Partida Rol por web

Inclino la cabeza. Me encojo. No entiendo. ¿No vamos a ayudarnos? ¿No somos un baluarte contra... aquello? Lamento que aquella gente empiece a irse. Casi, casi, aunque los demás no lo perciben, suelto una lágrima. Maldita sea. ¿Por qué? Miro a Lateiro, y a los demás que ven que he hablado de la Zona. 

- Los fráteres nos mandaron dentro de la Zona. Tienen una especie de vehículo para ir adentro. Y van regularmente, no se para qué. Y nos enfrentamos a... algo que se comunicaba, eran como menos zombis que los otros, pero convirtieron a mi amiga en podrida. Seguro- Digo, mirando a Tulio -. Lateiro, estaba cansado, dolorido, pero... es verdad. Tenían trampas para los que iban allí. Y los fráteres saben que esos seres están ahí. ¿Qué son? No se... - Me estremezco de miedo. Me callo. 

Miro a Sasari y Carlo, y a los ancianos que se van. Me despido. - Lo lamento. No es verdad que no podamos protegernos. Los enemigos de todos ganan si nos separamos. Y aquí, aquí... aquí está gente que te ayuda sin pensar en nada a cambio. - Concluyo, mirando a Nara, Sunshee, Gaspar, Antón y su niña, que me habían cuidado y acogido. 

A Sasari directamente la ignoro, ya que me alegra que se vaya. Es un alivio no tener confrontaciones directas en un futuro, no beneficia a nadie en el refugio. Durarán vivos pocos días con el manto de nieve que nos rodea y ese pobre chico tullido. Lo siento por él.

Sin embargo me acerco a Senés cuando se aleja, ya que considero su lechuza una pieza fundamental para tener ventaja sobre el enemigo. 

Senés, aquí estáis seguros. Piensa en tu nieta y su seguridad. Trabajando juntos y gracias a las dotes de tu lechuza podemos estar preparados de sobra si es que viene una horda. Muchos de nosotros ya nos hemos enfrentado a cosas mucho peores y aquí estamos.

Le miro fijamente a los ojos tras hablar mirando a su nieta.

Bueno, parece que hay algunos que confían en quedarse y afrontar lo que venga juntos y otros deciden irse. Cada uno actúa según sus prioridades. Me dirijo a los que quedan en la asamblea - Ahora que nosotros somos los que queremos quedarnos y enfrentar lo que venga juntos, lo primero que deberíamos hacer es elaborar un plan de actuación teniendo en cuenta toda la información que podamos aportar y nuestros objetivos individuales para poder delimitar el común- y saco mi cuaderno con mis anotaciones

La mayoría habían decidido quedarse con nosotros, pero otros... suspiré triste mientras les veía marchar. En cierto modo me sentía mal. Pero no podía hacer nada más, eran ellos mismos quienes debían decidir su futuro. Sólo esperaba que les fuera lo mejor posible...

Ahora debíamos trazar un plan, y Declan fue el primero en hablar sobre ello.

—Como os he prometido, yo saldré del campamento e iré a echar un vistazo por los alrededores —les dije, aunque sonreí tratando de no preocuparles—. Soy pequeñita y silenciosa. Si hay zombies, ni se darán cuenta de que les estaré cotilleando, ¡pjé!

Sabía que mis compañeros se preocuparían igualmente, pero ya había demostrado que era la mejor para ese tipo de tareas. Esperaba que confiaran en mí y me dejaran cumplir la promesa que les había hecho a todos.

—¡La idea del foso es estupenda, Anton! Llevará tiempo, pero ralentizará a los zombies que se acerquen a las vallas. Tal vez podríamos rellenar los pozos con estacas de madera, ¿qué os parece?

Senés está afuera, sentado bajo el porche de uno de los barracones, dejando que Draina de de comer a la lechuza. Parece pensativo y cansado. Te ve acercarte y te habla con una sonrisa que le cuesta sacar:

- Hola Sunji. Siempre se puede poner peor, ¿eh?

La temperatura de la asmablea fue subiendo paulatinamente y con ella mi propio termómetro no hacía más que subir. Primero Elica con su falsa ilusión de reconstruir su dirigible, ahora los “invitados” que se quieren ir. Esto ya me saca del silencio.

- ¿Estos qué se creen? – estoy enfurecido. - ¿A dónde carajo se creen que venían? Esto no es un aguantadero de fugitivos, quisiéramos pero no tenemos esos lujos. Acá se viene a sobrevivir, crecer y luchar. Tenemos más de un enemigo, al primero que hay rumores de que podría amenazarnos, abandonan el barco. ¡Mejor! Que se vayan y no se les ocurra volver a pisar este refugio. ¿Qué esperan? ¿Qué vayamos a rogarles que se queden? ¿Carlo qué onda? Se va y no dice nada. Ahora mismo está igualito que Krim. Voy a hablar muy seriamente con Clemente porque no sé qué les dijo antes de venir. Lo único que le sirve a Hoke es gente comprometida y dispuesta a poner todo, por poco que sea, en favor del refugio, a cambio nos cuidamos entre todos. No me interesa que llegue gente que venga a husmear si le conviene y se vaya antes de un mes a desparramar la noticia de que estamos acá.  – Tras despedir a los desertores tomo un poco de aire para calmarme lo que pueda. – Hay que mirar para adelante. La mejor idea hasta el momento es la de Sunhee, no hace falta que vayas sola, armemos un pequeño grupo de exploración para ver qué tan real es la amenaza ante todo. De hecho pienso que deberíamos armar dos grupos, el otro para explorar la zona desde la que llegaron los últimos zombis. A partir de allí ya sabremos qué tanto nos tenemos que preparar. Los que se queden pueden reforzar las defensas que no va a estar de más.

Declan dibuja rápidamente un mapa de los alrededores de Hoke en su cuaderno. Cada uno de los presentes aporta algo, que si este asentamiento está aquí, que si por aquí hay una carretera que va hasta allá... finalmente queda esto, muy útil para elaborar el plan, y para Sunhee si decide ir a explorar por ahí:

- Dabril es explorador de Loroño, siempre se mueve entre ahí y Páramos, por los bosques que hay por ahí. También vigila Ponte Olveira. Él es quien me dijo lo de los zombis parlantes.

- La milicia tiene controlada la frontera, vigilan todos los monasterios. Páramos está desierto desde hace semanas. No saben qué les ha podido pasar.

- Bueno, no están. Eso está claro. No están, allí no hay nadie. Joder. ¿Os acordáis cuando nos vimos? ?Os acordáis? Allí había pasado algo, les habían atacado. Alguien. ¿Vosotros? Jaja. No sé, ¿sí? ¡¡Joder!! Jaja. Puede... no sé. Pero no estaban. Y luego en Labaña me cogieron. Joder. Esos cabrones. ¡Joputas! Me cogieron ahí pero escapé. Me fui. Me escapé, ¿os acordáis? Sí, joder. Eran tres, había tres. Tres cabronazos fráteres. Me cogieron, sí. Y luego no sé, ya fui por la costa. Luego pasé cerca, pero no noté nada. Lo de siempre, hace semanas ya, sí. Luego he estado por ahí, y por ahí y por ahí... luego hasta Búa. Ahora tengo que ir por aquí, hasta Lires. El rico pescado de Lires. Sus conservas. Me caen bien. Tú eres de ahí, ¿no? Sí, Lateiro es de ahí, me acuerdo de Krim. Pues tengo que ir por ahí, pero puedo ver qué hay por Riomao y San Xusto cuando vaya a tu pueblo Xose. Puedo acercarme. Tardaré un par de semanas entre que voy y vengo. Mierda. ¿Es mucho, no? ¿Es mucho? Sí. Joder. Supongo que sí, tendréis que esperar... no. Mejor... A ver... mm.... no sé. No puedo ir directamente a ver. No, mierda. Yo voy más lejos.

Al dibujar el mapa e ir añadiendo datos, me quedo más tranquilo -Algo bueno, si lo tiene, es que a priori está bastante delimitado el sitio por el que se mueven, diría que están saliendo de La Zona en busca de más "comida"-  baranjando las opciones, se me ocurre - Pienso que tenemos que tomar una decisión ante dos posibles variables, Primero es si decidimos atrincherarnos en Hoke y hacer de él nuestro fuerte o segunda opción, no perdemos tiempo en fortificarlo porque Clemente quiere que le ayudemos con los fráteres y supongo que eso requerirá que nos movamos de aquí-  y miro a todos tras sembrar la duda

Contesté a Sené con una sonrisa esperanzadora.

—Han venido complicaciones... pero pensemos que todo se puede poner mejor, Sené —le contesté, luego me senté a su lado y miré a la chica dándole de comer al ave—. Draina es feliz aquí. Parece que se ha hecho amiga de Made. ¿Qué hay de ti? ¿Estás a gusto?

Aquel hombre me recordaba mucho a Carlos, el último anciano que nos cuidó a Nara, Gaspar, José y a mí... Parecía que hacían siglos ya de aquello. Habían cambiado tantas cosas...

Finalmente, volví a mirar al rostro a Sené.

—Te lo prometo... con mi corazón y mi alma: si hay algún peligro cerca, os lo haré saber. Podéis confiar en mí... pero danos una oportunidad al menos.

Allí sentada, escuchaba amortiguado por las paredes, las voces de mis compañeros planeando el próximo paso, y a Luska soltando palabras a la velocidad de la luz...

Miré el esquemático plano. Lo observé, y asentí cuando habló Declan, y tras el torrente de palabras de Luska. - A ver, si no hay nadie en ese monasterio, es posible que los podridos simplemente se estén filtrando por esa zona, de... ¿Páramos? y en linea recta eso los hace pasar entre Loroño y Ponte Olveira. Quizás no sea tan preocupante. Pero en cualquier caso, yo fortificaría este lugar. Su posición y sus posibilidades son interesantes. AUmentaría las defensas... - Miré a los demás. Ese tema me estaba angustiando. ¿volvería a ver a aquellos seres? 

-Tulio, ¿qué es exactamente lo que quiere que hagamos Clemente?- me falta información si tengo que tomar una decisión

- Efectivamente, creo que lo mejor es prepararnos por si recibimos una oleada de zombis, mientras esperamos instrucciones de Clemente. No nos viene mal, en todo caso, tener armas y el vallado en buenas condiciones. - miro a Sunhee - Con respecto a salir, creo que no es necesario arriesgarse, Sunhee. Senés puede hacer lo mismo sin ponernos en peligro. Senés, nos ayudarás, ¿verdad? - le miro intentando convencerle sonriendo un poco, esperanzada. 

Me preocupaba salir fuera del vallado si era verdad que había un gran número de ellos acercándose, teniendo en cuenta la nieve y la posible sorpresa de verse rodeado. La valla es nuestra mejor defensa y supone la diferencia entre la vida y la muerte... si podemos evitar salir, intentaré convencerles como sea.

Cuando habla Nara niego un poco con la cabeza. – Creo que lo que lo peor que podemos hacer es encerrarnos a ciegas. Insisto en que debemos armar dos grupos y salir a investigar. Tenemos que averiguar si es verdad y a qué nos enfrentamos. De todas formas Declan tiene razón en su pregunta, Clemente viene hacia acá con una misión para nosotros, esperemos y decidamos con él.

Tu presencia y tus palabras parecen reconfortar a Senés:

- Me recuerdas a alguien que aprecié mucho... -y sonríe- Has logrado que muchos se queden, les has animado y dado confianza, igual que ahora haces conmigo.

Luego mira a Draina, en silencio. Y mira alrededor. Mira a los que se preparan para marcharse. Y mira al cielo.

- Este lugar necesita una líder. Una con un buen corazón, sensata y valiente. Una líder como tú.

Luego, al oir que Nara le llama, vuelve a entrar, dedicándote una sonrisa y un guiño.

Senés vuelve de afuera, donde hablaba con Sunhee:

- Estoy con Gaspar. Alguien tendría que ir a ver, Nara. Mi lechuza puede rastrear los alrededores, pero eso está demasiado lejos, y con esta niebla... la perdería de vista. O peor, se perdería y no sabría volver.

Tulio sale de sus pensamientos cuando Declan le pregunta directamente:

- No sé. Esta situación es nueva, antes no sabíamos... los exploradores deben haberle visitado ya y debe estar planificando algo. Supongo que estará en camino, o enviará a alguien... no sé. -Se le ve inseguro, dubitativo.- Creo que la idea de formar un grupo de exploración no está mal. Así cuando llegue podremos decirle algo.

- Unos podrían ir a ver, mientras los demás nos quedamos aquí fortificando.