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Trilogía de la Orden del Libro: El Enclave

CAPÍTULO 2: La noche de los libros quemados

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07/01/2017, 00:59
Nariya

El humo de aquel infierno se acumulaba alrededor de los supervivientes, haciendoles toser broncamente. La pícara se frotó los ojos, que le picaban y dolían debido al calor, el hollín y el polvo. Estos que se introducían también en su nariz, resecandola y haciendo brotar pequeñas costras. Tras unos instantes luchando por no hiperventilar y dejarse llevar por el pánico, la muchacha se agachó en el suelo. Parecía agotada y empequeñecida, pero pronto quedó claro que no era así cuando señaló al humo que subía hacia el cielo estrellado.

–A...gachaos– dijo con una voz áspera y grave mientras se protegía nariz y boca con el cuello de la camisa. Los ojos de la muchacha pasaban de mirar a Esma y Zadia buscar los libros al espacio por donde, pensaba, podían aparecer los templarios. El sudor corría por la frente de la ladrona, que tenía la daga plateada en la mano y la actitud tensa de un gato que está a punto de atacar o de huír.

Maldita sea...Que encuentren el pasadizo de una vez, por favor...encontradlo...

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08/01/2017, 09:11
Zadia

La situación comenzaba a volverse más y más peligrosa por momentos. Los libros y las baldas de las estanterias de la biblioteca se ennegrecían con rapidez, los antiquísimos códices y tratados eran consumidos a gran velocidad y desaparecían para siempre. El sofocante calor y el humo amenazaban con ahogarlos antes de que el fuego los tocase siquiera. La hechicera pasaba los dedos por los lomos de los ejemplares supervivientes, ayudándose a repasar así mentalmente la ubicación de los mismos. Cuando vio los tomos dedicados a la alquimia y la sabiduría popular, supo que se había equivocado de estante. Moviéndose rápidamente, cambio a una que había unos pasos más cerca, siguiendo el mismo método.

-Debe estar por aquí, recuerdo que estaba entre dos tomos delgados -musitaba consigo misma. El humo la envolvía y las chispas y cenizas que flotaban en el aire dificultaban la tarea.

La mano de Zadia se paró, encontrando el viejo encuadernado en tosco cuero.

-Aquí... -una horrible tos convirtió su aviso en un débil susurro. Tosió unos instantes, apoyándose en la estantería.

-La he encontrado. Es por aquí -dijo mientras activaba el mecanismo.

- Tiradas (1)

Motivo: Encontrar el libro de las zanahorias

Tirada: 1d20

Dificultad: 14-

Resultado: 8(-1)=7 (Exito)

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08/01/2017, 17:45
Valerian

Valerian sobrevivió a la caida de los cascotes protegiéndose con el escudo. 

Tras ello observó como los perros de Velex atravesaban con saña el cuerpo de Morden. Era un acto de guerra que habia visto en el pasado, pero siempre realizado por los miembros más bajos de los ejercitos donde habia combatido. Y era algo que normalmente se encargaba de que recibiera un rápido y definitivo castigo cuando era cometido por guerreros bajo su mando. la guerra era dura, pero el honor no podia permitir eso. 

Valerian hizo el Saludo del Duelista en dirección a los perros de Velex: Alzó el hacha del enano que aun llevaba en la mano por encima de la cabeza, y desde esa posición trazó una rápida X delante de si mismo con sendos tajos de la hoja. Era un reto a un duelo a muerte. No sería un duelo inmediato, pero sí uno definitivo. Se lo debia a la Orden. 

Tras eso, Valerian siguió al grupo en su huida con la mirada turbada de alguien que sólo hallaría la paz derramando sangre. 

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08/01/2017, 18:00
DM

La situación se volvió cada vez más peligrosa, dado que la barda no conseguía dar con el libro que debían extraer de la estantería en un momento en el que todos caerían inconscientes debido a la inhalación del humo si no salían ya de allí. La veterana maga trató de exprimir al máximo sus sentidos hasta que cuando todo parecía perdido encontró tan deseado tomo. 

Cuando hizo acto de cogerlo este se desplazó hacía abajo sin lograr poder extraerlo por completo, como si de una palanca se tratara, momento en el que un ruido de mecanismos empezó a retumbar por aquel pasillo. La estantería se separó en dos mitades dejando libre un acceso de forma círcular lo suficientemente ámplio como para que todos pasaran en fila india. 

Uno a uno los supervivientes de la Orden del Libro recorrieron aquel oscuro pasadizo sin apenas ninguna iluminación y guiandose con palpando las paredes. Alguna rata ocasional pasó entre los pies de estos, sin duda aprovechando la abertura del secreto pasadizo para huir también del infierno ardiente en el que se había convertido la Gran Biblioteca.

Finalmente el grupo logró salir a un espacio abierto en la zona exterior de uno de los muros del enclave. Allí respiraron aliviados el aire del exterior bajo la luz de las estrellas. Se encontraban en uno de los callejones de Robleda, donde reinaba el silencio solo roto por los gritos fanáticos y ruido de destrozos que procedía tras los muros del enclave, del cual emergían altas columnas de humo negro iluminadas por el fulgor rojizo del fuego. 

Antes de que ninguno de ellos pudiera reaccionar sobre que hacer a continuación una voz resonó al final del callejón desde el que había parado un carro tirado por dos caballos. Una figura encapuchada sentada en las riendas del carro vociferó en su dirección.

Notas de juego

El carro es parecido al de la imagen. 

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08/01/2017, 18:37
Desconocido

La figura encapuchada que llevaba las riendas del carro hizo señas con la mano para que el grupo montará en él. 

- ¡Por fin alguien! Rápido, subid al carro antes de que vengan más de ellos... - exclamó el desconocido con tensión evidente en la voz. 

Antes de que ninguno pudiera poner en duda si aquel enigmático personaje era amigo o enemigo, este se sacó de un bolsillo un broche. Era un antiguo broche de la Orden del Libro con el dibujo del libro y la pluma abierto seragrafiado. 

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08/01/2017, 22:54
Espinela

El aire raspaba a medida que descendía por su tráquea. Ya casi no veía por el espeso humo que enneblinaba toda la estancia. Las lenguas de fuego ondeaban como pendones llameantes que calcinaban todo a si simple contacto. Espinela, giró a su alrededor para contemplar como toda la biblioteca se convertía en una lluvia de cenizas incandescentes, mientras observaba a sus compañeros con cierto pesar en su corazón.

Sin embargo, afortunadamente, Zadia logró recordar donde se hallaba el manual que accionaba el mecanismo que descubría el pasillo y todos consiguieron escapar antes de que aquel lugar se convirtiera en una pira funeraria. Al salir, toparon con un carro que aguardaba por si alguien salía del enclave por aquella ruta secreta. Durante unos segundos, la arquera dudó del encapuchado cochero que los invitaba a huir junto a él, pero al sacar el colgante, la muchacha supo que debían confiar.

Después de todo, no les quedaba otra.

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09/01/2017, 12:54
Valerian

Tras el infierno crepitante, el aire rancio del pasillo le pareció celestial. Valerian caminó cerrando la fila y mirando por encima del hombro con el escudo presto por si aparecía alguno de esos hechiceros asesinos de Velex. 

El callejón y su calma fueron casi como un sueño despues de la situacion precedente, pero el instinto de Valerian siguió funcionando y recordándole que aún estaban muy lejos de la seguridad. 

El carro le puso los pelos de punta. Era como el Carro de la Muerte de los cuentos, pero la voz del conductor parecía muy terrenal, lo cual le tranquilizó. Siguió a sus compañeros hacia el vehículo. No tenían otra y sin amigos estarían perdidos de todas formas. 

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09/01/2017, 15:18
Ösrik Forgemane

Allí, entre el humo, la rabia y el miedo, Zadia fue capaz de encontrar el tomo que estaban buscando.
Cuando la luz de la luna les dio su cálida bienvenida, vieron en la calle un carruaje cuyo cochero parecía que les estaba esperando.

La primera reacción de los supervivientes fue de recelo y prudencia, pero el extraño les mostró con prontitud un emblema de la Orden.
No tenían más remedio, tendrían que confiar en ese misterioso personaje.

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09/01/2017, 15:28
Zadia

La súbita aparición inesperada del conductor hizo que el corazón de Zadia diese un nuevo brinco en su pecho. Por fortuna para ellos, aparentaba ser al menos aliado, a la vista del pequeño broche de metal que les mostró. Bajo la luz de la luna, la imagen que indicaba su pertenencia a la Ordo Libris dejaba pocas dudas al respecto, aunque aquello sólo hacía que a la maga le saltasen nuevas preguntas. Sin embargo, el grito lejano de los asaltantes y la luz desprendida no les daba margen de maniobra. Ayudándose de sus compañeros, se metió dentro del carro.

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09/01/2017, 15:38
Nariya

Justo cuando pensaba que no podía más, Zadia consiguió encontrar el pasadizo hasta el exterior. Sin parar de frotarse los ojos y la cara, la muchacha corrió con el grupo hasta salir de aquel opresivo y humeante ambiente. Nariya jadeaba con las manos apoyadas en las rodillas cuando de pronto apareció un carromato digno de una historia de fantasmas. La pícara, más acostumbrada que el resto a recurrir a todo tipo de trucos para sobrevivir, dio un paso atrás y su corazón no se tranquilizó al ver el emblema. Cualquiera podía recogerlo de un cadaver.

¿Y conocer esta salida? Quizás estaba merodeando y...

Sin embargo, no hubo mucho tiempo para dudas; puesto que Ösrik había subido ella lo haría tambien. Si era una trampa no iba a dejarlo solo. La pícara subió al carro, no sin antes entornar los ojos al pasar junto al encapuchadao. Pocos se arriesgarían tanto por miembros de la Orden y aquella figura, su constitución ¿Sería posible que fuese...?

 

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09/01/2017, 20:02
Desconocido

A pesar de las dudas y reticencias sobre aquel desconocido los supervivientes subieron en aquel carro sin techo y descubierto, seguramente destinado al transporte de mercancías más que de personas, ya que tampoco tenían mucha alternativa. En cuanto todos estuvieron montados en el carro en el que apenas quedaba ya espacio para nadie más el misterioso encapuchado se giró hacía ellos

- Debemos salir cuanto antes a fuera de la ciudad. ¿Conocéis la Cima de los Abetos? - dijo nervioso, sin dar ni siquiera tiempo a que nadie contestará. - Allí estaremos a salvo durante al menos esta noche. ¡Agarraos! - exclamó golpeando con las riendas a los dos caballos que en seguida empezaron a correr tirando del carro cada vez a más velocidad.

 

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09/01/2017, 20:14
DM

 

 

El carro iba traqueteando veloz entre los callejones al tiempo que la vista de los edificios iba pasando rápido alrededor de forma mareante. De pronto todos vieron como del último callejón aparecieron dos jinetes que empezaron a cabalgar persiguiendo al carromato. En cuánto los supervivientes pudieron fijarse más, distinguieron claramente que se trataba de templarios a caballo. 

Los jinetes desenvainaron sendas espadas y atiaron a sus monturas para ir más rápidas con la intención de interceptar el carro. El encapuchado que lo conducía se giró para ver a sus perseguidores y cuando volvió la vista al frente soltó varios improperios al tiempo que tiro de las riendas para que los dos caballos giraran bruscamente en una de las calles con la intención de cambiar de ruta y despistarlos.

- ¡Cuidaaadoooo!! - avisó gritando el rescatador encapuchado mientras que los caballos viraron bruscamente la esquina arrastrando un carro que no estaba construido para una conducción tan temeraria. En cuanto este giró la estructura se elevó por uno de los lados durante unos instantes al tiempo que las ruedas se bloquearon por la fricción del suelo haciendo que sus pasajeros tuvieran que aferrarse a cualquier cosa para no perder el equilibrio y caer al suelo.    

Casi de milagro las maderas no se rompieron y el carromato siguió rodando hacia su nuevo destino.  Sin embargo la persecución no cesaba pues los jinetes habían podido reaccionar a tiempo y aún les pisaban los talones. 

Notas de juego

NOTA DM: Todos un control de DES Para no perder el equilibrio. Podéis aplicar bonificador por acrobacias. 

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09/01/2017, 21:13
Esma

Esma tomó como una señal del destino la aparición de aquel encapuchado. Gracias a la templanza y perseverancia de Zadia habían conseguido escapar con vida y ahora un nuevo milagro les tendía la mano para alargar sus vidas un día más. En aquel caos que dejaban atrás había pensado seriamente en abandonarse a las circustancias, quizá dejándose atrapar por los templarios o caer junto al emblema de la Orden, la Biblioteca, y con ella sus tesoros. Pero tal vez, sólo tal vez, su misión debía continuar y con ello su razón de existencia. Puede que el Enclave ya no existiera y que sus sueños se hubieran tejido alrededor de las maravillas que resguardaban sus murallas, pero les debía a todos un empujón más y una nueva esperanza.
Vengaría la muerte de sus camaradas ayudando a formar una nueva Orden. Había tomado una decisión.

Ya en el carro y con las pulsaciones volviendo a la normalidad, Esma intentó contestar a la pregunta del desconocido:
-Creo haber leído algo sobre ese...

Sin embargo, el encapuchado giró bruscamente en un callejón y estrelló un lado del carro contra otro. Los reflejos de Esma no actuaron deprisa, o no actuaron en absoluto, confiada en la seguridad que le había dado alejarse del peligro del Enclave.

- Tiradas (1)

Motivo: ¡Agárrate!

Tirada: 1d20

Dificultad: 17-

Resultado: 19 (Fracaso)

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09/01/2017, 21:32
Espinela

El cochero azuzó a los caballos y el carromato salió disparado hacia la nueva dirección... La Cima de los Abetos. La muchacha intentó recordar dónde se hallaba tal lugar, pero la memoria jamás fue uno de los puntos fuertes de la arquera, para que algo pudiera ser nuevamente evocado en sus recuerdos, debía ser algo de importancia... Como la muerte de Morden. Eso jamás lo olvidaría Espinela.

El carro transitaba con rapidez por las adoquinadas calles de Robleda, pero eso no fue suficiente para disuadir a aquellos malditos fanáticos. Un par de jinetes torcieron por un callejón anejo y espolonearon a sus monturas para llegar hasta el carromato que traqueteaba sonoramente mientras atravesaba la ciudad. El conductor no dudó un instante en fustigar al tiro y los animales forzaron más si cabe la marcha.

Entonces, el zarandeo de la caja del carromato se volvió en una auténtica prueba de agilidad. El carro viraba violentamente a cada redoble del camino, poniendo en serios aprietos a los que iban atrás de bulto. Espinela se irguió como si tuviera resina en sus botas y comenzó a posicionarse sobre la tambaleante tabla de aquel carro que parecía quebrarse a cada metro que avanzaba...

- Tiradas (3)

Motivo: Control de DES

Tirada: 1d20

Dificultad: 21-

Resultado: 5 (Exito)

Motivo: Disparo por siaca

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+3)=22

Motivo: Daño

Tirada: 1d8

Resultado: 6

Notas de juego

DES 17 +3 de Mod +1 de Acrobacias... 21

Si saco el control... ¡¿Puedo dispararles con el arco?!

Disparo sin aplicar modificadores de distancia. Si puedo disparar, golpearía a CA -3. Haría 6 PUPITAS.

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09/01/2017, 21:36
Nariya

La huída estaba siendo demencial y Nariya, al lado del conductor estaba mortalmente pálida y tensa. Ahora que, a juzgar por la conducción suicida, no pensaba entregarles a los templarios, las sospechas iban formandose... Aunque en honor a la verdad, pronto dejó de pensar en ello para preocuparse por mantenerse en el asiento junto al conductor.

–¿Pero que demonios haces aquí?– preguntó la muchacha a su rescatador como si lo conociese de toda la vida. Cada pocos segundos, Nariya volteaba la cabeza para comprobar la distancia de sus perseguidores, todo ello entre botes que amenazaban con hacerla volar como un pajarillo  a cada baches. Afortunadamente no parecía que eso fuese a ocurrir; a juzgar por la palidez de sus nudillos, se estaba agarrando con fuerza al pequeño y cochambroso pasamanos. Parecía que la joven, más mañosa que fuerte, había conseguido desarrollar en la forja la resistencia suficiente como para conseguir no salir volando.

La pregunta, sin embargo, no obtuvo más respuesta que el grito de advertencia ante el repentino giro del carro y, por un momento, no vio toda su vida pasar ante sus ojos, sino que se vio así misma estampada contra el suelo como un pequeño animal aplastado por un carro. Instintivamente se inclinó hacia el otro lado, agarrandose al banco y haciendo fuerza con los brazos para luego equilibrarse agarrando el hombro del encapuchado. Inmediantamente después, giró medio cuerpo para ver como iban sus compañeros.

- Tiradas (1)

Motivo: Acrobacias

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+18)=29

Notas de juego

La paso.
(Y Nariya se tira el farol)

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09/01/2017, 21:46
Jarsen Hardwood

Jarsen se agarro mientras seguia mirando con inquietud al encapuchado y la colera ahogaba su pecho.

Esto no quedara si.

Lo juro.

- Tiradas (1)

Motivo: DES

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 15(-2)=13 (Fracaso)

Notas de juego

Acierto DES

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09/01/2017, 22:14
Ösrik Forgemane

El carro enfiló la calle a toda prisa mientras dos jinetes les seguían a muy poca distancia.
El cochero dio un violento quiebro tratando de despistar a sus perseguidores, hecho que propició que los pasajeros tuviesen que agarrarse para no salir despedidos.

El enano se sujetó a un travesaño del carro. Su recia mano hizo crujir la madera mientras trataba de mantener el equilibrio.

- Tiradas (1)

Motivo: Que me caigo

Tirada: 1d20

Dificultad: 15-

Resultado: 14 (Exito)

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10/01/2017, 13:27
Zadia

El traqueteo del carromato a toda velocidad empezaba a ser demasiado para Zadia. Se aferró con fuerza a sus compañeros, especialmente al brazo de Ösrik, cuando el viraje de la curva hizo que pasajeros y vehículo por igual estuviesen a punto de estamparse contra una de las casas. Miró hacia atrás, y observó que los dos jinetes a caballo parecían acercarse... Veía la espuma en las bocas de los caballos y sentía el viento alborotando frío contra sus cuerpos por la rapidez a la que iban. El conductor fustigaba a los equinos para avanzar aún más deprisa si cabe. Zadia tenía el rostro pálido y sus labios estaban apretados en un rictus de terror por la celeridad a la que iban.

- Tiradas (1)

Motivo: Control de DES

Tirada: 1d20

Dificultad: 13-

Resultado: 4(-1)=3 (Exito)

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12/01/2017, 12:00
Valerian

Valerian se agarró a lo que pudo para no perder el equilibrio cuando el carro emprendió su loca carrera. En breve halló un equilibrio en la loca carrera y pudo prestar atención a su alrededor. Eso le permitió seguir la carrera de los jinetes perseguidores, y imitando a la veterana arquera tambien aprestó su arco. Con la mirada fria y concentrada de quien quiere resolver su rabia con terceros, apuntó al jinete más lejano y con un sonoro "twang" de la cuerda la flecha salió volando...

- Tiradas (3)

Motivo: Carrito bueno

Tirada: 1d20

Dificultad: 15-

Resultado: 3 (Exito)

Motivo: Disparo con arco largo por si acaso

Tirada: 1d20

Resultado: 17(+1)=18

Motivo: Daño por si acaso

Tirada: 1d8

Resultado: 8(+1)=9

Notas de juego

En la tirada de DES tenia que aplicar el +1 de modificador que tengo? Mi DES es 15, pero tengo un modificador de +1. ¿Deberia tirar contra dificultad 16 entonces? Al igual que Espinela tambien he hecho las tiradas de disparo por si acaso. Creo que lo he hecho bien :) La tirada de daño es un 8, que se me ha ido la mano y no he borrado el +1 de antes. 

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12/01/2017, 13:20
DM

Tras aquel brusco giro del carro los pasajeros perdieron el equilibrio y se zarandearon hacia uno de los lados agarrándose a lo primero que pudieron. Todos consiguieron mantener su equilibro exceptuando Esma, cuyos reflejos no permitieron mantenerse en pie y provocaron que se resbalará y cayera por la parte trasera del carro. Afortunadamente la barda consiguió sujetarse con las manos en uno de los tablones posteriores de la caja del carromato mientras que sus delgadas piernas se sacudían en el aire evitando tocar el suelo por el que a tanta velocidad transcurría el carro. Sus delgadas manos se aferraban allí consciente de que aquella era su última esperanza, si caía no solo se golpearía con los duros adoquines sino que que no tardaría en ser asesinada por los fanáticos de Velex. 

Mientras tanto la ruda arquera de pelo escarlata alzó su arco y con una precisión de águila disparó una de sus mortíferas flechas a uno de los jinetes templarios el cual gimió de dolor cuando la saeta le atravesó el pecho agujereando su armadura. El guardia del enclave, por su parte, imitó a su compañera y con su arco lanzó otro flechazo al otro templario que cayó fulminado con la garganta atravesada y cayendo como un peso muerto de la montura, la cual trotó desbocada en otra dirección habiendo perdido su jinete.

En seguida vieron que nuevos jinetes se habían sumado a la persecución desde la distancia y pronto les alcanzarían al cabalgar con menos peso. El jinete que les seguía, a pesar de gravemente herido, lanzó su espada al suelo y extrajo una ballesta de mano que colgaba de su cinto... 

- ¡¡¡ POR VELEEEEX!!!! - gritó el templario escupiendo odio y rabia. 

 

- Tiradas (1)

Motivo: Jinete ballesta

Tirada: 1d20

Resultado: 4

Notas de juego

Vamos por partes....

Resultado control de DES:  Esma  ha perdido el equilibrio y queda agarrada al borde a punto de caer. Podéis volver a rescatarla con un control de FUE, sin embargo solo hay dos oportunidades, al segundo fallo Esma ya no podrá sujetarse más y caerá.  Solo se puede hacer un control de FUE simultáneo para levantarla (tened en cuenta que sois 5 en el carro ahora mismo y no hay apenas espacio para moveros, además de que el movimiento hace perder equilibrio. 

Disparos de Espinela y Valerian: Las tiradas a distancia en montura (que lo aplicaremos como pasajeros del carro) tiene un penalizador de -2 por estar en movimiento en el ataque. Así que sacáis 20 y 16 respectivamente. Uno de los jinetes templarios muere por el disparo mientras que el otro sigue vivo. Los dos disparos han sido free ya que no se lo esperaban vuestros perseguidores.

Sin embargo ahora si, iniciativa los que vayan a hacer ataque a distancia, y que por tanto esta ronda no podrán ayudar a Esma a subir. Nariya no puede ninguna de las dos cosas porque esta de copiloto.

El templario va a 4 así que si no sacáis menos podéis postear vuestro ataque.