Partida Rol por web

Arabelle había dejado que la enfermera se marchase tras hablar con ella. Apenas ella se había ido llegó Alejo. Empezaron a hablar, y pocos segundos después ella pareció sorprenderse por algo.

Miré descontenta a Daniel tras escuchar su comentario, pero justo cuando iba a replicarle empezó a hablar aquel enfermero sugiriendo que se trasladase a Sam para poder atenderlo mejor tal y como Trainor había sugerido, tenía que ir fuese como fuese para cerciorarme de que seguía bien.

Cojo a Sam de la mano fuertemente en cuanto cae dormido de nuevo, cosa que no era de extrañar con todo lo que le habían metido, e intervengo.

-Yo le acompañaré, no pienso abandonarle en estos momentos, yo voy sí o sí.

Se puede ver a River cogiendo de la mano al paciente, Sam, y hablando con el enfermero.

Dudé un momento si acompañar a Samuel o dejar que le fuera Daniel quien parecía saber en qué clase de lío se había metido el soldado, pero a la vista que no se decidía y en vista de que la rubia con solo un tacón estaba más que dispuesta a ser una de las dos personas en ir con él decidí unirme al grupo.-Voy.- Le dije al enfermero, mientras le ayudaba a mover la camilla.

-Creo que no nos han presentado. Me llamo Mike. - Le dije a la chica.- Sé que lo has hecho con la mejor intención, pero te agradecería que a partir de este momento te limitases a hacer lo que el personal médico indique, nada de innovar, ¿Sí? - No había acritud en mi tono, pues pensaba que era el estrés quien le había hecho actuar de un modo tan irresponsable. Una vez dejado clara la situación comencé a tratar de obtener la mayor cantidad de datos sobre mi paciente.- ¿Estabas con Samuel cuando empezó el ataque?

Puede verse como Mike agarra la camilla y le dice algo a River.

La situación era bastante confusa, Daniel parecía actuar raro, no conocía este caracter suyo. De todas maneras parece que se querían llevar al paciente a otro lado, para que no pensemos mucho seguramente.

—Ten cuidado —le dije a Mike, a saber qué es lo que estaba pasando en realidad.

Permanecí atenta a ver si alguien respondía a Marko y luego... quizá fuera hora de tratar de arreglarlo, si se podía...

Me acerco a Mike a decirle algo y me quedo contemplando la escena.

-.¿Que ha pasado?-. Es lo que expresa el doctor, a las palabras de Deus, haciendo sonar sus verticales como si se tratara del mejor de los placeres del mundo-. ¿A grandes rasgos? Creo que fue una reacción de incompatibilidad entre el sistema nervioso de Krieg y tecnología de otro plano, se necesitan más pruebas-. Sus ojos tranquilos se dirigen al saltador que se acaba de presenta mientras ofrece su mano para cumplir el protocolo de saludo-. Un gusto señor Graves, mi nombre es Daniel Trainor y no, no se preocupe, en teoría no debería ser nada infeccioso… en teoría-.  Lentamente comienza a dar un recorrido a su alrededor para notar como Mike comienza a llevarse Samuel -. Disculpen-. Les dice a los dos hombres con suma educación para luego dirigirse hacia donde se encontraba la enfermera, Mike y la rubia de los tacones-. Lo óptimo seria…-. Las silabas tienen como objetivo a la enfermera-…. tener a dos profesionales, uno que ha sido testigo desde el génesis de este caso (yo) y un colega de gran alta gama de conocimiento como el señor Thompson para comenzar con la recopilación de información para un mejor tratamiento y posterior investigación. Obviamente, sin olvidar, variables exogenas tan importante como el apoyo emocional que puede suministrar la señorita Lindel acá presente a nuestro paciente-. La mirada de Daniel estaba seria, todo rastro de su sarcástica sonrisa había desaparecido  por una inerte expresión fría que emitía una extraña aura de curiosidad y profesionalismo.

Al ver la reacción de Arabelle toqué con suavidad su brazo para darle algo de calma. -Estoy bien. Sonreí para demostrar que no mentía. -He ido a visitar a unos dioses que no conocía, había muchos caminos y elegí el amarillo, claro ese me enseñó que había cosas buenas al final. No sabía si captaría la referencia pero continué. -Marko, otro soldado, me acompañó en esa "pequeña aventura" y el caminó nos llevó hasta una especie de lago que nos separaba de un templo. Nos subimos a una pequeña barca y Marko comenzó a remar. Todo iba bien hasta que de la nada perdió el equilibrio y nos tiró a los dos al agua, pero eso no es lo mejor. Lo mejor es que después hicimos una carrera hasta la orilla nadando y yo le gané. Luego nos subimos a otra barca y yo pude remar hasta el otro lado. Podías notar la emoción con la que contaba la historia reflejada en mis ojos y en mi forma de hablar. -Lo malo es que justo en el momento que estábamos por descubrir el secreto que ocultaba el templo sonó la alerta roja y me quedé sin descubrirlo. Pero aparte de eso... ¡todo fue genial! Señalé a mi ropa y saqué mi circuitado celular. -Bueno, también quedé empapado y sin celular. 

Moss parecia rumiar todo lo que estaban hablando el cura e Hilv. Se había cruzado de brazos mientras mantenía la espalda muy recta.

- Peuqeña, los altos mandos siempre disimulan pues crear histeria colectiva es lo peor que puede suceder en un entorno limitado. Así que yo si creo que algo parece pasar. Acuerdate de la pelirroja del bar. De su comportamiento extraño y anormal. Es verdad que sus palabras no tenían sentido pero... habló del joven al que acudimos al entierro. no se si usted estuvo allí padre.. - lo miró esperando confirmación.

Luego su mirada se desvió hacia River con cierto gesto de enfado. Era raro verlo en ese estado pero ciertamente aquella maleducada le dejó con la palabra en la boca y le había colgado. Los mayoria de jovenes de hoy en dia no tenían respeto ni educación.

Tras cabecear un segundo volvió su atención al cura - ¿Pero que podemos hacer nosotros si de verdad estamos siendo atacados? - preguntó con gravedad. - Podríamos hablar con Alejo... quizás él conozca alguien en seguridad que sepa algo... -

Moss se cruzó de brazos mientras hablaba con Don Carlotto e Hilv. Luego lanzó una mirada cargada de cierto rencor hacia River para luego volver a centrarse en los compañeros con los que mantenia una conversación.

Todo se había  ido calmando. Vió alejarse a Samuel con Mike y Daniel y aunque tenía ganas de irse con ellos, sabía que su compañero estaba en buenas manos. Recorrió el lugar con mirada curiosa. Con lentitud se incoporó de nuevo y comenzó a pasearse con gesto algo ausente hasta que acabó acomodando su espalda en la pared, muy cerca de la llamativa chica de los tatuajes, y le decia algo.

- A ti tampoco te han dicho nada, verdad? - dijo con evidente tono de fastidio - Yo también he intentado sonsacarle algo a ese de allí - señaló con la barbilla al guardia que le había preguntado ella - pero nada - giró el rostro para mirarla

- Que tatuajes más guapos - su tono se había transformado en admiración - Para ser soldado soy muy miedica para esas cosas, pero me encantaria hacerme uno... -

Podía ser que tuviera razón, era normal que a un enfermo se le evitara contar malas noticias pues estaba demostrado que el ánimo era crucial para afrontar las dificultades de salud. Tan solo esperaba que el hombre hubiera sobrevivido. Las siguientes palabras de Hilv le inundaron de una multitud de sentimientos. La posibilidad de volver a ver a Adam y Sara, o saber si estaban bien. También angustia por si les había pasado algo y necesitaban su ayuda o si habían transgredido alguna de las normas de Titán al aparecer en ese universo. Todo eso contando con que algo estaba pasando en las instalaciones.

-Quizás sea posible que hayan venido o conseguido alguna forma de comunicarse con nosotros, pero ese mundo no parecía tener la tecnología necesaria y mucho menos en las condiciones en las que los dejé. Lo que es seguro que algo está pasando. -Don Carlotto les ofreció uno de sus brazos, la enfermera le había dicho que podría levantarse con ayuda y no podía seguir tumbado en aquella situación, no se sentía tan mal para que lo estuvieran medio enterrando.- ¿Me ayudáis? Voy a levantarme.

Escuchó las palabras de Moss, algo más concienciado de que lo que pasaba era extraño.

-Sí, estuve en el entierro del joven, aunque no lo conocía personalmente. ¿Pasó algo con él? -Don Carlotto seguía con la idea metida en la cabeza de las palabras de Hilv.- Me gustaría volver a la iglesia, estoy seguro que había alguien en el confesionario.

Mire a Daniel cuando contesto y me di la vuelta siguiendole con la mirada, cuando se dirijio a la camilla. Esa respuesta, tanto a mi, como a la otra persona, provoco que mi ceño se frunciera ligeramente. No le recordaba con esas maneras, pero mucha gente parecia haber vuelto cambiada de la ultima mision... asi que a saber. Aun asi le conocia desde hacia ya bastante tiempo y algo no cuadraba. Suspire por lo bajo y desvie la mirada en direccion a la persona que habia llamado mi atencion. Bianca.

Negue levemente para mi mismo, para luego darme cuenta de que Ella tmabien estaba alli, y tras eso me fui en direccion a Bianca, dejando atras la camilla y a los demas.

Mire con el ceño fruncido a Daniel mientras este se acercaba a la cmailla y tras una suave negacion, me encamino en direccion a la mujer llena de tatuajes, para saludarla directamente, como si la conociera.

Me abri camino, para encontrarme que la rubia que hacia nada estaba al lado de Samuel, ahora estaba al lado de Bianca. Estar apoyado al lado de Bianca podia ser peligroso, por lo que no pude evitar sonreir levemente, conocedor de como se las gastaba esta, mas aun cuando parecia estar de ese humor.

No tarde en plantarme delante de Bianca, pero a una distancia respetable, para que no le diera por darme uno de esos golpes suyos. - Hey. - Llame su atencion. Una mirada fija y una sonrisa que apenas lo parecia. Desvie la mirada por un segundo a Kara, para hacer un breve saludo con la cabeza, luego volvi a la cafre que ya conocia. - ¿Como vas?

Espere la repsuesta mientras miraba de reojo por un segundo, al individuo con el que habia estado hablando, antes de mirarla a ella, de nuevo. Directo a los ojos. - ¿Todo bien? - Hice un gesto con la cabeza en direccion al hombre. No hacia falta ser un genio para saber a que me referia.

El enfermero se quedó mirando a Daniel, dudó pero al final le hizo un gesto de negación- lo siento, solo dos personas...- Aun así había estado cerca. Quizás dentro de un rato pudiese unirse, cuando los ánimos estuviesen calmados. 

Se marchó con River y Mike a la cocina.