Partida Rol por web

Johan volteo la mirada hacia la cama de su padre, luego se levanto de la cama con cuidado e intento ir hacia su padre

Buenos dias Doctor, si precisamente por ellos es que venimos! algunos se han despertado ya y otros pareciera que lo haran en cualquier momento! no logramos encontrar nada malo en ellos, ni toxicologia demostro nada cuando llegaron! ni parecen presentar sintomas ahora! 

un par de ellos se levantan un poco descompuestos pero nada raro, mas bien debiles por los dias de incociencia y bastante lucidos! parecen recordar todo hasta antes de haberse desmallado!

aunque algunos de ellos son bastante reacios a ser tratados por mujeres y piden por ud, si mencionaron algunas cosas que llamaron mi atencion! que se sabe de ellos antes de que los trajeran? hay 10 dias entre sus ultimos recuerdos y su entrada al hospital! suficiente tiempo para perder el rastro de algunos toxicos!

marjorie tiene muchas dudas no quiso interrupir a floret que venia en busqueda del doctor, para avisarle que los pacientes pedian por el, cosa que le disgusta bastante! ella se siente capaz de atenderlos plenamente! pero poco logra averiguar de que padecen y la actitud de los pacientes no ayuda!

El rostro del teniente Bruce se encuentra evidentemente agotado. La edad le hace mucho más complicado recuperarse que al resto y una descompostura le hace imposible en este momento ingerir alimentos sólidos. Sus ojos se posan en un su hijo más joven que se acerca a su cama, entrecerrados Me alegra verte sano y salvo hijo... las palabras salieron algo entrecortadas y con esfuerzo es lo único que me ha hecho saber que ya no estoy viviendo una pesadilla...
Ésta última frase fue acompañada de un largo suspiro.

El doctor escuchó con parsimonia todas las preguntas y preocupaciones de la doctora Holgate, se acomodó las mangas del uniforme y respiró hondo. Cerró con calma la puerta, un gesto que indicaba que la charla actual no era pública ni objeto de divulgación. Doctora, tengo el mismo conocimiento que usted respecto a su origen, han llegado derivados de un hospital de campaña de las afueras de Reims. La fecha la sabe usted muy bien. Se aclaró la garganta y miró a ambas mujeres con gesto pensativo. El asunto farmacológico es claramente un problema de evidencias tangibles, no podemos basarnos en conclusiones sin asideros científicos. Luego se movió y caminó varios pasos acariciándose la barbilla.

Bien, le diré lo que haremos, esperaremos una hora a ver si la mayoría despierta. Simplemente le digo que continúe con su trabajo, como ha venido haciendo hasta el día de hoy, y luego yo me presentaré a hablar con ellos. Entiendo las dudas de algunos que quizá desconozcan el rol de las mujeres ahora que todos los hombres aptos se encuentran en el frente. Mientras hablaba agitaba el dedo índice, inquieto.

Probablemente, si todos despiertan hoy, vendrá personal de la policía militar a realizar alguna investigación sobre ellos. Sus ojos oscuros se clavaron en los de la joven profesional Espero que mantenga prudencia sobre esto hasta que llegue el momento.

Johan miro a los ojos canzados de su padre y dijo:

Tranquilo padre estoy aqui... no me ire a ningun lado, pero necesitamos descanzar ambos..prometeme que descanzaras y comeras lo que te traigan las enfermeras ¿ Si ?

Johan sabia que de preguntarle algo a su padre en este estado, sobre que fue lo que paso... podria alterarlo de nuevo... mejor dejar que se recupere

Perfectamente Doctor, no se preocupe! Volvere a atender a los pacientes y les informare que uds los vera luego!

y me retiro hacia donde se encuentran los pacientes nuevamente! para seguir atendiendolos!

La doctora parte presurosa de la oficina del doctor Villevile, dejando a la enferma Floret allí.

En cuanto la doctora parte, presurosa, a seguir con su cometido, el doctor se voltea hacia la enfermera francesa Digame, enfermera, en qué puedo servirle. Veo que ha venido con otro asunto en mente. Terminó con una media sonrisa.

Alexander asintió silenciosamente ante el pedido de su hijo, para luego comenzar a toser nuevamente. Su tez se mostraba un tanto pálida, al parecer seguía con la presión baja y el estómago algo revuelto. No creo que pueda ir a ningún lado... murmuró de manera áspera.

Rose se acercó a Johan y lo tomó suavemente por los hombros Vuelva, por favor, a su cama; su padre está en buenas manos. Acto seguido lo guió, ayudándolo y lo invitó a sentarse allí y taparse las piernas. Si aún siente hambre le puedo servir más caldo... ofreció con una sonrisa.

Hay algo que te llama la atención en la enfermera Rose cuando te atiende. Su voz, sus gestos, su forma de tocarte. Algo te dice que no te ve simplemente como un paciente más, como que le importás.

Muy amable señorita, con esa sonriza suya ya me siento mucho mas tranquilo. Algo caliente de comer me vendria muy bien.

Y mirandola a los ojos le esbozó una sonrisa como la de un niño al recibir un regalo en Navidad.

Terminando de saborear el caldo, Bobby sintió el cansancio volver.

Señores, a menos que deseen algo de mi creo que debo volver a dormir. Parece que hemos salido relativamente bien del brete en el que estábamos; haya sido lo que haya sido. Tal vez más tarde o mañana podamos hablar todos juntos.

Y sin más empezó a acurrucarse entre las colchas.

Algo en esa sonrisa me puso nerviosa. "No quiero molestarle ni quitarle más tiempo preciado doctor. Yo venía, en efecto, a decirle lo mismo que le dijo la doctora. Allá en la sala lo solicitan con insistencia. De hecho, creo que lo mejor será apurarme en volver para poder ayudarle a la doctora. Usted necesita algo o puedo retirarme?"

En realidad venía con la primera intención de encontrar la oficina vacía y ver si podía en tal caso usar el teléfono, necesitaba hacer una llamada, pero eso no era algo que podía decirle al doctor. 

Rose se acomodó el mechón pelo que tenía sobre su rostro, devolviendo la sonrisa al joven soldado y se desplazó tranquilamente hacia la olla con comida. Mientras estaba atareada sirviendo una nueva porción, algo pareció llamarle la atención en una de las camas cercanas.

Por el señor, otro más está con nosotros exclamó la más veterana de las enfermeras mientras frotaba sus nudosas manos y se acercaba a la cama. No tardaron dos enfermeras más en unirse a ella para asistir a otro de los miembros de la compañía.

Lo que aparentemente era un nuevo soldado que volvía a ver la luz del día, en un momento se hicieron dos. Aunque eso no impidió que Rose le sirviera el plato de sopa a Johan, había enfermeras más que suficientes.

Maurice Orelav, el inmigrante polaco y el soldado Campos, "Keeper" para los amigos, se agitaban como saliendo de algún mal sueño. La escena se volvía a repetir.

El director del piso observó a la enfermea Floret a los ojos unos segundos, parecía intentar descifrar algo en el fondo de sus ojos avellana, para luego responder Le agradezco, no necesito nada por ahora. Es pertinente que alcance a la doctora y trate de calmarla... o los nervios le jugarán en contra. Tras lo cual la acompañó hasta la puerta sin apuro y la despidió con un gesto de cortesía.

Me dejó una sensación extraña la mirada del doctor. No sé por qué me incomodaba a veces. Mas me fui corriendo a la sala a seguir a la doctora y ver en qué se me necesitaba. La llamada que tenía intenciones de realizar la dejaría para más adelante en el día si lograba escabullirme y encontrar la oficina a solas y el teléfono a mi disposición. 

Virginia alcanza a la doctora con paso apresurado en el pasillo, ya prácticamente llegando a la sala. El movimiento evidencia que más soldados han despertado del coma.