Partida Rol por web

Definitivamente... cuanto más escuchaba a estos sujetos a los que tendría que llamar "compañeros"... más me confirmaban la teoría de que todos éramos una panda de inadaptados. A algunos parecía sudarsele las palabras o ese hecho, otros la negaban... pero vamos, que era evidente de que siendo una clase tan rara, era normal que nos quisieran separar -Ponte una camiseta...- fue prácticamente todo lo que dije con respecto a las presentaciones de todos los demás, simplemente al demonio albino. No se porque todos quieren ser rey demonio... tiene que ser un coñazo serlo.

A ver, haré un resumen de la "clase S": yo, una calamar idiota que se hace la digna y lista, la yandere, el tonto de las llamas azules, el repelente de las ilusiones, el musculitos descamisado, la musculitas que no ha hecho nada en su vida, el gato gritón, la maid, la que negaba la realidad, el buho timidón... -Todos locos...- terminé diciendo en voz alta, mientras terminaba de anotar todos los nombres... había estado escribiéndolos todos... pues nunca se sabe... para cuando me va a hacer falta saber algo de ellos.

Desde luego, el profesor se le notaba más que hastiado con nosotros... no eramos la clase que se esperaba dirigir este curso. Moloch nos confirmó justamente lo que yo había sido la primera en confirmar: eramos los raritos que necesitábamos supervisión extra -No me sorprende- dije simplemente con apatía cuando dijo que somos "estudiantes especiales". Entonces, también continuó diciendo algo que yo dije, que le habían puesto como nuestro profesor por castigo de como llevó el incidente del dragón -Tampoco me sorprende- dije de nuevo. El profesor nos comentó que no tenía mucha ilusión por darnos clase, anotándome mentalmente el detalle de que el invocador del dragón estaba entre nosotros -A mi tampoco me hace demasiada ilusión tenerle a usted de profesor- le respondí con frialdad y apatía. Nos dijo como pensaba en intentar hacerlo lo mejor que podía y llevar nuestras habilidades al máximo... para dejar claro que él era capaz de hacerlo ante los demás profesores -Quiere demostrarle a los demás profesores que la tiene más grande que todos para restregarlo por sus caras que ha podido hacer lo que ellos no pueden, ¿no?- pregunté con mi ya clásica e incómoda para los demás inexpresividad -Vale. Es el profesor y yo la alumna, por mi parte supongo que es mi deber... supongo- terminé diciéndole encogiéndome de hombros, asintiendo también a que estaba claro. Sobre preguntas que podíamos tener -¿Quien invocó al dragón? ¿Y el gato no debería entrar ya a dar clase?- terminé preguntando al final.

«Uy uy más presentaciones, oh si.»

Ya sumamente ilusionada y con mi cola moviendo de lado a lado, estoy atenta a todos los demonios mientras los corazones van fluyendo sin más. Es que a ver luego del chico soso, ese demonio blanco con un torso de delirio y unos músculos enormes logran que quede mirándolo con tanto descaro que ni me avergüenza. Muy apuesto, gracioso y fuerte, muy fuerte. Aunque claro, no es como Adriel pero se ve genial. 

Luego continúa una chica que al parecer desciende de nosedonde y es muy muy dura, como una guerrera. Ella le compite al super Dios demonio de blanco pero ahí queda. ¡Me hubiera encantado un combate allí mismo! No sé, es adrenalina y de paso tomo notas para ser más malosa en un futuro más bien cercano. ¡Esta clase es un delirio! Ya cuando queda aquello relegado, sigue una cosita pequeña que se sube al pupitre. 

—Awww cutee. 

Y no digo nada más, es que el Profesor interviene para ordenar la clase mientras me sigo preguntando el motivo de ser la clase con esa letra. Tiene que ser de Super especial, o superdotado, o superpoderoso o... ¡Sobresaliente! Ninguna opción tiene que ser mala, si esa letra marcará nuestro destino demoníaco de por vida. Así que esto no me da penita, siento orgullo y me escribiría una enorme s en el pecho para lucirla con alegría, respeto. ¡No hay que avergonzarse de ser especial! 

Pero nada, solo intento quedarme quieta en el pupitre mientras seguimos con las presentaciones, se viene una oleada de chicas y la Maid me da ternurita. ¿Tal vez ser amigas? O... ¿Contratar sus servicios para un futuro? Hm, cualquier opción es buena, considerando la avanzada edad de mi Institutriz. ¡Se me pone viejuna! Luego ya para terminar siguen dos más que no recordaré mucho. 

—Profesor, no se preocupe. ¡Nos terminará queriendo! ¡Somos especiales! —digo al notar su frustración—. Y tú, gárgola, tranquila. Sé buena... ¡Tú puedes! 

Ya dicho esto, agrego algo más. 

—Todos podemos hacer cosas muy guays, así que es hora de convertir esta clase en algo bueno. ¡A por ello! Y usted...—señalo al Profesor—. Sonría más, que le salen arrugas. 

Rodó los ojos ante las muestras de sus compañeros por querer ser Rey Demonio y simplemente se quedó escuchando lo que seguía diciendo el profesor, haciendo sentar al gato que se dedicaba a liarla, como... parecía que haría el resto de la clase en cualquier momento. Lo que más le interesó era saber que alguno de los presentes era quien había invocado al dragón, se dedicó por unos segundos a investigar sus alrededores y se planteó una posibilidad, que aunque remota, podría ser plausible... ¿Un demonio invisible? Después de todo nadie vio quien invocó al dragón, y a pesar de que el profesor recalcaba que eran doce alumnos porque el treceavo había faltado... Solo había once pupitres ocupados, el último estaba en apariencia vacío y a no ser que el propio profesor se contara como alumno, no tendría sentido lo que dijera... Al menos no sin tener en cuenta la pequeña probabilidad. Si lo preguntaba en voz alta y se equivocaba quedaría como un imbécil, si acertaba tampoco le darían un premio por ello así que simplemente se quedó en silencio, viendo al frente en dirección al profesor a quien le asintió tras la pregunta última que hizo. 

Esa clase estaba llena de inútiles, pero eran inútiles interesantes a su forma de ver. 

       ... demasiadas plumas... al menos no me tapa del todo la visión... fue el único pensamiento que tuve acerca del resto de presentaciones, la verdad entre que todos tienen el vació sueño de estar en el trono me canse de hacerles caso luego de la segunda vez que les escuche ... vale, te vuelves el rey... ¿ y luego que ? ...

    Su explicación sobre el por que de nuestro ostracismo debido a nuestro comportamiento me resultaba un tanto... diré que poco fiable para no usar palabrotas en mi narración de los hechos, pero es lo tocaba y ya que el estaba pidiendo que hiciéramos preguntas... pues no iba a dejar pasar la oportunidad.

   Entooooo~onces.... - mientras levantaba mi mano - en menos de veinte y cuatro horas ya nos tienes separados por nuestras forma de actuar... ¿ imagino entonces que tienen registros de nuestros pasados y esas cosas... ? ¿ hasta de los que solo deberían ser un porcentaje mas en el anonimato ? - mirando a esos que parecían ni siquiera tener apellidos o de plano ni si quiera lo habían dicho - para no estar tan arriba entre el resto de las academias... si que se toman su tiempo en clasificar a los novatos.

Y no es que quiera ser cizañera ni eso en éstos primeros minutos que nos conocemos... pero creo que a no ser que tenga una extraña mania de contabilizarse como un alumno.... solo nos hemos presentado once... el supuesto numero doce sigue sin abrir la boca si es que realmente existe... y el treceavo imagino es el que usted constantemente hace referencia que le falta hasta su pupitre...

  Podría este ultimo por favor... - dando una visión completa del área sin apuntar a sin objetivo en especifico - ser tan amable de obsequiarnos con esas... primeras palabras para que lo podamos juzgar en silencio... y no se... proseguir con este incomodo momento en que todos queremos sudar de lo que piense y~u Opine el prójimo... por favor...

Pero que tontos sois todos...- añadí así a lo random después de haber escuchado algunas cosas... quedándome mirando a la chica calamar... Por algo sería... evidentemente porque pienso que disimula su tontería entre muchas palabras cultas.

Después de su propia presentación, Adriel volvió a sentarse para escuchar al resto o, al menos, para intentarlo. La atención del demonio era delicadamente voluble, y si bien los constantes cambios de interlocutor ayudaban a centrarse un poco, el tema de conversación no ayudaba a que su imaginación se estuviera quieta. El Rey Demonio... ¡El Rey Demonio debía ser incluso más fuerte que el director! Imagínate la de cosas que podría hacer si consiguiera llegar a ese nivel...

Su mirada se deslizó por sus compañeros 'analíticamente', o lo que Adriel entendía como analíticamente. Todos le parecían bastante fuertes, y aunque tenía muchas ganas de hacerse amigo de todos ellos... quizá también tendría que mirarlos como competidores. Eso le daba un poco de pena, pero no había nada de malo en ello: ¡Era una competencia amistosa! Si alguno de ellos lograba cumplir su sueño, él también estaría contento. Aunque era un poco irónico que se preocupara de algo así cuando acababan de empezar el curso y, además, ya se había olvidado de los nombres de más de la mitad de ellos.

Volvió a engancharse a la conversación mientras Moloch explicaba el motivo de la existencia de la Clase S. ¿Problema de comportamiento...? ¡Qué tontería! ¡Somos todos normales!

—¡Pues lo que yo decía! ¡Es nuestro deber probar que se equivocaban al meternos aquí! —exclamó con una amplia sonrisa, asintiendo para sí mismo—. ¡Nos esforzaremos seis veces más de lo normal, hasta que la Clase A parezca la Clase Z en comparación a nosotros! ¡Lo podemos conseguir ayudándonos unos a otros!

Lanzó una mirada a sus compañeros, e importaría poco que se encontrara con miradas de aprobación o miradas de «¿Pero qué dice este tío?». Él mantendría la sonrisa igualmente y asentiría por segunda vez antes de volver a mirar a Moloch, con los ojos muy abiertos... pensando en qué podría comer ese día.

El Profesor Moloch chasquea su lengua, disgustado con varias de las reacciones de los que ahora son sus alumnos. La forma que tiene Magoa de expresarse parece molestarle especialmente, aunque su molestia ante las palabras de Phinx tampoco se queda demasiado corta. Tras unos minutos en que todo el mundo hace unos cuantos comentarios, Moloch suspira ampliamente y, a regañadientes, hace que Panko vuelva a entrar en clase. Éste adopta un andar orgulloso mientras regresa a su pupitre ("¡No renunciaré a mi camino como demonio!", parece decir su mirada), pero al darse cuenta de que el profesor lo vigila fijamente agacha las orejas y no dice nada.

- Obviamente, la escuela investiga los antecedentes de todos aquellos que entran como alumnos. - explica Moloch en respuesta a Phinx. - No hay excepciones en este sentido, señorita Rooting Lacus. No sé qué le puede haber llevado a pensar que ésta es una escuela de tercera categoría en la que cualquiera puede entrar, pero no es así. - dice, mirándola con fijeza. Luego suspira de nuevo. - Independientemente de las razones que hayan llevado a la escuela a clasificar a este grupo como la Clase S y a mí como a su profesor, aún tengo la voluntad de convertiros a todos en grandes demonios. Sois libres de imaginar las razones que me llevan a ello, pero aquellos que no vayan a poner de su parte son libres de marcharse y probar suerte en otra escuela.

Hay unos segundos de silencio en el aula, durante los cuales el profesor parece estar retando a cualquiera que quiera marcharse a levantarse y hacerlo, pero antes de que nadie diga nada... se escucha un nuevo maullido al fondo del aula.

"Meow."

De entre las cajas que hay almacenadas al fondo del aula surgen un par de orejas, y luego una pequeña cabeza con grandes ojos rojos que se queda mirando al profesor. Éste le devuelve la mirada a la pequeña criatura, que tiene el tamaño de un gato doméstico, y tras unos segundos éste sale de entre las cajas y, dando un par de saltos en el suelo, se sube al pupitre vacío al lado de Phinx, al fondo de la clase.

"Meow."

Moloch esboza una sonrisa de satisfacción, como si hubiera visto o escuchado algo realmente inspirador. Suspira ligeramente, y observa a sus alumnos frente a él.

- Bien, ya que incluso el alumno más problemático de todos parece estar de acuerdo con las condiciones... vamos a dar el curso escolar oficialmente por empezado. - dice Moloch Arnon, guardando definitivamente la lista de alumnos en su túnica. - Sólo procura no volver a invocar al dragón en terrenos de la escuela. - le dice a la pequeña criatura que acaba de ocupar el pupitre libre.

Durante el primer periodo de clase ese día, el profesor Moloch os habla sobre el sistema de rangos que determina la fuerza de cada demonio en este mundo. Existen diez rangos diferentes, cada uno más fuerte que el anterior, y cada demonio recibe por primera vez un rango cuando asiste a una Escuela Demoníaca, como Babyls. Este rango puede aumentar o disminuir dependiendo de los logros del alumno en sus actividades escolares, y se mantiene incluso después de la graduación. De hecho, es posible aumentar o disminuir de rango durante toda la vida del demonio.

- Los alumnos que comienzan el primer curso en una Escuela Demoníaca todavía no poseen ningún rango, ese es vuestro caso ahora mismo. - explica Moloch tras dibujar los rangos en la pizarra. - Después de la hora de comer tendréis que realizar una prueba, en la que se os valorará y se os clasificará en el que será vuestro primer rango oficial. Lo más habitual es que los alumnos de primer año reciban un rango 2, "Beth", o 1, "Aleph". - dice el profesor. - Durante vuestra estancia en Babyls tendréis muchas oportunidades de aumentar vuestro rango, pero cada vez que escaléis un puesto será más difícil llegar al siguiente. No tenéis que desmoralizaros por obtener un rango inicial bajo, pero aún así intentad hacerlo lo mejor posible en la prueba de hoy. De la cual, por supuesto, no os puedo avanzar nada. - explica el profesor girándose hacia la clase. - A propósito, sólo los demonios de rango 10, "Yod", son considerados candidatos para convertirse en Rey Demonio. - dice, sonriendo divertido al recordar cuántos de su clase querían obtener ese puesto. - ¿Alguna pregunta?

Poco después, el lúgubre sonido de unas campanas resuena por todo Babyls, y el profesor consulta su reloj.

- Hora del almuerzo. Podéis ir a la cafetería de la escuela, pero no lleguéis tarde a la prueba después de comer. - os advierte a todos.

Lo mismo hizo mi familia con ustedes... sacaron mucha información- mencioné cuando Moloch dijo que la escuela nos investigó a todos nosotros antes de matricularnos en la escuela, lo cual en una escuela que tiene cierto prestigio como esta lo veía bastante normal -Seguramente a mi me han metido aquí por mi actitud y porque si pienso algo lo digo... además de que no tengo demasiada personalidad y soy inexpresiva; y eso combinado mucha gente lo odia y le resulta molesto. Tiene sentido que yo esté aquí- dije así a la ligera las razones por las que sabía que estaba aquí... era totalmente consiente de que a la gente no le suelo gustar... y no me podía importar menos.

Entonces, todos escuchamos un maullido que a mi me hizo girar la cabeza hacia donde había sonado, viendo a esa especie de zorri-gato de ojos rojos saliendo de las cajas para sentarse sobre el pupitre que estaba libre. Escuché el maullido que dio -Es lo más inteligente que he oído venir de un compañero de clase hoy- dije con apatía... y el profesor parecía darme la razón porque parecía contento de haberlo escuchado. Yo la verdad supuse que era un compañero porque se sentó en el pupitre... si no lo hubiera hecho hubiera dicho que se nos coló un animal -¿Como se llama?- pregunté ya que no había habido presentación suya... y después de enterarme que fue él quien invocó al dragón... vendría bien tener anotado su nombre.

La clase por fin empezó, así que empecé a anotar y prestar atención a las clases, que en este caso iban sobre los rangos de los demonios y como subir o bajar de uno a otro. También nos habló de que después de comer haríamos una prueba para evaluar el rango con el que empezaríamos. Quizás sería una molestia constante, pero como alumna el profesor dudo que se pudiera quejar de mi... seguramente no muchos pudieran ser capaces de tomar notas tan rápido y a la vez prestarle tanta atención mirándole sin parpadear. Y el profesor parecía alguien un poco más diferente que cuando hablaba normal... explicando cosas hasta sonreía en vez de maldecir su suerte... era un cambio -¿Cual ha sido el rango más alto con el que ha empezado un alumno de primer año? ¿Existe algún nivel extra por debajo de Aleph o por encima de Yod? ¿Dónde se realizará la prueba? ¿Habrá otro dragón?- pregunté con apatía y de forma constante con tal de recabar la mayor cantidad de información posible.

Entonces, cuando la campana tocó, dio la señal de que empezaría la hora del almuerzo... ante lo cual, de entre mis cosas, saqué algo envuelto... que al desempaquetar, se reveló como una hamburguesa... la cual me metí en la boca y sujete con los dientes mientras me levantaba... con esto, aguantaría hasta llegar a la cafetería para conseguir más comida.

«¡Era un gato el creador del dragón! ¡Super genialoso!»

Es lo que digo en mi mente cuando descubro al causante, esa cosita tan mona había logrado ser muy interesante. No me quiero imaginar cuando lo hagan enojar y supongo que tendrá carácter de gato, esto de ser independiente, egoísta y mimoso a ratos cuando sea necesario. Tan cuqui que es, me dan ganas de ir a darle unas caricias pero de momento debo quedarme en el lugar así que le envío unos corazones bien rojos en su dirección. 

Por suerte el Profesor está un poco más animado ya que habla en un tono no tan quejoso e imagino que dará lo mejor de sí mismo como demonio confiado a la clase. Nosotros somos la clase S, la Super clase y nada malo puede pasar, tenemos una gárgola, al gatito invocador de dragones y a Adriel... Uf, Adriel. 

Intento concentrarme que Moloch dice algo de unos números y categorías, no sé yo quiero estar en lo alto y ser categoría 100 o 1000, nunca es suficiente cuando la ambición es grande. Nada de 10 y que cosas, eso es de pocos, yo seré la Reina de corazones, malosa e inteligente. ¡Oh si! 

—¡Cuando quiera comenzamos! ¡Estoy super lista! 

Es lo que respondo y la gárgola habla mientras la miro. Pero se me pasa rápido la curiosidad así que desvío la atención hacia el Profesor y lo que sea que vaya a responderle. De momento sólo quiero ir a la cafetería y prepararme mentalmente para ello, necesito concentración para ser un demonio de categoría alta. 

-¿Como se llama?- 

- Según la lista de alumnos su nombre es "Yama"... - dice el profesor consultando, efectivamente, su lista. Le veis alzar una ceja, incrédulo. - Pero se nos pide referirnos a ella como "Yama-chan". ¿Es correcto?

Yama-chan maulla desde su pupitre, y el profesor asiente.

-¿Cual ha sido el rango más alto con el que ha empezado un alumno de primer año? ¿Existe algún nivel extra por debajo de Aleph o por encima de Yod? ¿Dónde se realizará la prueba? ¿Habrá otro dragón?

Moloch suspira y ladea la cabeza a un lado primero y al otro después, masajeándose el cuello con una mano, como si tanta pregunta lo agotara.

- El rango más alto de un alumno de primero en su primera evaluación ha sido el rango 5, "Hé". Pero ese rango lo obtuvo el anterior Rey Demonio, así que espero que nadie se haga ilusiones de conseguirlo. - responde. - Si hubiera algún rango por encima de 10 estaría en la tabla - dice, señalando la tabla que ha dibujado en la pizarra. -, y por debajo de Aleph solo están aquellos que todavía no han sido clasificados, como vosotros. La prueba se realizará en otra ubicación, pero debéis volver a este aula después del almuerzo. En cuanto al dragón... - Moloch sonríe maliciosamente, mostrando sus colmillos. - puede ser.

Adriel frunció el ceño cuando escuchó que la escuela había estudiado sus antecedentes, sin tener muy claro qué podía ser aquello que lo hacía tan «problemático», pero antes de dar con la respuesta se distrayó y empezó a pensar en cosas que no tenían ni un poco que ver. ¿Ese es también un compañero nuestro...? ¡Pero qué adorable!

A lo que Adriel si atendió fue la explicación que vino después sobre los diferentes niveles que un demonio podía aspirar. Vale, atendió a medias, pero fue más que suficiente para quedarse con lo más básico: Cuanto más, mejor. ¡Voy a tener que darlo todo en la prueba para demostrar de qué soy capaz!

Cuando llegó el turno de las preguntas, alzó rápidamente la mano.

—¡Yo! ¿Y qué nivel tiene el director en esa escala? Uhm... ¿y qué nivel tiene usted? ¿Qué nivel tuvo usted al empezar? —Lanzó todas las preguntas, una después de otra, sin dar tiempo a responder entre medias. Seguramente no era el tipo de preguntas que esperaba Moloch, pero eran las que él quería...

¡...Porque eso ayudaría mucho a aclarar el nivel al que tenía que aspirar! "Tan fuerte como el director" era una meta bastante difusa, pero "Alcanzar el mismo rango que él" era mucho mucho más concreto, y además cada rango que subiera sería un paso claro más cerca del objetivo. ¡Si lo miraba así parecía pan comido!

Y después de eso, se levantaría de su asiento, como se notaba que llevaba deseando hacer desde que se había sentado, para emprender la marcha a la cafetería.

—Habrá que estar bien comidos para enfrentarnos a esa prueba.

—¡Yo! ¿Y qué nivel tiene el director en esa escala? Uhm... ¿y qué nivel tiene usted? ¿Qué nivel tuvo usted al empezar? 

Moloch Arnon vuelve a sonreír enseñando ligeramente sus colmillos.

- Esa no es una mala pregunta. - viniendo del profesor, aquello era un cumplido... ¿No? - En mi primera evaluación, mi rango fue 2, Beth. - explica Moloch. - Mi rango actual, sin embargo, es 8, Cheth. - dice, ladeando su cabeza. - Comparto el mismo rango que otro par de profesores en Babyls. El resto de profesores... rango 6, Vau, en su mayoría, y 7, Zain, unos cuantos. - dice, dando más detalles de los pedidos por Adriel. - En cuanto al director, su rango es 9, Teth. - se cruza de brazos. - Aunque muchos miembros del Consejo están convencidos de que si quisiera subir a rango 10, podría hacerlo sin dificultad. Simplemente... no quiere. - dice. Parece que le molesta un poco.

     Señor Moloch... seamos honesto... además del himno y toda la historia que gira alrededor de como el rey demonio se alzo hasta la gloria desde ésta misma escuela... poco y mas le queda a Babyls en donde destacar.... digo... si para éste tipo de imprevisto a la escuela no le queda otra mas que dejarnos en éste... humilde salón... es por que igual están fallando un poco en la gestión...

      ¡ ...... .... .. .... ! - miraba con cierta molestia a los comentarios salidos de la nada de aquella muchacha apática, lo cierto es igual tenia intenciones de seguir mosqueando a nuestro profesor, además  que estaba evitando meterme con mis supuestos compañeros por eso de tener que primero adaptarme a sus caprichos  y que podía ser usado en su contra... pero~pero~pero... sonrisa de tiburón lo volvía cada vez mas complicado, tal que simplemente dibujaba sombre mi mesa un circulo el cual era inmediatamente borrado a los segundos de haberlo pintado. 

   El asunto de los niveles siempre me había causado curiosidad, pero viendo que el resto ya se había echo cargo de las preguntas importantes... simplemente me quedaba observando al nuevo integrante que se acomodaba en el pupitre colindante ... o su raza es bastante curiosa... o a este punto estamos al nivel de la mascota de la institución... 

  Ya una vez nos dejo las ordenes en mesa, bajando del pupitre donde  dibujaba una reverencia hacia el docente, comienzo a marchar a cafetería... tenia mis intereses en eso de la prueba... pero seguía siendo una Rooting Lacus Joven... por lo que estar alimentada iba ser necesario para evitar contratiempos.

Había que ser muy estúpido para no saber que en todas las escuelas estudiaban los antecedentes de cada alumno, incluso las más pequeñas y mundanas escuelas tenían ese procedimiento, ¿Por qué creían que una de las escuelas ciertamente con algo de prestigio en el mundo Demoníaco, no miraría esas cosas? Negó levemente antes de escuchar el maullido entre las cajas y girar la cabeza por primera vez, para poder ver a la gata en todo su esplendor. " Así que eso era..." Sonrió para sus adentros, manteniendo la fachada seria que le caracterizaba mientras volvía a su posición inicial. "Un gato, lo suficientemente pequeño como para no verle acercarse al altar, dependiendo de la perspectiva desde donde estuvieramos mirando... " Se alegraba de no haber abierto la boca para soltar una estupidez. 

Lo que más le molestó fue el comentario de aquella con la que tenía mayor parecido en pensamiento hasta el momento. Cierto era que su familia en el consejo poseía muchos secretos, ¿Pero hasta donde los conocía ella? Se pudo ver cierto grado de incomodidad en Loki, justo tras la declaración de Magoa. 

No iba a aspirar a nada alto por el momento, pero sintió bastante curiosidad por saber si alguien más aparte del rey demonio había superado el nivel dos en la primera prueba académica. 

-Disculpe... ¿Alguien, además de aquel que fue nombrado rey demonio, ha superado el grado Beth en su primera prueba? Quería saber si había alumnos que podían aspirar al grado Gimel o era un caso imposible o demasiado excepcional. 

Una vez contestado todo, se levantó de su asiento y marchó en silencio hacia el comedor, mirando de reojo a la morena por un instante... Tendría que mantenerla vigilada, para saber cuanto conocimiento tenía sobre lo que manejaba el consejo. Le sería de utilidad no quitarle el ojo de encima. 

Moloch simplemente ignora los comentarios de Phinx sobre la escuela. Bueno, primero le dirige una mirada fulminante y luego los ignora, pero el resultado es más o menos el mismo. Eso sí, el profesor se digna a responder la pregunta de Loki.

-Disculpe... ¿Alguien, además de aquel que fue nombrado rey demonio, ha superado el grado Beth en su primera prueba?

- Sí, por supuesto. - el profesor se encoge de hombros. - No es tan extraño, de hecho. Los rangos iniciales más comunes son Aleph y Beth, pero también hay un puñado de Gimel cada año, y a veces un par de Daleth. Pero no os centréis demasiado en vuestro rango inicial, - dice, cruzándose de brazos. - sino en ir mejorándolo a lo largo de vuestra estancia en la escuela.

Con las preguntas respondidas, todos los alumnos de la Clase S os dirigís a la cafetería de Babyls...

Hacéis todo el camino de vuelta desde la barraca que ahora se utiliza como aula de la Clase S, y para cuando localizáis la cafetería de la escuela parece que todo el mundo está ya allí. Se trata de un enorme salón con mesas de todas las formas y todos los tamaños, tanto en amplitud como en altura, probablemente pensando en la gran variedad de demonios que existe, cada uno con sus propias necesidades.

Al fondo del enorme salón se encuentra una zona en la que se puede agarrar una bandeja y pedirle a un par de demonios tras la barra lo que quieres comer. Parece ser que hay todo tipo de platos disponibles: desde sopa de lava abismal hasta ensalada de planta carnívora, pasando por chuletas de chasqueadores, ancas de saltadores del pantano o filete de leviatán a la brasa. Pero aunque es posible que se os haga la boca agua al ver tales manjares ante vosotros, recordad que la cafetería no es gratuita. Ah, pero algunos de vosotros tenéis bastante dinero, así que no hay problema... ¿verdad?

Error. Conforme avanzáis hacia la barra para haceros con vuestra comida os percatáis de unos carteles que hay en la pared y que detallan los distintos platos a los que los alumnos pueden acceder... dependiendo de su rango. Esto es un gran contratiempo para vosotros ya que, como acabáis de aprender, no tendréis un rango demoníaco oficial hasta esta tarde. Así que de momento tendréis que conformaros con la comida accesible para todos los públicos, independientemente de su rango: revoltijo de tentáculos con especias y sandwich de lechuga maldita. Que no está malo, pero viendo todo lo que comen otros alumnos... os provoca algo de envidia.

    No voy a negar que igual se me acelero un tanto el pulso antes esa ultima mirada... pero conocía los limites... y mas allá de eso no podía llegar dado su posición, lastima... lo que me interesaba corroborar no había salido del todo a colación quedando solo mis dudas en mi cabeza a medida que caminaba hacia el sitio en donde se encontraba el bullicio generado por la gente y sus servicios chocando con los platos.

   ... si tan seguro se estaba el asunto del que se investigo cada detalle a cada uno de los alumnos...

... ¿ por que ocurre un incidente como el del dragon ?...

...¿ a caso eso no se considera un detalle del que se tuvo que prever sus consecuencias ?... 

 ... ¿ esperaban que ocurriera y aun asi nos exponen a  todo eso ?...

  ...¿ para que la necesidad de ocultar la presencia de aquel sujeto si al final pareciera ser un recurso para este academia ?..

        El sitio... bueno, era lo que me estaba esperando según lo que se mostraba en los folletos, con un aurea que si parecía el de una academia convencional ... a diferencia de aquel establo... , comida por todos lados... y un coro ambiental echo solo de los mordisco y sorbidos generados por la cantidad de alumnos en el sitio ... asqueroso.. pero sumamente fascinante si se daban el tiempo de estudiarlo...

   Hmmmmmm....- mirando con hastío a lo poco que podía optar dada a mi situación... me toco hacer algo mas de trabajo ... de los doce, por sus gestos... palabras y tres o cuatros son tragones... sin contar la gata que a penas le escuche maullar dos veces...  comienzo a estirar mis manos entre los platillos optando por los que se les veía mas fresco antes de que otro ojo intentase acapararlo ... un treinta y tres porciento de terminar chocando por ver quien se queda con el platillo...  

Y la clase llega a su fin como corresponde mientras no queda más opción que ir al comedor del Instituto. Lo cual, toca conocerse un poquitín más y a ver que sucede allí. Sobre mis compañeros estoy super feliz, todos divinos y muy muy demonios en su estilo. Algunos podrían ser mis mejores amigos y otros... Eso. Pero bueno con una sonrisa muy grande inicio la caminata junto al resto hacia ese lugar en cuestión. 

Por suerte mis corazones están controlados, así que no son una molestia para el resto de los demonios todo porque las emociones están a raya y mi intención es subir de nivel muy rápido. No sé qué letra es la más alta, pero quiero llegar a ella y si debo dormir por largos períodos como el Director, lo haré. ¡Quiero ser super mejor! Gracias a ese espíritu de alegría y ganas, ingreso al Comedor mientras busco con la mirada a Adriel, sería lindo elegir que comer juntos. 

«Cuquiiii muy cuquiiiiii.»

Así que tras encontrarlo por ahí, le indico que se acerque así podemos elegir. También está la pequeña que parece observar todo con sumo detalle. Igual es un poco malo no poder elegir los otros platos y tener que conformarnos con lechuga es triste, así que nada. Quizás quieren enseñarnos a ser humildes. ¿Hm? 

—Vaya, si nadie quiere la lechuga yo la como... ¿Adriel que vas a comer?—pregunto y miro a Phinx después—. ¿Y tú?