Han pasado tres semanas desde el incidente del dirigible de Elica. La joven os contó que era una ferrolista, bajo el mando del General Moraldo, y que volvería a Ferrol después del invierno, en cuanto reparase a su "bebé". Como esto debe esperar se ha comprometido a ayudaros en todo lo concerniente al refugio, pero no quiere implicarse en "la política de la región", como ella llama al plan de Clemente, así que en cuanto a eso se quedará al margen. Es buena mecánica, y en sus ratos libres camina por el lugar del accidente, recuperando piezas y pasando tiempo en intimidad por allí.
Antón sigue manteniendo el perímetro, y ha reforzado la alambrada. Made ha empezado a hablar y a decir algunas cosas, y sigue pirrada por Sunhee.
Made, Antón y Elica
Otra noticia importante es que el invierno ha llegado definitivamente para quedarse. Los días son muy fríos, las nevadas son constantes, el manto blanco ya es permanente y el cielo está completamente cerrado. Hace días que no podéis ver las estrellas y casi todo el día una densa niebla cubre el valle, haciéndoos invisibles, aunque también impidiendo avistar a un posible enemigo a lo lejos desde la atalaya.
En estas semanas también han llegado muchas personas a echar una mano, venidas de todos los asentamientos de alrededor:
Tres conocidos se han instalado en Hoke, enviada por Clemente, Luska llegó hace unos días, con muchas historias sobre sus viajes y aventuras. Tulio y Rut se quedarán por un tiempo, ayudándoos con toda la organización del plan de Clemente:
Luska, Tulio y Rut
Provenientes de Traba, un numeroso grupo de granjeros (por ahora no harán mucho en el huerto, pero se encargan de otros menesteres). Con ellos han traído algunos animales y también han construido un barracón en el que se hospedan, junto al refugio ya existente:
Agostiña, Anselmo, Anuncia, Apolonia y Asunta
Otro día llegó una pareja proveniente del mismo Touriñán. Os contaron muchas cosas sobre los asentamientos agrícolas y la producción de conservas y mermeladas. Carlo va en silla de ruedas y es muy inteligente, sabe bastante de semillas, irrigación, y es muy habilidoso con las manos. Sasari, su pareja, es muy habilidosa también. Ambos se encargaban de reparar armas y herramientas en su refugio de origen:
Carlo y Sasari
De Langueiron han llegado Senés y Draina. Un anciano cetrero que posee una lechuza; y una niña, su nieta, muy risueña. La pequeña ha hecho migas rápidamente con Made, y se las suele ver corriendo por el patio del refugio:
Draina y Senés
Por último dos lobos solitarios. Muy distintos. Vaikus viene de Barda, y es muy resrvado, se cubre su rostro lleno de quemaduras con una capucha, es mejor no hacer comentarios al respecto. Y Lateiro, que viene de la zona de Lires con su perro Krim, a quien cuida más que a sí mismo:
Vaikus, Lateiro y Krim
Como veis, las grandes novedades de estas tres semanas son sobretodo las personas. Un gran grupo que se ha reunido en Hoke para preparar este lugar, llevar a cabo el plan de Clemente y expulsar a los frateres de estas tierras. Todos los asentamientos de los que provienen vuestros nuevos vecinos se unirán en una alianza de la región de Touriñán-Moraime, mantendrán la paz y colaborarán entre ellos para lograr el desarrollo y el bienestar de sus gentes.
Los cambios que se han producido en el refugio hasta hoy son:
- Refuerzo del perímetro.
- Construcción de dos barracones: el de Traba y el del Mar.
- Construcción de un corral para los animales de granja.
- Construcción de piscina para peces.
- Reparación de las carreteras, ya pueden transitar vehículos por ellas.
- Establecimiento de guardias y puestos de control en el valle.
Como podéis comprobar no habéis estado perdiendo el tiempo. ¿En qué más cosas lo habéis invertido? ¿Qué habéis estado haciendo durante estas tres semanas?
La escena del Interludio no va a ser narrada pormenorizadamente, sino que hablaremos a grandes rasgos de los cambios, los planes y las ideas que hay para el refugio.
De todas formas Clemente vendrá pronto para asignaros una misión muy concreta dentro de su plan (Desafío Mensual).
En estas semanas mucha gente nueva se ha instalado con nosotros, ahora lo tengo más complicado para encontrar un rato para estar solo.
He podido colaborar para que llegase el riego directo desde la fuente a los huertos, se nota cuando hay unas cuántas manos de más.
Cuando vi aparecer un grupo de granjeros viejitos y sus animales, no pude más que ponerme en su lugar y entender que esta gente sí tiene ganas de luchar por ser libres de manos de los Fráteres sin importar la edad o la distancia a recorrer desde sus hogares. Me sorprendió la energía de estos granjeros, que no eran especialmente jóvenes, pero cuando estábamos construyendo su barracón tenían una vitalidad envidiable. Desde entonces, he pasado bastante tiempo con ellos y me siento muy a gusto, algo nuevo para mí.
Estoy muy contento, porque tengo un pequeño espacio en el taller, que se reduce a una mesa con un cajón donde tengo mi maletín y allí puedo hacer las pruebas que se necesiten.
¡Ay! ¡Cuántas personas éramos ya! Poco a poco, nuestro pequeño refugio comenzaba a parecer una aldea. Ya no era raro despertarse y saludar a varias personas en mi paseo matutino para echar un vistazo al huerto. Aquello me encantaba. Me sentía realizada viendo cómo crecíamos en número.
La pequeña Made cada vez era menos tímida. Yo dedicaba mi tiempo libre a jugar con ella... creo que me veía como a una hermana. Y yo, como buena hermana mayor, quería cuidarla siempre que podía. Me alegré muchísimo cuando apareció Draina y vi que ambas se hicieron amigas muy pronto.
Además de dedicar tiempo a jugar con Made, también intenté pasar tiempo con Vaikus, tratando de integrarlo en el grupo. Era un hombre bastante reservado... quizás por culpa de las quemaduras que cubrían su rostro. Debía haber sufrido mucho a causa de ello... Me sabía fatal verle solo. Los primeros días apenas hablaba con nadie. Siempre que le veo, intento entablar conversación con él... creo que poco a poco logrará abrirse a los demás también.
En cuanto a las mejoras del refugio, me encargué del huerto. ¡Por supuesto! Siempre que salía a los alrededores, buscaba semillas y plantas que luego pudiéramos plantar. También comida que comer, que en eso era la experta. Además de todo eso, también traté de ayudar todo lo posible en mejorar las vallas del perímetro.
Parecía que cada día nos levantábamos y había alguien nuevo. Al principio la situación me incomodaba un poco, con el paso de los días no sólo me acostumbré, empecé a disfrutarlo. Éramos una pequeña comunidad y se sentía agradable saludar tanta gente durante la mañana. Una familia con su variedad de edades y personalidades.
Despejar la carretera fue mi primer objetivo, con todos los voluntarios que pude encabecé esa tarea. Con eso completado Clemente prometió mandar algunos vehículos para que trabaje en ellos así que el proyecto es mi obsesión. Sólo interrumpo el trabajo cuando llegan los viejecitos, entonces ayudo a montar corrales y barracón.
Hablé con todos en Hoke, me interesaban los relatos de tierras lejanas, comparé mis mapas con el de todos los demás agregando notas y anécdotas, comencé un cuaderno en el que compilo datos importantes de todos los lugares que tengo marcados en los mapas. Muy pronto todos me conocían y dedicaba algo de tiempo cada día con cada una de los habitantes del refugio. Bueno, eso era antes de que llegue Rut. Ni bien la chica traspasó el ingreso de Hoke cambié rotundamente. Cualquiera que me viera sabía lo que pasaba, tampoco me preocupé mucho en ocultarlo. Como si me hubieran prendido fuego por dentro, un remolino gracias y ocurrencias. Busqué todas las excusas para mantenerme cerca de ella, algunas bastante evidentes aunque no me importó en ningún momento. Cuando nadie nos ve la lleno de halagos sinceros y propuestas atrevidas.
Creo que ya hice suficientes cosas, si hubiera tiempo para algo más y viendo que hay muchas manos en el Taller, me gustaría cavar una fosa para arreglar los vehículos desde abajo.
Mientras veía a todo este aluvión de personas llegar, cada vez me sentía más angustiada. Los olores del asentamiento eran más intensos, y se esparcían por el territorio más lejos. Ante una posible emboscada de zombis, con tantos ancianos y niños, me sentía vulnerable y me angustiaba la posibilidad de perder a todos de nuevo como pasó en Moraime. No podría superar otra pérdida así. Me sentía responsable de su seguridad, y me encontraba a veces demasiado huraña porque estas preocupaciones me mantenían despierta casi cada noche, repasando una y otra y otra vez el perímetro. El manto blanco de nieve me impedía vigilar lejos y en general me sentía atrapada en una jaula, con muchos humanos jugosos a los que proteger del horror del exterior. No veía el momento de volver a la acción con mis amigos, que Clemente nos encargara alguna misión importante... Era lo único que me hacía despejarme de las preocupaciones de cada día. Eso, y practicar con mi arco, charlar al fuego por las noches con los nuevos (había gente de lo más peculiar en interesante...), y cazar. La vida allí no estaba llena de penurias como cuando viajábamos a la aventura, pero suponía más responsabilidad. Sólo espero estar a la altura y poder proteger a toda esta gente.
En el huerto, con los brazos en jarras:
- ¡Pues aquí ya está todo hecho! ¡Hasta primavera poco más! ¡Con esta nieve...!
Dando un paseo por el lado de dentro del perímetro, en la parte alta de los huertos:
- Sunhee, agradezco mucho tu compañía, no me miras como los demás. Son tiempos difíciles, y gestos como los tuyos escasean.
En el taller, armando un mecanismo para el futuro molino:
- Creo que así estará... mira, ¿ves? Esto encaja aquí y hace girar el eje...
Es un manitas, y Sasari no se separa de su lado.
En un momento de intimidad:
- Gaspar, tenemos que centrarnos en la misión, es muy importante. Cuando todo pase ya veremos...
Y justo antes de volver a subir a la atalaya con Nara se despide dándote un beso en la mejilla y acariciándote el brazo.
Habiendo aceptado llevar el álbum de fotos:
- ¿Esto es lo que hay que llevar a tu madre? ¡Vale! Mira, yo hago esta ruta, no siempre igual, pero más o menos. Hay muchos cabrones de esos por esta parte ¿ves? Jaja hay que evitarlos, ¡qué mamones! ¿Este cuaderno? ¿Puedo abrirlo? No, perdona, joder, es que me da curiosidad, parece algo muy antiguo... pero no. Es mejor no saber qué llevo. ¿Entonces se lo tengo que dar a ella en persona? ¿Sin que se entere nadie más? ¡Claro! No te preocupes...
A veces sale del recinto y le veis arriba en el monte lanzando a su lechuza, que da un par de vueltas y luego vuelve.
En un encuentro casual frente al corral:
- Jejeje, joven, tú no eres de por aquí ¿verdad? Pareces de lejos...
Durante una de tus guardias, sube a la atalaya para hablarte en privado:
- Mira, Nara, he notado que miras mucho a Carlo. No quiero problemas. Es mi hombre, llevamos juntos mucho tiempo. Quiero pedirte por las buenas que te alejes de él antes de tener que aclarártelo por las malas...
Tulio os cuentan también que hay noticias del este, donde hay hombres vigilando las fronteras con los frateres, entre A Torre y San Xusto. Dicen que han visto movimiento de zombis cerca de Páramos y por los alrededores. Algunos creen que los frateres han abandonado el monasterio, ya que hace tiempo que no ven salir humo de las chimeneas. También dicen que muchos podridos están cruzando la frontera de la zona por ahí.
Durante una comida en el refugio:
- ¿Pues no me crucé el otro día con un explorador de Loroño que contaba una historia sobre un podrido que hablaba? Ese alcohol casero no les viene bien... jaja.
Estas son algunas de las cosas que se comentan en Hoke estos días.
Si os interesa alguien en particular podéis hablar con él o ella.
Tirada oculta
Motivo: Agudeza Declan
Tirada: 2d6
Dificultad: 15+
Resultado: 4(+4)=8 (Fracaso) [3, 1]
Tirada oculta
Motivo: Agudeza Gaspar
Tirada: 2d6
Dificultad: 15+
Resultado: 9(+2)=11 (Fracaso) [3, 6]
Tirada oculta
Motivo: Agudeza Nara
Tirada: 2d6
Dificultad: 15+
Resultado: 6(+5)=11 (Fracaso) [1, 5]
Tirada oculta
Motivo: Agudeza Sunhee
Tirada: 2d6
Dificultad: 15+
Resultado: 6(+5)=11 (Fracaso) [4, 2]
Tirada oculta
Motivo: Agudeza Xose
Tirada: 2d6
Dificultad: 15+
Resultado: 10(+4)=14 (Fracaso) [5, 5]
Intrigado ante las palabras de Tulio, - ¿Y Clemente no sabría decirnos si es cierto que los fráteres ya no están allí y si es así, hacia dónde habrán ido?-
-Pero..., Lateiro y ¿cómo es que hablaba un infectado, tienes más detalles? ¿y hacia dónde iba el explorador?- Entre todos teníamos mucha información que poner al día, voy a tener que ser mucho más sociable porque aquí la información es ventaja de movimiento
-Bueno, Apolonia, algo podremos inventarnos para mientras tanto- y miré a Sunhee sonriendo