Partida Rol por web

La Clepsidra

Or, la pequeña aldea

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25/10/2013, 23:15
Director

Or es una pequeña aldea junto al río. Sin embargo aparece en los mapas porque allí han nacido algunos personajes importantes de la historia del Valle de Agavé, como la ya fallecida Merlana, que dirigió el ejército de Arna en la última batalla librada en el Valle, antes de que todas las ciudades firmaran la paz que hay hoy. 

Está anocheciendo, pero todavía quedan algunas personas en las calles. Al preguntar te dicen que vayas a ver a la vieja Manaya, una curandera que se dedica a preparar antídotos de serpiente. 

Tras encontrar su casa, llamas a la puerta y...

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25/10/2013, 23:48
Manaya

—Hola, buenas tardes... ¿Ocurre algo? —la señora puede ver en tu mirada que algo malo ocurre, y sabiendo a qué se dedica y que no te conoce a pesar de lo pequeño que es el pueblo, la lleva a una conclusión. Probablemente necesitas uno de sus antídotos—. Anda, pasa y cuéntame qué ocurre.

Cierra la puerta, y te deja pasar a su hogar. Es grande y lujoso, se nota que el negocio es provechoso. Dentro, además de Manaya, también hay un hombre mayor que supones que es su marido.

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26/10/2013, 01:17
Ámbar Madhavi

Intento arreglar un poco mi aspecto reacomodando el turbante de mi cabeza, mientras pienso en Rania y en cómo le habría dicho a su hijo lo que pasó. Termino de recoger el turbante justo cuando la anciana abre la puerta y respiro aliviada.

-Buenas tardes... Gracias, es usted muy amable.- Digo mirándola a los ojos antes de entrar. Hago un pequeño saludo al hombre que se encuentra en aquél lugar y me vuelvo para hablar con Manaya.

-Estoy buscando el antídoto para mordedura de serpiente estilete y me dijeron que usted podría tenerlo.- Le digo sin dar rodeos, no puedo perder mucho tiempo y tampoco quiero incomodar a la pareja quedándome más tiempo del necesario.

-Por favor... dime que lo tienes... por  favor...- Ruego para mis adentros mientras espero su respuesta.

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26/10/2013, 16:20
Director

Or es una pequeña aldea junto al río, a decir verdad algo deprimente. Sin embargo aparece en los mapas porque allí han nacido algunos personajes importantes de la historia del Valle de Agavé, como la ya fallecida Merlana, que dirigió el ejército de Arna en la última batalla librada en el Valle, antes de que todas las ciudades firmaran la paz que hay hoy. También se conoce porque allí vive Manaya, una mujer que crea efectivos antídotos contra el veneno de serpientes.

La caravana se dirige a la zona donde hay un pequeño mercado para vender sus cosas, pero los cuatro acompañantes son libres de caminar por el lugar.

Notas de juego

¿Hay algo que quieran hacer en el pequeño pueblo? No hay gran cosa, pero como en todos lados hay alguna posada donde tomar algo y dormir, aunque en este pueblo será pequeña.

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26/10/2013, 16:27
Director

Notas de juego

Recordatorio que no tienes por qué tener en cuenta si no quieres: Amiel vive en este pueblo, y Manaya, la mujer de los antídotos, es su mujer. 

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26/10/2013, 20:37
Eruá

Eruá se despidió de la caravana durante aquel día. Un viejo amigo vivía en aquel pueblo y le gustaría hacerle una visita.

Notas de juego

Master muy apropiadas las imágenes de las escenas.

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26/10/2013, 23:10
Walda Boh

Al llegar a Or, Walda estaba emocionada. Era la primera ciudad que veía aparte de Arna. Cierto es que Or es mucho más pequeña, pero era algo nuevo para ella y era lo único que le importaba.

En la casa de curación en la que había trabajado, todas hablaban de la gran Manaya, así que Walda tenía muchas ganas de ir a comprar el famoso antídoto contra veneno de serpientes. El que ella tenía no era tan bueno y, además, había traído poco. Y, aunque esperaba que no, quién sabe si lo iban a necesitar durante el viaje. Cuando Erua se marchó, se dirigió a sus compañeros mercaderes.

Voy a visitar a Manaya y a comprarle antídoto. No tardaré en volver. Si no les importa, dejo a Ulun con Nipo, que parece que se han hecho amigos y así voy yo más rápido.

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27/10/2013, 13:56
Lucyen

Notas de juego

Master, ¿yo tengo algún conocido o algo por estos lares? porque sino me doy un garbeo y luego voy a beber algo por ahí

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27/10/2013, 14:29
Director

Notas de juego

Que yo sepa no, pero si quieres tener uno te lo inventas y ya está. Al viajar tanto, no sería extraño, pero tampoco es estrictamente necesario. Como quieras.

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27/10/2013, 14:31
Lucyen

Lucyen tenía algún contacto por esta ciudad -sus viajes al final servían para esto- pero, con un negocio en ciernes y al ser esta una aldea no muy importante, dudaba de poder encontrar algo de negocio. Decidió optar por lo mas sencillo, y era ir a relajarse. Sabía que existía una pequeña cabaña que preparaba un licor bastante fuerte, así que optó por tomarse un trago.

Hizo un gesto a los compañeros de la caravana y se marchó sin más. 

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29/10/2013, 20:00
Manaya

—Mi niña... —Manaya te mira con una cara que muestra entre tristeza y culpabilidad—. Tengo el antídoto que me pides, y entiendo que lo necesites con urgencia, pero me temo que es una medicina extremadamente valiosa. No creo que puedas permitírtelo. Es muy difícil y requiere mucho esfuerzo prepararlo, y lamento decirte que a menos que tengas oro, o tal vez mucho hierro, no te lo voy a poder vender. Si diera el antídoto así como así a todo el que lo necesitara, estaría arruinada, tienes que comprenderlo —Manaya se excusava así al ver la cara de desesperación de Ámbar. Era evidente que necesitaba ese antídoto urgentemente.

Toc, toc, toc —alguien llama a la puerta.

—Vaya, ¿quién será? —susurró Manaya más para ella misma que para que alguien más la escuchara—. Amiel, anda, ve tú a abrir la puerta, que yo estoy ocupada con esta muchacha —dijo la anciana a su marido.

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29/10/2013, 20:10
Amiel Miró

—Sí, ya voy, Mana —dijo el hombre sin rechistar. 

Se levantó y dejó lo que quiera que estuviera haciendo para abrir la puerta.

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29/10/2013, 20:12
Amiel Miró

Eruá toco a la puerta de aquella casa que parecía una casa más entre muchas, esperó unos segundos y...

—¡Eruá! ¡Qué sorpresa! —dijo Amiel con gran alegría. Tras dar un abrazo a Eruá, lo invita a entrar—. ¿Quieres tomar algo? Ven, tengo cerveza recién hecha, es casera, y esta vez me ha salido buenísima, te lo prometo, no como la de la última vez. Por cierto, ¿alguna novedad? ¿Están los demás contigo?

Cuando Eruá entra ve que en la casa hay una joven chica con cara de desesperación hablando con Manaya. La muchacha tiene pinta de estar pasándolo realmente mal, tiene unas ojeras terribles y la expresión de su cara dice de todo menos que está alegre o contenta.

Notas de juego

La esposa de Amiel se llama Manaya, y se dedica a preparar antídotos contra el veneno de serpiente. Es relativamente conocida en Agavé, sobre todo por los médicos y curanderos, ya que sus antídotos funcionan de verdad.

La muchacha que ves es Ámbar.

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29/10/2013, 20:23
Amiel Miró

No pasan sino apenas un par de minutos y la puerta vuelve a sonar.

Toc, toc, toc.

—Discúlpame un segundo, Eruá, voy a abrir la puerta.

Cuando se abre la puerta aparecen allí una mujer y un niño pequeño, seguramente su hijo.

—¿Buscas a Manaya? —pregunta Amiel—. Pasad. Está atendiendo a alguien más, pero seguramente terminará pronto. Podéis esperar ahí —dice señalando una zona con cojines. Acto seguido se vuelve hacia Eruá, a quien deja en la zona de los cojines, y aparece con una especie de botijo con cerveza que usa para llenar un par de vasos. Unos segundos más tarde, viendo que hay tanta gente en su salón, pregunta refiriéndose a todos los demás— ¿También queréis?

La casa parecía bastante rica y bien decorada por dentro, con muchos objetos de valor a la vista. Sin duda no era lo que uno hubiera esperado encontrar si sólo hubiera visto la casa desde fuera.

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29/10/2013, 20:35
Manaya

—¡Amiel! ¿Es que no ves que estoy atendiendo a esta muchacha? No es el momento de montar una fiesta de la cerveza aquí mismo, delante de ella. Aunque... —vuelve a mirar hacia Ámbar—. Ya te he dicho que tengo el antídoto que necesitas, pero es muy costoso. Sin embargo quizá podamos llegar a un acuerdo.

Manaya entra en una habitación, se oye cómo revuelve algunos trastos, y vuelve con una tablilla de barro pintado.

—¿Conoces esta planta? —dice enseñándole el dibujo que hay sobre la tabla—. Es una planta muy extraña con grandes poderes curativos. Podría darte el antídoto que necesitas ahora mismo, pero sólo si te comprometes a encontrar una de estas. Crece en los riscos de las montañas del sur, y muy pocos se atreven a ir a buscarla porque creen que los espíritus viven allí. Lo cierto es que con espíritus o sin ellos, es una zona peligrosa y de difícil acceso. Las plantas crecen cerca del mar de nubes tóxicas que se extiende hacia el sur. Es tu única opción, si aceptas el antídoto tendrás que conseguirme esta planta. Y no te creas que podrás escabullirte sin más sin cumplir tu misión. ¿Ves a ese hombre de ahí? —dice señalando a Eruá—. Si se lo pido, es capaz de encontrar a cualquier persona donde sea y darle su merecido castigo por incumplir su parte del trato. Ya lo ha hecho antes, y volverá a hacerlo si es necesario —dicha la amenaza, Manaya mira sonriente a Eruá—. ¡Hola Eruá! ¿Qué tal estás?

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29/10/2013, 21:10
Izem

El lugar que conocías estaba sucio y era oscuro. Olía a humo, a podrido y a otras cosas peores, y había allí más de un hombre sin dientes, bebiendo alcohol y discutiendo en voz alta. No tenían muy buen aspecto. Al verte, el tabernero sonríe.

—¡Ey! ¡Vente pa'cá! Hacia tiempo que no te vía por aquí ¿eh? —dice a modo de saludo. Te sirve una copa de licor de dátil y vuelve a hablar a otro hombre que había por allí—. ¿Y este? ¿Te lo sabes? 

 ¿Por qué ponen agua caliente en los partos? Porque si el niño nace muerto se puede hacer caldito. JAJAJAJA.

 

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29/10/2013, 21:40
Eruá

Eruá respondió efusivamente al abrazo.- Amiel, viejo amigo, siempre es un placer. Y claro que quiero, por muy mala que te salga la cerveza, al menos alimenta.- Eruá echó un vistazo a Manaya y la chica que parecía tener algún problema. Ya conocía el trabajo de la mujer y no era la primera ni sería la última vez que alguien iba pidiendo ayuda desesperadamente. Cuando terminaran ya tendría tiempo de saludar a la dueña de la casa.- Que yo sepa no hay novedades, llevo tiempo en los caminos así que hace rato que no veo al resto, pero espero no tardar mucho en pasarme por Nar y hacer una visita a Melek para informarme. Supongo que nadie se ha pasado por aquí a darte alguna nueva noticia ¿no?.

Fue entonces cuando llamaron a la puerta y entraron Walda y su hijo. Eruá iba a comentar la coincidencia cuando habló Manaya.

-Pues estoy algo más viejo pero aun sigo de buen ver. Por ti en cambio no pasan los años a pesar de tener que aguantar a este.- Dijo señalando a Amiel.- Ahora no me gusta que le hables así de mi a jóvenes señoritas.- Comentó en un tono quejumbroso bastante teatral. Pero a pesar de sus palabras en sus manos, donde antes no había nada, bailaba un cuchillo que se movía entre sus dedos con elegancia. Aquel arma no era un cuchillo de hueso de los que abundaban en el Valle, si no uno de aquellos artefactos antiguos extremadamente raros. Tal y como estaban las cosas, aquel objeto debía de ser una de las armas más letales de Agavé y probablemente valdría más que aquella casa, que no era precisamente modesta. Estaba claro que daba por validas las palabras de Manaya. Con un movimiento fluido, el cuchillo volvió a ocultarse entre sus ropas.- Pero por ser tu te lo perdono, Manaya. Entonces ¿ninguna nueva Amiel?- Añadió dirigiéndose a su amigo.

Notas de juego

A Eruá le va el teatro de vez en cuando. Hola Chara =D

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30/10/2013, 00:32
Walda Boh

A Walda no le costó mucho encontrar la casa de Manaya. Estaba deseando tener en sus manos el potente antídoto contra veneno de serpientes. No solo podría venirles bien para el viaje, sino que con un reclamo como ese, podría empezar con buen pie un negocio de curación en Aku.

Llamó a la puerta y abrió un hombre.

—¿Buscas a Manaya? Pasad. Está atendiendo a alguien más, pero seguramente terminará pronto. Podéis esperar ahí.

Nada más entrar vio a Eruá. Qué coincidencia. Habría llegado poco antes que ella, pues dejaron la caravana casi al mismo tiempo. Walda no se atrevió a abrir la boca, ya que parecía que entre Manaya, Eruá y el hombre que le había abierto la puerta, Amiel, había confianza.

Apenas escuchaba lo que estaban diciendo, pues estaba más atenta a mirar lo que había en la casa de la anciana mujer (con mucho disimulo, eso sí). Sin embargo, un gesto de Eruá no pasó desapercibido a los ojos de Walda. El brillo del cuchillo captó al instante toda la atención de la mujer. ¿Sería posible que Erua tuviera de verdad ese tipo de arma? ¿No le habrían engañado los ojos? ¿Y cómo podía ir enseñándola por ahí? ¿No era consciente del peligro que podía correr? Con lo valiosa que debía de ser, los bandidos harían cola para hacerse con ella. Ciertamente, Eruá era un hombre ducho en el combate y con un objeto tan potente habría de estar loco para enfrentarse a él. Pero de locos estaba lleno el mundo...

Inquieta y sorprendida, Walda siguió esperando su turno en silencio.

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30/10/2013, 19:45
Lucyen

Un tugurio. Era la palabra que definía aquel lugar. Aún así y todo ya había estado allí antes y el licor no era del todo malo dadas las circunstancias -esto es, era bebible-. Incluso en aquel sitio alguna que otra vez uno podía oír cosas interesantes, aunque viendo los chistes que contaba el tabernero, quizás hoy no era ese día.

Sigues contando los mismos chistes sin gracia de siempre- dijo a modo de saludo mientras se dirigía directamente a la barra, ocupando una de las sillas libres- no se como aún mantienes tu clientela.

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01/11/2013, 12:36
Ámbar Madhavi
Sólo para el director

Notas de juego

Master he estado algo pillada de tiempo y ahora voy saliendo al trabajo, cuando llegue posteo aquí para no retrasarlos, disculpa las molestias.