero sacaba fuerzas que no pensaba que tuviese para seguir revolviendose cual sardina fuera del agua.

Quince minutos, diecisiete como tope antes de que esto se selle por completo. Debemos de encontrar una entrada de mantenimiento, y luego buscar alguno de los puestos donde quizás haya un mapa en el ordenador, porque es un laberinto de narices esto- Miró de reojo a lo que pasaba allí detrás. Suspiró y se llevó la mano a la frente, frotando esta- Tenéis dos minutos para hacer algo con él, así no podemos salir maldita sea- Reprochó.- Necesitamos aparte un manitas de los ordenadores o sistemas, ¿alguien tiene idea más allá de evitar virus al buscar porno?  

Ayudado por los demás logró sujetarle las piernas echando su cuerpo encima, lo cual era hasta gracioso de ver porque se estaba poniendo rojo por el esfuerzo. Lo que no era para nada agradable eran los gritos de Samuel, y sus manos que se intentaban aferrar a lo que tenía a mano, fuera como fuese. 

Mike intentó ver que demonios estaba pasando con el soldado y se encontró con algo que no sabía como cogerlo. Habían salido unos pequeños cables muy finos que se habían insertado en la piel del muchacho, y era visible que estaban bajo la piel, seguramente recorriendo la columna. Si tiraba de ellos, podía seccionarle algún nervio. No había forma posible sin un equipo muy bueno de arreglar aquello.