Partida Rol por web

Sir igor queda abiertamente desconcertado en su silla mirandola durante un instante, sin duda esperaba otra respuesta mas fatídica
Yo sirvo a mi rey, que es el vuestro. dice y deja a las palabras revotar en el muro, con tono sereno y pausado prosigue Si pese a lo que os acabo de contar podeís confiar en mi, o deseaís corer el riesgo de que esos demonios no estuvieran en el camino por casualidad, tendreís de mi cuanto requiraís. Tal es mi deber para con el reino y por extensión mi obligación hacia vos. Y ese deber lo jure con la vida. dice, su tono de voz, forma de expresarse y calma vuelven a ser la habitual.

La dama Aramantha no esconde su preocupación respecto al caballero, pero a pesar de todo le considera capaz de seguir la misión que tienen. Luego de cruzar un par de palabras corteses se retira a su aposento. Después de todo deben partir al amanecer.

Antes de retirarse Sir Igor recibe la visita del Senescal. Se ha encargado de las monturas, y ha dispuesto de comida para el viaje y pregunta si desea hacer algún último preparativo antes de acostarse.

Sir Igor se interesa sobre si los hombres de confianza a por los que había venido, para no levantar sospechas estan dispuestos para partir, cuando el senescal se lo confirma( sino le insta a ir a prepararlo todo) se retira a los aposentos para descansar, aunque no descansará demasiado bien esa noche, la sensación de que la espada de damocles pende sobre su cabeza le hace dormitar a ratos de modo intranquilo.

Al asomar las primeras luces del amanecer, están todos listos. A la pequeña tropa que le ha seguido hasta su castillo se suman tres soldados más. Reconoce sus rostros de muchos años de servicio. El senescal, por supuesto ha dispuesto de los mejores.

Observa que inicialmente los soldados de la Dama no se mezclan demasiado con los suyos. Es lógico pues aún han de conocerse mejor. Ya estando todo organizado, la General pregunta, al parecer con ansiedad: ¿Partimos? El tiempo es precioso.

Sir Igor hace un ademan con la mano indicando afirmativamente que es la hora de partir Pues corramos tras el, no sea q se nos escape dice palmeando el cuello del caballo antes de echarlo a andar. Parece bastante animado y bromea con algun veterano de los que se han incorporado a la expedición. Son 2 hombres, guerreros bien pertrechados y un par de escuderos para los mismos.

Cuando el sol ha llegado al cenit y comienza a descender, el camino los conduce a un bastión o fortaleza en el camino. Es un puesto de avanzada que se encuentra a mitad de distancia entre la capital y la frontera. Normalmente sirve para repostar los caballos y defender mercaderes que pasan por los caminos de los bandidos.

Sin embargo en cuentran que lso soldados de la entrada se muestran alertas mientras se acercan y cuando están a distancia de voz alguien lanza el alto. ¡Alto, quien va!

Aramantha esta a punto de responder, y luego se contiene. Después de todo, no es que viaje de incógnito, pero tampoco desea presentarse a voces. Así que hace un gesto al caballero para que tome la palabra.

Sir igor espolea su caballo para que se adelante una cabeza, nota como se dibuja una sonrisa traviesa en su rostro sin poder remediarlo cuando Sir Aramanth le hace el gesto.
Soy sir Igor Shandor, caballero del reino. Viajo al sur por motivos personales. Como tantas otras veces, y no recuerdo haber visto antes tanto nerviosismo ¿ Que ocurre para poner en semejante estado de animo a tan fabulosa güarnicion? digo alzando la voz al tiempo que la mano abierta en gesto conciliador, con la otra sujeto las riendas del caballo.

Disculpe mi señor. Responde el guardia y abre las puertas. Es que nos hemos preocupado al ver avanzar su tropa, pensando que podrían ser bandidos en un asalto sorpresa.

Una vez que entran a la guarnición se les conduce al caballero y la Dama a los aposentos del responsable del lugar. Un hombre delgado y alto, con porte militar y un bigote para complementar su rostro les recibe. Soy Derover, capitán de esta guarnición. Su mirada observa a Igor, y luego se posa en el rostro de Aramantha. Enseguida coloca una rodilla en el suelo. Mi señora... No os esperaba.

Levantaos, Derover. Esto no es una inspección. Responde la mujer. Sólo estamos de paso y espero que sepas guardar discreción. ¿Sabes algo acerca de la frontera?

No mi señora. No hemos recibido nuevas desde allí. Tenemos los mismos informes de movimientos desde el otro lado. Pero nada nuevo. También tuvimos ayer la visita de dos miembros del consejo con un acompañante, que al parecer perseguían a alguien.

Sir Igor escucha atentamente, mientras Denover se dirige a Aramanth, aunque se mantiene en 2º plano hasta q Aramanth pasa a otro asunto dejandome condenover para hablar

Decidme señores, ¿en que os puede servir mi humilde persona?. Indudablemente el capitán se encunetra un poco incómodo con la situación, no esperaba tener en sus aposesntos a la mismísima General del Rey. Por su rango la conocía, además de estar subordinado directamente a sus ordenes.

Retomo la palabra, no sin esperar que Aramanth deje claro que no añadira nada más. Descansaremos aqui y proseguiremos, no nos detendremos demasiado. Pero habeís comentando dos cosas que me inquietan¿ Los bandidos de por aqui van tan armados como paa confundirnos con ellos? Quiza deba prevenirnos, más detalladamente, de ellos si es así Digo saliendo de mi comodo 2º plazo mas que bandidos podrían ser soldados, exploradores o a saber, asi que mejor saber algo de ellos, lo que sea que me puedan decir piensa Sir Igor mientras habla. Su tono es confiado, seguro de si mismo, como siempre, autoritario pero extrañamente hay un tono de cordialidad campechana en el tono en que se dirige al capitan Derover, similar al que usa con los hombres, un tono dificil de interpretar si se para uno a pensar en ello, pero que hace que la gente le trate con franqueza, inspirandoles confianza.

En estas tierras siempre hubo bandidos, pero en estos tiempos inciertos se vuelven más atrevidos. Hasta ahora nunca han atacado el fuerte, y por eso cobijamos a los mercaderes que lo soliciten por las noches. ¿Pero quién sabe cuando lo harán? Sus palabras son medidas y muestran respeto hacia el interlocutor. Dispondré de habitaciones para los señores. Disculpad si no están a su altura.

Está listo para retirarse, pero recuerda que el noble tenía dos cosas que preguntar y sólo lo hizo respecto a los bandidos, así que espera.

Vuestras molestias, son más que bien recividas, pero por mi parte no os molesteís en exceso, si con ello ganais algo más de tiempo para dedicarselo a mis subordinados. A no ser que no os sobre tiempo, lo primero es el deber. responde a su comentario, sin incluir en su afirmacion a la general, ella sabrá lo que quiere.
¿Por cierto, recordaís el nombre de los consejeros que pasaron por aqui ayer?¿ Y como era ese acompañante? comenta Sir Igor quitando importancia al asunto, como si fuera algo que pregunta por inercia casi, y casi como si fuera algo que por poco se le pasa por alto.

Bueno no dijeron sus nombres, pero ambos mostraron su sello y parecía auténtico. El tercero parecía más bien un guerrero o un guardaespaldas. viendo que esto no dice nada y que el caballero espera más detalles, continúa describiendo a los personajes. Uno de ellos era pequeño, más bien menudo. Todo calvo, ni una gota de pelo. Sus ropajes no eran los más adecuados para el viaje en los caminos, con colores vivos y muchos adornos. El otro no lo pude ver muy bien. Llevaba una capa y el rostro casi cubierto por una capucha. Me pareció que sus ojos eran oscuros,y su cabello era blanco. El guerrero era más bien joven. Su pelo blanco contrastaba con su juventud. Sus ojos eran muy azules, y todo en él me causó un poco de desconfianza. ¿Sabe? DEspués de todo me alegro que se marcharn rápidamente.

Bueno, no se preocupe, tampoco tiene importancia, que individuo más tétrico. digo dejando el tema de lado Je, si supiera que el tétrico hombre que vive en su mansion maldita soy yo... Pobre hombre mi mente va mas deprisa que mi lengua, por fortuna no es al reves y no digo nada en voz alta.
No deje que le entretenga, si necesita algo de mis tierras, no estan muy lejos, pidalo, le dare una carta para que mi senescal le ayude con ese problema de bandidos, después de todo mis guardias holgazanean mucho ultimamente y los dos sabemos que soldados hociosos son problemas asegurados añado para cambiar de tema Además, los problemas de mis vecinos no tardaran mucho en tornarse mis problemas si se dejan crecer sin más. Hablaré con usted en un instante de los detalles, pero por el momento deje descansar un instante a este viejo, cabalgar tanto es para los jovenes, y mientras piense en lo que puede necesitar bromeo mientras le despido en la entrada y quedo a solas con Aramanth.

Una vez qedo a solas con ella me vuelvo ¿Confunden a bandidos con caballeros? Si que van bien pertrechados esos bandidos ¿ O quizá son soldados, exploradores? dejo que mi pensamiento expresado en un suspiro sea asimilado por Aramanth Y la investigación de la desaparicion del duque sigue por este derrotero...¿ Que opinion os merece todo esto?

Una vez quedan a solas, la general te responde. Bandidos, Soldados o exploradores. ¿Quien sabe? Creo que al final será esto lo que debamos averiguar. Y el que los otros nobles del consejo pasaran por aquí me parece demasiada casualidad. Su dejo hace un énfasis particular en la palabra "nobles". No obstante creo que lo mejor sería ver la frontera como tal. Hasta no ver lo que nos depara, no podemos hacer ningún tipo juicio.

Asiento sin decir nada Iré a ultimar los preparativos de la carta que le he prometido, además haran retroceder a los exploradores si al final lo son, y si debemos volver sobre nuestros pasos tendremos exploradores desplegados por aqui, y en caso de problemas en las fronteras refuerzos a la mitad de camino. comento dirijiendome a la puerta, tras dejar pasar un instante para que Aramanth exprese su conformidad, pero me detengo cuando poso la mano sobre el pomo, hablo:
No os he expresado correctamente la gratitud por vuestra comprensión con mis asuntos familiares, Sir Aramanth. Yo no sé si hubiera sido tan comprensivo... No hay nada lo bastante grande para que no me lo podaís exigir, es mi deseo que lo sepaís. en su voz suena verguenza y cierto incomodo. Sin esperar una respuesta sale afuera, su voz suena amortiguada a traves de la puerta cerrada tras Sir Igor, nuevamente normal nuevamente Capitan Denover, he pensado que no podría descansar sabiendo que os he dejado esperando por mi, no sería educado ni adecuado...

Señor, os estoy eternamente agradecido por su oferta. Nuestros barracones pueden apretarse. Podrían recibir cincuenta hombres. Aunque las condiciones de los recursos es un tanto más apretada. Sin duda el capitán se siente ilusionado con la posiblidad de tener una escuadra extra pero su sentido de lo terrenal también apela a la razón. Respecto a jurisdicción, estás tierra pertenecen a la familia real, y de la región soy la persona de más alta rango. No creo que haya problemas.

Confío en su criterio, capitan. No ostentaríais ese titulo de no ser por que teneís buen jucio, me preocupa el tema de los suministros, trasladar suministros es mucho mas costoso, en organización y dinero, que trasladar tropas por lo general¿ podríais solicitar un excedente a la capital? Despues de todo, si esos bandidos campan a sus anchas no tardaran en tratar de saquear mis territorios y los de otros y no debereís esperar mucho en escuchar a altivos y aireados nobles quejarse a la administración central por la capital. No todos mantienen una guardia tan fuerte de sus tierras y el gasto sería mayor a la larga si se deben desplegar tropas en sus tierras. Si planteaís correctamente el asunto de seguro recivireís ese extra. Reforzaré su petición con otra mia, para hacer mas ruido. En un par de semanas confio en que todo este en orden, para entonces mis hombres estarán esperando noticias suyas para venir hacia aquí

Redactas la carta pidiendo refuerzos al bastión, dirigida a tu senescal.
Sin embargo la señora Aramantha escribe la otra, considera que ella es la persona más adecuada, además que es más probable que la petición de recursos sea atendida.