Partida Rol por web

Dado que llevamos días en la cabaña, Conrado ha podido evaluar su estado. En concreto, busca concoer: cuanto tiempo le llevaría arreglar la cabaña, incluyendo cuánto tiempo podría tardar en recolectar los materiales (madera y ramaje) necesarios para ello. Así como cuanto podría reducirse esos tiempos si contara con ayuda.

Así mismo, hace una estimación mental del tiempo que sería necesario para construir otra cabaña similar (aunque en buen estado) de madera incluyendo el tiempo para recolectar los materiales necesarios. También haciéndose a la idea de cuánto podría reducirse esos tiempos si contara con ayuda.

La cabaña esta construida en unas bases tan horribles que arreglarla sería lo mismo que intentar tapar el sol a una hora del día, tendrías que hacerlo a otra y a otra y siempre habrá un momento en que te dé. El tiempo para arreglarla lo suficiente para que sea robusta sería de 4-5 días con tus manos, ya que solo necesita apuntalamientos y tapar algunos maderos. Con ayuda podría reducirse 1/10 por persona o 1/4 por persona cualificada. El tiempo de recolección de materiales sería de 1-2 días o de 1 día máximo con ayuda.

La nueva casa, al ser desde el principio, sería más robusta incluso construyéndola tu solo (9-10 días) con sus 5-6 días de recolección. Todo esto se reduciría 1/10 parte con ayuda y 1/4 parte con ayuda cualificada, tanto la recolección como construcción.

Máxima ayuda en recolección: -

Máxima ayuda en construcción: 4-5 a partir de más estorban.

-Con la señora Claire somos nueve -dijo Erick tras la firma de los Stamina, recogiendo el papel y guardándolo entre el resto de sus pertenencias-. Visto que nadie mas quiere firmar por el momento me guardare esto, si cambian de idea por favor decídmelo.

-Creo que todos nosotros ya hemos explicado que podemos y no podemos hacer, así que si no hay mas inconveniente empecemos a trabajar. Por mi parte toda mi familia excepto mi hija nos pondremos a ayudar a despejar la zona de arboles y moverlos hasta donde los necesitemos, la carreta con la que hemos llegado hasta aquí no nos ayudara mucho, pero con nuestro caballo y una cuerda podemos arrastrar los arboles fácilmente.

-Señora Claire, mi hija no tiene la edad suficiente para ayudar con las tareas duras pero puede ocuparse de los niños si quiere.

–Entonces no hay más que hablar, ¿no? Unos a por la casa y otros a por la comida –indicó Etna cuando ya todo parecía estar claro.– Pues por mí pongámonos ya manos a la obra. Yo iré con el señor Torrealta; tengo caballos, fuerza y un martillo de sobra.

Dicho esto, Alastor miró a sus dos hijos y murmuró algo a media voz, algo relacionado con quedarse cerca del río y con una tienda de campaña. Pero Brenna, la mayor de siete años, frunció el ceño y señaló a Claire Stamina con el dedo.

–¡Yo también quiero un arco!

Y el único arco que recibió fue el del coscorrón que recibió en la sien, seguido de un "compórtate" materno.

- Bien, el plan de trabajo que he elaborado es el siguiente. Lo primero, necesitaremos materiales para reparar esta cabaña. tengo unos cuantos puñados de clavos, pero sobre todo hará falta madera. Si el recuento no me engaña - y empezó a señalar con el dedo a todos a los que iba mencionando: - Frank Pabeh, Etna Falken, Leroy Westfall, Erick Drago, mi hermano Pedro que también es albañil y yo mismo. Empezaremos cortando varios árboles jóvenes, fáciles de transportar y cortar. Eso nos llevará medio día. Llegados a ese punto, tendremos suficiente material: algunas tablas, listones y la corteza, que mezclada con barro es un estupendo aislante.

Hace una pausa y empieza a gesticular para clarificar sus explicaciones, que parecía tener muy claros. - Entonces nos dividiremos en dos grupos. El primero, formado por Frank, Etna, mi hermano Pedro y yo usaremos ese material para empezar las reparaciones que según me parece nos debería llevarnos más de 2 días, es decir que pasado mañana a medio día debería estar terminadas las reparaciones. Mientras nosotros nos dedicamos a ello, Leroy y Erick usando mis herramientas, seguirán cortando madera y trayéndola hasta aquí. Con ella acabaremos las reparaciones y el resto lo usaremos en la siguiente fase: empezar a construir la otra cabaña. Los niños mayores también pueden ayudar a desramar para reunir leña para el fuego. Más o menos, creo que la otra cabaña nos debería llevar no más de 5 o 6 días... pero veremos cómo se nos da primero la reparación de esta casa.

Luego se dirigió a su familia: - Alodia, tú y los niños podéis ir a pescar y encargaros de los animales. Luego miró a su alrededor, ya que nadie se había movido aún:
- Bueno ¿a qué esperamos? Manos a la obra... - Cogió dos grandes paquetes de herramientas envueltos en fundas de cuero y salió, dispuesto a empezar a trabajar de inmediato

–¿Os sirvo si no tengo ni idea de carpintería? –matizó Etna.

- Bueno, parece que sois alguien fuerte y diestra. El resto puede aprenderse por el camino. - Dijo Conrado antes de salir.

Estoy de acuerdo con Conrado, deberíamos ponernos cuanto antes con nuestros quehaceres. me acerco a mi hija y me agacho hasta quedar a su altura. Ellie, tú ve con mamá a pescar algo, seguro que es divertido. La beso en la frente y me acerco a mi mujer. Cuídala. la susurro y seguidamente también la doy un beso. Vámonos Aelyx, llévate a Danthos y Borta. Me cargo el arco con las flechas en la espalda y entro en el bosque esperando que me siga el resto de gente

- Yo ayudaré.- Yevher intentaba usar pocas palabras para no equivocarse con la lengua.- Me refiero al trabajo de reparación.- se acercó a Torrealta y asintió con seriedad.- Mi familia se quedará aquí; mi Dama puede encargarse de los hijos de aquellos que trabajen.- dijo refiriéndose a su mujer. Acto seguido miró a sus hijos y les dedicó una sonrisa.

Yevher se dirigió hacia el lugar donde su familia se había detenido y allí cogió la mula, que tenía aún la carreta enganchada, para guiarla hacia el señor Torrealta.

- Podemos usar mi animal para transportar.- ofreció nuevamente serio. En cuanto el grupo se puso en marcha, Yevher los siguió de cerca para recibir instrucciones.

Cuando Conrado ve a Yevher, dice: - Bien, otro voluntario. Yevher en ese caso trabajarás con Leroy y Erick recogiendo madera y preparándola para la segunda cabaña. Con tu animal, podrás acercar los troncos aquí.

Robin, llamado por todos Rob, le dio un beso a su mujer y se dirigió hacia el grupo de reparación para cortar la madera y llevarla hacia la casa en reconstrucción.

Claire se acercó a su hijo mayor y le dijo Ayuda a desramar los troncos que traigan y vigila de vez en cuando a tu hermana. Seguido de eso, se dirigió a su hija menor Ten mucho cuidado y no te separes de los demás, y haz muchos amiguitos. Antes de irse con el grupo de caza, le dio un beso en la cabeza y cogió su arco y sus flechas.

Tras dar su opinión Ethan se quedó callado, cogiendo todo lo que necesitaba para salir de caza mientras esperaba a que acabasen de discutir y decidiesen ponerse manos a la obra... lo cual, todo sea dicho, no es que tardase demasiado en suceder. En poco tiempo, Conrado Torrealta, que parecía bastante ducho en temas de construcción, se puso a desgranar el plan de trabajo.

Parece que lo tiene todo bien pensado- se dijo Ethan tras escucharlo.

En ese caso, yo iré al bosque a intentar conseguir algo de comida- les dice a los que allí estaban mientras comprobaba que había metido en la mochila todo lo necesario.

Varias trampas, algo de cebo, cuerda...- se dijo, haciendo recuento, tras lo cual se enfundó los dos cuchillos, el de despiece y el normal, en el cinto. No iba a ser una salidad de varios días, así que no necesitaba mucho más.

Joss, tu ve con la señora Wolfestein y ayúdala- le dijo a su hija -Sin peros- añadió al ver el gesto huraño que se empezaba a formar en su cara -Ya vendrás otro día conmigo- le dijo mientras le revolvía el pelo, para después cargarse a su espalda la mochila y el carcaj con las flechas, coger el arco y dirigirse hacia el bosque.

-Bien, yo también iré al bosque a ver si doy con algo interesante. Si necesitáis ayuda con esa madera podéis contar con mi hijo Jonás, es fuerte como un mulo, seguro que os puede ayudar a cortar madera o a transportarla.

El cabeza de familia de los Castelar se vuelve a su esposa Carina

-Encárgate de los animales con Mariam, no sea que nos descuidemos y se escapen.

Dicho esto, cogió un zurrón, un cuchillo y algunas herramientas propias de su oficio y se dirigió al bosque cercano en busca de plantas, animales o simple información del territorio.

Alana se acercó a las otras personas que iban a cuidar de los niños para hablar con ellas y ayudar, mientras los dos varones  Westfall se unian al grupo de de constructores / reparadores. Bravo, nuestro perro se quedó con Alana y Mirea. era un perro grande y fuerte, buen ayudante cuando tenias que perseguir villanos, pero era dulce y bobo como un cachorro cuando estaba con niños. Además era muy inteligente para ser un perro y evitaria que se metieran en lios. 

Leroy echó una mirada carcada de cariño a su esposa, que se la devolvió con una sonrisa. se dió la vuelta apoyando una mano en los hombros de su hijo y se acercó a Ethan, de los Drago. 

- Por lo que veo, tanto tu como yo somos hombres de ciudad... Creo que hasta que esto no crezca un poco nos sentiremos algo inútiles. -  Le dije con una sonrisa de complicidad. 

Pasé por su lado y seguí andando para alcanzar a Conrado, para empezar a aprender todo lo que nos hiciera falta. 

–A trabajar pues– dijo Martin contento al ver como todos se ponían en marcha para ayudar en el crecimiento de su nuevo hogar, su familia no iba a ser menos. Se levantó del suelo, miró a su esposa y se acercó hasta ella, pocos pasos tuvo que dar, se encontraba a su lado.

–Supongo entonces que os iréis Daniel, Luna y tú de caza– su mujer afirmó. –Emily y yo os acompañaremos un tramo y después nos separaremos para buscar con tranquilidad, mientras estéis solos de caza tener mucho cuidado, no querría que os pasara nada a ninguno– quiso decir más, a pesar de no haberse separado aún ya estaba preocupado, pero fue interrumpido por Alain, que tomó la palabra.

–Vamos Martin, sabes que no pasará nada, tenemos a Luna con nosotros y soy la mejor cazadora que conoces, estaremos bien– sonrío y besó la mejilla de su marido para tranquilizarlo. –Vamos a por nuestras herramientas y comenzamos, esta noche nuestros hijos se merecen una buena cena– esta vez sonrió mirando a sus dos hijos, quienes siguieron la siguieron para ponerse manos a la obra también, la familia Lorents estaba lista.

Frank comienza a ver como todos empiezan a trabajar mientras observa a su mujer con cierta lástima.
Mi señora es hábil para muchas cosas pero... no creo que ahora... Dijo Frank al aire intentando que todos lo escuchasen

No te preocupes Frank, ve con Conrado y el resto y demuestra que buenas dotes tienes. Contestó su mujer con una dulzura extrema también en voz alta.
Yo podría preparar la comida cuando viniese y también encargarme de los niños que no puedan participar. Continuó diciendo Hella. No conocemos los alrededores y no me gustaría que ningun pequeño corriese peligro. Dijo mientras se sentaba y pareciera que se preparaba para contar un cuento o cantar. Puedo entretenerlos todo el rato.

Mamá, yo quiero ir a cazar. Dijo Rick un tanto entusiasmado

Tu no vas a ir a ningún lado chaval. Aún no sabes cazar y no quiero que te pongas en peligro. Gritó Frank desde la lejanía.

Ya oíste a tu padre. Vosotros dos os quedaréis aquí conmigo y ayudareis a entretener al resto que se quieran quedar contando historias y siento tan simpáticos como siempre os he enseñado. Dijo a sus dos hijos. Mientras Rick el niño se sentó bastante enfadado, su hermanita Anna aceptó con agrado y se preparó con una sonrisa para acoger a todo el que quisiese unirse

Viendo que la cosa parecía tomar ya un rumbo, Etna apartó a los pequeños de sus rodillas y fue a proceder tras los hombres de la carpintería. Aldair sólo le dedicó una mirada soñolienta; Brenna, enfurruñada, se agazapó al pecho de su padre y cerró los ojos. Alastor Falknen acarició el cogote a la pequeña y se volvió a su esposa. 

–¿Te llevas a Lugh y a Edain? –preguntó.

–Me temo. Ahora desempaco lo tuyo –contestó Etna.–. Vamos, ¿qué te parece si mientras tanto alzas la tienda? Deja a Aldair con la señora maestra y que te ayude la niña, si eso. –Al ver la ceja enarcada de su marido, le dio un beso áspero en la sien–. Te veo luego.

El marido reprimió un suspiro mientras veía a su mujer ir a coger unos bártulos, y acto seguido miró a la señora Shan'Aziy de soslayo. Soltó el aire por la nariz. Luego, se dio cuenta de que Brenna había dejado de amarrarse a las ropas y tenía la vista puesta en los Lorents.

–¿Qué? ¡No haré nada! –juró ella al ceño fruncido de su padre– ¡Lo juro por Väula!

Fue entonces cuando escuchó el comentario del jefe de los Castelar, antes de partir. Se quedó mirando a la susodicha Carina durante bastantes segundos. Al final, cuando su esposa prácticamente hubo cruzado el umbral, Alastor soltó un segundo bufido a los señores Leroy y Drago.

–Y donde caben dos caben tres, señores.

Erick, junto al resto de su familia con excepción de su hija menor, paso el día talando arboles y limpiándolos para ser utilizados mas tarde en la construcción y reparación de sus nuevas casas.

El trabajo fue duro y el día largo con tan solo unos descansos para las comidas, pero tras unos primeros momentos mas lentos mientras usaban las hachas por primera vez para talar los robustos arboles la familia pronto encontró el ritmo, y al final de la jornada los inicialmente tentativos golpes de hacha se habían vuelto rítmicos y precisos tajos que, si bien no se habrían podido comparar con el trabajo de un profesional, conseguían el trabajo hecho igualmente.
 

Fue un dia productivo y agotador. Leroy nunca habia manejado un hacha para talar. conocia lo devastadoras que podian ser en combate, aunque él preferia la versatilidad de la espada. Tanto él como su hijo sabian como luchas y como golpear, pero fue una experiencia nueva para los dos. Para Leroy "luchar" contra un oponente terriblemente duro que se negaba rendirse y caer al primer golpe. Para Chaol, fue agradable como se desgastaba la musculatura. Era joven pero le faltaba poco para terminar de desarrollarse, tal vez 3 o 4 años. Si seguia haciendo trabajos así pronto creceria fuerte como un roble. 

Al final del agotador dia, Leroy perdió la cuenta de los arboles derribados. Se sentia agotado, sentia sus pulsaciones en la sien. Sabia que necesitaba descansar y dormir unas horas para estar en plena forma de nuevo, pero trató de aparentar que no estaba tan cansado. "Mierda, me estoy haciendo viejo para estas cosas." Pensó el antiguo guarda. Mientras volvían se preguntó como habrian pasado el dia las chicas. 

Una pequeña hoguera. El tibio vapor aromático desprendido de los pequeños cuencos. Emily... Mi bella Emily...

La muchacha se encontraba junto a mí, disfrutando de la infusión improvisada. Una sonrisa iluminaba su rostro, y eso era suficiente para iluminar el mío. 

Las hierbas aún pululaban en el agua caliente cuando el primer par de cazadores apareció de entre la espesura. Llevaban dos conejos atados a un palo. Los cuerpos cubiertos de sudor y polvo delataban lo que había sido un día de caza.

-Ten-Exclamé con afecto al tiempo que tendía a mi esposa mi vaso, casi intacto, y servía otro para Daniel.

-Parece que tuvieron un buen día- Una sonrisa se mostró en el rostro de ambos. Una caricia en la cabeza, y una palmada en la espalda para mi muchacho. Se estaba convirtiendo en un apuesto joven. Era muy inteligente, y además era bastante hábil.

Reservé un beso cargado de afecto para una mujer de ojos avellana, cabellos castaños que destellaban en dorado con el toque del sol, y de sonrisa alegre y perfecta, mientras mis labios parecían besar los suyos con un  implícito "Te quiero"

El dialogo fue migrando desde la útil participación de Luna, a quien recompensé con unas bien merecidas muestras de afecto, y de cómo debería acompañarla más seguido para cazar mejor, hasta el descubrimiento de algunas plantas que serían perfectas para ungüentos analgésicos, y un puñado de bayas que Emily había encontrado.

La tarde se cernía hermosa sobre el horizonte, momento por el cual dos jóvenes, una loba, una cazadora, y un curandero, se recostaron juntos, unidos en un abrazo sin contacto, a despedir y agradecer el sublime despliegue de naranjas y rosados que  Lairz les proveía...

Salgo de la espesura del bosque cargando con un venado a hombros y con el halcón posado sobre él, detrás de mi aparece Aelyx cargando con otro venado y el perro cerrando la marcha. Me acerco donde está el resto de gente que ya ha llegado y dejo las presas.

Bueno, creo que de momento podemos olvidarnos del tema de la comida. Digo sonriendo. Y parece que ha vosotros no os ha ido mal recogiendo madera, supongo que el próximo paso será reparar la cabaña ¿no?. Sin esperar a que me respondan me acerco a mi mujer y a mi hija para ver que tal están. Me agacho y beso en la frente a mi hija, después me levanto y beso a mi mujer. ¿Qué tal ha ido todo por aquí?