Partida Rol por web

- ...otros más sabios que yo, para buscar explicación al robo -continúa el anfitrión tras un momento de vacilación- Y al parecer he contagiado la curiosidad. Quizá incluso os la esté contagiando a vosotros ahora mismo al contaros todo esto. Pero descuidad... no espero que investiguéis el misterio solo para saciar vuestra curiosidad, sino también vuestros bolsillos.

Una risa gutural y escalofriante surge de la garganta del troll al reirse de su propio comentario. Sin embargo en seguida vuelve al tono serio:

- Pues la misión que os encomiendo no es otra que la de investigar qué hay detrás de ese robo. No se trata de que desee recuperar el grimorio robado, aunque será bienvenido cuando regrese a su lugar, sino que deseo saber por qué ha sido robado... con qué finalidad se pretende usar... y quién ha orquestado el robo. Os diré más. La suerte nos ha sonreído y creemos estar sobre la pista de un más que probable sospechoso. Hace algunas semanas llegó del norte un hombre encapuchado en un carro de dos ejes, cubierto con lona negra y tirado por dos caballos negros. Iba escoltado por cuatro mercenarios de aspecto intimidatorio y se vio marchar el carro y sus escoltas el día antes del robo, también por la puerta norte de la ciudad. Diríase que si se marchó antes del robo quedará fuera de toda sospecha.... pero resulta obvio que se ha usado poderosa magia en el robo y que el que lo realizó será seguramente muy ducho en tales artes. Yo no manejo otra magia que la que nuestra Madre o el hijo de Xentha me proporcionan, pero los magos que conozco capaces de retorcer a su antojo los materiales duros como metal o piedra, también son capaces de desaparecer de un lugar y reaparecer en un momento en otro sitio.

Les observa inquisitivo, tratando de leer sus reacciones a todo lo relatado.

- Si os interesa, la propuesta es que os encaminéis al norte cuanto antes hasta dar con el misterioso mercader y ganaros su confianza, como una variopinta caravana de mercaderes y su escolta camino de la lejana y peligrosa Karia que, llevando el mismo rumbo que otro mercader, se unen en el camino para aumentar su número y fortalecerse ante los peligros. Entonces estaréis en mejor disposición para ver a dónde se dirige, con quién se entrevista o a quién entrega el grimorio, o si lo quería para él, qué uso le pretende dar. Y si, llegado el caso se juzga necesario, impedir los planes del ladron o ladrones, trayendo de vuelta el grimorio. Heenshen llevará consigo una caja de caudales para pagar los gastos que el viaje ocasione. Y a la vuelta, cada uno cobrará tantas monedas de oro como días haya durado la exitosa empresa... y si no resulta exitosa, la cuarta parte. Si debido a alguna confrontación se consigue algún tipo de botín de los ladrones, no reclamaré nada del mismo, sino que será propiedad del que lo haya ganado.

Al fin, entrelaza los dedos de las manos sobre su algo prominente barriga y permanece espectante a las reacciones.

Groth tose y escupe un trozo de carne hacia donde está Suk, convencido de que dará buena cuenta de la porción a medio masticar. Se limpia con el dorso de la mano y levanta la mirada hacia el mercader troll, entre sorprendido y divertido.

- ¿Una moneda de oro diaria por un libro viejo? -suelta una carcajada y estira el cuello para echarle un buen vistazo a la figura embozada tras Karrgiraz- ¿Dónde está el truco? ¿Vamos a tener que atravesar el Paso de Kartolin?

Se recuesta ligeramente en la silla mientras, por primera vez, utiliza una servilleta. Parece que se va a tomar un descanso en la comida. Mira a sus compañeros con astucia. Después parece pensárselo mejor y se encoje de hombros mientras lleva una copa de vino a los labios.

- Es una fortuna -resume con los ojos brillando por encima del borde de la copa.

La anciana se relame mientras degusta una uva del generoso banquete que apenas ha tocado hasta ahora. Sabía perfectamente que debería comer de forma tan ostentosa como le fuera posible para demostrar cortesía ante la generosidad mostrada por su anfitrión, pues tales son las costumbres de los Uz… pero lo cierto es que estaba demasiado nerviosa, anhelante de descubrir qué era lo que se traía entre manos Karrgiraz, como para tener apetito. Ahora por fin lo sabe. Y se relame. Esto ha sido todo un golpe de suerte. Parece que el destino es generoso. Y tiene sentido del humor…

Sabedora de que los ostentosos uzkos suelen valorar en buena medida a sus interlocutores por su tamaño y por tanto tienden a menospreciar a una mujercilla insignificante y arrugada, tan menuda como un triste enlo, no hace nada para desmentir esa primera impresión y observa en silencio, con detenimiento, su entorno y a sus inhumanos interlocutores. En particular al siniestro uzko encapuchado que permanece en segunda fila, pero justo al lado de su anfitrión. Habrá que tener especial cuidado con ese. Y entonces se decide a hablar:

- Y decidme, generoso señor Karrgiraz ¿Quiénes teníais pensado que nos acompañasen en esta misión?

Mucho depende de si se limita a enviar con nosotros tan sólo al afable Heenshen… o si piensa tutelarnos mediante algún otro aliado. Podría comprometernos.
 

Bosporus se sento en silencio, comenzo a comer lo que los trollkins pusieron para cenar, escucho atentamente lo que Karrgiraz narro, pero su mente de mercader no puede evitar pensar que Karrgiraz tambien lo es y por ello sabe que pagaria mucho mas de lo que dice por eso que segun el le han robado, y cuando Aleü termina de hacer su pregunta Garan apura su copa de vino, y parece que le hace efecto porque mientras carraspea apoya los dos codos sobre la mesa cruzando los brazos y echandose lo suficiente para adelante como para ver las caras de todos y por ultimo mirar a Karrgiraz y comenzar a hablar.

- Amable Karrgiraz comienza diciendo con todo el respeto que puede pues sabe que sus palabras pueden hacer que esta empresa se vaya al carajo si no acierta, y continua hablando mientras se levanta y anda por detras de cada uno de sus compañeros, para conseguir llamar la atencion lo suficiente y que Karrgiraz le escuche con atencion, e incluso sus compañeros giren la cabeza para mirarle mientras habla. - Permiteme que me levante  mientras le digo que realmente me interesa este asunto, no solo por el dinero sino tambien por la curiosidad de saber por que es tan importante ese grimorio... hace una pequeña pausa y una casi imperceptible sonrrisa se dibuja en su cara cuando se gira para caminar hacia el otro lado y volver hacia donde esta su taburete vacio, como si buscase las palabras adecuadas para continuar diciendo. - Pero este trabajo no sera nada facil dice alzando el pulgar de su mano izquierda segundo,  ¿quien dice que realmente esa gente querra asociarse con nosotros y compartir camino?  dice levantando el dedo indice y continua con el dedo corazon tercero, si esos mercenarios de aspecto intimidatorio y esa magia de la que yo no conozco gran cosa son reales, no creo que aunque seamos mas que ellos sea facil reducirles... y la magia... ese factor... bueno... ese factor realmente es una incognita y eso lo hace mas peligroso aun, ¿habran mas mercenarios esperandolo mas adelante en el camino para escoltar a ese mago que usa una magia tan poderosa como para moldear el metal y teletransportarse a otro lugar? Cuando deja la pregunta en el aire junta las dos palmas de las manos y antes de que nadie conteste termina diciendo - Asi que, generoso Karrgiraz, creo que por este encargo y creo que hablo en nombre de todos, deberiamos cobrar dos monedas de oro por dia si la empresa tiene exito y una si no lo tiene. Los gastos de viaje me parece bien que sea Heenshen quien lo administre y lo del botin tambien estoy de acuerdo. Cuando termina su exposicion a Karrgiraz apoya sus manos en la mesa y se sienta en el taburete que dejo vacio para arriesgarse a no encontrar las palabras adecuadas y quedar en ridiculo delante de todos sus compañeros.

- Si esto sale bien ganare una fortuna con este viaje ¿aceptara mis condiciones? piensa Bospurus mientras coge un poco mas de vino para regar el gaznate despues de tanto hablar.

Onaekko se pierde algunas partes de la conversación por lo rápido que hablan los interlocutores y por el cerrado acento de los uz. Aún así, cree entender lo suficiente para darse cuenta de que aquello de lo que hablan no le interesa en absoluto y, sin embargo, su juramento de salvaguardia para/con la cazadora pelirroja le prohibiría marcharse de allí hacia las llanuras de Prax, cazar una buena pieza con la que alimentar a su familia y regresar junto a los suyos. Sabe que todo eso son sólo sueños. Debe cumplir con la pelirroja. Con menos disimulo del que le gustaría, se dirige a la mujer vingana.

-Pelo de Fuego debe decidir qué hacer, si escucha o no a los dueños de la noche. Haga lo que haga, una debe saber que Onaekko velará por ella. 

La anciana parece entrar en un trance mientras observa a los presentes uno por uno. A pesar de la escasa luz de la estancia alcanza para poder ir midiendo el poder mágico que encierran los presentes. Poco a poco los va examinando satisfecha sin que aparentemente nadie se percate de su actitud, pero cuando llega al troll encapuchado, este de repente levanta la cabeza y la mira también directamente a los ojos. Su boca se entreabre y Aleü no alcanza a saber qué signficado puede tener dicha expresión...

Karrgiraz se mueve inquieto en la silla cuando el robusto mercader se levanta y con sinuosas palabras expone a toda la audiencia las incógnitas que hacen la misión más peligrosa de lo que parece. Su paciencia parece agotarse conforme sus manos se crispan sobre la mesa, arañanado la superficie de la misma con un chirrido.

- ¡Dos monedas de oro al día para siete personas! -dice seguramente ignorando al trollkin- ¡y una por fracasar como miserables!... -brama poniéndose en pié- ¿Sabéis qué estoy pensando?...

De nuevo el troll negro encapuchado se mueve levemente, baja la cabeza y la oculta en su capucha mientras Karrgiraz eleva la voz.

De nuevo el troll negro encapuchado se mueve levemente, baja la cabeza y la oculta en su capucha mientras Karrgiraz eleva la voz. Susurra unas palabras en idioma oscuro casi inaudibles...

- Syna virdi bina, kaupskip... semur eins og buist ber ad gera.

- ...estoy pensando que... a una moneda de dorado metal al día podemos añadir una bonificación por el éxito de la misión -concluye tranquilizándose con dificultad.

Vuelve a sentarse resoplando de tal manera que el belfo inferior le vibra sonoramente.

- Digamos que podríamos llegar a una cantidad de cien monedas de plata para cada uno sin sentirme insultado...

Los ojos de Suk se abren como platos cuando el troll enfurece repentinamente. Ese mercader les había condenado con sus palabras y ahora iban a ser devorados por tal ofensa.
Suk terminó de tragar lo que llevaba en la boca encomendandose a la oscuridad que seguiría a su última comida, pero no; su anfitrión había recuperado la calma y al parecer podría seguir con vida un tiempo más. Tendría tiempo para sopesar si aquello era positivo o no.
Con un codazo llamó la atención de Groth y al mirarle le mostró la boca abierta, indicandole que estaba vacía.

Bosporus ni se inmuta cuando el troll se levanta gritando y sigue bebiendo de su copa hasta acabarla mirando por encima de la copa al imponente troll. Cuando dice la bonificacion por el exito de la mision el mercader rellena la copa y la alza diciendo -Siendo asi, brindemos por el contrato, a modo de sellarlo... Bosporus se siente ganador en esta lucha de mercaderes y espera que sus compañeros levanten las copas junto a el, mirando a ambos lados y asintiendo con la cabeza espera las reacciones de los presentes.

Por una vez, la cazadora agradeció la intervención del bárbaro -¡Ya era hora que ese troll hablara!¡Empezaba a pensar que toda esta patraña era una burla del mismísimo Eurmal! - pensó mientras se ponía erguida sobre la silla y escuchaba punto por punto toda la historia -A ver si consigo sacar doble partido de ésta- la cazadora pensaba principalmente en la misión que le había sido encomendada y por supuesto, también en el tema material. Lo que no sabía es que esta historia le iba a interesar también personalmente -Conjuros arkatis....- la cara de pelo de fuego (así es como la llamaba el hombre y medio) reflejaba su gran interés en todo lo relacionado con Arkat -Si ese golfo de Eladar hubiese venido conmigo en vez de quedarse rindiendo culto a ese ridículo Dios Invisible, podría habernos sido muy util en esta empresa- Si Onaekko hubiese podido escuchar sus pensamientos, no le hubiese hecho falta articular cuestión alguna. La cazadora seguía dándole vueltas al robo de ese grimorio en concreto, y ni se percató de la osadía del mercader, al pedirle más dinero al troll. Así que respondió al agimori - Sea pues. Creo que por fin podrás saldar tu deud.. - fue entonces cuando Karrgiraz arañó la mesa y bramó como un poseso al mercader. Y posiblemente, en ese instante, se pudo observar la veteranía de Bosporus Garan, que había conseguido aumentar algo más la recompensa si salían victoriosos. Sin embargo, no le había pasado inadvertida la presencia de ese otro troll que se mantenía algo más alejado y que parecía ser el que manejaba todo el asunto.

Hubieron unos instantes de incertidumbre, miradas inquietas, incómodos silencios...hasta que el mismo Bosporus acabó con esa situación pidiendo un brindis. Gábriel se levantó y alzó su copa mientras la golpeaba con ímpetu contra la de los demás invitados. Un brillo especial se distinguía en sus ojos.

El fornido guerrero contempla la negociación con una sonrisa muda. Ve la previsible reacción del troll y la no tanto cuando el desconocido encapuchado le apunta desde las sombras. Interesante...

- ¿Más dinero? ¡Brindo por ello! -ruge enarbolando su copa y rebosando vino a un radio considerable de su posición- ¡Para algo tenía que servir tener casi tantos mercaderes como guerreros en este grupo!

Nota entonces un ligero golpe en un costado y suelta una carcajada mientras llena la boca del trollkin con una codorniz rellena.

"Sí, señor... esto promete".

La menuda anciana eleva también su copa de vino y se suma al brindis que sella el pacto:

- ¡Por nuestro éxito! - casi murmura mirando de reojo a todos los presentes...

Vaerles sonríe ante las palabras de Bosporus y alza la copa:

-¡Por nuestro éxito! -repite. 

Si esto sale bien podemos ganar una pequeña fortuna, aunque hay algo que me da mala espina, aún hay muchas cosas que el troll no nos ha querido contar... -reflexiona el mercader de cabellos dorados.

Deja la copa en la mesa y desplaza ligeramente un pan de buen tamaño con el codo para que caiga cerca de Suk con aparente torpeza. Después coge otra hogaza, corta una rebanada con su daga y la unta de confitura de ciruelas. Mastica ruidosamente y apostilla.

- Bueno, y ahora que estamos todos contratados, tal vez deberíamos empezar a plantearnos cómo hacer nuestro trabajo -una mirada suspicaz- ¿Podríamos echarle un ojo al lugar donde estaba almacenado ese libro? Me gustaría ver esos barrotes... a veces esas cosas dan pistas.

Su tono es alegre y despreocupado, pero con tiene la mirada fija en la figura encapuchada tras el corpulento mercader troll.

Levanta la copa sin convicción, sólo por obligación. No dice nada, sólo levanta la copa mientras mastica restos de comida, mirando a la mesa y con un un gruñido de asentimiento.

Onaeeko apenas se moja los labios levemente. Uno no entiende el gusto que tienen los medio hombres, los hombres peludos y las bestias peludas por beber este tipo de brebajes, no son buenos para la caza. Si no están bendecidos por el hombre medicina de la tribu, uno sólo los bebería a la fuerza.