Partida Rol por web

Daniel hizo la preparación para que Mike empezara a otear la situación. Tenían razón, la herida punzante le había seccionado parte de la arteria femoral. Había que cauterizar en primer lugar, desinfectar y asegurar un cerrado efectivo y no algo que fuera a ceder a la mínima. Había dos caminos: uno en el cual se cauterizaba levemente lo justo para poder unir la arteria de nuevo y reforzarla, llevaría mas tiempo y necesitaría un donante de sangre pero era la que mas posibilidades le daba de vivir. O, cauterizar y cerrar, dejandolo inconsciente y con unas posibilidades altas de que la sangre volviera a manar y se acabara desangrando. 

Rebuscando un poco en los armarios encontrarían medicamentos e instrumentales para hacer todo aquello, incluyendo un par de bolsas de plasma que podían usar, la cuestión ahora era que iban a hacer los dos médicos y quién hacía qué. 

No me paso desapaercibido el primer momento ante mi gesto brusco, pero en ese momento no tenia cabeza para pensar en ello.

Cuando Hilv retomo la fotografia, sus palabras me resultaron extrañas. ¿Sabia de que iba la foto? ¿Las palabras? Frunci el ceño mientras bajaba la mirada en direccion a la fotografia. - Yo no se que es... podrias intentarlo un poco mas... es importante... - Mas que nada, casi mas que nada. Intente yo mismo centrarme en ellas, buscar si las entendia de alguna forma.

Mas la joven Hilv tomo mi mano, eleve la mirada hasta ella y me di cuenta de que era cierto. Dag, Dag era importante, lo otro... era relativo.

Los ascensores, los que pueden llevar a la superficie a la mayor velocidad, requieren de una tarjeta especial. Una tarjeta negra. El padre de Azazel deberia tener una... - Me quede callado. Quizas Klaus tuviera una. - Estan intentando conseguir una para poder acceder a esos ascensores.

Mire hacia arriba. - Deberia ir a ver a Dag... - Y de paso, sus habitaciones.

Mire a Arabelle. - Dile a Azazel que estoy con vosotros, que estamos en casa de Klaus.

No podia hacer mucho, no podia ayudar a Dag, realmente estaba en manos de esos dos hombres, pero podia buscar animarlo. Quizas una voz familiar le hiciera mirar a otro lado cuando el barquero llegara...

¿Vamos? - Me encamine al piso superior.

Había vuelto a la carrera junto al terminal al escuchar la voz de Azazel. Por la prisa que se dio era evidente que la conocía, y que estaba preocupada. 

-¿Azazel? Soy Arabelle, sigo aquí - agarró el terminal y se lo acercó - Estoy con Marko, Hilv, Mike y Daniel. Estamos en casa de Klaus, en los apartamentos de saltadores. - indicó, como Marko le había pedido - ¿Vosotros donde estáis? ¿Podéis llegar hasta aquí? ¿Quien más está al otro lado? - miró entonces a Hilv un momento, y preguntó entonces sobre las tarjetas negras, para confirmar que se trataba de lo que decía Marko - ¿Tarjetas negras? ¿Os referís a las de los ascensores a la superficie? 

Se quedó expectante, esperando respuesta. Nos sabía quienes eran el resto que estaban escuchando aquello, pero quizá alguno estuviese cerca. 

-Mierda, espera, ¡Marko! - se dio la vuelta hacia el tratando de detenerle. 

Buscó entre los bolsillos de su ropa hasta encontrar dos tarjetas, una con el borde negro y otra blanco. 

-¿Son estas tarjetas? 

Me detuve ante la llamada de Arabelle, girandome para mirarla. Vi que resbucaba algo y me fije en lo que me mostraba. - No conozco la de bordes blancos, la de bordes negros la he visto antes, es posible que si sea esa, pero Azazel debe saberlo mejor, su padre debe tener una.

Daniel se planto ante aquel cuerpo ensangrentado, solo por un momento. Los brazos cruzados delante del pecho. Levantó un pulgar y se lo mordisqueó. Las voces electrónicas iban y venían pero estaban lejos y no las prestaba atención. Mas gente atrapada, en otros sitios. Podía esperar. Respiró profundamente y dejó que la luz blanca del fluorescente lo dejase todo asáptico en su mente. Era una decisión critica.

- No se si estaras de acuerdo conmigo. Pero lleva demasiado tiempo en la navaja. Está asi por el empujón que le he dado. Me quedo a hacerle una transfusión y me lo llevo. De cualquier otro modo morira. Si le pongo sangre, tendrá... tendremos una minima posibilidad.

Se arremangó lo que quedaba de la manga de su camisa, se desinfectó las manos y tomó las bolsas de suero. 

- Es mejor que te vayas con los demas. Pero dejad mensajes para saber por donde escapar.

Lo he intentado, pero no consigo… negó con la cabeza, un poco abatida puede que si dejo de pensar en ello me venga en ocasiones como esta se lamentaba de no ser más lista, pero era lo que había, asumir cosas se le daba muy bien, o eso creía ella no sé como puedo intentarlo un poco más se encogió de hombros.

¿Ascensores hacía la superficie? Eso suena bien… si, por eso Dag los había guiado a los ascensores, quizás porque sabía que encontraríamos a Marko ¿y por qué no había escapado en lugar de ir a buscarla? Es que es un idiota, como se muera le voy a dar a una paliza que no va a olvidar en mucho tiempo ya empezaba a desvariar y mucho mejor si esas tarjetas los abren miró a Arabelle esbozando una pequeña sonrisa a ver, sólo tenemos que esperar a que Dag esté fuera de peligro seguro que Daniel sabía como hacerlo con el equipo que habían encontrado ¿Dónde están esos ascensores? Habrá que comprobar que no haya peligro para llegar a ellos no podían quedarse sin hacer nada ahora que tenían nueva información ¿sabes si hay más armas por aquí? Preguntó a su amigo, lo mismo le hacían falta.

Arabelle, Marko, Dag… están todos aquí...

Daniel...- Las palabras murieron en mi boca. Aquello era una muy mala idea, no había tiempo para transfusiones, pero el médico había tomado una decisión y no creo que fuese a cambiar de idea.

Mierda, mierda, mierda...-susurré mientras preparaba el instrumental.- Espero que tengas razón y que aún haya tiempo.

Daniel miró a los ojos a Mike y asintió. Tomó el cateter y las agujas y comenzó a silbar por lo bajo una musiquilla de una vieja pelicula. En la punta de la aguja se percibia un temblor y la mano no parecía todo lo firme que debería, pero no cejó.

Mientras arriba los dos doctores se ponían manos a la obra con precisión y rápidez, abajo Arabelle parecía haberse quedado pensando en lo que fuera. El tiempo se les estaba escapando, Hilv no recibía respuestas alguna y por el otro lado aun seguían hablando, pero tras el silencio de radio momentaneo se escuchó la voz de Azazel de fondo- ¿Hola? Parece que seguimos subiendo 

Daniel empezó de forma un poco torpe, parecía nervioso y sudaba demasiado. Tal vez era la presión, el siempre había trabajado con tiempo por así decirlo, el médico de combate para situaciones de estrés era Mike. Aun así entre los dos, con el apoyo del segundo al inicio no se tardó mucho en ver perfectamente la rotura. Mike fue quemando las venas circundantes para parar esa hemorragia y Daniel tras cerrar por presión la arteria por dos lados empezó el trabajo de unir ambos. Era complejo y complicado, pero por suerte los materiales en TITAN eran muy buenos y allí estaban bien surtidos. 

Tras responder a Arabelle, simplemente volvi a subir las escaleras en direccion a la habitacion de mi esposa. Las preguntas de Hilv estaban en el aire, no sabia exactamente cual iba a quien.

No deberia haber armas en la casa... pero hace mucho que no estoy aqui. - Me encogi de hombros mientras mi paso seguia siendo el mismo, dejando claro que mi mente estaba y no estaba alli.

No parece muy inteligente dividirse en estos momentos, lo que sea eso, es peligroso y no creo que este solo. Los numeros deberian ayudar. - Tras eso simplemente fui directo a la habitacion de mi esposa.

Me detuve un momento, mire la habitacion y mire la de Klaus. Dag. ¿Que estarian haciendo? ¿Sabian siquiera lo que debian hacer? Si aun estaba consciente el chico.

Detuve mis pasos cerca de la puerta de mi esposa, para mirar en direccion a la de Klaus. Dag. Eras lo ultimo que quedaba de ella, si tu morias... solo quedaria un orangutan para recordarla... y tu... eras parte de lo mejor de ella. Me moveria para ir a ver a Dag.

Arabelle se había quedado ensimismada esperando contestación en la terminal. No pareció volver en si misma hasta escuchar la voz de Azazel anunciando que seguían ascendiendo. 

-Azazel, ¿subiendo hacia donde? - iba a decirle que se acercase a ellos, pero recordó entonces la criatura - Tened cuidado si entráis en los niveles de apartamentos para saltadores. Hay una criatura... alienígena - si, esa era una buena manera de describirla - Puede tomar la forma de Ella. Es muy peligrosa. 

Reparó entonces en que había dejado a Hilv sin contestación. Apartó la terminal

-Las salidas de emergencia están en los pisos francos - respondió a Hilv mirando a su alrededor - Antes estuve en uno, en la planta debajo de esta... creo - el viaje por los conductos la había desorientado un poco - Estaba indicado con unas líneas luminosas en el suelo. Si la tarjeta funciona, podría ser nuestra salida. 

Aquel podría ser un buen sitio para reunirse todos, si es que estaba al alcance de los demás.

-Hay un piso franco en los pisos de saltadores, nos lo cruzamos antes. La tarjeta que tenemos debería poder la salida de emergencia. ¿Donde estáis los demás? ¿Podéis llegar hasta nosotros?

- No es mi mejor día. He tenido que enfrentarme ya con un demonio de arena, que fue el que dejó en este estado a Dag. Y luego con la bola flotante hirviente. Que fue la que dejó para el arrastre a... Hola Marko.

El hombretón asomó su rostro por el quicio de la puerta. Daniel se apartó para limpiarse el sudor de la frente y le hizo una inclinación de cabeza.

- Antes de que nos vayamos tenemos que darte algo para las quemaduras. Y te inyectaré antibióticos. Podrías terminar con una septicemia, ¿ok? Siéntate ahí un minuto -dijo indicándole una silla metálica con la mirada.

Las manos de Trainor proseguían su labor mientras su colega cauterizaba con mimo todas las pequeñas hemorragias.

- Creo que ya está. Hay que esperar a que le entre todo el plasma. No ha sido perfecto... pero creo que ha ido bien. Voy contigo Marko. Te voy a lavar rápidamente las quemaduras, y luego las desinfectaré. Va a doler, pero nada que no puedas soportar. Ahora voy a usar el viejo truco de doctor de distraer al paciente para que note menos dolor. Cuéntame algo de la gente en las fotos que hemos visto de camino aquí. Venga, se un buen chico.

Me asome para ver a Daniel y Mike. Mi opinion sobre cada uno era totalmente opuesta, pero no estaba para lindezas, Dag debia vivir. El saludo de Daniel atrajo mi atencion, solo asenti, no le veia sentido a decir hola una vez mas y no tenia excesivas ganas de sociabilizar.

Daniel se puso a hablar como era habitual y le hice caso, porque le conocia, pero mi mirada no se apartaba de Dag... ademas aun no podia morir. Aun no al menos. - Se pondra bien? - El tono aunque seco y arisco, mostraba preocupacion por el chaval.

Me encogi de hombros ante las palabras de Daniel sobre el dolor. - Esta bien. - El tono sonaba como que me importaba poco que se infectaran. 

Las preguntas del medico sin embargo me hicieron mirarle a los ojos, directamente. La tension y el dolor se mezclaban con rabia e ira. - No soy un buen chico Daniel... no lo soy... ellos deberian estar aqui, no yo... debieron dejarme donde me encontraron... - La tension de la mirada desaparecio mientras miraba a Dag de reojo. - Mi familia. Klaus... el hombre mayor, era como… era mi padre... el... ha muerto salvandome... - Estaba claro que me referia a un ahora cercano, en minutos. El dolor por la perdida acentuo el tono de mi voz haciendolo similar a un gruñido bajo. Levante la mano donde llevaba la foto, en ella se veia a una mujer con un vestido verde y un anillo en la mano que estaba en el aire sujetada por un Marko mas joven. - Ella... Mona... era mi... todo mi mundo... era... mi esposa. Murio. - Esa ultima frase delataba mas tiempo, años seguramente, aunque el dolor parecia de ayer.

Baje la mirada mientras mis ojos se humedecian y mi rostro mostraba un autentico dolor que no se habia cicatrizado con los años, solo se habia ocultado.

Tienes… - Mire a Mike. - Teneis que salvarle… a Dag... tiene que vivir... - Era necesario... era... muy necesario.

La cirugía de emergencia transcurría por buen camino cuando entró Marko a preguntar por Dag. Le había salvado la vida, pero no era menos cierto que también le había mantenido completamente drogado durante una semana cuando pensé que había sido infectado cosa que no había terminado de llevar bien. - Sobrevivirà. Pero hemos de sacarlo de aquí para continuar el tratamiento y evitar que en el camino sufra ninguna herida más .

Seguí ayudando a Daniel faltaba poco pero aún no habíamos terminado.- ¿Ves la bolsa negra que hay en el suelo?- Pregunté a Marko mientras señalaba con la cabeza una bolsa de deporte.- Ábrela. Dentro hay una Orphan cargada y lista para ser usada. Seguro que en tus manos es más útil que donde está ahora mismo.

Mire a Mike y luego a Dag. - Eso va a ser complicado… - Sobretodo visto lo que hay suelto por el complejo. El tono arisco seguia ahi y aunque se notaba cierta gresividad esta era muy baja.

Las palabras de Mike me obligaron a mirar en otra direccion, una bolsa negra, con una orphan. Estaba claro que no se acordaba de la mision compartida. Ese arma estaba mejor en la bolsa.

Gruñi levemente. - Yo no uso de eso. - Levante la mano mostrando el cuchillo que llevaba en la mano. - Aun asi preferiria mi gladius la verdad...

Daniel permanecía atento a las palabras de Marko, cabeceando de cuando en cuando.

- Te entiendo Marko. No se si te lo habré dicho, yo también perdí a mi esposa. Por lo que se muy bien por lo que estás pasando. Aguanta, queda una intravenosa y cubrir las quemaduras. Al menos cubriré todo lo que pueda con compresas y lo vendaré. Quede claro que solo es una cura de emergencia, en 24 horas deberemos revisarlas por completo para ver que tal evoluciona.

Tras eso, se quedó en silencio y siguió el procedimiento que había descrito, con un gesto serio y concentrado.

Vale Mona... ¿de que va todo esto? ¿Es Dag tu hermano?

Marko seguía totalmente ido, afectado. Por momentos tuvo que morderse la lengua para no decir a aquel hombre que su esposa seguía viva. Steve no lo conocía pero si tenía una relación con Daniel. Quería consolarle, decirle que ella le envió y lo rescató de un cuerpo asesinado.

Pero no se podía fiar. Por lo que Steve sabía, cualquiera podía haber sido su asesino. 

O asesina.

Daniel lanzó un vistazo a Dag, muy serio, mirando su rostro. Después volvió a la tarea de curar a Marko, que ya tenía casi finalizada.

- Toma, guárdate esto. Son analgésicos masticables, no necesitas agua. Por ahora no los necesitas, te he inyectado calmantes, algo suave, no te preocupes. No tomes ninguna hasta dentro de ocho horas como mínimo. Nunca más de dos a la vez. Y cada ocho horas máximo. ¿Lo has entendido bien? Por cierto, ¿me explica alguien de que va la historia del monstruo del que no paran de hablar los demás? He querido entender que es un monstruo que cambia de forma. Y la llamáis Ella.