No hay destrozos más allá de algún vaso o plato roto, que Tommen barre con esmero profesional para que nadie acabe herido tras clavarse un cristal. Ninette se acerca un momento antes de que te alejes demasiado y te dice algo con aire confidencial.
- Hay un casaca azul en la cocina... Un tal Toussaint - habla en un susurro - Vino hace una hora y como dormíais, Margery le ofreció un almuerzo. Quiere hablar con vos, o algo así dijo...
Asiento a lo que dice y le hago un gesto para que se vaya a limpiar cuanto antes, mejor que la chica espabilara ya que no iba a acostarse con ningún hombre de momento. Voy hacia la cocina y me asomo buscando a Toussaint. Quizás ya había hablado con el gobernador, lo que queria decir que lo había recibido rápido y eso era bueno.
Encuentras a Toussaint en la cocina. Está sentado a la mesa, comiendo pan con algo de cecina y una copa de vino, mientras Margery macera algo en el puchero al fuego. Algo que huele muy bien. El sargento se levanta cuando te ve, y se acerca a besar el dorso de tu mano a modo de saludo. A modo muy zalamero y caballeroso.
- Genèviéve... No quise que os despertaran, no me importó esperar - indica la comida - Vuestras meretrices han sido muy amables. Hicieron mas amena mi espera - te sonríe levemente.
-Oh, sargento, no debíais esperar. Podríais haberme hecho llamar, por vos no hubiera tenido problema en darme prisa o en madrugar- le digo con una sonrisa y asiento ante lo de la espera amena. -Son mujeres amables y serviles, como Dios manda, monsieur.
Aquel hombre sonríe, ignorante de tus palabras zalameras. Por suerte, los hombres podían ser como un burro de carga, al cual se le tapan los ojos para que sólo miren al frente y vayan por el camino indicado.
- Muy amables, jamás lo dudé. Ahora más, con la mejoría en la regencia... - deposita otro beso en el dorso de tu mano - Sólo venía a poneros al corriente de que cumplí con lo prometido anoche. Yo os recibiré mañana y os guiaré personalmente. Ahora debo marcharme ya, pero debéis confiar en mi - asiente.
-¿Vos en persona? Sois tan amable de darnos vuestro tiempo así- hago una reverencia ante lo que dice de con fiar en él, claro que no me fiaba de nadie, pero él creía que hacía lo mejor para todos. -Siento ocupar vuestro tiempo con un asunto así, pero para mí es importante, sargento.
Hace un gesto con la mano quitando importancia. A pesar de eso, en su fuero interno seguramente una parte de él se estaría regodeando de lo bien que lo está haciendo y de la ganancia de tu favor.
- Genèviéve... Siempre os ayudaré si está en mis manos. Nos vemos mañana... Hacedme llamar con el guardia del portón de Fort Rocher. Allí os recibiré - asiente un poco, mirándote significativamente, y seguramente pensando todo lo que de debías en adelante, y aquel pobre diablo se marcha por la puerta de las cocinas.
Margery había estado presente, pero el tema tratado no era secreto de estado. Bien sabido era que se quería hacer justicia de la agresión a Marion.
-Así será, os haré llamar- hago otra reverencia, viendo cómo sale por la puerta y luego miro a Margery. Se haría justicia a Marion y saldríamos beneficiados de poder tratar por fin con el gobernador, que era la razón principal de que el demonio me ayudara a hacerme con el burdel. -Si todo sale bien, habrá que tratar bien al sargento cada vez que venga, ya me entendéis.
Toussaint se marcha, sin saber que acaba de convertirse en un peón en tu tablero. Margery, que te mira con media sonrisa, asiente aprobatoria a lo que le dices. Si el siguiente paso salía bien, cambiarían muchas cosas y estarías a un paso mas de saldar la deuda con el Demonio.
!CONTINUARÁ!