Partida Rol por web

Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 1.4] Estación de Nieblas - Camaret - FINALIZADA

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04/09/2018, 21:19
Artur de Aquilare

Artur asintió al gesto de Eadwig y luego miró, primero, a Selin y luego a Maëlys, para finalizar con un suspiro.

- Como os indiqué a ambas, estoy convencido que los fuegos fatuos nos llevan a una trampa que sólo busca nuestra perdición. No son, ni han sido nunca, de fiar. Ninguno de los textos que he consultado, o que conozco, implican ninguna otra posibilidad. No es descartable que esté equivocado, bien es cierto. Pero aún así, me temo, vuestros motivos para indagar el lugar al que los indicados fuegos nos quería llevar no me convencen. Por otro lado, comprendo vuestras reticencias de perturbar lo que, quizás, podría haber sido un enterramiento, o un rito de protección que, tal vez, podríamos perjudicar. Sin embargo, lo cierto es que si dicho ritual pretendía evitar la actuación del ser contra el que nos enfrentamos, ha empezado a fallar. E investigar las posibilidades de ese fallo, si procede, me parece mucho más interesante- miró el lugar que había señalado Maëlys a fin de comprobar el lugar en donde se concentraban los signos, y tras sus palabras, volvió a guardar silencio, como si meditara.

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04/09/2018, 21:27
Artur de Aquilare
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Ahora que Maëlys ha hablado e indicado donde están esos signos, podría hacer una tirada de inteligencia más ocultismo para saber como podría procederse y qué podría indicar?

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05/09/2018, 22:49
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Escucho con atención lo que dicen mis compañeros, asiento, estoy indecisa y no sé cómo actuar, no tengo el conocimiento necesario para poder dar una opinión sobre todo este tema.

-Sí, es probable, no sabría decirte nada al respecto… Son extraños.- Digo mirando hacia donde hacia unos momentos habían estado danzando los fuegos. Luego con un gesto muestro las piedras. -Es posible que solo sirvan para proteger este lugar, no conocemos si han sufrido ataques, no les hemos dados la oportunidad de explicarse y aunque debemos actuar con cautela, quizás eso sería lo correcto.-

Continúo hablando con un tono pausado y suave, observando nuestro alrededor.

-De todas formas, comprendo tus reticencias y puedo prometerte que en el fondo yo también comparto tu desconfianza, no porque haya leído sobre ellos, sino porque son desconocidos para mí.-

-Así que hasta ahora, hemos planteado dos opciones y ninguna nos parece bien a todos. Os he propuesto antes la posibilidad de que me adelantara para averiguar si había algún peligro, estoy dispuesta a correr ese riesgo sin con ello conseguimos saber algo más.- Acaricio la empuñadura de mi cimitarra perfectamente equilibrada, sería mejor que se mantuviera en su vaina, pero no puedo hacerme ilusiones ante lo desconocido. -Puedo acercarme en silencio y sin ser vista, ver que hay más adelante y volver para informaros. Así tendremos algo más de información para poder tomar la decisión más correcta.-

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17/09/2018, 22:30
Artur de Aquilare

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Era obvio que las palabras de Selin preocuparon a Artur pero, tras esperar que el resto de los presentes se pronunciara, y sólo escuchar el silencio, asintió.

- Si es preciso para que estés tranquila, ve. Pero no asumas riesgos, Selin. Tu pérdida sería un duro golpe para nuestro éxito, y si te atacan, estarás sola. Si notas cualquier atisbo de peligro, retrocede. Ve, mira... pero sobre todo, vuelve. 

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17/09/2018, 23:26
z/Maëlys de Trebaul

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

El problema con excavar era que no tenían ni idea de donde exactamente. Que las espirales se concentrasen en las que se encontraban más cerca del acantilado no indicaba que fuera bajo ellas. Podría ser en algún punto intermedio. Arrugo el gesto, si tuviera más información… era frustrante.

Iré con Selin. Anuncio finalmente Cubriremos más terreno de esa forma. Y Monsieur Foreville nos acompañara, mientras vos, el caballero Josselin y vuestra acompañante os encargáis de desenterrar lo que sea que pueda haber aquí… si es que realmente hay algo. ¿De acuerdo?

Tal vez fuera una locura, pero en aquel momento lo veía lo más lógico, ella no iba a hacer nada y simplemente tener que esperar a ver si de verdad encontraban algo le parecía sumamente aburrido. Yendo con la joven egipcia tal vez podría satisfacer su curiosidad de que era lo que pretendían mostrarles las luces.

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18/09/2018, 23:21
Selin

Escucho con atención y seriedad las palabras del Lasombra. Asiento levemente acompañando el gesto con un largo parpadeo. -Iré con cuidado, solo quiero observar que hay más adelante y ayudarnos así a decidir.-

Entonces Maëlys dice de venir conmigo, mis ojos se abren sorprendida por su reacción, por un momento me quedo sin palabras, no quiero ofenderla pero prefiero hacer esto sola. Hago un gesto con la mano para mostrar mi desacuerdo con ella. -Creo… creo que es mejor que vaya sola.- Digo tímidamente y evitando mirarla a los ojos por un momento.  

Aun así, observo sus manos, sus ropas y su figura. Estudio a mi compañera, luego bajo la vista hacia la hierba que crece entre estas rocas, respiro profundamente, como si necesitara aire para poder continuar.

-Puedo evitar ser vista, pero no puedo hacer que los demás desaparezcan… por eso prefiero ir sola, creo que es más seguro para todos nosotros si esperáis aquí a que vuelva.- Levanto la vista y la miro afligida por mis propias palabras, rehusar sus buenas intenciones es de alguna forma doloroso. -Discúlpame, si lo piensas, creo que es mejor así… ya que yo sola no llamaré la atención.-

-Solo quiero ver que hay más adelante, volveré enseguida y si lo creemos necesario podremos ir todos juntos ya conociendo lo que nos encontraremos.- Repito mis palabras esperando que ahora tengan más fuerza que la primera vez.

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18/09/2018, 23:24
Artur de Aquilare

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

- Coincido con la dama Selin, dama Maëlys. Salvo que seáis mucho más atípica de lo que ya parecéis, no creo que el disimulo, ni el sigilo, sean vuestro fuerte. Acompañad a Selin no sólo no ayudará a que esta pueda infiltrarse e informar, sino que lo hará imposible. Pero comprendo vuestra preocupación. No obstante, debemos confiar en Selin, si ella insiste en su plan.

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02/10/2018, 23:22
z/Maëlys de Trebaul

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Miró a ambos, con una ceja enarcada y luego dirigió su mirada hacia el acantilado, para otra vez volverla a sus dos acompañantes no-muertos. En su rostro se reflejaban palabras que no decía de viva voz, pero que no eran necesarias dada la manera en que les miraba. “me estáis tomando el pelo”. Podían ver perfectamente el final del acantilado desde donde estaban y no había absolutamente nada más allí que ellos y las piedras… Y bueno las supuestas hadas

Mar… más adelante hay mar y una bonita caída respondió a Selin un tanto molesta, Lo puedes oír desde aquí, no estamos lejos. Y no, no me voy a quedar aquí sin hacer nada ahora se dirigía a Artur Mientras vosotros excaváis yo iré a mirar en la dirección de los fuegos, cuatro ojos ven mejor que dos y es posible que demos con algo. No se… un camino que descienda o algo similar, sigo pensando que puede que haya una entrada en la pared del acantilado.

Se dió media vuelta empezando a caminar llamando a la egipcia para que también se moviera. A veces podía ser muy testaruda, sobre todo si se trataba de no poder hacer nada más que mirar y aburrirse. Si tuviera algo con lo que entretenerse… un buen libro o alguna clase de misterio encerrado en algún manuscrito, no habría puesto la menor pega, pero quedarse sin hacer nada… Era un no muy grande.

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02/10/2018, 23:45
Narrador

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Las dos mujeres se alejaron dejándote a solas con el círculo de piedras pudiste afrontar un estudio más detallado de la zona, percatado de la predisposición de las espirales resolviste que estas parecían indicar una dirección o una línea de poder que se dirigía al noroeste, al mar. Ubicándote un poco, las dos cainitas se habían dirigido hacia el sur por si te preguntabas que hubiera alguna concordancia.

Pero una pregunta se formulaba para ti, ¿qué había en esa dirección?

Notas de juego

Bueno, arrancamos un poco con esto ya. Para dar margen en el reinicio del asunto. Próximo post el lunes, ya iremos retomando el ritmo habitual.

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02/10/2018, 23:50
Narrador

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Os alejasteis del círculo de piedras siguiendo el camino sugerido por los fuegos fatuos, ahora solo había la claridad nocturna y el sonido de las olas, así como el viento que insistía en revolver vuestros ropajes y cabellos. A medida que os acercabais al filo del acantilado, el sonido del romper de las olas crecía haciéndose ensordecedor. Allí advertisteis una suerte de camino descendente por la pared del acantilado, estrecho, pero practicable, aunque el viento y el oleaje complicaban su descenso.

Podíais intentar bajar, pero os iba a exigir cierta habilidad hacerlo, aunque la noche era clara seguía tiñendo de claroscuros vuestros pasos. Un mal paso y podíais caer al agua.

Notas de juego

Si queréis intentar bajar. Una prueba de Destreza + Atletismo, Dificultad 6. Haced la tirada en oculto y describid como descendéis, si así lo decidís.

Bueno, arrancamos un poco con esto ya. Para dar margen en el reinicio del asunto. Próximo post el lunes, ya iremos retomando el ritmo habitual.

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03/10/2018, 00:00
Artur de Aquilare
Sólo para el director

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Artur menea la cabeza mientras observa como las dos mujeres empiezan a irse. Pero no se lo impide. Aunque es evidente que ambas debieran obedecerle, solo un necio reclama obediencia cuando no tiene forma de imponer dicha reclamación.

Pero dejarse llevar a una trampa es una estupidez se mire como se mire.

Tras esta reflexión el lasombra sigue observando el círculo de piedras, comprobando que la predisposición de las espirales parecía marcar una dirección. Una dirección, obviamente, contraria a la que las cainitas habían seguido. Miró entonces a Eadwig.

- Sir Eadwig, voy a comprobar unas circunstancias. Esperad aquí. Aunque estad atento por si yo o ellas os precisan. Volveré tan pronto sea posible.- mira entonces a su ghoul- Conmigo- dice con sencillez, para avanzar en la dirección que parecen indicar las espirales. Noroeste, hacia la mar.

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04/10/2018, 21:55
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

La reacción de Maëlys me deja sin palabras, no se me ocurre que más decir, agacho la cabeza avergonzada. -Vale…- La veo marchar hacia el acantilado. Me aseguro que la cimitarra deslice adecuadamente por su vaina y con un chasquido metálico, la vuelvo a mantener firme en ella. Después, sin nada más que decir, acelero el paso en pos de la Brujah, la cual me había hecho un gesto para que la siguiera.

Nos acercamos al lugar donde la tierra daba un salto antes de dar comienzo al mar, el acantilado. Aquí es donde se decía que las hadas habían causado una destrucción tal que las piedras se habían desperdigado por la costa formando pequeños islotes. Con extremo cuidado, me acerco al borde para contemplar las aguas. Siento como me golpea la fuerte corriente ascendente, doy un paso atrás.

De reojo, veo un camino que desciende por el acantilado. Me vuelvo hacia Maëlys y me froto las manos, no digo nada, simplemente por sus anteriores palabras supongo que no deseará esperar en lo alto. Hago un movimiento con la cabeza y le indico el sendero, luego con cuidado, empiezo a descender.

Pegada a la pared y agarrándome en las zonas donde esta no fuera completamente lisa y aprovechando cualquier saliente o hendidura, voy bajando, observando de no dar un paso en falso.

- Tiradas (1)
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07/10/2018, 23:12
z/Maëlys de Trebaul

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Estando cada vez más cerca del acantilado, el viento cogía fuerza y hacia bailar el velo y la falda de sus ropajes. Tuvo que usar las manos para poder quitarse el trozo de tela que llevaba cubriéndole la cabeza. Se acercó poco a poco y con cautela, con el viento aullando en sus oídos, echando una ojeada al fondo, pudiendo ver las oscuras aguas rompiendo contra la pared de roca.

Si encontrar el camino que descendía la sorprendió, no lo demostró en absoluto. Pero estaba gratamente complacida de ver que sus suposiciones eran ciertas respecto a ello. Solo mostro una ancha sonrisa a la joven que la acompañaba, dejando en esta ocasión que fuese ella la que abriese la marcha.

Por un momento dudo si bajar o quedarse allí arriba, con sus ropajes iba a ser algo complicado moverse por allí, pero ya que había insistido en ir hasta el borde en busca de aquel sendero… ahora no podía quedarse allí quieta. Así que con precaución siguió a Selin imitando lo que hacía, y solo avanzando cuando estaba segura de que tenía donde poner el pie y dónde agarrarse.

- Tiradas (1)
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09/10/2018, 00:09
María Sofia de Aquilare

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Ser Eadwig simplemente asintió sin decir nada mientras permaneció cerca del círculo de piedras, acompañado de tu ghoul te dirigiste hacia la dirección marcada por las espirales. No fue un camino largo, apenas cincuenta metros hasta llegar al borde del acantilado. Un vistazo rápido no te daba ninguna información adicional, ni tampoco, desde tu posición, te permitía ver nada en el mar nocturno a pesar de la claridad.

¿Qué buscamos, señor? —preguntó María con extrañeza.

Notas de juego

Próximo post, el jueves.

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09/10/2018, 00:14
Narrador

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Empezasteis a descender por la complicada pendiente marcada por la desaparecida hilera de fuegos fatuos, era un trasiego complicado y traicionero. Selin logró sortear el peligro con la habilidad propia de su condición, pero como sospechaba Maëlys los ropajes que llevaba no eran aptos para aquella prueba física. La brujah dio un mal paso, de esos terribles que te abocan a la tragedia, pero solo Dios sabe que la mano salvadora de Jean-Jacques estaba ahí.

El ghoul sostuvo a su dómitor un instante antes de verse caída al vacío, si el corazón de Maëlys aun funcionara hubiera saltado abajo del susto, pero afortunadamente ni eso sucedió. El caballero aparecido miró a su señora con fruncimiento de ceño, pero no dijo nada a expensas de un posible enfado por parte de ella y la ayudó a seguir. Al cabo de un par de tensos minutos habíais llegado a vuestro destino, estabais a media altura de una caída de setenta metros de acantilado.

¿Qué era vuestro destino? Una suerte de terraza de piedra de origen natural, esta formaba una suerte de balcón pétreo que os daba una visión privilegiada de los cuatro islotes que se extendían casi en hilera después de la punta del acantilado. El mar, la claridad nocturna y el viento os brindaba una imagen sobrecogedora. Había una niebla baja alrededor de los islotes que se movía perezosa, pero nada más destacable salvo lo que teníais a vuestras espaldas: algo del todo inaudito.

Era una espada, clavada hasta media hoja en la pared rocosa, y a su alrededor habían múltiples restos de huesos humanos y partes de armaduras oxidadas. También había cenizas, una cantidad inusual de cenizas que, curiosamente, el viento no se las había llevado.

Por Dios bendito, ¿qué es esto? —espetó con sorpresa Jean-Jacques al descubrir aquello.

Notas de juego

Próximo post, el jueves.

Os dejo una imagen de lo que veríais. Sé que es a plena luz y tal, pero una imagen vale más que mil palabras. Vosotras estaríais en la punta del acantilado. que se ve a la derecha.

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10/10/2018, 21:56
Selin

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

El sonido de un traspié y el golpeteo de las piedrecitas al caer por el acantilado hacen que me vuelva apresuradamente para ver la imagen de Maëlys sujeta por Jean-Jackes. La preocupación se dibuja en mi rostro, pero el caballero la sube de nuevo, una vez que la veo bien afianzada a las rocas, asiento levemente y continúo descendiendo, aunque de vez en cuando dedico una mirada hacia atrás para asegurarme no tienen más percances.

Al final del camino hallamos un mirador desde el cual se ve perfectamente el litoral de la zona, los islotes de los que nos habían hablado y una niebla, que aunque parece normal, podría ser la tristemente célebre bruma asesina que debemos investigar. Me quedo observándola pero no da indicios de que vaya a moverse mucho y por estas verdes tierras, las nieblas son un fenómeno común o eso tengo entendido. Tal vez no lo sea.

Al escuchar a Jean, me giro para ver la espada clavada en la roca. Me quedo tan sorprendida como el caballero, pero no lo expreso con palabras. ¿Qué hace una espada ahí? Mi mirada se fija en los restos humanos que hay a su alrededor y la idea de que una maldición pese sobre ella empieza a parecerme algo muy probable.

-No deberíamos tocarla.- Alerto a mis dos acompañantes, doy unos pasos hacia adelante y me agacho llevando una mano hacia la empuñadura de mi espada para evitar que esta golpee el suelo con la punta de la vaina. Contemplo los restos, sin saber exactamente a que podía deberse todo esto, solo tengo ideas que tal vez sean erróneas, pero ver todos estos huesos y sus cenizas, me parece una clara advertencia.

-¿Conocéis alguna leyenda sobre una espada clavada en una roca? Quizás nos encontremos ante ella.- Lo cierto es que la espada ha despertado mi curiosidad, se nos había indicado que viniéramos hasta aquí, pero... ¿para qué?

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11/10/2018, 01:05
z/Maëlys de Trebaul

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Estaba segura de que no tenía que haber bajado allí, no con esas ropas tan inadecuadas. Solo pudo dejar escapar un grito de sorpresa y temor cuando dejo de sentir el suelo bajo sus pies. Por un momento sintió como si todo su cuerpo hubiera vuelto a la vida con la ola de extrema angustia que ahora recorría todo su ser. Hasta juraría que podía sentir su marchito corazón latiendo a toda velocidad.

Solo la milagrosa intervención de su ghoul evito el fatídico final que se acababa de ver avocada

Mon Dieu… susurro apabullada mirando al fondo. Para luego tomar una bocanada de aire, mirar a caballero y asentir antes continuar bajando. Le debía la vida, aunque seguramente le debería aún más para cuando todo aquel misterio fuera resuelto.

Las vistas a pesar de la oscuridad, eran impresionantes, y no pudo evitar fruncir el ceño al ver aquella niebla que solo esperaba que fuera normal y corriente. Solo con la voz del Jean-Jacques se giró para ver que había llamado su atención.

Una espada clavada en la roca y un montón de huesos y cenizas en el suelo.

Se acercó a examinarla sin llegar a tocarla, y con las manos cerciorándose de que sus ropajes no arrastraran las cenizas que allí había.

Bueno… conozco al menos una… pero estoy segura de que no es esta Volvió a mirar los restos que había a los pies, frunció el ceño, allí había algo que no cuadraba. Se giró para ver el mar de nuevo. Sus ojos recorrieron la amplitud de aquella explanada creada por la erosión y volvieron a terminar en la pared de la espada. Volvió a mirar hacia el mar. Poco a poco sus ojos se fueron abriendo más y más. Regreso su mirada a la pared y el montón de cenizas. Oh! Ahogo la exclamación tapándose la boca repentinamente al darse cuenta de lo que podían estar contemplando.

- Tiradas (1)

Notas de juego

 

 

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11/10/2018, 12:13
Narrador

Círculo de Pen-Hir, noche del 30 de octubre de 1264

—Once horas antes del amanecer—

Un examen cercano de la piedra descubría que esta estaba, efectivamente, incrustada en la roca. Pero esta tenía una inscripción en su hoja había algo escrito: "Dydw i ddim yr un go iaw". Los restos humanos que acompañaban la escena no os revelaban mucho más, sí lo hacían los restos de ropajes que podíais apreciar dispersos por ahí. Eran restos de una heráldica desconocida, pero una de ellas sí le era familiar a la propia Maëlys dado que era bretona:

El escudo de Cornualles, una de las nueves regiones de Bretaña y, concretamente, en la que os encontrabais. Esta heráldica estaba raída y mezclada entre las cenizas que reposaban en la balconada de piedra.

- Tiradas (1)
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11/10/2018, 12:27
Narrador

A pesar del peculiar hallazgo, no recuerdas ni te suena ninguna historia o leyenda que hable de la escena que tienes delante. Pero haciendo un esfuerzo comparativo de tus vastos conocimientos académicos, deduces que lo que está escrito en la hoja de la espada es gaélico y, a riesgo de no ser del todo precisa y comparándola con el bretón, pondría algo parecido a: "No soy de verdad".

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11/10/2018, 12:29
Narrador

Tu mirada oscura que atravesaba el velo de la negrura te permitió atisbar algo escondido en la noche, la pared de piedra ante la que descansaba aquella espada clavada en la roca tenía algo que ante ti se revelaba con claridad. Era un relieve, quizá con iluminación convencional serían los demás capaces de apreciar.

El relieve era un mapa de Bretaña, antiguo, grabado en la roca. En él se distinguían las distintas regiones bretonas, algunas ni siquiera las conocías por no ser local, pero la forma concordaba con las mapas que habías examinado en tu viaje hasta allí. Cada región parecía nombrada por su nombre, pero sobre el mapa del mismo había otra región, como situada al norte, y describía la vaga forma familiar de lo que era la isla de Albión. El mapa estaba coronado con un texto en latín:

La Gran Bretaña. Dominio del legítimo Rey Dragón Riothamus.