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[Zork]04 -Bajo las sombras de Montnoir

Capítulo 4: La Boca del Pozo

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12/12/2018, 23:39
El Narrador

El hermano Ricardio no había tenido un buen día. Le habían enviado a hablar con aquellos mocosos en las catacumbas, después habían interrumpido sus rezos para informarle de que el convento negro no-tan-secreto de la Inquisición estaba ardiendo y ahora le ordenaban bajar de nuevo a aquellas espantosas galerías subterráneas.

Hacía apenas unos meses que lo acababan de nombrar inquisidor con todas las de la ley. Hasta entonces había tenido que sufrir lo indecible como novicio, cumpliendo recados y sufriendo dolorosos castigos a manos del resto de cofrades. Y ahora —ahora que al fin podía lucir con orgullo el uniforme negro— le pedían que vigilase a esos malcriados universitarios.

Tenía apenas un par de años más que el mayor de ellos, pero para él todos eran unos críos. Quejicas, irrespetuosos, pecadores y vanidosos. Ahora, al menos una veintena de aquellos niñatos yacían en el suelo de las catacumbas, cubiertos de sangre o chamuscados. La mayoría no habían tenido el placer de sufrir una muerte rápida.

Lo primero que se había encontrado al volver al mausoleo bajo el Campus eclesiástico había sido aquella desoladora escena. Habían hecho bien en llamarle de inmediato: aquellos niñatos necesitaban de toda la protección posible. El resto de sus hermanos y hermanas no tardarían en llegar. 

Desenvainó la espada bastarda cuando escuchó cómo se acercaban tres figuras que no reconoció: un muchacho con ropas de viaje pero aspecto de novicio, un semiorco que caminaba como si se hubiese despertado de una larga siesta y estuviese deseando ajustarle las cuentas a alguien, y un hombre mayor con aspecto de peregrino muy malogrado.

¡Alto! ¡Deténganse en nombre de la Santa Inquisición!

No le hicieron caso. Los dos humanos retrocedieron un par de pasos, pero el semiorco comenzó a correr en su encuentro, pese a los gritos nerviosos de sus compañeros. Enarbolaba una extraña maza por encima de la testa. La cabeza del arma parecía un dado, pero con las caras triangulares y formando una especie de dodecaedro*, con runas trazadas por toda la superficie. Era de una belleza extraña y salvaje, y tanto el peregrino como el monje parecían sorprendidos al verla.

Antes de que el hermano Ricardio pudiese responder a la embestida, Orrghk golpeó el suelo con la maza y estalló en llamas, elevándose en el aire como un ángel flamígero. Todos se cubrieron instintivamente con el rostro. Ricardio ya había visto antes ese tipo de poder, pues era uno de los poderes que Lineras le otorgaba a los inquisidores más entregados. ¿Por qué él? ¿Por qué aquel semiorco había dominado aquel milagro? ¿Y por qué parecía tan majestuoso e inquietante al mismo tiempo? La luz de Orrghk dibujó espeluznantes sombras en los cuerpos de los universitarios.

Las armas entrechocaron. Las runas de las paredes se iluminaron un instante y se produjo un fogonazo de luz. Babaccar, Kaleb, Le Maison y Volk se encontraron con unos muy confusos Tancredo y Hugo Belmonte. De Orrghk y el Inquisidor solo quedaba una marca circular y negruzca en el suelo.

Notas de juego

*: un d20, vamos.

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13/12/2018, 00:37
Tancredo de Bergerac

Tancredo contempló la escena, y removió las cenizas con el pie.
—Santa Madre... Maldito loco, eso no era necesario. [Al menos ahora hay un inquisidor menos]

Luego examinó los cadáveres, mientras se preguntaba qué demonios había sucedido.

- Tiradas (1)

Motivo: discernir la realidad.

Tirada: 2d6

Resultado: 6(+2)=8

Notas de juego

¿Qué ha pasado recientemente aquí?

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13/12/2018, 01:17
Kaleb "El Grande"

-¿Qué pasó?- preguntó Kaleb con el estoque en una mano y el bastón en la otra -¿Y Ogro?-

Estaba seguro de haber escuchado su voz. Y además, se lo notaba urgido por cumplir no sé qué cosa. ¿Su muerte? ¿Su inmolación en fuego sagrado? Tal vez, no le sorprendería...

-¿Hugo? ¿Qué sucedió?- le preguntó, recordando que en cierta forma, su misión había sido acompañar a Hugo en todo momento, cosa que no había cumplido por fuerza mayor, no por propia iniciativa.

El gnomo miraba todo a su alrededor. Había algo que lo urgía a anotar, a registrar... pero se daba cuenta que eso no lo olvidaría fácilmente. ¿Qué era ese lugar?

Notas de juego

No lanzo otro Discernir porque ya lo hice Tancredo :D

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13/12/2018, 17:57
Tancredo de Bergerac

Notas de juego

Puedes tirar igual, que yo solo saqué un 8 y eso solo me deja hacer una pregunta.

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14/12/2018, 07:55
Arnault Dumont

Tras cruzar el último de los pasillos llegaron a un gran salón donde pudieron contemplar una inédita escena que dejó boquiabierto a Arnault. Un Inquisidor se encontraba allí, y pudieron escuchar un terrible grito, aunque no provenía del inquisidor sino de una figura a la que en un primer momento el joven no pudo reconocer. Apenas se había llevado la mano a la empuñadura de su propia espada cuando contempló como Orrgh embestía al inquisidor con su maza para, sin que Arnault pudiera comprender muy bien, desaparecer junto con éste al golpearlo en una deflagración que iluminó la sala al completo.

-¿Pero qué...?

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14/12/2018, 23:42
El Narrador

Los cuerpos de los universitarios, con sus exquisitos uniformes por debajo de las túnicas, yacían esparcidos por toda la estancia. Mientras caminaba entre ellos, Tancredo se topó con algo familiar. Era un retal púrpura. Ya había encontrado algo similar en una de sus excursiones por las catacumbas —habían sido un par de días bastante moviditos—, pero esta vez encontró lo que buscaba: el bordado de una llave plateada.

Avellaneda, pensó el brujo[1].

Aquellos cuerpos habían sufrido cortes causados por armas tradicionales y caras, pero un buen puñado de ellos estaba irreconocible a causa de las quemaduras. El propio aire todavía olía a chamuscado, algo que había achacado la espectacular inmolación del semi-orco. Allí habían utilizado magia.

Volk caminaba apesadumbrado por entre los cadáveres hasta que se detuvo en uno de ellos. El rhusiyano se había puesto pálido de pronto, como si algo en aquel cuerpo le hubiese horrorizado enormemente. Le Maison, Kaleb y Hugo lo entendieron enseguida: aquel muchacho —y otros que yacían cerca— presentaban las mismas abrasiones gélidas que habían visto en el rostro de Katarina.

Notas de juego

[1]: ¿Qué ha pasado recientemente aquí?

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15/12/2018, 00:17
Hugo Belmonte

Hugo no sabía cómo sentirse ante aquel desolador panorama. Orrghk había desaparecido envuelto en llamas, llevándose por delante a un cuervo, y se encontraban rodeados de cadáveres. La impresión le hizo tardar en percatarse de que el resto de su escolta estaba también allí.

¡Kaleb! ¡Arnault! ¡Le Maison! ¡Volk! ¡Qué alegría encontraros de nuevo! Tancredo me aseguró que nos encontraríamos tarde o temprano aquí abajo. Pero, ¿dónde está Babaccar? ¿Qué os ha pasado?

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15/12/2018, 11:30
Gran lobo negro

Babaccar pegó un salto y un quejido lastimero al verse sorprendido por el fogonazo que se llevó al semiorco y al inquisidor por delante. Tras la confusión inicial y las preguntas de todos, el lobo se dirigió a la zona olfateando y buscando algo que le diera una pista de que había pasado.

- Tiradas (1)

Motivo: Discernir la realidad (olfato mejorad)

Tirada: 2d6

Dificultad: 7+

Resultado: 8(+3)=11 (Exito)

Notas de juego

Ahí van las preguntas.

  • ¿Qué debería estar buscando?
  • ¿Qué hay aquí que me sea útil o valioso?
  • ¿Hay aquí algo que no sea lo que parece?
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15/12/2018, 18:00
Tancredo de Bergerac

Mientras revolvía entre los restos y las cenizas, el brujo se llevó una gran sorpresa al toparse súbitamente con aquel lobo negro, que intuía que era el druida. Sabía que los suyos pueden cambiar de forma, pero algo no iba bien.

—¡Es un perro! ¿Por qué ahora es un perro?

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18/12/2018, 00:43
El Narrador

Si a Babaccar le hubiesen enseñado el olor de la magia, lo habría reconocido al instante. Aquel lugar apestaba a sangre y a agonía. Ácido, metálico, dulce empalagoso y el ozono que flotaba en el aire. Lo había percibido en Tancredo y en todos los hechiceros que había conocido. Una sensación similar a la de los espíritus que dan forma a este mundo. Pero también sintió corrupción, una hedionda putrefacción que provenía del mausoleo. 

También olía a quemado. No obstante, aquel no era el hedor a chamuscado que recordaba. No era como una chimenea o como un bosque ardiendo; era algo muy distinto. De alguna forma, todavía sentía la presencia latente del semi-orco. Ya no estaba allí, eso seguro. ¿Pero qué habría pasado con él? Desde luego, Hugo no parecía tan preocupado como el resto de sus compañeros[1]. Su mirada se cruzó con la de Iacobus. Él también parecía haberlo notado.

Siguió el rastro de la matanza. Demasiados olores, hasta para su poderoso olfato. Los cuerpos se sucedían a lo largo de la sala circular, y la enorme mole de piedra que había en centro, que se elevaba hasta perderse en el techo, no parecía tener aperturas [2]. Aquel era el lugar con más marcas e inscripciones que había visto desde que habían bajado:

Ad occasum tendimus omnes;  Ede, bibe,lude, post mortem nulla voluptas; Fac dum tempus opus, mors accedit…

También estaba ahí aquel símbolo recurrente, aparte de las representaciones de cráneos y las runas, que también había visto en la trampilla de la posada: la antorcha invertida.

De pronto, sintió un hormigueo familiar en su mente.

[Reconozco ese símbolo] dijo la voz de Iacobus [. Es el emblema de la Orden de Tanatos, los guardianes de la muerte. Siempre se opusieron a los abusos de la Iglesia, incluso de esos supuestos santurrones de Lineras. Vuestro amigo el caballero parece un buen tipo, pero ya has visto que no todos sus seguidores son igual de majos. "La muerte nos hace a todos iguales", solían decir. Ese tan Belmonte también conoce la Orden, sino no estaría aquí. Os habéis metido en una guerra entre viejos rivales.]

La risa amarga de Iacobus Valdemar resonó en la mente de Babaccar, hasta que comenzó a apagarse lentamente. Volvía a estar solo con sus pensamientos. Una puerta… Eso era lo que debía encontrar.

De pronto, mientras bordeaba el supuesto mausoleo, se dio de bruces con dos braseros idénticos y bien labrados en piedra. En ellos no quedaba más que un montón de negro hollín. En ellos había figuras similares a esqueletos y un lema que rezaba: El negro manto de la muerte. Frente a ellos se encontraban dos esculturas, también de granito, que se miraban entre sí. La primera era mucho más tosca y estaba cubierta por un espeso liquen negro. La segunda, que era mucho más elaborada y estaba reluciente, mostraba la orgullosa figura de un rey.

[Esta debe ser la entrada. ¿Aviso al resto?] preguntó Iacobus.

Babaccar se preguntó a qué podía referirse el brujo, pues allí no había ninguna puerta. Entonces se fijó de nuevo en el cuarteto de esculturas y cayó en la cuenta[3].

Notas de juego

[1]: ¿Hay aquí algo que no sea lo que parece?

[2]: ¿Qué debería estar buscando?

[3]: ¿Qué hay aquí que me sea útil o valioso?

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18/12/2018, 23:15
Gran lobo negro
Sólo para el director

- Avísales- asintió- y que estén preparados.

De alguna manera, Orrghk seguía allí, con ellos. Desconocía el oculto poder del semiorco pero su instinto le decía que no se había sacrificado, no del todo al menos. Sabía lo que hacía cuando se lanzó a por el inquisidor y, de algún modo, supo que no sería la última vez que se verían.

Babaccar volvió a echar un vistazo a las sangrienta masacre que le rodeaba. La escena era dantesca. Se estaban acercando al núcleo del problema y solo rezaba a los espíritus del bosque porque su estrategia de aprovechar el factor sorpresa fuera acertada. Solo hacía falta mirar alrededor para darse cuenta de que la alternativa a la victoria era la muerte. Por un momento pensó que tal vez se habían metido en algo demasiado gordo para ellos pero ya no había vuelta atrás.

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19/12/2018, 15:13
Kaleb "El Grande"

-Es una excelente pregunta- dijo Kaleb encogiéndose de hombros ante la pregunta de Tancredo, mientras envainaba el estoque y colgaba el bastón en su cinto, para poder tener las manos libres... para taparse la nariz y la boca con un suave pañuelo azul.

Se acercó hasta Volk y le puso una mano en la parte media de la espalda, ya que no llegaba más arriba. Los gnomos y medianos no eran buenos acompañando en el dolor de humanoides más grandes que ellos, por eso generalmente eran buenos escuchadores y habladores.

-Es lo mismo, ¿no?- dijo en tono comprensivo -Tal vez algo tenga que ver el señor Surrel- agregó con un tono gélido que contenía la ira de comenzar a sospechar algo tan relacionado con su historia.

Luego se acercó a Hugo.

-Hugo, me alegra verte sano y salvo- dijo el gnomo sonriendo, por debajo del pañuelo -¿Qué ha sucedido en nuestra separación? Debo admitir que ha sido todo muy vertiginoso desde que pasó aquello en la sala del Patricio-

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20/12/2018, 00:48
Hugo Belmonte

Fue Tancredo. Él envió a Hécate para buscarme. Me dijo que estabais todos aquí, en las catacumbas, y que no teníamos tiempo que perder. En efecto, cuando llamé a vuestra puerta, no contestó nadie; me preocupé mucho[1].

Hugo sonrió sin ganas. Ante aquel espectáculo costaba sentirse genuinamente contento, al menos para alguien como él. 

Así que Babaccar es ese lobo negro… Ya veo. Estuve estudiando unos libros en la biblioteca privada de lord Laforet y he encontrado información acerca del ritual que van a llevar a cabo. Creo que ya lo tengo todo listo…, al menos, si lo que me dijo el patricio era verdad.

Notas de juego

[1]: le dejo espacio a Tancredo para que pueda completar la parte del aviso si quiere.

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20/12/2018, 01:09
Iacobus Valdemar

Tancredo y Hugo se fijaron en un hombre que apareció a su espalda. Era un anciano que acompañaba a Babaccar, con una expresión amable que daba escalofríos.

Maese Babaccar y yo acabamos de encontrar la entrada del complejo. Si sois tan amables de seguirme…

La enorme mole de piedra que había en centro, que se elevaba hasta perderse en el techo, no parecía tener aperturas. Aquel era el lugar con más marcas e inscripciones que había visto desde que habían bajado:

Ad occasum tendimus omnes;  Ede, bibe,lude, post mortem nulla voluptas; Fac dum tempus opus, mors accedit…

También estaba ahí aquel símbolo recurrente, aparte de las representaciones de cráneos y las runas, que Arnault ya había visto en la trampilla de la posada: la antorcha invertida.

Iacobus les guió, rodeando el supuesto mausoleo. Hugo y Tancredo todavía tenían sus dudas con aquel anciano y el resto tampoco parecía tenerlas todas consigo. Babaccar, por otra parte, parecía fiarse de él.

Finalmente, se dieron de bruces con dos braseros idénticos y bien labrados en piedra. En ellos no quedaba más que un montón de negro hollín. En ellos había figuras similares a esqueletos y un lema que rezaba: El negro manto de la muerte. Frente a ellos se encontraban dos esculturas, también de granito, que se miraban entre sí. La primera era mucho más tosca y estaba cubierta por un espeso liquen negro. La segunda, que era mucho más elaborada y estaba reluciente, mostraba la orgullosa figura de un rey.

Allí les esperaba Babaccar, en su forma de lobo negro.

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20/12/2018, 02:20
Tancredo de Bergerac

Mientras descendían, Tancredo se colocó al lado de Hugo Belmonte, para susurrarle algunas cosas. Era bastante ridículo, pues en el silencio de la cripta, sus susurros y pisadas resonaban amplificadas por un extraño efecto acústico.

—Maese Hugo, ¿quien es el anciano? No entiendo nada de lo que pasa aquí. Al cabo de un rato se dio cuenta del absurdo de la situación, y decidió preguntar directamente al anciano. —Maese, ¿quien sois? ¿Tal vez un compañero del gremio? Vuestro rostro se me quiere hacer familiar. 

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21/12/2018, 00:38
Le Maison

El rostro de Le Maison se ensombreció con una mueca de asco.

Se trata de un brujo, Tancredo. Un amante de las artes oscuras que invocó a las fuerzas de la oscuridad contra nosotros. Si por mí fuera, ya habría purificado su alma con acero en nombre de Lineras.

El caballero del Santo Pendiente parecía más alterado que nunca. ¿Pero quién podría culparle? Había sido atacado por seres del averno y se veía obligado a seguir al que las había convocado, ¡hasta había dependido de él para guiarse por los túneles! Estaba seguro que la luz de Lineras habría servido mejor que cualquier mapa. Ahora, por si fuese poco, se encontraba con una sala sembrada de cuerpos de estudiantes de teología y otras ramas impartidas por la Iglesia, y no tardaría en hacer frente a aquellos que consideraba compañeros: los inquisidores. Nunca les había tenido demasiado aprecio, pero creía que podía confiar en ellos.

Sin duda, un hombre mucho más burdo que Le Maison habría escupido en el suelo de granito. 

Notas de juego

[PNJotizado]

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21/12/2018, 00:45
Iacobus Valdemar

El anciano se encogió de hombros

El caballero tiene razón. Mi nombre es Iacobus Valdemar y, dado que mi verdadera identidad comienza a ser un cacareo, no lo negaré: soy un adepto de las artes ocultas. Hacéis bien al desconfiar de mí. Es una lástima, por supuesto. Maese Babaccar y alguno de vuestros compañeros parecen ser bastante interesantes.

Valdemar se inclinó hacia Tancredo y bajó el tono:

Sobre todo esa serpiente parlante. Pocas veces se ve en acción a un demonio capaz de caminar entre planos.

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22/12/2018, 00:10
Kaleb "El Grande"

La mirada de Kaleb miraba hacia uno y otro, escuchando las palabras de todos. Intentaba considerar cada cosa, atender a cada entonación, las intenciones de cada uno. En ese momento, no sabía en quién confiar, por extraño y difícil que fuera.

-El señor aquí presente fue contratado por primero por la Inquisición, para asustarnos y que seguramente no nos metiéramos en sus oscuros asuntos, y luego Marcel Derain le agregó la paga de asesinarnos- miró a Iacobus -¿Me equivoco?-

Luego se acercó a Le Maison.

-No te preocupes que será memorable el capítulo en donde el honorable caballero del Santo Pendiente hace a un lado sus inflexibilidades propias del adoctrinamiento para alcanzar un bien mayor- le dijo seriamente -Iacobus, en este momento, nos puede ayudar, ya que para él también estaría siendo un momento de tomar partido- miró significativamente al viejo -Sin contar que recibirá una cuantiosa suma de parte de este cronista, que sabe que pueda dar más que sólo un susto a unos aventureros que le resultaron la horma de su zapato- y sonrió ante el chiste, que tal vez no todos comprendieran -Porque es zapatero- y le guiñó un ojo.

En ese momento, intentaba alejar su atención de la escena que yacía a sus pies, tan cerca de su rostro. Los demás tenían suerte de estar más lejos, pero él lo tenía cerca.

-Hugo, ¿qué es lo que están haciendo y qué te dijo el Patricio?- le preguntó en un tono tan serio que contrastaba notablemente con el jocoso de un momento antes.

Notas de juego

Me encanta esto porque no sabés en quién confiar jajaja

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24/12/2018, 10:34
Gran lobo negro
Sólo para el director

Notas de juego

Un detalle que no acaba de quedar claro. La puerta de acceso, no está abierta ¿verdad? Es decir, es como una mole de roca y lo que lo identifica como acceso son los braseros. Entiendo que la pista acerca de cómo abrirlo está en lo de "El negro manto de la muerte". ¿Correcto o me he perdido?

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24/12/2018, 13:34
El Director de Juego

Notas de juego

Un detalle que no acaba de quedar claro. La puerta de acceso, no está abierta ¿verdad? Es decir, es como una mole de roca y lo que lo identifica como acceso son los braseros. Entiendo que la pista acerca de cómo abrirlo está en lo de "El negro manto de la muerte". ¿Correcto o me he perdido?

Efectivamente, como una especie de "puzzle".