Partida Rol por web

Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

Una sombra en los sueños

Primera parte: El viaje de la Dama

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18/09/2012, 22:41
Director

La Dama es una visión realmente impresionante. Se trata de un descomunal zepelín de tres cuerpos unidos entre sí por cuatro largas pasarelas de metal. Toda la estructura está bellamente tallada de un modo tan aerodinámico como ostentoso, que trata de imitar el estilo de los regios navíos del principado. Las dos barcazas laterales están destinadas a los viajeros y sus camarotes, mientras que en el cuerpo central se encuentra la bodega de carga y el puente de mando.

Notas de juego

Narrad vuestras impresiones por el zepelín y por qué queréis montar. Si habéis conseguido el pasaje u os vais a colar y esas cosas.

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18/09/2012, 23:15
Makra

Salí de la posada aquella mañana con una intención clara...¡¡Montar en el nuevo Zepellin!!

No había pasado demasiado tiempo desde que salí de los bosques de Alberia, desde que dejara atrás los arboles, el sonido de las gotas del rocio resbalando por las hojas y cayendo pacificamente sobre la hierba, eternamente verde y fresca.

No había pasado demasiado tiempo de que dejara mi pueblo atrás, mi familia y todo lo que había sido mi vida antes de esto. Antes de decidirme a salir de mis "cuatro paredes" a descubrir el mundo, a descubrir todo aquello que había más allá de las lindes de mi patria.

Había acabado en Gabriel, una ciudad descomunal. Algunos ciudadanos me habían comentado que más allá, dentro del Sacro Imperio había aún ciudades más magistrales y grandiosas. Yo me dije a mi mismo que tendría que verlas también, quizás fuera mi destino cuando el viaje de Zepellin hubiese terminado.

Hasta el momento no me había faltado el dinero, allí de donde vengo no es algo tan primario, se suele vivir de la caza y la agricultura, el bosque puede ofrecer vida a todo aquel que luche por conseguirla. Pero más allá me habían explicado que no era igual y que para subsistir me haría falta el dinero que ahora colgaba reluciente de una bolsita atada a mi cintura.

Mi madre al salir me entregó unas piezas de caza para el camino y un fardo con pieles para que pudiera comerciar con ellas al llegar a mi destino y así conseguir algo de dinero "para ir empezando". También me entregó las lagrimas de sus ojos, pues temía que esa partida no fuera más que de ida, y  que jamás regresaría.

Había desayunado y me había aseado correctamente con el agua que tenía en mi habitación. Había sacudido la ropa, y intentado quitar algunas pequeñas manchas que habían surgido, quizás de alguna comida, quizás simplemente del uso. Estaba engalonada como quien dice, vistiendo de limpio y con una sonrisa en los labios.

Miré una última vez el pasaje para "La Dama". Era un bonito nombre para un aparato tan grande... Y me encaminé hacia la zona de atraque.

 

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18/09/2012, 23:25
Quinn

Interesante.

Quinn miró el dirigible desde la multitud que esperaba para subir. Podría intentar robar alguna bolsa, pero, ¿para qué? Ya llevaba dinero encima. Hubiese sido avaricia pura y dura, o cleptomanía, y Quinn no iba a pasar por esas.

Llevaba su pasaje en la mano derecha, como todo un caballero, y su maletín en la otra, la izquierda. Era un maletín negro, simple, con un sombrero de copa dibujado en gris sobre la tapa. Llevaba una especie de candado con dígitos, lo que lo hacía parecer aún más moderno.

La Dama era claramente su oportunidad, y su gesto. Volvería a la ciudad donde nació y le demostraría al mundo cómo había evolucionado. De ladrón abandonado a señor de los ladrones y noble. Já.

De hecho, le llamaba notablemente la atención la posibilidad de colarse aunque tuviese pasaje. No le pillarían, y aunque lo hiciesen, ¿qué perdía? Le dejarían entrar igual, pues había pagado su entrada.

El Zepelín era despampanante, desde luego, pero Quinn ya se había acostumbrado a cosas así. Para él todo resultaba ya tan despampanante que todo había dejado de serlo. Aunque claro, ese chisme debía haber costado dinero, mucho. Si contrababa a unos cuantos hombres y los infiltraba podría reclamarlo para sí. Pero por otro lado, ¿qué haría con él? No era un objeto que pasase desapercibido.

Bah. Al grano. Había que subir y demostrarle al mundo no sólo que el hombre podía surcar los cielos, sino que podía evolucionar y romper los límites que el destino, la suerte y la naturaleza le habían puesto.

¿Su misión? Demostrarle al mundo de que pasta estaba hecho. Demostrarle que un vulgar ladrón de barrio sin un centavo podía, por su propia mano, convertirse en un noble. De Arkángel a Lu'Ducart. De la pobreza a la riqueza. Y sin cambiar la esencia. Seguía siendo un Ladrón de pura cepa, pero mejor y más refinado. Con más clase.

No llevaba armas, pues no las necesitaba. Todo para él era utilizable, ya fuese una botella rota o una espada bastarda, aunque esa última pesaba bastante y era difícil de manejar debido al mismo. Sólo llevaba un monóculo en el ojo, más falso que las monedas de platino, un traje que debía costar una fortuna, pues estaba hecho a medida en más de dos sentidos, y su maletín, dentro del cual se escondían 666 objetos.

Sonrió con el lado derecho del rostro. Una media sonrisa, pícara, propia de Quinn y los de su calaña. Dios sabría lo que depararía el destino. Fortuna, seguro.

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19/09/2012, 00:15
Linette

La mañana habia empezado muy temprano para Linette, como siempre se habia despertado temprano para preparar el desayuno y leer un poco mientras desayunaba, tras el desayuno y el aseo diario tocaba preparar el equipaje para el viaje, este no era muy amplio ya que en teoria iba a ser un viaje no demasiado largo.

Frente a ella una maleta en la que metio algo de comida y bebida ya que nunca se sabia, utiles de escritura para anotar lo que fuera necesario y algunos libros, ademas se esconde en una de las botas una daga ya que como le dijo su maestro un dia, siempre es buena idea para una jovencita como ella tener alguna daga escondida porque nunca se sabe lo que podia suceder.

Con un libro en la mano la mujer termina sus oraciones y se dispone a marcharse hacia el puerto en donde embarcara la aeronabe. El corazon de Linett latia con gran fuerza ya que habia visto dias antes esa gran nave y sin duda le llamaba mucho la atencion su construccion y como funcionaba, tal vez por eso estaba deseosa de poder abordarla y gracias a su maestro tenia un pase para el primer vuelo, cosa que le emocionaba bastante.

Cuando llego ante la gran embarcacion voladora tuvo que agarrarse su sombrero mientras la contemplaba, ante ella se encontraba la embarcacion que la llevaria en cierta forma a reencontrarse con su pasado

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19/09/2012, 09:36
Yuudai

Nada... no le quedaba ninguna moneda... ninguna... pero la curiosidad lo empujaba a querer subir a aquel aparato tan extraño. ¿Cómo sería por dentro? Probablemente igual de caro, ostentoso e impresionante que por fuera. ¿Aventura? ¿exploración? ¿avaricia? ¿descubrimiento? Había algo que lo impulsaba, lo atraía hacia aquel extraño barco volador, pero no tenía pasaje, no tenía dinero... se había gastado días atrás el grueso de sus monedas en una armadura de cuero y alguna que otra cosa más para llenar su mochila... ¿Llenarla de qué? De todo menos de dinero...

Se aproximó hacia la multitud, alrededor del aparato... intentó mezclarse como uno más, intentó pasar desapercibido... necesitaba un pasaje y allí habían multitud de personas descuidadas.

Notas de juego

Me gustaría utilizar la habilidad Disfraz para intentar "ser diferente"... ya sea cambiarme la capa de lado, el pelo hacerme la raya en otro lado... sobre todo por si fallo... y por supuesto, ya que me dijiste que NO tengo una moneda, pues... conseguirme un pasaje y no colarme porque "sí" jajajaja. No quiero que me pillen y me tiren por la borda en lo alto T_T. Esto va así, supongo... quiero hacer algo y tú me dices tira por esto o por aquello.

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19/09/2012, 09:54
Zeriak

A alguien con sus habilidades no le era complicado ganar el suficiente dinero para sobrevivir, apostando el juegos de "azar" en algún tugurio de mala muerte. Trataba de ganar lo justo, para no levantar sospechas y hasta a veces perder parte de sus ganancias, sobretodo cuando percibía a alguien con similares habilidades a las suyas vigilando el juego. Así había logrado reunir lo imprescindible para comprar el pasaje para La Dama.

No había podido descansar mucho la noche anterior, la había pasado intranquilo, en parte ansioso por el viaje, y en parte por los recuerdos de ella. Como cada noche, le atormentaban.

Presentaba una cara cansada, con algo de ojeras, mientras hacia cola para embarcar en el descomunal zepelín. Tan solo con su poco abultada mochila de viaje al hombro y su capa de viaje que la cubría casi la totalidad del cuerpo. Por primera vez en mucho tiempo estaba emocionado por algo, por aquella máquina voladora que ahora tenía delante.

Era enorme y ostentosa, la miraba con expectación, deseando embarcar cuanto antes para recorrerla curioso. Aunque su pasaje era de los más baratos, esperaba poder andar libremente por tres barcazas que componían el dirigible. Tal vez allí arriba, lejos de la tierra firme, envuelto por el aire, consiguiese controlar por fin completamente se cuerpo y consiguiese levitar.

Pensamientos de algarabía, anhelo y curiosidad de la gente que lo rodeaba llenaban sin querer su mente, ya estaba acostumbrado a ello, pero hoy tenía un ligero dolor de cabeza y solo deseaba estar solo consigo mismo, así que se cerró.

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22/09/2012, 20:23
Director

A tu alrededor, hay mucha gente. Muchos de ellos llevan el pasaje en la mano, otro parece que sólo están allí para ver despegar al grandioso zepelín o despedirse de sus amigos o familiares. Ves dibujada en el rostro de la gente felicidad y emoción. Es un evento único y todos quieren estar allí para celebrarlo

Notas de juego

Para hacer la tirada de Disfrazar, tienes que hacer una tirada de 1d100 + Disfraz.

Pero ya te aviso. Para entrar en el zepelín, no te vale sólo con disfrazarte. Necesitas un pasaje o intentar colarte. Te recomiendo lo primero. Y, como no lo tienes, te tocará robarlo. Tirada de 1d100 + Robo.

En tu mensaje, no marques a nadie

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22/09/2012, 20:29
Director

Os situáis tras una larga cola. Hay un par de revisores a cada lado de la plataforma de entrada, cogiendo los pasajes y dando la bienvenida. También hay guardias por si alguien intenta colarse.

¿Me permite el pasaje? os dice cuando os llega el turno. Al comprobar que todo está en orden, os da la bienvenida

Bienvenido a la Dama, esperamos que tenga un viaje muy agradable.

Entráis por un lujoso pasillo enmoquetado rojo hasta el enorme salón central. Este increíble salón está decorado de un modo lujos y llamativo. Varias estatuas de mármol de conocidos escultores adornan el lugar junto a una carísima moqueta y una gran lámpara de araña en el techo. Hay tres filas de cómodos sillones que dejan paso a dos amplios pasillos laterales.

En el gran salón se encuentran sentados los viajeros. Son un par de decenas de individuos, de los cuales la mayoría son gordos burgueses, jovencitas y niños. Todas las mesas parecen ocupadas, excepto una, en la que no hay nadie.

También hay cuatro soldados. Dos de ellos en las puertas de la entrada y otros dos al fondo, delante de otras dos puertas, recias construcciones de roble tallado.

Notas de juego

Marcaos sólo a vosotros cuatro

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22/09/2012, 20:35
Yuudai
Sólo para el director

Tenía que robar un pasaje... no tenía dinero, ni modo de subir, salvo como polizón... miró aquí y allá, intento parecer "uno más" entre la multitud... hasta que vió un objetivo, tenía que ser sutil...

- Tiradas (2)

Motivo: Disfraz

Tirada: 1d100

Resultado: 25(+30)=55

Motivo: Robo

Tirada: 1d100

Resultado: 16(+35)=51

Notas de juego

El disfraz simplemente era por si fallo el robo, no sea fácil "reconocerme"... por curarme en salud, de todos modos si quieres te hago las 2 tiradas y ya me comentas...

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23/09/2012, 10:44
Quinn

Quinn, en un acto reflejo, se fijó en los guardias. Sabía que todo marcharía bien, pero no podía evitarlo. Se le había quedado tras años huyendo de la justicia, cual reflejo de Paulov. Echó a andar a paso ligero y elegante a la mesa vacía, sentándose al tiempo que seguía oteando a los guardias. ¿Cuanto les pagarían por eso? Debía ser un buen trabajo, era como pagarte por hacer de estatua viviente. Estando donde estaban, seguro que el suelo llegaba para algo más que para pan, debían cobrar en monedas de oro, que ya es decir.

Dejó su maletín al lado y lo enganchó a la cadera con una cadena de metal que llevaba en el bolsillo.

Sacó de otro bolsillo, uno superior, un monóculo y se colocó cual adorno superfluo y pedante, únicamente para parecer exótico y algo estrambótico. Así era Quinn, el espectáculo con piernas, sólo había que ver su traje, llamativo a más no poder.

Por ahora todo había salido bien, eso era buena señal. Ni problemas para subir, ni infiltrados indeseados, ni nada. Los clientes de La Dama tenían pinta de poder permitirse estar ahí. Quinn no parecía la excepción a la norma, ni lo era. Todo era muy cortesano, victoriano, renacentista, y en definitiva, más preocupado en la apariencia y estética que en la realidad bajo la superficie. Lamentó no poder pasar el tiempo haciendo trampas, pues el dirigible posiblemente no tendría zona de apuestas, pero aquello era un lujo más que suficiente para saciar las expectativas del ladrón.

Echó un ojo a la lámpara del techo, evaluando su resistencia. ¿Caería si la golpeabas en sitio apropiado? ¡Pero por qué pensaba en esas cosas! Tenía que desacostumbrarse de ese tipo de cosas y disfrutar del viaje. No le hacía vivir pensando en el entorno.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Buscar/Advertir (Identificar Armas que llevan los Soldados)

Tirada: 1d100

Dificultad: 20+

Resultado: 4(+90)=94 (Exito)

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23/09/2012, 21:02
Linette

El lugar era sin duda impresionante, Linette estaba asombrada observando el lugar el cual emanaba lujo y buen gusto por todas partes, solo de vez en cuando podia verse algun elemento que a la mujer no le gustaba demasiado, pero eso no eran mas que gustos personales; sin embargo, la lampara, esa enorme lampara de araña era impresionante, de una gran manufactura y de aspecto muy pesado, sin duda aquel vehiculo era un lugar lujoso, bien hecho y sobretodo con materiales ligeros pero a la vez resistentes, lo cual le intrigaba aun mas.

No tardo en vislumbrar un asiento cerca de una ventana y no lo dudo, se sento en el y permanecio mirando por la ventana observando el lugar, la altura, expectante para poder contemplar como aquel impresionante maquina se elevaba por los aires y se perdian a los que estaban abajo, fuera de ella de la vista

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24/09/2012, 00:59
Makra

Aquello era grandioso, más de lo que ni siquiera mi imaginación había alcanzado a soñar.

Aceleré el paso al acercarme al monumento volante, la gente se agolpaba en la puerta y tuve que esperar un poco para que me tocara el turno.

Pegaba pequeños brinquitos de nerviosismo mientras la fila avanzaba poco a poco, persona a persona. Cada vez era más grande y mi ansia por montar se acrecentaba a la par.

Por fin me tocó el turno y entregué el pasaje al encargado de tomarlos, me dió la bienvenida y rauda y veloz entre en "la dama".

Todo eran lujos allí dentro, por un momento me sentí una pobretona, un ser inmundo entre todo aquel lujo.

Seguramente yo sea de las pocas personas que a dejado sus ahorros atrás para poder disfrutar de esta maravilla. Aquí seguro que todo el mundo tiene dinero de sobra - Pensé.

Caminé por los pasillos, fijandome en cada detalle, memorizandoló en mi mente por si algún día tuviera que relatarselo a mi madre en los bosques de Alberia. Obviamente lo exaltaría todo un poco más para conseguir la sorpresa entre los vecinos y amigos.

Seguro que así mi reputación sube...

No dejaban de ser los pensamientos de una niña inmadura, no obstante era lo que necesitaba en ese momento.

Llego a un salón enorme, donde los viajeros iban colocandose según les parecía, o eso creyó ya que en su entrada no ponía nada al respecto.

Oteó todo a su alrededor buscando algún sitio donde sentarse. Está todo lleno... Pensó mientras se mordía el labio enfatizando su busqueda sin rumbo entre las cabezas de lal gente.

Por fin dió con una mesa en  la que quedaba algún sitio libre, es más, solo estaba una silla ocupada y al parecer acababa de llegar.

Se acercó poco a poco y cuando estuvo a la altura de la joven que observaba por la ventana cogió una silla por el respaldo y la sonrió mientras le preguntaba.

- Perdona, ¿Está ocupada?

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24/09/2012, 05:03
Kami
Sólo para el director

Kami había obtenido un billete para viajar en La Dama. Desde siempre había sido muy famoso en su región y a menudo todas sus fans le hacían regalos y le mandaban invitaciones. Entre ellas había una que le dio el billete para que viajara con ella en aquel gran globo.

A Kami no le gustaba rechazar las ofertas y propuestas de sus admiradoras así que decidió no quedar mal y dirigirse a La Dama para poder volar por primera vez.

Aquel viaje era la oportunidad que Kami siempre había soñado, por fin podría volar, por fin podría viajar en Zeppelín y por fin podría abandonar su pueblo y a su familia. Se había hartado del entrenamiento tan duro que le había dado su madre, estaba cansado de aguantar su rigidez y su carácter. Su madre no era una madre como cualquiera y Kami tenía que aprovechar aquella oportunidad para huir de allí.

Además, la mujer que le había hecho aquella proposición era un de las más bellas de la región y al parecer tenía bastante nivel económico si era capaz de entregarle un pasaje como aquel.

Cuando Kami estuvo cerca del globo inspiró profundamente para captar el olor del lugar, por fin podría cumplir uno de sus sueños. Por fin dejaría su hogar.

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24/09/2012, 10:24
Zeriak

Dejó pasar a gente hasta colocarse en los últimos puestos de la cola. No tenía ninguna prisa por entrar, disfrutaba de la visión del enorme dirigible y del silencio en su cabeza.

Cuando por fin le llegó el turno, acompaño con una mirada amable la entrega de su pasaje. Es cierto que desentonaba un poco con todo el lujo y la ostentación presente entre los pasajeros, con su comunes ropajes y su gran capa de viaje marrón envolviendo casi la totalidad de su cuerpo. Pero al menos presentaba un aspecto aseado y seguramente pasaría por algún excéntrico personaje.

Entró sin problemas a la Dama, quedándose enseguida conmocionado por la llamativa decoración del interior de la nave. Recorrió con la mirada cada estatua del pasillo de entrada, como estudiando sus formas, hasta llegar al gran salón, gobernado por la enorme lámpara de araña. Se le escapó una leve sonrisa ante tal esperpéntica demostración de lujo.

A ser posible quería observar el despegue, así que busco alguna ventana libre desde donde poder ver algo. Todo estaba de bote en bote, menos una apartada mesa con dos señoritas y un caballero con un pedante monóculo. Así que se encogió de hombros y se encaminó hacia allí.

Perdonad. - dijo al llegar - ¿Alguno de estos asientos está libre? - intentó parecer amable y educado. Las mujeres era bastante atractivas, y eso hizo que la imagen de ella se le pasase por la cabeza, y le volvió a doler. - No les molestaré, solo quiero observar el despegue por alguna ventana.- Su mente seguía cerrada, solo quería disfrutar del vuelo.

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24/09/2012, 14:23
Quinn

Quinn, pretendiendo ser elegante y cortés, separó un poco una de las sillas vacías, haciendo notar el estado de la misma.

- No sé si las señoritas tenían pensado traer más compañía- su voz era suave, pero no monocorde. Estaba un poco vacía, como las vacuas palabras pobres de un noble que no siente de verdad lo que emana de su garganta, pero seguía siendo agradable-, pero desde luego, cuando yo me senté, no reservé más asientos. Viajo solo.

Lo dijo con naturalidad, como si fuese algo de lo que sentirse orgulloso. El aspecto de Quinn, por lo extravagante, podía parecer ridículo, pero su comportamiento poseía cierto aire de subterfugio que le hacía parecer agradable a ojos de los demás. En aquel caso quería parecer inofensivo y predispuesto a pasar por alto el atuendo del chico, pues él también había pasado por esa época en la vida donde el dinero no alcanza para lujos, pero si lo conseguía o no era algo que no estaba en su mano. Quinn sólo había aprendido a ser encantador sin necesidad de esforzarse, pues era un requisito casi indispensable para que un hombre en sus condiciones hiciese camino en el mundo sin tener que aplastar a los demás a su paso, algo que detestaba. ¿Por qué destruir cuando puedes crear?

Notas de juego

Ventaja Encanto.

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26/09/2012, 22:10
Director

Seleccionas a tu víctima. Es un hombre vestido de manera elegante, con un sombrero de copa y un bastón lujoso. Pero lleva el pasaje en la mano. Mucha gente está pasando por su alrededor, unos se paran a hablar, otros simplemente se chocan. Incluso puedes ver a un niño ratero que mete la mano sin casi disimulo en su bolsillo y se va a toda prisa con un montón de monedas.

Con toda naturalidad, como buen ladrón que eres, te acercas hasta él. No te chocas, ya que no merece la pena. Pasas por su lado y, con un leve roce, el pasaje es tuyo.

Antes de que se percate de que ha perdido su billete, te acercas hasta una larga cola para entrar. Hay un par de revisores a cada lado de la plataforma de entrada, cogiendo los pasajes y dando la bienvenida. También hay guardias por si alguien intenta colarse.

¿Me permite el pasaje? te dice cuando te llega el turno. Al comprobar que todo está en orden, te da la bienvenida.

Bienvenido a la Dama, esperamos que tenga un viaje muy agradable.

Entras por un lujoso pasillo enmoquetado rojo hasta el enorme salón central. Este increíble salón está decorado de un modo lujos y llamativo. Varias estatuas de mármol de conocidos escultores adornan el lugar junto a una carísima moqueta y una gran lámpara de araña en el techo. Hay tres filas de cómodos sillones que dejan paso a dos amplios pasillos laterales.

En el gran salón se encuentran sentados los viajeros. Son un par de decenas de individuos, de los cuales la mayoría son gordos burgueses, jovencitas y niños. Todas las mesas parecen ocupadas, excepto una. En ella, hay dos asientos libres, y un pequeño grupo de desconocidos que parecen charlar

También hay cuatro soldados. Dos de ellos en las puertas de la entrada y otros dos al fondo, delante de otras dos puertas, recias construcciones de roble tallado.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Advertir

Tirada: 1d100

Dificultad: 55+

Resultado: 22(+20)=42 (Fracaso)

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26/09/2012, 22:18
Director

Te situas tras una larga cola para entrar. Hay un par de revisores a cada lado de la plataforma de entrada, cogiendo los pasajes y dando la bienvenida. También hay guardias por si alguien intenta colarse.

¿Me permite el pasaje? te dice cuando te llega el turno. Al comprobar que todo está en orden, te da la bienvenida.

Bienvenido a la Dama, esperamos que tenga un viaje muy agradable.

Entras por un lujoso pasillo enmoquetado rojo hasta el enorme salón central. Este increíble salón está decorado de un modo lujos y llamativo. Varias estatuas de mármol de conocidos escultores adornan el lugar junto a una carísima moqueta y una gran lámpara de araña en el techo. Hay tres filas de cómodos sillones que dejan paso a dos amplios pasillos laterales.

En el gran salón se encuentran sentados los viajeros. Son un par de decenas de individuos, de los cuales la mayoría son gordos burgueses, jovencitas y niños. Todas las mesas parecen ocupadas, excepto una. En ella, hay dos asientos libres, y un pequeño grupo de desconocidos que parecen charlar

También hay cuatro soldados. Dos de ellos en las puertas de la entrada y otros dos al fondo, delante de otras dos puertas, recias construcciones de roble tallado.

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26/09/2012, 22:22
Director

En pocos minutos, se empieza a escuchar un ruido procedente de la Dama

El zepelín comienza a moverse. Primero lentamente y después coge algo más de velocidad. Según se inclina para empezar a ascender, notáis una sensación extraña en el estómago. Desde las ventanas, veis cómo todo comienza a hacerse diminuto. Las casas parecen de juguetes y las personas son como hormigas. La ascensión es una imagen preciosa, y más cuando las nubes salen a vuestro encuentro y pasan de largo por las ventanas.

Cuando el dirigible corrige su posición y vuelve a la horizontalidad, uno de los guardias se adelanta y carraspea para aclarar su garganta

Señores y señoras, por favor, escuchen. Durante una o dos horas, deberán permanecer en el Gran Salón. Podrán ir a sus habitaciones cuando se encuentren completamente habilitadas. Mientras tanto, pueden mirar por las escotillas. El paisaje será increíble. Además, también tienen varios refrigerios y comida que nuestros camareros servirán con gusto

Tras esas palabras el guardia vuelve a su posición inicial. La gente parece tan encantada con el salón que no les importa mucho no poder ir a sus habitaciones

Notas de juego

Ya podéis postear a todos

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26/09/2012, 22:33
Director

Notas de juego

Al hablar con Quinn, os parece una persona que inspira confianza. Es agradable y os parece de trato fácil, por lo que os sentís cómodos

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27/09/2012, 01:40
Quinn

Quinn hizo una señal con los dedos índice y corazón. Atrayéndolos hacia si para captar la atención de algún camarero.

En algún que otro pueblo bárbaro ese gesto era un insulto, destinado a ofender con la posibilidad de que se le cortasen los dedos de disparo al arquero, impidiendo lógicamente que pudiese trabajar con verdadera eficacia por el resto de su vida.

Pero en las ciudades de bien esa cultura no se sabía, y el gesto de Quinn era un simple toque de atención a un camarero. Quinn, si no hubiese sido un nómada toda su infancia, tampoco lo sabría, y probablemente se hubiese avergonzado de saber algo así. No por el hecho de saberlo, sino por las circunstancias en las que lo aprendió.

Tenía monedas en el bolsillo, por lo que daba igual si las bebidas eran gratis o no. Quinn quería beber, únicamente por el capricho de poder considerarse así un noble de gustos refinados. Todavía tenía ramalazos de su vida bárbaro, y algunos de sus movimientos seguían siendo bastos y simples. Era algo que cargaría toda su vida, pues aunque el mendigo se vista de seda, mendigo se queda. De ahí que no valorase el dinero que tenía en el saco. Era dinero manchado con polvo. Dinero sucio. No tenía valor de verdad. Podía comprar, sí, pero no conquistaba el corazón de su dueño.

Miró a la gente sentada a su mesa. Ninguno parecía noble, y si lo era, lo ocultaba, o no le daba importancia a la actitud o la vestimenta. Era raro. El era el único que parecía fingir ser de alta cuna, y aquella era aparentemente la única mesa en aquella situación. Fue a preguntar, pero decidió que tenía todo el viaje para ello. No era cuestión de despilfarrar su encanto para tener conversaciones de carruaje o cola de panadería en aquel sitio.

Para conversaciones banales ya tenía el aire y una calavera en la mano.