Partida Rol por web

Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 1.4] Estación de Nieblas - Camaret - FINALIZADA

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28/11/2018, 15:27
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—

Sigo observando a la mujer y como habla de un acuerdo aun inexistente, como si lo hubiéramos aceptado y es que lo que me parece es que no tenemos elección. Estoy segura que va a utilizarnos para sus fines y eso me hace sentirme profundamente dolida, otra vez manipulada por despreciables vástagos.

Mi vista baja hacia la manzana y frunzo el ceño por no poder hacer lo que realmente deseo. Al menos habría ayudado a la gente que habita a lo largo de estas costas, menos era nada. Supongo que debo conformarme con esto por el momento.

-Vale.- Digo a regañadientes. -Acepto, la manzana llegará a su destino.-

Doy unos pasos hacia la mujer y levanto el rostro para mirarla a los ojos, antes de poner mi mano sobre la manzana y tras unos segundos con mis pupilas detenidas sobre las suyas, lanzo un suspiro cargado de pesadumbre, un gesto tan humano que incluso me avergüenza ante la poderosa mujer que desde un principio nos consideró totalmente prescindibles. Después apoyo mi mano sobre el fruto, convirtiéndome en portadora del oscuro mensaje, un significado que quizás no alcanzo a comprender y que sé que su sobrino lamentará escuchar.

-Ahora estas costas dejaran de temer a la niebla.- Concluyo antes de empezar a alejarme de Morgaine sin perderla de vista.

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30/11/2018, 00:41
z/Maëlys de Trebaul

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—

Vio a Selin adelantarla para coger la fruta que les ofrecía Morgaine. El momento se le antojo casi sacado de la biblia con la serpiente ofreciéndole la manzana a Eva. La joven no parecía muy conforme con todo aquello, algo que no le podía negar, pero no tenían más opción que hacer aquello si querían evitar aquella niebla.

Podéis estar tranquila, mi señora, entregaremos vuestro presente personalmente a su destinatario. Guardo silencio unos instantes, dubitativa sobre algo que deseaba preguntar, hasta que al final asintió para sí misma, como si después de un debate hubiera llegado a una conclusión. Una última pregunta si no es mucha molestia, señora. ¿Las cenizas que reposan en la terraza del acantilado… son las del chiquillo de vuestro sobrino?

Arrugo ligeramente el gesto al escuchar a la joven. Tal vez era demasiado joven y demasiado ingenua, o que era ella la que pecaba de desconfiada respecto a cosas así, pero dudaba de que realmente la vampiresa no usase la niebla  más veces, aunque fuera para alimentarse. La estrategia de usarla para llamar la atención de la comunidad vampírica había sido inteligente, y no les había dejado ninguna salida más que acceder a sus designios. Solo el tiempo diría si de verdad cumpliría con su palabra de no.

Si lo prefieres Selin, puedo llevarla yo en mi bolsa. Levanto el bolsito que colgaba del cinturón y donde se podía oír el tintineo de monedas al chocar unas contra otras.

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30/11/2018, 11:36
Morgaine

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—


Morgaine sonrió satisfecha ante la iniciativa de Selin, cuando la assamita tomó la manzana sintió un agradable cosquilleo en sus dedos, tal como si hubieran vuelto momentáneamente a la vida. Nada más entregar la misteriosa fruta, la bruja invocó unas pocas palabras en una lengua arcaica que recordaba al bretón, pero que no lo era. La niebla se empezó a retirar, en cuestión de segundos se había disipado por completo dejándoos ver de nuevo el paisaje nocturno de los acantilados y el mar.

Tenemos un pacto —anunció malévola, pero también solemne —. Cumplid vuestra parte y yo cumpliré la mía. Romped nuestro acuerdo, y habrá consecuencias.

Unos escasos instantes de silencio acompañaron su mirada a cada uno de los presentes, aunque acabó reparando en Maëlys y su pregunta.

No —dijo oscura —. Esas cenizas es el resultado de una treta, una trampa elaborado hace tiempo por Riothamus y mejorada por mi. Afortunadamente ninguno de vosotros intentó extraer la espada de la roca.. —sonrió maligna, no escondía que le resultaba francamente gracioso —. Su empuñadura posee un hechizo que os hubiera pegado a la misma. Atrapados.. esperando la llegada de la luz del amanecer. Los restos que ahí visteis.. no importan. Nunca importaron.

Tras una breve pausa, Morgaine se paseó lentamente dentro del círculo de piedras, dio una vuelta completa ante la atenta mirada de los presentes. Al acabar su paseo circular, se detuvo de nuevo.

Marchad entonces, niños. El tiempo apremia, y mañana.. sí.. mañana será un gran día —sonrió plenamente satisfecha. Morgaine volvió sobre sus talones y empezó a alejarse hasta el borde del acantilado, y antes de dar un paso al vacío su figura se evaporó en el aire como si nunca hubiera estado ahí.

Notas de juego

Próximo post, el lunes.

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02/12/2018, 00:26
Artur de Aquilare

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—


Artur había estado a punto de indicar a Selin que esperase. La respuesta de Morgaine era, justo, la que temía. Y la que impedía que el lasombra pudiera cumplir con lo que la autoproclamada señora de Ynys Afallach había hablado. Ahora, sin embargo... El lasombra volvió a mirar a sus compañeras, serio y preocupado, y se pasó la mano por el mentón.

- Vámonos de este lugar. Tenemos que hablar, y prefiero hacerlo en un lugar más tranquilo.

Es evidente por el tono que el vampiro está, de un lado, preocupado, y de otro, molesto. Sin embargo no parece dispuesto a hablar ahora. ¿Acaso había el lasombra considerado en demasía a la vampiresa? ¿o a sus compañeras? ¿De verdad no era evidente que él no había prometido nada? Y ahora, ¿qué?

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02/12/2018, 01:56
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—

El agradable cosquilleo me recuerda a una sensación que ya había tenido, precisamente al adentrarme en el círculo de piedras de Pen-Hir, y ahora de nuevo vuelvo a sentirlo al coger el fruto de la poderosa mujer llamada Morgaine. Menos poderosa pero igual de extraña.

Tras esas primeras sensaciones mantengo en alto la manzana, observando sus colores y su forma, intentando ver que podría tener de especial. Aparto la vista cuando la señora de Ynys Afallach anuncia nuestro compromiso. -Lo tenemos.- Digo con un deje de tristeza.

Escucho el relato sobre la maldición que pesa sobre la espada, los cuerpos a su alrededor anunciaban un trágico desenlace, aun así me parecía un castigo desproporcionado para el robo por muy valiosa que pudiera ser esa espada.

Sigo los pasos de la mujer hasta que desaparece al borde del acantilado quedándome momentáneamente con la mirada perdida en el oscuro horizonte. La desaparición de la niebla junto con su creadora dota el instante de una extraña calma, a pesar de que siento el peso de una responsabilidad que no estoy segura de que me conduzca por el cauce que anhelo. Hemos conseguido detener algunas de las muertes que sucedían en estas costas; pero quién sabe que males traeríamos al mundo con la entrega de este mensaje. Un pacto demasiado peligroso es lo que tengo en mi mano.

Me vuelvo hacia Maëlys, observando el bolso en el que ofrece guardar el fruto, no la conozco lo suficiente. Prefiero guardarlo yo y llevar conmigo esa responsabilidad. -No hace falta. Gracias.- Puedo cargar yo sola con el peso de mis decisiones.

La mirada de Artur lo dice todo y su voz lo aclara aun más si cabe. -…- Murmuro mientras agacho levemente la cabeza con una culpabilidad palpable. Luego me muevo despacio hacia el lugar donde dejé mis cosas, el fardo con el que oculte mi espada y mi pequeña bolsa de viaje, con cuidado deposito la manzana en su interior.

Después envuelvo de nuevo mi cimitarra y camino hasta el exterior del círculo de Pen-Hir, lista para continuar por el camino que he elegido.

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04/12/2018, 14:50
Narrador

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—


Con la marcha de Morgaine la niebla hizo lo mismo, volvió el paraje escarpado que previamente os había recibido cerca del círculo de piedras. El viento soplaba, las olas rompían contra las rocas, tal como si un mal sueño os hubiera abandonado. Pero en la mano de Selin descansaba la manzana entregada por aquella bruja cainita, recuerdo de que lo que habían vivido era real.

Salir o entrar del círculo ya no causaba ningún efecto sobre vosotros, era tal como si la magia que parecía residir en aquel lugar se hubiera evaporado o, sencillamente, escondido de vuestras percepciones. Vuestros acompañantes mortales guardaron silencio, lo mismo que el taciturno Eadwig, quedaba resolver qué hacer a continuación.

En caso de querer regresar a Brest, estabais con el tiempo suficiente de hacerlo. Claro está que no surgiera un nuevo contratiempo.

Notas de juego

Próximo post, el viernes.

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04/12/2018, 19:49
Artur de Aquilare

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—


- Volvamos a la ermita. Si mal no recuerdo es, y sigue siendo, un lugar de refugio y descanso para los que son como nosotros. Existe la posibilidad que haya algún encantamiento que nos proteja de miradas u oídos indiscretos, y bien sabe el Cielo que tenemos que hablar. Os recuerdo a los tres que hemos quedado en esta misma zona de Camaret para reunirnos, dentro de seis días, con nuestros compañeros. Y más cosas debemos hablar, por supuesto. Pero esperemos a estar bajo techo. 

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07/12/2018, 00:42
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—

Al salir del círculo de piedras, me vuelvo para escuchar a Artur y mirar al resto de mis compañeros, vástagos y mortales. Entonces nos recuerda que habíamos quedado aquí dentro de seis días, sin embargo las cosas han cambiado y ahora estoy comprometida a llevar un mensaje a cambio de que la niebla no vuelva a actuar en estas costas. -Sí, hablaremos ahí y decidiremos.-

Luego empiezo a caminar hacia la ermita en un silencio sepulcral, pensando en todo lo que había ocurrido hasta ahora.

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07/12/2018, 14:01
z/Maëlys de Trebaul

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—

Siguió en silencio a sus dos compañeros. El hispano no parecía muy contento con la situación, pero viendo como estaban las cosas, no tenían ninguna otra salida en aquel momento. Por otro lado se sintió aliviada desde el momento en que aquella mujer dijo que la espada tenía un encantamiento para dejar a cualquiera que la tocara allí atrapado para ser presa del sol. Había hecho muy bien en escuchar a Selin y su advertencia.

Ahora solo quedaba ver que harían y que era lo que quería hablar tan en privado Artur.

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11/12/2018, 08:57
Artur de Aquilare

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—


Una vez llegaron a la ermita, Artur miró a ambas mujeres con gesto serio, especialmente a Selin.

- La excesiva vehemencia lleva a un apasionamiento que, en ocasiones, disminuye nuestra capacidad de raciocinio. Ella nos ha avisado que puede mentirnos o engañarnos sin problema pero, aunque no lo hiciera, y fuera sincera ¿crees acaso que los acontecimientos que pondrás en marcha cuando entregues esa manzana no serán aun más perniciosos para los mortales que la niebla? ¿que no desatarás muerte, destrucción, corrupción? Ambas- y al decir ambas miró a la dama Maëlys- os habéis comprometido a entregar la manzana a su destinatario. Sin embargo, nosotros, todos, estábamos al servicio de la Duquesa Margawse Menguy. ¿Creéis acaso que hacer esto es cumplir fielmente con el deber que habíamos voluntariamente asumido?-  el lasombra deja pasar unos segundos antes de continuar- Ninguna de las dos, sin embargo, os habéis comprometido a hacer el encargo en una fecha concreta. Creo que debemos esperar el regreso del otro grupo, tal como habíamos quedado. Puedo comprender que estábamos en una situación peligrosa, y que salir de ella no era fácil. Sin embargo hubiéramos podido seguir negociando y obteniendo información y quien sabe, si alguna otra forma de salir del entuerto. Yo nada prometí, ¿recordáis? Hubiera sido mejor más tiento, y paciencia. Aunque ya está hecho. Habrá que ver como poder solventarlo.

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13/12/2018, 03:00
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—

 

Una vez en la ermita, Artur inicia la conversación que tenemos pendiente, lo escucho evitando mirarle a los ojos. Cuando termina aprieto los dientes con fuerza, algo nerviosa por la situación. No había ninguna opción buena, estoy segura de ello.

-Nos habría matado y hubiera esperado a los siguientes. Mientras hubiera seguido cobrándose vidas de inocentes, así que preferí que nosotros cargáramos con el peso de pactar con una mujer así.- Él mismo me había advertido de su poder. -No había otra opción que aceptar y asumir que nuestros actos no serán beneficiosos para nadie. Quizás solo para Camaret, si cumple su parte...- Al menos, por el momento.

-No creo que vosotros dos estéis excluidos de este acuerdo, cuando cogí la manzana, ella pensaba en todos nosotros. Lo lamento.- Al disculparme hago una leve inclinación de cabeza hacia Artur.

Como bien dice, no le habíamos dado una fecha; pero como mucho se tardarían tres o cuatro días en llegar a nuestro destino suponiendo que tuviéramos algún contratiempo. No estábamos tan lejos.

-Ahora tenemos algunos días antes que le resulte extraño que no hayamos entregado la manzana, debemos aprovecharlos para intentar descubrir algo más; aunque no sé si esperar una semana sea posible, quizás piense que le hemos fallado o traicionado.-

De reojo miro hacia Maëlys y el caballero, luego vuelvo a mirar hacia Artur, al fin y al cabo, a él le conozco desde hace más tiempo. -¿Qué deberíamos hacer estos días antes de vernos obligados a embarcar y entregar el mensaje?-

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15/12/2018, 16:45
z/Maëlys de Trebaul

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—

Arrugo el ceño, no habían tenido más opción que aceptar aquello si querían evitar la muerte. Sin embargo siguió escuchando sin interrumpirle y dejar que desahogase toda la frustración que tenía acumulada por culpa de aquello. Por mucho que le doliera, él se había mantenido demasiado al margen durante la negociación. Por llamarla de alguna manera.

Por si no lo habíais notado Monsieur, esa mujer se estaba impacientando muy rápidamente. Es más, dejo muy claro que necesitaba vástagos como nosotros. Jóvenes, sin mucho poder, perfectos para poder tener las riendas de la situación y hacer lo que ella quería. Dudo que nos hubiera dado más información, pues mi pregunta más directa no pudo ser y no conto absolutamente nada, solo que le preguntemos a su hermana. Añadió a lo ya dicho por Selin. Lo que me lleva a aclararos algo Monsieur, no sirvo a Margawse, no pertenezco a su corte. Así que eso no me concierne. Estamos aquí porque el Príncipe Gevrog pidió la ayuda para descubrir que estaba produciendo la niebla y a poder ser encontrar a su propio chiquillo. Creo que hemos cumplido con nuestra parte. Sabemos quién es la causante y lo que hizo con el chiquillo.

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15/12/2018, 17:06
Artur de Aquilare

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—


Artur dejó que ambas se expresaran, y luego negó, más a las palabras de Maëlys que a las de Selin. Después de todo, para el parecer de Artur, el lasombra estaba llevando el peso de la negociación hasta que Selin había "picado" a las provocaciones de la antigua, aceptando cumplir su encargo a cambio que los mortales no sufrieran más daño. Y una vez Selin había aceptado, poco o nada quedaba por discutir.

- Creo que lo noté. También estoy convencido que era una situación difícil y arriesgada. Probablemente por vuestra tozudez en ir justo por el camino que no debía tomarse. En todo caso... difícil es saber lo que hubiera ocurrido de tomar otras decisiones. Lo hecho, hecho está. Lo que no quita para que, como dije, hubiera preferido más mesura, y tiento. ¿Se estaba impacientando? Quizás. Pero lo cierto es que aceptásteis su oferta. Ambas. Lo que no era sin duda necesario- Artur guarda un momento de silencio antes de continuar- Selin, las palabras tienen poder. Sobre todo con seres tan antiguos. Tu promesa, y la de la dama Maëlys, os vincula. Y sin duda no cumplirla tendrá malas consecuencias. Pero en mi caso... las posibilidades de actuación en mi contra son las mismas que si, sencillamente, me hubiera conocido. Ella sabe, no me cabe duda, que nada le he prometido. Lo que no quita para que, obviamente, tenga un problema. Pues ambas me sois aprecidas, y somos compañeros en esta aventura.

Tras estas palabras suspiró, pensativo y tras unos segundos asintió a lo dicho por la dama.

- Cierto. Ha sido el príncipe Gevrog el que nos ha pedido ayuda para descubrir que estaba produciendo la niebla y a poder ser encontrar a su propio chiquillo. Y es cierto: hemos descubierto a la causante y lo que hizo con el chiquillo. Pero, permitidme preguntaros a ambas, ¿os imáginas cuanto aprecia la duquesa a su chiquillo como para, a pesar que vuestra política es no aceptar vampiros de otras estirpes llegar a puestos de poder, permitir a este no sólo llegar a un grado de autoridad que obviamente le excede, sino ofrecer lo que no queréis que sea ofrecido? ¿qué hará con nosotros cuando llevemos lo que no puede ser sino un caballo de Troya, un regalo envenenado? - el lasombra deja la pregunta en el aire unos instantes, y luego se masajea las sienes- Dentro de pocos días llegará el resto del grupo, con quienes hemos quedado. Esa fue la idea. Creo que es conveniente mantener esa reunión o, en caso negativo, id a buscarlos antes de regresar.

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17/12/2018, 09:39
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—

Mis pupilas se mueven entre Artur y Maëlys mientras ambos hablan e instintivamente estrecho el fardo que contiene mi más preciado tesoro contra mi cuerpo. ¿Lo había vuelto a hacer mal? Supongo que es muy probable que hubiera vuelto a errar en mis decisiones, pero en ese momento me pareció que nuestra existencia pendía de un hilo. Además, evitar la muerte de inocentes siempre debe ser prioritario. Sí, en ese  momento se podían haber tomado muchas decisiones pero no creo que la mía fuese la peor.

Cuando Artur menciona mi nombre, detengo mi mirada en él. -Creo que este mensaje llegaría tarde o temprano, sea llevado por nosotros o no. Si haciéndolo nosotros acabamos aunque sea momentáneamente con los ataques de la niebla pues algo habremos ganado. Alargar la vida de algunos que ya padecen demasiado.-

-Esa mujer es malvada y culpable de seguramente más crímenes de los que podamos llegar a conocer algún día, pero en ese momento creo que no podíamos hacer nada más que aceptar sus condiciones.-  

Mientras continúa hablando Artur, bajo la mirada hacia mi bolsa de viaje, en cuyo interior está ese mensaje envenenado. Una manzana.

-Tú mismo dices que no has prometido nada, podemos entregarla nosotras si temes un castigo. A mí eso no me preocupa, sino Morgaine y lo que se trae entre manos, al igual que lo que pueda haber en la corte del Príncipe. ¿Creéis que nadie podía haber sospechado que fuera ella? ¿Nadie la recuerda?- Después de mis preguntas, miro hacia Maëlys. -Descendiendo por el acantilado había un nombre, uno antiguo y Maëlys ha sabido quien era al instante. Al menos a mí nadie me habló de todos estos poderosos vástagos desaparecidos. Una niebla mortal que ya había acabado con un vástago bien podía señalar a los antiguos habitantes de estas tierras.-

-También es posible que el vástago muerto conociera algo más y no aceptara el mensaje, de ahí su muerte.- Existe la posibilidad que no solo nos estuviera utilizando Morgaine, sino también el Príncipe Gevrog y de una forma distinta a la que pensamos. 

Es cierto, como ya habíamos dicho, habíamos quedado en encontrarnos. -No sabemos dónde pueden estar y que habrán decidido, si permanecerán en esa zona o al haber acabado ya vienen de camino.-

-Esperar parece adecuado, pero pueden ser varios días.- No conozco a aquellos tres vástagos, también podría ser que no acudieran a nuestro encuentro y entonces el tiempo aquí habría sido en vano. -Creo que deberíamos aprovecharlos de alguna forma.-

Tras mantener silencio durante un rato, recuerdo que hay algo que podría hacer en este tiempo y quizás podría aprovechar las últimas horas antes del amanecer para escribirla. -Artur, me gustaría pedirte un favor.- 

-¿Me ayudarías a enviar una carta?- Tras preguntar bajo la mirada hacia el suelo de la ermita y aunque ningún rubor cubre mis mejillas, si que siento vergüenza por tener que pedir favores.

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26/12/2018, 11:49
Artur de Aquilare

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—


- Está bien, Selin. Os ayudaré a enviar esa carta, no hay problema. En cuanto al resto... No temo el castigo. Sencillamente no deseo incumplir con el espíritu de la misión que se me ha encomendado, y menos aún, enfrentarme a la legítima gobernante de estas tierras quien, por lo que he visto, parece mejor gobernante que la señora que nos ha puesto en este brete y a la que, ambas, os habéis comprometido a hacer este servicio. Por otro lado es cierto que falta bastante tiempo para que se cumpla el plazo que nos hemos determinado con el otro grupo, pero no es menos cierto que le prometimos vernos aquí. No creo, y precisamente no lo creo por haber quedado en ello, que debamos irnos sin esperarles. Distinto sería si pudiéramos ponernos en contacto con ellos de alguna manera, pero no parece ser el caso. En cuanto a intentar aprovechar el tiempo... ¿tal vez intentar ver al Ankou nuevamente? No tengo claro que haya algo que podamos ofrecerle, pero es bastante antiguo, y quizás, pudiera encontrar un medio para solventar nuestro problema.

Guarda un instante silencio, antes de continuar

- Por lo demás, reconozco que no me gusta separarnos. Quizás vuestro sirviente, Jean, dama Selin, y el noble Eadwig, podrían ponerse en camino para intentar avisarles... pero no tengo claro que tales divisiones sean adecuadas, como ya he indicado, y la posibilidad que se crucen, o que haya extravíos, sin duda, existe.

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27/12/2018, 19:59
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—

Realizo un leve asentimiento hacia Artur. -Gracias.- Para luego seguir escuchándole con atención. Las palabras que dice no hacen más que crear un halo de nerviosismo en mí, sé que hemos hecho un pacto con una mujer horrible, pero no teníamos alternativa y por el momento hemos protegido estas tierras de más ataques. Eso quiero creer. Lo cierto, es que si un ser tan despreciable como ella consigue hacerse con más poder sería un hecho terrible. -No es difícil parecer mejor…- ¿Realmente sería mejor?  

Contemplo nuestro alrededor, la ermita en la que habíamos hablado con el Ankou, y contesto a Artur. -Quizás conocer lo que ha pasado esta noche sea suficiente para que nos preste de nuevo algo de ayuda.-

Tras un momento de silencio, en el cual sigo dándole vueltas al posible error que he cometido al aceptar la manzana  y el mensaje de Morgaine, el cortesano Lasombra comienza a hablar de nuevo. Hago un sutil gesto de desagrado. -Artur, me gustaría que no tratara a Jean como mi sirviente, aunque lamentablemente sea así, no puedo pedirle más de lo que ya ha hecho.- Digo con amabilidad y pesar esperando que lo entendiera. -Él es una persona sencilla, quizás como fui yo tiempo atrás, por lo que sacarlo del mar y ponerlo en una situación de incomodidad no es algo que esté dispuesta a hacer.-

-A no ser que se refiera a ir por mar, en ese caso, desconozco cuánto tardaríamos en llegar a su encuentro, pero si ellos ya han partido hacia aquí sería un viaje en vano y detenernos con cada embarcación que viéramos, si hubieran escogido venir por mar, no parece algo sencillo.-

-Por lo que no creo que sea una buena opción ir a su encuentro, no por separarnos, sino porque no los encontraríamos. Ellos estarán investigando los mismos sucesos, aunque si Morgaine estaba aquí, habrá sido complicado.-

Miro hacia Maëlys y el silencioso caballero. -Aunque si creen que debemos ir a su encuentro… podríamos ir a preguntarle a Jean cuánto se tardaría en realizar ese viaje, tal vez podríamos realizar la ida y la vuelta antes de la fecha señalada…- Añado sin saber realmente cual es la mejor opción, no quiero volver a precipitarme con mis decisiones, si ellos piensan que es mejor se podría intentar. -Y ganar así tiempo si tuviéramos la fortuna de dar con ellos.-

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14/01/2019, 14:52
Narrador

Alrededores de Camaret, noche del 30 de octubre de 1264

—Poco antes del amanecer—


Tras las diatribas de la jornada, tratasteis de refugiaros una vez más en la ermita capadocia. Pero mientras alcanzabais vuestro refugio diurno, pudisteis escuchar el relinchar de un caballo y, pronto, una figura embozada. Lo siguiente fue un olor a vitae vampírica, el caballo era inequívocamente ghoul, así como el hombre que os esperaba. Se presentó como Ered de Brest, mensajero del Príncipe Gevrog, os mostró el sello de su señor autentificando su identidad.

Su Alteza ordena que regresen al castillo, mis señores. No me han comunicado la razón, solo que os entregue este mensaje —reverenció el mortal esperando encontrar una respuesta afirmativa al requisito que portaba con él.

Notas de juego

Próximo post, el jueves.

Podéis poner un post de transición. En breve daremos ese avance que os dí ;)

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16/01/2019, 23:43
Selin

Alrededores de Camaret, noche del 30 de octubre de 1264

—Poco antes del amanecer—

El relincho resuena en la lejanía como queriéndonos advertir de su presencia en el camino, la de un jinete y su corcel, e invita a detenernos. De reojo miro a mis compañeros, alertada por un encuentro tan tardío, después continúo mi avance manteniéndome en tensión hasta llegar frente a él.

Se presenta y nos da las nuevas. Vuelvo a mirar hacia los vástagos que me acompañan buscando algún gesto que me indique su opinión, hasta hace un momento habíamos estado hablando de si debíamos esperar o ir en la búsqueda de lo que se podría decir que es el resto del grupo y con las pocas palabras que acababa de decir Ered de Brest todo cambiaba, seguramente no tendríamos una semana y más si decidíamos cumplir con las órdenes de su Alteza.

Dejo que tomen la palabra ellos, llevar el mensaje de Morgaine es importante para proteger estas costas pero lo precipitado de la situación hace que prefiera esperar a conocer las preferencias de Artur, Maëlys y el silencioso caballero. Actuar de forma impulsiva no es lo correcto, debo intentar mantener la disciplina. Además intuyo que una vez en el castillo todo acontecerá rápidamente y tengo clara la naturaleza mágica de la manzana más allá del mensaje que debo entregar. Frunzo levemente el ceño. No nos ha dado tiempo a prepararnos. Y bajo la mirada hacia mi zurrón, el cual guarda el fruto prohibido entregado por la bruja Morgaine.

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17/01/2019, 17:30
z/Maëlys de Trebaul

Alrededores de Camaret, noche del 30 de octubre de 1264

—Poco antes del amanecer—

El ruido de cascos en el camino hizo que girara su cabeza hacia la dirección de la que provenía el sonido. Haciéndose a un lado del camino para no estorbar al jinete que estaba a punto de pasar. Se sorprendió al ver que el jinete detenía al corcel al llegar ante ellos, tendiendo un sello mientras se presentaba.

Vaya… sí que habéis sido rápido, apenas llevamos aquí un par de noches. Habrá que volver entonces. Por suerte ya habíamos acabado. ¿Nos acompañáis?

Resultaba más que adecuada y llegaba en el momento oportuno, allí no tenían nada más que hacer. Sabía que habían quedado allí con el otro grupo, pero aquello era una orden directa del príncipe y estaba por encima del acuerdo al que habían llegado cuando se separaron.

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19/01/2019, 15:16
Artur de Aquilare

Alrededores de Camaret, noche del 30 de octubre de 1264

—Poco antes del amanecer—


- Entonces no queda sino cumplir la orden de Su Alteza- el lasombra inclinó la cabeza con graciosa etiqueta, antes de mirar a las dos damas que le acompañaban, y al caballero- Dama Selin, la prerrogativa del señor es llamar a sus siervos cuando desee y como desee. Casi todos servimos a alguien, y casi todos tenemos alguien que nos sirve, de un modo u otro. Vuestra preocupación por quienes están a vuestro servicio, os honra. En todo caso, con la llegada de Ered de Brest, mensajero del Príncipe Gevrog, toda cuita o discusión ha dejado de tener sentido. La lealtad nos obliga a regresar de inmediato ante la orden recibida, como se nos ha indicado. 

Una ligera sonrisa cansada, casi una mueca, aparece en los labios del lasombra.

- Reogeremos a nuestros siervos y marcharemos de inmediato en el próximo anochecer. ¿Querréis acompañarnos u os adelantaréis?