Partida Rol por web

Como Bibliotecario, eras un psíquico muy por encima de la media de los psíquicos imperiales y de muchos de los xenos con aptitudes psíquicas. Podías percibir perturbaciones en la disformidad mucho más fácil que cualquiera de los anteriormente mencionados, así como también sentir ecos de otras mentes. Por ello, allí, en uno de los inmensos corredores que formaban los conocidos como Grandes Osarios, rodeado de esqueletos, cráneos y otros restos, algunos incluso formando figuras decorativas, de múltiples xenos, algunos incluso que no reconocías debido a aber sido exterminados muchísimo tiempo atrás, podía sentir fácilmente como si hubiera una tela o un aura en el lugar de angustia, de dolor, de rabia, como si cada uno de esos restos clamara por piedad o gritara su ira en contra de aquellos que los habían destruido.

Una muestra incontestable de la labor que la Deathwatch había acometido a lo largo de los milenios.

- Lo sentís, ¿verdad, Hermano? - dijo una voz a tu lado. Al mirar viste que se trataba de un Bibliotecario como tú, pero de mayor rango. Un Epistolario de los Cónsules Blancos, a juzgar por su hombrera derecha -. Sus gritos de sus almas perdidas, clamando ahora imponentes por no haber podido evitar su justo exterminio. Resulta un lugar solemne, ¿no os parece? Aquí se siente claramente la importancia de nuestra labor - el Epistolario te miró directamente -. Soy el Epistolario Axineton. Yo os he convocado aquí, dado que soy el Bibliotecario de mayor rango presente en Erioch, y miembro de la Cámara de Vigilia. Os doy la bienvenida oficialmente a Erioch, Hermano Matheus.

Al entrar en el lugar mi alma se estremeció......tanta ira, tanto dolor......aquel lugar destilaba sufrimiento, pero aquel era el sino de un marine, para eso estábamos hechos, para lidiar con el sufrimiento y el caos, para combatirlo, para dominarlo....para erradicarlo.

Mientras contemplaba las calaveras de enemigos muertos mucho tiempo atrás, un hombre se me acercó y me habló...

Me incliné hacia él con respeto, pues era mi superior. "Bienhallado, Hermano Epistolario Axineton. Me alegro que me recibáis y me déis la bienvenida. Tengo muchas preguntas, pero pueden esperar a que me hayáis puesto al día, pues imagino que tendréis muchas cosas en las que instruirme, y yo he venido a aprender." dije, mostrando interés pero respeto ante la sabiduría, sin duda, superior de éste marine. No podía si no mostrarme humilde, pues allí, yo era el novato.

"En verdad éste lugar me hace sentir la importancia de nuestra labor de vigilancia. Múltiples xenos yacen aquí...y noto su impía presencia, su intención de penetrar en mi mente, de corromper mi alma para su degustación...pero no saben que soy un Bibliotecario de los Exorcistas, y sus intentos son fútiles...mi voluntad, con la ayuda del Emperador, es más poderosa......no son nada." dijo, rechazando de un plumazo las voces y susurros que oía en su cabeza...de alguna forma, interpuso una barrera mental entre dichas voces y su mente.

"Iluminadme pues, Hermano. ¿Qué nuevas podéis contarme? ¿Cómo funciona nuestra orden aquí? En definitiva...¿en qué puedo seros útil?" *

Axineton pareció muy satisfecho por tus palabras, diciendo profundamente:

- Demostraís sabiduría, Hermano Matheus, y eso es bueno. Lo mismo con respecto a vuestra humildad. Sin embargo, también detecto un atisbo de impaciencia - señaló -: No os preocupeís. Iré respondiendo a vuestras preguntas poco a poco. Caminad conmigo. - le pidió, empezando a andar despacio, con solemnidad, por aquél amplio corredor.

- Nuestra labor aquí no se diferencia mucho de la que realizamos en nuestros Capítulos natales - comenzó a explicar -. Nos encargamos del Librarium, recogiendo y guardando los informes de las misiones, archivando información sobre nuestros enemigos, y un largo etcétera. Sin embargo, esta labor aquí resulta mucho más importante debido a que nuestros actos aquí no serán conocidos fuera del Deathwatch, puede que ni siquiera fuera de esta Fortaleza. Nuestra misión es secreta y ni siquiera nuestros propios Hermanos de Capítulo llegarán a conocerla. Aunque esto ya se os explicó en su momento, ¿verdad, Hermano?

Matheus recordó el juramento que no hacía mucho había pronunciado......"Sí, Hermano. Nuestra misión es sagrada, secreta y nadie sabrá de ella. Nada esperamos a cambio, pues suficiente recompensa es el servicio leal al Emperador que todos hacemos....y los Xenos solo pueden esperar una cosa de nosotros....la muerte."

En realidad sí que estaba impaciente por saber qué misión tendrían, cual sería su cometido, pero se armó de paciencia y respetó la sabiduría de su superior. Anduvo detrás del hermano con tranquilidad, observando con curiosidad los elementos xenos que se arremolinaban a su alrededor. Algunos tendrían cientos de años, y seguramente historias memorables que contar. Él mismo se había encargado de parte de la historia reciente de su capítulo, y tenía cientos de datos en su mente que no debían caer en manos enemigas.

Mientras andaban por el corredor, Matheus prestó toda su atención a las palabras del Hermano Axineton.

Axineton seguía caminando a tu lado, asintiendo con un gesto largo y amplio a lo que le dijiste. En ese momento estabaís pasando junto al esquelo te una criatura inmensa que no reconocías de ninguna forma, por lo que debía pertenecer a alguna especie xenos extinta o desconocida ya por el paso del tiempo.

- Decidme, Hermano - os preguntó mirándote -, ¿a qué abominaciones xenos os habeís enfrentado hasta ahora? No sólo como psíquico, sino como guerrero.

Seguramente, o eso imaginabas, era una pregunta hecha para evaluar tu experiencia anterior de una forma más personal y cercana.

Acaricié el penacho de mi casco proviniente de una armadura MK-2 mientras meditaba en la respuesta del Hermano.....mis memorias volvieron atrás, cuando todo era más sencillo....cortar, sajar, matar......luego vino la nave del Inquisidor...y todo aumentó, la dificultad, el odio, las batallas....

"Hermano, mis batallas son múltiples y numerosas, como imagino todos los que están aquí. Podríamos pasarnos horas hablando, estoy seguro..." dice con una semi-sonrisa con algo de sorna..."pero mejor contesto directamente a vuestra pregunta. Los principales Xenos que he tenido el placer de eliminar en nombre de Nuestro Señor El Emperador de la Humanidad, han sido principalmente Orcos...son los más numerosos con diferencia...son como las ratas, se reproducen a una velocidad pasmosa...y sin casi equipo, son casi tan peligrosos como un explorador de los marines, unas bestias que merecen ser exterminadas, sin piedad, si se me permite abundar... He participado en campañas contra Eldars, esos escurridizos bastardos, así como me he enfrentado a uno de sus "psíquicos"...videntes los llaman...era fuerte, pero mi fe en el Emperador era más fuerte y murió como la alimaña caótica que era... y también he tenido el placer de arrancar la sonrisa de la cara de varios hermanos traidores.....evidentemente, la palabra "hermanos" sobra de la frase...eran escoria del caos, caídos en desgracia que sólo merecían una muerte sangrienta que yo mismo les proporcioné, especialmente a un capitán clavándole mi cuchillo de combate en su quijada y atravesándole el cráneo mientras se retorcía...." me voy agitando y aprieto los dientes mientras voy relatando todo esto, acelerando mi diatriba y echando espumilla por las comisuras de los labios al final de la frase....pero me voy calmando apretando el puño contrario al casco...

Lo aprieto...lo abro...respiro....apretar...abrir...respirar.....

"Lo siento Hermano...pero sólo pensar en esa abominaciones Xenos me hace hervir la sangre..aún tengo mucho que aprender."

Axineton te escuchó con tranquilidad y paciencia y, cuando le pediste disculpas por dejarte llevar, alzó una mano en gesto comprensivo.

- Descuidad, Hermano - dijo -. Aún sois algo joven y es normal que en ocasiones ciertas ocasiones puedan ser tan fuertes vuestras emociones. Lo importante es saber controlarlas y no dejar que nieblen nuestro juicio. Aún así, no sólo sois consciente de esto, sino que os entiendo perfectamente. Habeís mencionado a algunos de los enemigos más pérfidos, en un sentido u otro, a los que la humanidad se enfrenta. Y para nosotros, como Marines Espaciales e Hijos del Emperador, nos resultan especialmente detestables esos últimos a los que habeís mencionado.

Caminó un poco más, observando otra de las piezas de los Osarios, una especie de lámpara de pie enorme hecha con hiesos y una calavera de grandes colmillos, con velas en las cuentas de los ojos y en diversos puntos de la parte superior.

- Debo decir, Hermano, que estoy complacido por vuestras habilidades. He leído vuestro historial y, por ejemplo, incluso entre nosotros, no son tantos los que realmente puedan medirse a un malicioso vidente eldar y triunfar. Debió ser uno de los combates más duros de vuestra vida.

Matheus se detuvo contemplando la lampara extraña y dejando sus pensamientos ir......hasta aquella batalla donde sólo sobrevivió él. Su mirada vidriosa, alzada hacia el infinito se enfocó un minuto después, tras rememorar los días de pesadilla que había tenido que pasar en aquel mundo salvaje, libre, lleno de recursos y valioso para su estrategia, según las órdenes que le habían sido dadas a su unidad de combate. 

Él y toda su unidad habían sido enviados al planeta Tchera-143* para limpieza de las unidades Xenos que habían sido detectadas allí. Llevaron un contingente de Guardias de Catachán consigo, como apoyo. Evidentemente él pensaba que no lo necesitarían, pero la burocracia, los nobles militares, ya se sabe como son en cuestiones de conseguir más predominio sobre sus iguales.....los altos comandantes y generales del ejército no se diferencian mucho de los nobles de las cortes civiles....al menos la mayoría. Una vez allí comenzó una guerra sin cuartel, cuando descubrieron que la pequeña avanzadilla de guerra Orca no era tan "pequeña"....murieron a miles por ambos bandos, tras días de intensos combates, pero el Imperio y sus más nobles representantes, los marines espaciales, marcaban la diferencia, día a día, edificio a edificio, trinchera tras trinchera, metro a metro ganado con sudor, sangre y muerte. 

La desgracia cayó sobre la unidad de Matheus cuando una señal diferente, con una tecnología muy superior, se detectó en cierto lugar entre las montañas, no muy lejos de donde estaban. Mandaron a investigar a un grupo de exploradores, pero no volvieron ni dieron ninguna señal de vida. Tras eso, se tomó la amenaza como algo serio y, por consejo de Matheus, se acudió al lugar con todo lo que los hermanos marines tenían, absolutamente todo, dejando a los Catachanes a su suerte, pues la batalla estaba ganada y podían prescindir de ellos. 

Al llegar al lugar, una fuerza "aliada" de Eldars les trataron de explicar que una desconocida fuente de poder caótico estaba en la zona y la estaban buscando, solicitando la cooperación de los marines. A pesar de la desconfianza y la negativa de Matheus, sus superiores decidieron que, debido a diversos encuentros con ésta raza antaño, era mejor cooperar y ver a donde llegaba la situación, pues no tenían conocimiento de ninguna fuente del Caos y lo prioritario era informarse. Lamentablemente, Matheus tenía razones para desconfiar, su sexto sentido no le falló.....

(a partir de aquí lo varío un poco)

Fueron conducidos durante horas por unos cañones bien estrechos, donde no podían ver casi nada alrededor suyo. Pese a su gran entrenamiento y el equipo que el Emperador les había otorgado, unas interferencias electromagnéticas confundían las señales que recibían y pronto estuvieron desorientados. Pararon en el fondo del lecho de una enorme cascada....donde fueron emboscados y atacados sin piedad por una fuerza de Orcos que salieron por centenas de agujeros en las paredes, de detrás de la cascada.........la batalla fue rápida y brutal. Matheus fue el único superviviente de aquel desastre, logrando salir de allí tras eliminar en una pelea uno contra uno a un enorme caudillo Orco** que tenía la bendición de sus monstruosos dioses, ya que tenía ciertos poderes psíquicos.  No quedó nadie, ni un Orco en pie, ni un humano....y ni un solo Eldar...de hecho, éstos últimos habían desaparecido nada más iniciarse la batalla y nisiquiera había caído uno....malditos traidores....según él, habían confundido la mente de sus compañeros y les habían atraído hasta allí con algún oscuro propósito. Ambos bandos, Orcos y Marines perdieron a todos sus hombres, fue un día triste para Matheus con todos sus hermanos caídos en combate por, según él, culpa de unos traicioneros Eldars...si les hubieran apoyado..probablemente la escoria Orca hubiera sido arrasada y muchos buenos compañeros hubieran sobrevivido. Matheus se las arregló para rastrear la señal de la fuerza Eldar, y los vió subir a una nave estilizada que tenían allí, en ése planeta, portando una especie de contenedor fuertemente protegido de grandes dimensiones...habían ido allí a por algo y les habían utilizado de señuelo, para distraer a los Orcos y eliminarlos mientras ellos se llevaban lo que fuera aquello....Matheus lloró sangre y prometió averiguar qué planes tenían, qué era eso que se llevaban y si podía...se lo arrebataría y lo destruiría si fuera necesario, en memoria de sus compañeros caídos en combate.....pero todo eso quedó muy atrás ya.

"Hermano....no dudéis ni por un momento que fue lo más duro que he tenido que soportar hasta la fecha....pero algo me dice que lo peor está por llegar. Aquel esquivo bastardo y sus tropas vestidas de azul oscuro fueron como ratas que escapan de un barco que se hunde cuando aquella voragine de Orcos se nos echó encima...nos dejaron sólos ante el enemigo, cuando nos habían prometido apoyo si les ayudábamos con un "asunto"....pero ése día, los ojos del Emperador estaban puestos en mí.....¡Alabado Sea! Conseguí descubrir que los cobardes Eldar iban detrás de algo..algo que había en ése planeta y se llevaron mientras nosotros moríamos limpiando de heces Orcas la superficie...pero los encontraré...."

Axineton se había detenido y te observaba para prestarte toda su atención, escuchando tu historia. No te interrumpió en ningún momento, esperando a que terminaras. Lo único que se veía en él según hablabas eran las distintas expresiones faciales a los distintos acontecimientos que mencionabas. Compartía tu ira por la pérdida de tantos Hermanos, no había duda, aunque la mantenía mucho mejor controlada que tú.

Una vez terminaste, habló:

- Lo que contaís no es algo nuevo que no pueda haber pasado anteriormente a otros, Hermano. Sigue siendo, sin embargo, una terrible pérdida y me alegro que salieraís victorioso de ella. Sin embargo, habeís hablado de que os medisteís a un Vidente Eldar. Sino fue en esa ocasión, Hermano, ¿cuándo sucedió?

Matheus mira al Epistolario....."Un tiempo después de aquel encuentro, el equipo de técnicos de mi nueva escuadra encontró señales parecidas a las que desprendía aquella nave, pues las tenía registradas y las había podido llevar hasta la base. En realidad fue más por insistencia mía de vigilar aquel sector y los colindantes que por celo de mis congéneres, pues la partida de piratas era en realidad pequeña. Pero yo sabía de algún modo que sólo era cuestión de tener paciencia, en algún momento aparecerían esos piratas..... Informé a mis superiores y me dieron permiso para tomar un pequeño contingente e ir a investigar." le explica ya más calmado. 

"Seguimos la señal hasta un campo de asteroides, donde tuvimos que ir buscando uno a uno....hasta que finalmente una patrulla dió con ellos. En un asteroide sin nombre estaba posada aquella nave.....al parecer, desenterrando "algo"......Mi escuadra bajó a por ellos. Para hacerlo corto, nuestras conversaciones fueron subiendo de tono hasta que los Eldars decidieron que ya habían hablado bastante....en algún momento dado alguien apretó el gatillo, no sé realmente quién...pero se desató lo inevitable. Luchamos...ésta vez contra los Eldar...que en el interín parecían haber vuelto a conseguir encontrar lo que habían ido a buscar y lo tenían al lado de su nave en otro contenedor de forma extraña cuando habíamos ido a parlamentar con ellos. Su líder...ése Vidente, tenía en ésta ocasión la ayuda de otros dos de los suyos. Uno de ellos fue abatido a tiros...el otro cayó ante mí. El líder aprovechó la distracción para subir a la nave con lo encontrado y salir de nuevo corriendo....." 

El silencio inundó de nuevo la cámara......."pero ésta vez iba mejor preparado.....nuestros cogitadores y hermanos mechanicum captaron a la perfección la señal de su nave.....tenemos su impronta....nuestro radio de acción ha aumentado. Si se muestran, los capturaremos....y ésta vez, ya no habrá misión diplomática. Hay que averiguar qué es eso que querían, para qué lo querían, dónde está....y si es un peligro...destruirlo." 

En todo momento él seguía prestándote su atención total, escuchando toda la historia según salía de tus labios. Incluso le viste mover la cabeza con gesto de aprobación.

- Vuestro celo y empeño para cumplir con vuestro sagrado deber es sin duda alguna loable, Hermano Matheus - te dijo despacio -. Con semejantes aptitudes, creo que es más que seguro que desempeñareís aquí una gran labor. Rezaré para que atrapen pronto vuestros Hermanos a ese xenos. Pero creedme cuando os digo que puede que aquí veaís cosas que hagan palidecer esas experiencias. Tendreís que ser fuerte en vuestro empeño y celo para prevalecer.

Tras eso reanudó su andar, esperando que le siguieras, dirigiéndose a una salida de los Grandes Osarios. Ibaís a dirigiros, pues, a otra parte de la fortaleza. O esa impresión te daba.

Matheus asintió a su vez ante las palabras de su ahora también Hermano de Batalla..."Sí..eso he oído. Pero estoy aquí para aprender...y para combatir a los Xenos en todas sus formas para proteger al Imperio de la Humanidad."

Durante un momento, su mirada bajó al suelo, recordando como sus hermanos perseguían con celo aquella nave, hasta que se les escapó......"Sí...yo también espero que le atrapen...y espero estar ahí para darle su merecido....aunque no antes de saber qué tramaba ese sucio..."

Negó con la cabeza y, andando detrás del Epistolario, abandonó aquella zona...había mucho que ver, mucho que aprender...y sólo era el principio.