Partida Rol por web

Aline decidió experimentar con el más poderoso de los elementos: el fuego. En un lugar tranquilo y seguro, donde no pudiera incendiar nada, prendió una pequeña hoguera con su varita y sostuvo el huevo encima, intentando que el fuego no lo abrasara, con tan mala suerte que, cuando el huevo se movió entre sus manos, se le escurrió y fue a caer justo sobre la hoguera, salpicando algunas ramas ardientes sobre la túnica de Aline.

Rápidamente tuvo que utilizar el hechizo aquamenti para sofocar las llamas que casi la abrasan, apando también sin querer la pequeña hoguera.

Demonios. Ahora ¿Cómo rayos vamos a detener al titiritero? - digo bastante frustrado sabiendo que McGonagall no atiende razones cuando se enfurece.

Podría intentar robar el elixir, aunque eso me cueste la expulsión. Que frustrante, quizá deba escribirle una lechuza a mi padre, así mi expulsión no lo tomará por sorpresa.

Bueno, todo a su tiempo. Tengo una idea que nos ayudará a terminar pronto con esta prueba, mientras preparo un plan elaborado para robar el elixir. 

Vamos a la biblioteca y busquemos información sobre los ovíparos que residen en las cercanías de la escuela. Por lo pronto creo que el huevo de Gabriel es de un fénix, pero aún no se lo he dicho.

En cuanto a los nuestros, pues aún no tengo idea, pero espero que el tuyo no sea de un basilisco o de acromántula.

Artemis esto es muy serio, te lo digo de verdad.....creo que los huevos sólo serán el objeto para un fin demasiado oscuro. Tenemos que recuperar ese giratiempos pero ya,No se que pasa con los profesores y me extraña que la directora no presienta nada,no me voy a quedar de brazos cruzados mientras alguién destruye Hogwarts por segunda vez.

Me quedé unos segundos pensativa (aunque en realidad estaba un poco tocada por las palabras de la directora),Nosotros no podemos entrar al despacho de la directora, pero estoy segura de que un elfo o un fantasma si que pueden,incluso........titubeé unos segundos...podríamos pedirle ayuda a Peeves....o tal vez a Helena Ravenclaw,¿qué me dices?

Helena y el Fraile nos ayudaron en el pasado, no veo porque no habrían de hacerlo ahora, ellos aman tanto este lugar como nosotros y sigo pensando que el elixir es la clave de todo.

Aunque buscar a Winky también es una buena opción, aunque me preocupa que McGonagall la eché de aquí por ayudarnos, no tiene a dónde más ir. 

​Hagamos algo, tu busca a Helena y yo al Fraile, veamos quién logra convencer al fantasma primero. Voy para las cocinas. Él suele rondar por allí. 

Busca a Helena por la Torre de Ravenclaw. Suerte Eileen y no corras riesgos innecesarios, pues si la persona que está detrás de todo esto resulta ser uno de ellos, las cosas sólo van a ir a peor. Recuerda hay muchos de ellos que evitaron la captura luego de la muerte de Voldemort. - digo con suma seriedad

Cuando llegó al barco, Vitaly vio que la mayoría de sus compañeros estaban en sus cosas: algunos estaban sonriendo mientras le hacían bromas a otros, otros estaban cantando el himno de Durmstrang en voz alta, golpeando las mesas o los respaldos de las literas en una euforia repentina y jovial; otros estaban comiendo algún que otro dulce traído de la región, y otros hablaban a escondidas respecto a qué tan buenas estaban las muchachas de Beauxbatons y Hogwarts; en todo ese entorno Vitaly caminaba hacia su litera, una ubicada al lado de una pequeña ventana que mostraba la turbia agua del lago de Hogwarts; sacó de su bolso personal el huevo rojo junto a los libros de criaturas mágicas que había traído de su patria y los ubicó en un pequeños respaldo debajo de la cama; acto seguido, sacó su libreta color carmesí y un lapiz de carbón.

Del respaldo de la cama salía un compartimiento para una pequeña vela; la prendió con un chasquillo de acero y estando iluminado, empezó a sacarse su uniforme para ponerse así su pijama de cuadros; mientras estaba sacándoselo, se dió cuenta que el abrigo que tenía puesto estaba ligeramente impregnado con el perfume de Aline, la chica que había conocido en la biblioteca, y entonces olió dicha zona, dándose cuenta que el olor que tenía era muy parecido al olor de rosas que tenía la libreta, y como acto reflejo estornudó encima. Suspirando, la dobló ordenadamente para dejarlo reposar en el extremo inferior de la cama.

Se recostó en la cama y puso el huevo al lado suyo mientras abría la libreta, estornudando en el proceso. Acto seguido, empezó a ver el libro para ver mayor información respecto al huevo, agregando los datos descubiertos por su anterior estudio en la biblioteca. Empezó a escribir todas aquellas criaturas las cuales eran más proximas a sus investigaciones, cerrando así más su espectro de búsqueda para ser lo más preciso posible.

Me voy en dirección a la sala común de Ravenclaw con la intención de encontrar a Luna Lovegood. La conocía desde que entré en Hogwarts y ella me podría decir dónde está La dama gris.

El castillo estaba muy concurrido en este momento, pero yo esperaba no tropezarme con nadie, pues llevaba bastante prisa y no tenía tiempo de entretenerme. La Torre de Ravenclaw está en el lado oeste del castillo y la escalera que conduce a la sala común se haya en el séptimo piso. Cuando llego allí veo que en la parte superior de la puerta hay un picaporte de bronce con forma de águila. Por suerte veo un ir y venir de alumnos y, entre ellos veo una larga cabellera dorada;era Luna, con una voz firme y entre el fluir de alumnos alzo un poco la voz,Eyyyyy,Lunaaaaa digo a la vez que muevo las manos.....

Despierto en la enfermería en mitad de la noche sin estar del todo seguro de cómo he terminado aquí. Hago un esfuerzo por recordar y lo que viene a mi memoria es un dolor agónico subiéndome por el brazo cuando mi mano ensangrentada entró en contacto con el huevo púrpura.

Los detalles de lo ocurrido permanecen confusos en mi mente, desdibujados por una bruma carmesí. ¿Trató acaso la sanguinaria criatura no nata de arrebatarme el alma? No tengo modo de saberlo pero está claro que estuvo a punto de quitarme la vida ya fuera de manera intencionada o accidental.

Todos estos pensamientos los comparto con Clarisse tan pronto como consigo que la sanadora de Hogwarts acceda a darme el alta. Siento verdaderos deseos de compartir con mi socia lo que me ha ocurrido y no solo porque las consecuencias de no hacerlo serían desastrosas.

Sabemos que es una criatura amante del agua porque, cada vez que se le ha presentado la ocasión, ha buscado este elemento o rehuido el fuego. Y sabemos también que es una criatura carnívora a la que le place el gusto de la sangre.

Podemos descartar que sea un dugbog porque, a diferencia de éstos, siente repulsión por la mandrágora. Tampoco es un grindylow, pues éstos se alimentan a base de pequeños peces y no de personas. Lo que nos deja en la disyuntiva de si tenemos entre manos una cría de kappa o del terrible kelpie.

Personalmente, después de mi experiencia cercana a la muerte, me inclino por esta segunda opción pero quiero asegurarme primero de descartar totalmente al kappa. He leído que estas criaturas, además de la sangre y las entrañas de sus víctimas aman el sabor de los pepinos y que si se les entrega una de estas plantas inscritas con el nombre del donante quedan obligados por cuestión de honor a no dañarle. Yo estoy dispuesto a tentar una vez más la suerte y ofrecerme nuevamente como víctima del huevo tras hacerle la ofrenda. Si me vuelve a atacar estaremos ante un destructor kelpie, si se muestra moderado ante mi sangre probará ser un malicioso pero honorable kappa.

Así pues, encargo a Clarisse la misión de conseguir unos cuantos pepinos y grabarlos con nuestros nombres. Yo ya me sacrifiqué la otra noche comiendo ensalada y al final no sirvió para nada, el pepino que obtuve se lo acabó comiendo el calamar gigante del Lago Negro.

Recorro los pasillos cercanos a las cocinas en busca del fantasma de la casa Hufflepuff, aquél que en más de una ocasión nos había sacado las castañas del fuego cuando esos miserables de los Carrow estaban al mando en la escuela.

Confiaba ciegamente en el buen fraile, pues de todos los fantasmas de Hogwarts él fue quien más hizo por nosotros.

Fraile. Por favor necesito hablar con usted, es muy importante. - digo con cierta premura y bastante pesar en mi voz.

Cuando al fin consigue encontrarse con Nikolay la chica le recriminó no haberse encontrado antes. Pero todo cambió cuando le contó su experiencia con el huevo tras darle sangre y haber tenido que pasar la noche en la enfermería. Clarisse no era una persona piadosa pero en ese momento, se apiadó del chico y se disculpó por la pequeña bronca primaria. Seguidamente, se puso a contrastar con el chico datos y a intentar despejar el resultado. Ya habían descartado algunas criaturas y estaban ya entre dos. Era cuestión de probar a darle pepino y quizá pudieran obtener la respuesta final. 

Ella accedió perfectamente a buscar un pepino para darle. A esa hora de la comida, sin problemas. Consiguió un pepino para añadirlo en su ensalada, pero en la ocasión en la que nadie miraba, el pepino fue a parar a un bolsillo en su túnica. En cuanto lo consiguió, salió a los Terrenos, frente al Lago como habían estado esa misma noche. Para encontrarse con Nikolay. Mientras esperaba a que llegara y sabiendo que él se daría como voluntario para probar aquella última prueba, comenzó a grabar el nombre del chico. Simplemente con su varias hizo unas peñas incisiones y consiguió escribir "Nikolay". Creía que se escribía así. Quizá no. En Francia no existían nombres tan raros. 

Esperaría a que llegara su compañero de aventuras para terminar de hacer aquella prueba.

Vitaly continuó indagando en sus libros sobre lo que había conseguido averiguar en la Biblioteca. A pesar de que el perfume de Aline aún le distraía en su recuerdo, el joven mago consiguió concentrarse lo suficiente como para descartar unas cuantas criaturas mágicas, quedando, pues la siguiente lista de posibles candidatos:

Ashwinder
Cangrejo de fuego
Escreguto
Fénix

-Hola Eileen, qué sorpresa tan agradable. Es poco común ver a un león paseándose por la torre de las águilas. ¿Qué has venido a buscar?

Luna, tan risueña y desconcertantemente directa como siempre, se muestra abierta a escuchar a Eileen, que le cuenta sus preocupaciones sobre la competición y sobre el huevo, y le pide ayuda para encontrar a la Dama Gris.

-Oh, no será necesario buscarla. Ella me ha hablado también sobre el torneo. Tiene miedo de que alguien pueda usar el Elixir con malos fines. Dice que no se fía de los estudiantes extranjeros, que hay alguno demasiado raro. Pero yo creo que son buenos chicos.

»También me dijo que esa gente que viene a ver el torneo tiene intereses más allá de lo deportivo. Dice que el colegio está reconstruyendo el castillo porque le están ayudando con las apuestas que hace esa gente. Por eso están tan interesados en las pruebas y en las entregas de medallas. Supongo que cada uno tiene su favorito y apuesta por él.

»¿Crees que tendrás algún sponsor tú también? Apuesto a que si lo tienes, está deseando que averigües qué hay en ese huevo. ¿Puedo cogerlo? Es oscuro y misterioso, me recuerda al Lago Negro, seguro que cualquiera que sea la criatura que te ha tocado, debe de vivir allí. ¿Por qué no pruebas con algo de agua?

»Bueno, seguro que tu amigo Artemis te está esperando. Y deberías hacer algo con esos torposoplos, tienes la cabeza llena.

Artemis deambuló por el castillo en busca del Fraile Gordo, que solía rondar las cocinas del colegio. Recorrió todos los pasillos adyacentes e incluso consiguió colarse en las cocinas, pero allí no estaba. Sin embargo, con quien sí se topó fue con el Barón Sanguinario, que aprovechó la ocasión y atravesó al joven y distraído mago mientras se reía socarronamente, helándole completamente el cuerpo y la sangre, quedándose pálido de la impresión. 

Brrrt. Eso si que causa escalofríos. - digo mientras intento entrar en calor.

Espere barón, humildemente pido su ayuda, quizá usted sería tan amable de recuperar cierto objeto para mi de la oficina de la directora, es muy importante.

Un nuevo peligro amenaza la escuela y en verdad requerimos de toda la ayuda posible, por lo que estoy seguro que alguien tan listo, osado y noble como Usted bien podría ayudarme, después de todo quien podría vencer al todopoderoso fantasma de la casa de Slytherin, el más sabio y noble entre todos los fantasmas de la escuela.

"Vamos, pica el anzuelo por favor." - pienso mientras pido su ayuda y froto una y otra vez mi pecho para entrar en calor.

—Hmmm... Listo, osado y noble... sin duda habláis de mí, joven aprendiz. Haré un esfuerzo por ignorar el color de sus túnicas. Un peligro amenaza la escuela, decís, pero no nombráis al responsable. Decidme, ¿qué objeto es ese que requerís? ¿No será el Elixir? Si fuere ese el caso, no temáis, sólo puedo deciros que se halla a buen recaudo. Nadie de la escuela ni ajeno a ella puede acceder al Elixir sin consentimiento. Qué daría yo por poder acercarme a él y retornar a mi cuerpo físico para poder estrangular con mis propias manos al maldito Peeves. Me temo que el único modo de acceder a él es sin duda la hazaña de resultar campeón en el Torneo. Tendréis que hacer algo con ese huevo si queréis tener oportunidad. Ahora, si me disculpáis, debo seguir buscando a ese majadero.

Un giratiempos barón, la directora lo tomó antes que podamos usarlo para desenmascarar al artero traidor que quiere destruir la escuela.

Ella pensó que queríamos usarlo para otros fines y no nos dio tiempo de explicar nuestras intenciones antes de marcharse con él. ¿Puede ayudarme noble barón?

La hora es indiferente, no llevo un conteo concreto, interpreta según lo que necesites.

Abandono la sala común de Ravenclaw con más dudas de las qué tenía antes,¿El lago negro? pensé para mis adentros Lo que nos contó Harry sobre las criaturas que allí moran me pareció espeluznante,mi cabeza da mil vueltas mientras bajo las escaleras, Espero que Artemis le haya ido mejor que a mi. Llego hasta el vestíbulo principal y me quedo mirando el huevo.