Partida Rol por web

Lo se, por eso creo que la opción más acercada a la realidad es que se trata de una especie de ilusión creada por alguien... aunque si, teniendo en cuenta que se pueden dar casos como el de dragón en el colegio, nada descarta que pueda ser un error en la propia prueba- le dije con seriedad apática comentando aquello con Mania.

En fin, después de hablarle y preguntarle a aquel diablillo-cámara, ya sabiendo que no recibiría respuesta no perdí el tiempo y empecé a rastrear el siguiente objetivo al cual conseguí encontrar después de un rato. Al verlo, Mania propuso rodearle y empezó a volar hacia el objetivo con más fuerza -Lo detendré- le dije simplemente a Mania asintiendo a su plan y dejándole empezar a rodearlo.

Entonces, vi como se empezaban a acercar... así que me enfoqué en el objetivo siguiéndole con la mirada... preparando el conjuro lo cual hizo que mis ojos comenzaran a brillar de forma intensa... y cuando lo tuviera cerca al alcance de mis manos...

Usaría mis ojos y mi sonrisa, potenciados con la magia para paralizarle en el acto, amedrentándolo y asustándolo tanto que se quedara impasible y parado para poder cogerle sin problemas.

¡Oh, no, no! ¡Una vez puedes escaparte, pequeñajuelo, pero dos no! ¡Ni pa'tras! ¡Esta vez... te voy a pillar! 

La verdad era que Adriel se había olvidado por completo de que Euryn competía contra él, pero de todas maneras se había lanzado a por la criaturilla a toda máquina con toda la intención de ser el primero. ¡Hacía muchísimo tiempo que no se sentía tan vivo! ¡Tan enérgetico que podría haber dado la vuelta an mundo sin descansar! Quizá era algo que había comido... ¿Puede que el revoltijo de tentáculos tuviera propiedades inesperadamente maravillosas? ¡Tenía que ser eso!

Y cuando por fin consiguió cerrar la mano en el bichillo, soltó un grito de alegría.

—¡¡Ssssssí!! ¡¡Te tenemos!! —Se rió, alzando el puño en el que tenía a la criaturilla en dirección a la demonesa con una sonrisa de lado a lado en la boca. Una sonrisa que, por otro lado, no sobrevivió a recordar que estaban compitiendo—. Rayos... ¡Tienes razón! ¡Tú y yo somos rivales! —Se pegó un golpe en la frente con la zurda y tragó saliva, pensando que tendría que pelear una vez más... pero al final la cosa no fue por ahí—. ¿D-de verdad? ¡Gracias! ¡¡Uff, no sé!! ¿Tú crees que seré el primero? ¡Entonces sí que debería volver! Pero... ¡Más vale que entonces tú seas la segunda! ¡Yo confío en ti, uh...! —Quiso decir su nombre, pero... ¿como era!?— ¡En ti!

Desplegó las alas una vez más y giró la cabeza en la dirección donde creía recordar que estaba el círculo mágico. ¡Allá voy! ¡Seguro que el profesosr Moloch va a alucinar!

En lugar de intentar atrapar al objetivo rosa con alas de mariposa utilizando tu destreza, decides intimidarlo con tu mirada demoníaca, un hechizo bastante común entre los demonios jóvenes, pero que algunos saben realizar con más éxito que otros. En tu caso debes hacerlo extremadamente bien, porque aunque el objetivo sólo tiene un ojo y ningún otro rasgo facial en cuanto te ve puedes leer en su mirada algo así como "¡Demonio mío, voy a morir!". A continuación, totalmente aterrado, el objetivo se desmaya y deja de volar, cayendo sobre tus manos.

Mania se te acerca volando con destreza y se detiene frente a ti, observando primero tu rostro y después al objetivo desmayado.

- Bien pensado. Tu expresión ha sido totalmente terrorífica, paralizaría de miedo a cualquiera. - te dice... sin que su cara ni su tono de voz reflejen ningún tipo de emoción, ni mucho menos miedo o terror. - Ya tenemos un objetivo. Suficiente para ti. - dice, analizando la situación en voz alta. Después te mira a los ojos, como esperando que decidas lo que sucede a continuación.

Por la forma en que funcionan los diablillos-cámara es total y absolutamente imposible que recibas ningún feedback de la persona que te está observando desde el otro lado... Y aún así, de alguna forma, te da la sensación de que puedes notar la rabia intensa del Profesor Moloch cuando te dedicas a hacer posturitas y lanzar besos con su apariencia frente a la cámara. ¿O tal vez sea sólo tu imaginación? O el deseo de que eso es lo que esté sintiendo el profesor en realidad...

En cualquier caso te aseguras de que el objetivo rosa está firmemente atado a tu corbata y después transformas tu cuerpo de nuevo en esa bola rosa flotante en la que te convertiste anteriormente. A partir de ahí, comienzas a flotar de forma lenta pero segura hacia el círculo mágico de vuelta, que debería estar en la plataforma en la que aparecisteis en primer lugar. Y de hecho, después de flotar durante un rato, finalmente encuentras el círculo mágico, que está exactamente donde debería estar. Y de pie sobre el círculo ya hay alguien esperando, pero eso ya lo sabías, ¿no?

- ¡Eh, Loki! ¡Loki! - te dice el pequeño Panko mientras te ve acercarte flotando. Ha tardado unos segundos en reconocerte, pero después de todo te vio convertirte en esta misma cosa al comenzar la prueba. - ¡Aquí está pasando algo raro! - te dice un poco alarmado. - ¡He terminado el primero, pero después ha venido Adriel y...!

No escuchas más de lo que te dice Panko, porque en cuanto aterrizas y pones los pies sobre la plataforma de piedra... Poof.

- ¡Trato demoníaco! - dice Azgath, repitiendo tus palabras. ¡Parece contento y muy entusiasmado! ¡Si fuera como tú, seguramente habría algunos corazones flotando a su alrededor!

Tras vuestro pequeño acuerdo de alianza, los dos os proponéis buscar en direcciones distintas dentro de esta nube de piedras flotantes del Valle de la Muerte. Azgath vuela en una dirección y tú vas hacia el lado contrario, y mientras lo haces pones en práctica tus dotes de rastreo. Y fíjate, ¡resulta que eres genial!

Escondido entre las rocas, ves a uno de esos pequeños bichitos rosas con alas de mariposa escondiéndose de ti. Apenas una parte de sus alitas era visible, ¡pero hoy estás muy, muy concentrada y dispuesta a cumplir tu trato, por eso el bichito no escapa a tu mirada! Vuelas en dirección al objetivo rosa pero éste, al darse cuenta de que su escondite no ha funcionado, hace una maniobra evasiva y se escapa de tus manos ágilmente.

Das una vuelta en el aire maniobrando lo mejor que puedes con tus alas, ¡pero ahora el bichito te saca algo de ventaja! La parte buena es que está volando en la misma dirección en la que se encuentra tu compañero buscando... y de hecho lo ves de frente, ¡y él te ve a ti y al objetivo! Azgath, al ver que estás persiguiendo al bichito, se pone en guardia.

- ¡Dirígelo hacia mí, Corazoncitos! ¡Lo atraparé! - te dice, colocándose en vuestra trayectoria y preparándose para capturar al objetivo, abriendo sus brazos como un portero de fútbol.

El entusiasmo te puede por un momento, y das un saltito gritando "¡¡Yeeeeei!!", sin recordar que hay alguien contemplando tu falta de elegancia ahora mismo. Sin embargo recuperas la compostura rápidamente y decides entregar el objetivo que acabas de capturar a tu compañera, que observa tu comportamiento con curiosidad. Cuando se lo entregas, parpadea algo sorprendida.

- Oh, ¿estás segura? ¿El primero para mí? - te pregunta, sonriendo. - ¿No te das cuenta de que ahora mismo podría salir volando hacia el círculo mágico de vuelta y quedarme con la victoria, incumpliendo nuestro trato? - te comenta. Sin embargo, no hace nada de eso, sino que simplemente se ajusta las gafas mientras sonríe y guarda el objetivo en el bolsillo de su uniforme. - Pero tranquila, no lo haré. Cumpliré nuestro acuerdo. Después de todo, tú y yo... - la chica sonríe mucho, y murmura las últimas palabras. Tras murmurarlas se echa a reír por lo bajo, de la misma forma que se estaba riendo cuando la encontrasteis antes después del almuerzo... pero se detiene al notar que la miras. - Ah, ejem. Perdón. Sí, busquemos otro para ti.

Y así, las dos echáis a volar en busca de otro objetivo. Nija pone a trabajar su vista... ¡y encuentra un objetivo a lo lejos! Comenzáis a volar con rapidez, pues el objetivo parece que se está alejando... y cuando os acercáis os dais cuenta de que no es un objetivo, ¡sino dos! Los dos objetivos están volando de forma coordinada, dibujando una doble hélice en el aire, girando entre ellos...

- ¡Dos, perfecto! - dice Nija ajustándose las gafas. - ¿Prefieres que vayamos a por uno entre las dos, o que cada una intente atrapar uno?

Después de atrapar al pequeño objetivo de color rosa y pasar un momento de euforia te despides de tu nueva amiga-rival, la chica de cuyo nombre no puedes acordarte, y vuelas rápidamente de vuelta al círculo mágico, que teóricamente debe estar en el mismo sitio en el que aparecisteis al comienzo de la prueba. No ha pasado ni una hora desde que esta prueba inició, y aunque has tenido una pequeña batalla y una persecución te parece que has ido bastante rápido. ¡Puede que incluso seas el primero en conseguirlo!

... Pero resulta que no. Buscas con la mirada el sitio donde se encuentra el círculo mágico, y lo encuentras rápidamente. No sólo porque el círculo es visible en el suelo, sino porque además uno de tus compañeros de clase se encuentra de pie sobre éste: ¡se trata del pequeño Panko, que alza la vista al verte llegar!

- ¡Eh, Adriel! - te dice. ¡Él si que se acuerda de tu nombre! - ¡No está mal, eres el segundo! No habrás hecho trampas, ¿verdad? - te pregunta mientras te acercas volando, pero en cuanto te posas con tus pies en la plataforma de piedra...

Poof.

La misma sensación de semimareo que tuviste cuando el Profesor Moloch os teletransportó, esa sensación de verlo todo borroso y distorsionado durante un segundo y luego verlo todo claro después, te inunda una vez más. Y cuando parpadeas de nuevo, te das cuenta de que el círculo mágico que acabas de pisar ha hecho su función, y que has regresado al aula de la Clase S. ¡Y no estás solo! ¡Un par de alumnos están aquí!

Y también, por supuesto...

La misma sensación de semimareo que tuviste cuando el Profesor Moloch os teletransportó, esa sensación de verlo todo borroso y distorsionado durante un segundo y luego verlo todo claro después, te inunda una vez más. Y cuando parpadeas de nuevo, te das cuenta de que el círculo mágico que acabas de pisar ha hecho su función, y que has regresado al aula de la Clase S. ¡Y no estás solo! ¡Unos pocos alumnos están aquí!

Y también, por supuesto, el Profesor Moloch... que te mira con una expresión de rabia contenida deliciosa para ti.

Y cuando llevas unos pocos minutos de vuelta en el aula de la Clase S... aparece mágicamente otro de tus compañeros, materializándose de la nada. ¡Se trata de Loki! A quien por cierto, por alguna razón, el Profesor Moloch mira con cierta rabia contenida...

Curiosamente el demonio blanquecino y yo nos llevamos muy bien, es más seguro le propongo ser super amigos porque más allá de que es apuesto, creo que podremos forjar una bonita relación entre los dos. Si ya somos equipo en esto, imagina algo más. Lo bueno es que estamos organizados, uno a cada lado volando entre las piernas con tal de atrapar al bichito de colorines. 

Feliz por ello, comienzo a rastrear al objetivo y para mí sorpresa se me da muy bien. Quizás en eso soy buena y es algo que alimenta está alegría y ánimo constante que tengo. Una vez reviso con la mirada, encuentro al pequeñín escondido y claro, voy hacia él pero esquiva mi intento de atraparlo lo que provoca es que deba perseguirlo aunque sea el triple más rápido que yo. 

—¡Uffff bichitooooo! —digo ofuscada. 

Al menos mi compañero está allí, esperando con los brazos abiertos y no tiene escapatoria esa bolita de colorines. Así que vuelvo con furia hacia el objetivo, de alguna manera lo atrapo o lo hace el demonio. Pero sería un pequeño logro, considerando que debemos tener uno cada uno. 

—¡Atrápalo! 

Es una orden, una posibilidad también. 

Mostró una sonrisa enorme en los labios cuando encontró en círculo, pero fue sustituida por una 'O' de sorpresa cuando se fijó en que ya había alguien ahi... ¡alguien que además recordaba su nombre! ¡Menos mal que Adriel también recordaba cómo se llamaba él!

—¡Hala!! ¡¡No me lo creo!! ¿¡Has llegado tú el primero, Pachinko? —O quizá no—, tienes que ser mucho más fuerte de lo que aparentas. ¡Bien hecho!

Estaba intentando levantar un pulgar de vuelta con deportividad cuando por fin apoyó los pies sobre la plataforma, y... ¡poof! Ya no estaba allí. Como casi hasta se había olvidado de para qué servía el círculo mágico se había llevado un buen susto, pero al menos tardó poco en ubicarse... y en llevarse una decepción pasajera.

—¡Ah, no me digas! No solo no he sido el primero ni el segundo... ¿¡si no que he sido cuarto!? —Quizá, solo quizá, durante un momento pareció que Adriel iba a enfurruñarse por no haberlo hecho tan bien como pensaba... pero entonces estalló en una carcajada—. ¡Bien hecho! ¡Yo siempre confié en vosotros! ¡Debe haber sido increíble veros!

Y esta vez alzó un pulgar sin que nada lo interrumpiera, con una sonrisa radiante. Tampoco recordaba muy bien sus nombres, ni tampoco se imaginaba cómo se las habría ingeniado Yama-chan para capturar a uno de esos mini-demonios... pero si decía que confiaba en ellos, ¡es que lo hacía!

Según Loki apareció en la habitación, Adriel se giró hacia él con una sonrisa que le llegaba de lado a lado en la cara y corrió hasta plantarse justo frente a él.

—¡Hola! ¡Ya pensaba que el resto no ibais a llegar nunca! —Se rió bajito—. ¿¡Qué tal la prueba!? ¿¡Cómo has conseguido atrapar tú al bicho!? ¡Porque tendrías que haberme visto! Y, uh...

Por el rabillo del ojo se fijó en cómo Moloch perforaba con la mirada a Loki. Pero eso habría sido muy sutil para él, así que miró directamente al profesor y después a Loki por lo menos un par de veces seguidas.

—¿Por qué te mira así el profesor?

   Puede que si, que peque un poco de inocencia... pero quiero romper una pluma a tu favor miss Almoros... - decía, tan contenta como al principio... pero con una mirada de ... sabes tan bien como yo que a los tratos mejor no romperlos... - pero cambiando de tema... ¿ que tal la comida de la academia... notaste la variedad de cosas que se podían conseguir ?

   Pero... ya el descanso había sido suficiente, mi compañera había aprovechado bien el momento y teníamos hasta algo nuevo que cazar... como no iba a estar tan emocionada como para doblar mi siempre tranquilo.

  Vamos~vamos miss... que esto se cosa de coser y cantar...  - acercando cada vez mas y mas - un rapido swinggg... cada una por un flanco y las tomamos antes de que nos puedan detectar.

... en el peor de los casos siempre les podía volver a encerrar con mi tinta... pero quería ver que tal nos iba con algo mas de trabajo en equipo...

Mi cara dejó desmayado y aterrado al objetivo, el cual me cayó en las manos. Busqué más o menos donde poder guardar al objetivo mientras que Mania volaba hacia mi, hasta que al final decidí quitarme mi gorra y lo metí bajo ella, volviéndome a poner el gorro sobre mi cabeza.

Después de eso mi cara ya volvió a la normalidad apática que de costumbre, escuchando a Mania hablarme y comentándome lo aterradora que había sido mi expresión -Lo se, el hechizo combinado con la expresión que puedo adoptar puede paralizar a cualquiera- le dije con apatía dándole la razón a sus palabras -Si, ya tengo el objetivo, podría irme ya al centro para acabar la prueba- le dije a la maid.

No dije nada, simplemente volví a empezar a olfatear el ambiente buscando el dulce rastro de esos objetivos rosados -Creo que he encontrado otro rastro, puedo guiarte- le dije con seriedad a la chica mirándola, esperando que me siguiera una vez más volando, a ver si con suerte la última y luego podíamos volver al inicio a terminar la prueba. No hacía falta aclarar más para indicarle de que la ayudaría, decir algo más sería innecesario en mi opinión.

Pudo ver a Panko sobre la plataforma, desesperado al parecer, ¿Qué le importaba a el? Se dejó caer poco a poco sobre la misma y entonces reapareció en el aula. Estúpido... Si tal era su grado de inocencia, debiera plantearse su lugar, pensó mientras volvía a su forma normal y colocaba alrededor del cuello de su camisa la corbata para comenzar a anudarla mientras observaba a aquellos que tenía alrededor. El que le saludó fue Adriel, muy acertado con sus preguntas pues respondió mirando fijamente al profesor. - Oh vamos... No me mire así profesor, ni que hubiera mancillado su pureza. Sonrió de lado y se sentó con toda calma en su pupitre mientras sonreía con cierta picardía. -No solo me transformo en horribles bestias, de vez en cuando soy capaz de representar la belleza de otros. Se dio entonces a la tarea de mirar hacia el sitio claramente vacío de Panko y expresó algo que si bien para un tonto pudiera sonar como preocupación, no lo era. -Pobre e inocente criatura... ¿Cuanto tiempo creen que tardará en darse cuenta de que necesita llevar consigo un objetivo?

- ¡¡Lo atrapo!! - dice Azgath cuando le dices que, bueno, que atrape al bichito. Lo dice incluso antes de atraparlo realmente, con una expresión de motivación increíble en su rostro. - ¡¡Ya te tengo!! - grita.

Tal y como te pidió el demonio de color blanco, vuelas en dirección al objetivo rosa y con alas de mariposa, haciéndole huir de ti en la misma dirección en la que se encuentra tu compañero. El bichito está tan concentrado en huir de tu ágil vuelo, mirándote de reojo, que casi no se da cuenta de que se dirige a toda velocidad hacia Azgath. ¡Cuando se da cuenta ya es demasiado tarde! El demonio atrapa al bichito con un ágil movimiento de sus fuertes pero también diestros brazos, sujetándolo con firmeza pero con cuidado de no aplastarlo como hizo el profesor en clase.

- ¡¡Lo tengo!! - dice el demonio blanco, alzando al bichito en el aire, teniéndolo bien sujeto. - ¡¡Bien hecho, Corazoncitos!! - te felicita con una sonrisa de oreja a oreja. - ¡Éste es tuyo! - te dice, y toma tu mano para colocar sobre la palma al bichito rosa, el cual solo suelta cuando nota que lo tienes bien agarrado. - ¡Ahora sólo falta encontrar uno para mí! ¡Y estaré un paso más cerca de ser Rey Demonio!

Y mientras Azgath comenta esto, veis volando a lo lejos uno de estos bichitos rosas, intentando no chocarse con las rocas que flotan. Azgath lo señala con sorpresa.

- ¡Ahí está! - grita emocionado. - ¡Ayúdame, Corazoncitos! ¡A por el bicho rosa! - dice, desplegando rápidamente sus alas y volando rápidamente hacia el objetivo. Suponiendo, claro, que lo vas a seguir.

Mania simplemente te mira fijamente mientras le dices que podrías marcharte ahora que ya tienes el objetivo. Su expresión no desvela absolutamente nada, ni decepción ni enfado. Más o menos igual que la tuya. Quién sabe qué podría pensar un espectador externo al veros frente a frente, mirándoos, totalmente inexpresiva. Probablemente nunca lo sabréis. Tampoco es probable que os importe.

La maid asiente cuando hablas de rastrear un objetivo para ella, y cuando lo localizas con tu sentido del olfato ella te sigue ciegamente, extendiendo sus alas para volar. Como Ridere, tienes un gran talento para encontrar cualquier cosa que te propongas. Mania parece, en cambio, tener talento para el vuelo, porque cuando señalas a lo lejos el objetivo rosa que acabas de rastrear ella asiente y vuela a toda velocidad hacia éste. Y poco después...

- Lo tengo. - dice Mania con un volumen de lo más moderado. Cualquiera habría gritado de la emoción tras haber perseguido a su objetivo a toda velocidad a su objetivo y haberlo atrapado tras hacer un par de acrobacias en el aire, que es lo que acaba de ocurrir, pero las dos habéis asistido a esto con la más neutra de las expresiones. - Te lo agradezco. - te dice Mania. - ¿Volvemos?

- Me parece bien. - reconoce Nija, ajustándose las gafas mientras las dos observáis a los objetivos rosas, que vuelan casi sincronizados. - Trabajo en equipo. ¡A por ellos!

La persecución inicia solo unos segundos después. Las dos sacudís vuestras alas con fuerza y echáis a volar rápidamente hacia los objetivos que tenéis frente a vosotras. Por desgracia estos bichitos rosas se dan cuenta de vuestras intenciones y se separan en su vuelo, cada uno yendo en su propia dirección, separándose para despistaros. ¡No lo consiguen, porque cada una de vosotras va a por un bichito distinto!

Tienes que esforzarte como nunca antes, pero bates tus alas con fuerza y destreza y consigues igualar la velocidad de tu objetivo. Alargas tu mano, dispuesta a atraparlo, lo tienes ya frente a ti... ¡Y finalmente...! ¡Rodeas al bichito con tu mano y cierras los dedos en un puño! ¡Ya lo tienes...!

No, espera, no lo tienes. El bichito ha desaparecido. No es que haya explotado o se haya escapado, es que... no está ahí. Es como si nunca hubiera estado. ¿Acaso era este objetivo... una ilusión?

- ¿Qué ha pasado? ¿Se ha escapado? - pregunta Nija unos minutos después, cuando te alcanza volando. Espera a que le expliques lo que quieras, y luego niega con la cabeza, sonriendo. - No te preocupes, ¡éste es para ti!

Y después de la decepción de que el bichito que has atrapado ha resultado ser ilusorio... ¡Nija te entrega uno totalmente real! ¡Ya tienes a tu preciado objetivo!

- ¡¿Por qué... sigue... sucediendo... esto?! - cuando regresáis volando al círculo mágico que os hará volver a clase tras capturar a vuestros objetivos, el cual está situado en la misma plataforma de piedra en la que aparecisteis cuando llegasteis aquí, os encontráis con Panko situado sobre el círculo mágico, pateando el suelo y gritando furioso.

Al principio no parece que os haya visto llegar, pero cuando escucha el batir de vuestras alas se gira para veros, llegando a la plataforma con vuestro vuelo.

- ¡Magoa, Mania! - dice, sorprendido de veros. Alza una mano. - ¡No...!

Va a decir algo, pero no llegáis a escucharlo. Porque cuando aterrizáis las dos sobre la plataforma... Poof.