Partida Rol por web

Planta 56  21:00

2 días después de los "Atentados" 

En la entrada del l'Endroit, un restaurante con cierto aire privado de comida francesa se encontraba Fred con una elegante chaqueta negra sobre vaqueros oscuros. Los zapatos, marrones, habían sido recién pulidos.  

Luz tenue, decoración agradable de corte francés... todo él invita al romanticismo. Las mesas de madera oscura están decoradas con manteles blancos que rompen la oscuridad. El logo del restaurante hecho con luces de neón se ilumina al fondo de la sala, pero no como esos que se encienden y se apagan distrayendo a la gente. Este permanece fijo, así que le prestas atención una vez y no tienes que seguir viendo.

El chico se acercó al maitre instantes después. 

Me detuve a unos metros de la entrada del restaurante. Vestido con unos pantalones negros y una camisa blanco con unos toques rojizos en el final de sus cortas mangas. Los zapatos eran de estos que son un hibrido entre zapato y zapatailla, tmabien de tono negro.  Me quede mirando el nombre del restauraten por unos segundos.

L'Endroit, no recordaba si habia comido alguna vez alli en los ultimos años, pero lo mas seguro es que no. Hacia mucho que no me metia en cosas de este estilo, al menos no en publico, y en estos momentos, seguramente seria el sitio al que menos me acercaria en una buena temporada... pero no siempre puedes hacer lo que quieres. Baje mi mirada hasta la puerta y entonces fui capaz de ver a Fred. Despues de todo estaba aqui, eso era bueno, implicaba que no tendria que dar mas vueltas de las necesarias.

Respire hondo un par de veces y me acerque a la puerta, intentando mostrar algo similar a una muy escueta y poco llamativa sonrisa. El maitre y Fred, seguramente todavia estaba esperando.

Me acerque sin dudarlo, con pasos tranquilos pero directos. La sutileza no era lo mio y no iba a empezar ahora. - Buenas noches, Fred. - El tono era hosco, algo brusco, pero no maleducado.

Espere a que se diera la vuelta, antes de extender mi mano, esperando a que el otro decidiera saludar de vueltas. Un apreton sencillo, mientras mi mirada no se desviaba de el.

Me acerco al maitre, esperando un poco por mi turno. No es que sea tampoco mucho tiempo, pero la espera es algo que... bueno, prefiero no tener que esperar demasiado. Por fin llego a hablar con el maitre.

Buenas noches. Tengo una reserva a nombre de Fred Graham.

Mientras espero que me confirme la reserva, escucho una voz detrás mío. Me giro y le veo. Sigue con ese hablar suyo, que tanto me chocó en el hospital. No comprendo muy bien por qué es tan hosco, pero supongo que tampoco tengo por qué saberlo. Le tiendo la mano, respondiendo mientras le miro a los ojos, manteniendo una actitud tranquila y una leve sonrisa.

Es un placer volver a verle, Marko digo con tono amable.

No esperaba esa reaccion por su parte, pero supuse que eso en si mismo era bueno. - Lo mismo digo, aunque siento decir que no es un encuentro fortuito. - Un leve encogimiento de hombros, y un suspiro mientras notabas el tono ligeramente menos hosco, aunque tampoco mucho.

Mire al maitre y despues de nuevo al restaurante, para volver al hombre. Espere a que este se alejase un poco, antes de devolver la mirada a Fred.

Tengo algo entre manos, y me han dicho que usted podria ser util. - Mire de nuevo al restaurante, porque no es lo que definiria como pasar desapercibido, pero suponia que su pareja agradeceria el entorno. - Asi que si no esta muy ocupado y quiere ganar algunos puntos con los de arriba, junto con alguna recomendacion. - No habia que ser un genio para saber a que me referia. - Quizas quiera apuntarse.

Mi mirada era franca y directa, no parecia andarme con demasiado juegos o sutilezas, aunque el gesto en si, no parecia tan brusco como el que habias visto en el hospital.

Le miro, inclinando ligeramente la cabeza hacia un lado, para luego volver a enderezarme. Parece que su actitud no es tan hostil como en el hospital. Igual está esperando a alguien él también, quien sabe.

Sin embargo, sus palabras me hacen plantearme si está esperando a alguien o si, simplemente, me buscaba a mí. Curioso.

Podría estar interesado, no lo niego... pero claro, antes tendría que saber más detalles.

En cualquier caso, yo ahora estoy esperando a una amiga, pero si quiere podemos charlar tomando algo mientras llega, o podemos vernos mañana donde usted me diga.

Pese a que mi gesto es algo más serio que de costumbre, mi cara refleja una relativa calma, como si realmente estuviera charlando de cosas banales, de tal modo que alguien que me viera no podría imaginar si lo que digo es importante o no.

Espero su respuesta y sin duda, no defrauda. De haberlo cogido sin mas, quedaria claro que algo fallaba.

Es aceptable. - Hasta cierto punto. Mas antes de poder seguir hablando, es él quien se adelanta.

Le escucho detenidamente, fija mi mirada en la suya y al mismo tiempo atento a mi alrededor. Miro levemente de reojo hacia la puerta. - No quiero fastidiarle su cita y prefiero que hablemos con calma sobre ello. - Siendo sinceros, no habia pensado en tener que reunirme con el al dia siguiente, pero no me gustaba hacer las cosas con prisas. - Mañana estaria bien. En la zona del lago, por la mañana. A las nueve. - Le mire, esperando por si tenia algo que decir. Dude un momento pero termine por sacar mi PDA. - Tenga mi numero si lo prefiere, para facilitar el contacto.

Espere al intercambio de numeros, si asi lo aceptaba. Para despedirme de él. - Buenas noches Fred. Disfrute de su cita. - No habia tono ninguno, solo parecia una observacion directa y franca. Alargue de nuevo la mano, con lo que parecia un conato de sonrisa, o al menos un gesto que no denotaba hostilidad ninguna. - Nos vemos mañana.

Asiento a sus palabras. Me parece perfecto, a esa hora estaré. Entonces me ofrece intercambiar números de teléfono, cosa que hago con la misma sonrisa agradable que he vuelto a mostrar ante sus palabras. Perfecto entonces, si usted se retrasa o si yo lo hago, podremos contactarnos por aquí.

Miro hacia la puerta, pero parece que no llega. Bueno, no está mal tampoco. Escucho su despedida y asiento. Gracias por sus deseos. Buenas noches, Markus digo, dándole la mano cuando me ofrece la suya. Hasta mañana digo con naturalidad.

Esta noche tendré mucho que pensar, pero al menos intentaré que no afecte a mi cita .

Marko se marchó del lugar, dejándote solo. 

Entraste en el local, te sentaste, esperaste. Pasaron quince minutos, nada del otro mundo. Pero casi llegaba a la media hora, cuando aun no había aparecido nadie. Quizás esperaste un poco mas, o quizás no, pero decidiste llamarla viendo que no estaba en linea para mensajearte con ella. 

Nadie lo cogía. 

¿Quizás algún problema en el trabajo?

Espero un poco más, frunciendo el ceño. Miro el móvil, llamo, pero no consigo nada. ¿Qué sucede? Miro el reloj, ya media hora tarde. Eso no es normal.

Aún así, espero un poco más, aproximadamente unos 15 minutos más, en los que intentaré al menos otras 3 veces contactar con Maggy y, transcurrido ese tiempo, si no tengo respuesta, la buscaría en su casa primero y en su laboratorio después.

Aquellos pasillos silenciosos aun eran algo a lo que acostumbrarse. Por mucho que de vez en cuando hubiese algún sonido "común" de las grabaciones como pájaros, naturaleza, agua, coches, gente pasando o niños correteando era tan bajo, que solo servía para romper ese silencio que al final siempre volvía. Era demasiado inquietante en algunos momentos. 

Tocaste a su puerta, bueno, su compuerta, pero nadie respondió. Una de las grandes diferencias que había entre saltadores y los demás eran donde vivían, y como eran sus puertas. Podíais pedir cualquier tipo de puerta, siempre y cuando encajase en el marco. Daba igual que fuese de fresno o incluso de bambú dorado, metal, o madera desnuda para pintar encima. Lo que queríais, lo teníais. Cada dos años, podrías cambiar los muebles y la decoración, cuanto mas hicieses por el complejo, mas lujos podías tener. 

Era un poco deprimente saber que ella nunca podría estar en tu casa, aunque esta solo fuese actualmente un apartamento normal con un salón, cocina, baño y dormitorio simple. 

Toda esta zona es tan deprimente... tan solitaria y silenciosa. Realmente pienso que se podría haber hecho más para conseguir la adaptación de los no saltadores a este ambiente, pero parece que no quisieron molestarse tanto en ellos. El pasillo solo ocasionalmente tiene algún ruido, como ecos lejanos de un mundo que está a muchas distancia sobre nosotros. Eco que muere en poco tiempo, dejando un silencio incluso más atronador que el anterior.

Llego a su puerta y llamo. La llamada suena como el retumbar de un trueno en esa quietud. Mientras espero, me fijo en mi entorno, en particular en si hay ventanas o algo que me pueda indicar si Maggy está en casa. Lo malo, por otra parte, es que si no está no puedo forzar la entrada. Igual podría llamar a la casa vecina, para ver si saben algo de ella. Me estoy empezando a preocupar, y mucho.

Tocaste a la puerta de la derecha, y al poco te abrió una mujer ya mayor, de sus sesenta y pico años. Lo cual, era un poco raro en esas instalaciones. No habías visto a mucha gente superior a los cincuenta, siendo sinceros. 

Vestía una bata de seda con estampado de flores lilas, absurdamente grandes- Buenas- Llevaba el pelo canoso recogido en un moño alto, un poco despeinado- ¿Puedo ayudarte?- Sonrió con cierta timidez. Era como tener delante a esa abuela de película que era todo amor, algo encorvada, por ende algo bajita, algo enjuta de mirada clara y sonrisa sincera. 

No lo sé, quizá digo, algo nervioso. Buscaba a su vecina, pero toco y nadie responde. ¿Sabe por casualidad dónde puede estar?

Perdón, que no me he presentado. Soy Fred, el... amigo... de su vecina.

A: TITAN

Mensaje:

Necesito toda la informacion posible sobre los siguientes individuos, asi como cualquier posible pase especial que posean y de que tipo es.

Samuel Kreig

Kara Tharson

Mike Thompson

River Lindel

Bianca (Sobrina de Ricky Thomas)

Samuel Kreig:

Se ha criado en el complejo. Lleva siendo saltador 5 años. Sus superiores lo reseñan por su compañerismo y su bien hacer aunque tiene un problema con el tabaco. 

Puede tener que ver con el incidente terrorista, se detectó una microseñal que activó el protocolo de PSI en la cocina de la zona hospitalaria. Dice no recordar nada. 

Amigo de OA

Kara Tharson:

Soldado, lleva año y medio en el complejo. Solo ha ido a un salto. Familia de militares. Viuda. Aunque cree fervientemente que su esposo, desaparecido en combate aereo fue a parar a alguna de las "Luces en el cielo" registradas. 

Valiente pero algo impulsiva. 

Ha sido uno de las afectadas por el agente biológico y está siendo revisada.

Pertenece al grupo de investigación del incidente con el agente biológico desconocido. Código: Magenta 

Mike Thompson

Médico de campaña, sus muchas experiencias y unos exámenes con puntuaciones casi perfectas lo colocan en uno de los mejores puestos para ser saltador. Lleva año y medio en el complejo. Solo ha saltado una vez. 

Ha sido uno de los afectados por el agente biológico y está siendo revisado.

Pertenece al grupo de investigación del incidente con el agente biológico desconocido. Código: Magenta

River Lindel

Ha crecido en el complejo. Psícologa entrenada para situaciones de estrés. 

Puede tener que ver con el incidente terrorista, se detectó una microseñal que activó el protocolo de PSI en la cocina de la zona hospitalaria. Dice no recordar nada. 

Bajo supervisión total por posible sindrome violento de estrés postraumático después de una misión de cuerpo electo donde el cuerpo electo murió. 

Solicitud cambio de sexo total: en pausa.

Amiga de OA

Bianca (Sobrina de Ricky Thomas)

Denegado

Ah si, que chica mas encantadora. Pues me la he encontrado hace un rato y estaba llegando a casa con una bolsa, se ve que tenía una cena o algo- Pareció pensar en algo- creo que no la he escuchado salir. 

¿Quieres que la llame? ¿Tienes su número? ¿Que le deje una nota?