Partida Rol por web

Ya pueden organizarse :)

En teoría son 3 jugadores, pero me parece que uno de ellos, Malernne, es un espectro friki que no está haciendo mucha labor por materializarse. Más fácil ponerse de acuerdo entre 2.

Buenas je el mio es un crio de 16 años que se dedica a cazar, para conseguir alimento y pieles, procede de la isla Kauan donde vive con su familia junto a grupo mas de familias viviendo de lo que cultivan y cazan, aun me queda por ampliar la historia pero esto es a groso modo.

Hola Narsu, te paso mi historia para ver cómo las conectamos...  Dime que te parece. 

Huayna Picchu había aprendido a ser granicero, temporalero, de su abuela, y esta lo aprendió de su madre, y luego ella  a su vez del tatarabuelo, así continuaba la línea familiar hasta donde se podía ver entre la bruma del tiempo.  Estaba orgulloso de ello y lo había tomado muy en serio desde pequeño.  Tenía que leer las nubes, revisar y registrar el cambio del viento en las veletas, hacer cuentas de nudos sobre que tanto se levantaban los papalotes y en que dirección y ángulo.  Todo esto desde el observatorio-capilla en del que ahora era el encargado, con cuartos llenos de registros de nudos, algunos tan viejos que ni tinta morada tenían.

Ahora, al cumplir sus venerables 50 años, tenía que elegir de entre sus nietos quien sería el que prepararía para ser el siguiente temporalero de Hó, porque en cualquier momento la altura o el malaire se llevan tu cuerpo, liberando el papalote de tu alma para siempre.   Había un temporalero o granicero en cada isla, y si algo le pasaba a alguno de ellos, otro venía a cuidar y enseñar bien a tu aprendiz, para que aprendiera lo que falta hacer en el observatorio de tu isla

Ser temporalero era una de las profesiones de mucho respeto y utilidad en Zembalú.  Siempre que se emprendía un viaje entre las islas se le consultaba, para ver el mejor momento, el más auspicioso, y para saber que cuidados tener.  Siempre que se sembraba la papa se le preguntaba si granizaría o cuando para no exponer la frágil hoja tierna, o siempre que se sacaba a las llamas a los páramos altos, tenía que estar bueno el tiempo para el destete o la sacada de lana.   

El temporalero siempre tenía a su cuidado una pareja de cóndores entrenados, y una bandada de los zopilotes más pequeños, a los que alimentaba con restos de cabra y llama que le traían como pago por sus consejos.   Con estas aves seguía el movimiento del viento lejano, sabía de peligros, atisbaba a través de las nubes del cielo.  Algunos decían que podía ocupar su cuerpo a tiempos.  Es cierto que los zopilotes podían cruzar también las nubes del infierno, hacia abajo, de vez en cuando, pero no había que abusar de ello porque de mucho ir se enfermaban y podían morir.  Lo hacían -se dice- porque el dios Ch’om se rebeló contra sus hermanos y mandó a sus hijos a traerles secretos de los antiguos a la gente de las islas.  Cosas para aprender y estar mejor, por más que la diosa de las alturas viera en cada cosa traída la semilla del mal que destruyó al mundo.   

Huayna guardaba lo que traían los zopilotes siempre en la cueva purificada, como es costumbre.  Para luego con los sabios de las islas ir a examinar y decidir que eran y para que les podían servir.   Su abuelo, por ejemplo, fue el que recibió y descifró el “engrane de polea” con que ahora podían levantaban la carga de un lugar bajo a uno alto sin cargarlo.  Ciertamente el dios Ch’om creía que podían usar algunas cosas sin dañar al mundo.  Que si la sabiduría crecía igual de rápido de las fabricaciones, esta vez no habría daño a la Pacha Mama.  Esta vez no.  

Ahora, los viajes de los cóndores le parecían indicar una brecha en el mar de nubes del infierno, allá hacia el sur, un cambio de vientos.  Un sendero, seguro abierto por Ch’om, para explorar las islas que seguro había más allá.  Los versos sagrados decía que “quedarían varios lugares donde la gente se refugiaría por siglos, para luego unirse”.  Unos muchachos eran preparados para ello, como cada 10 nudos de sol.  Sacrificios, decían unos.  Pero él no estaba seguro, quizá el tiempo esperado estaba llegando.  

Bueno viendo que segun pones hay un temporalero en cada isla, podria ser que tu estuvieras en la isla de mi personaje, mi pequeña aldea podria ser la que ha abastecido a los temporaleros durante años y yo ahora subia comida y caza a tu personaje, de ahi conocernos y luego podemos decir que enseñaste a mi personaje a como cuidar y criar el aguila que encontro abandonada en un nido, y por ello han construido una amistad basada en el respeto dado que mi personaje apenas tiene 16 años y es algo curioso por lo que el tema del trabajo de temporalero le resulta misterioso.

Nose como lo ves. Obviamente mas desarrollado cuando nos pongamos de acuerdo.

Si, me late. Y que buscaras al temporalero para que te ayudara a entrenar el águila, y como tu isla es muy fértil pueden pagarlo tus padres.  Hasta ahí aprendiste a volar en ala delta.

Ahora, que sorpresa se llevan todos en tu casa cuando el Consejo te elige a ti, entre otros, para el viaje hacia el horizonte perdido que se hace cada 5 años, por arriba de las nubes tóxicas.  Te eligen para el sacrificio.  

Vale pues hoy me pondre a ello a ver que tal queda.
 

Aqui pongo la mia para que la mireis y ver que tal queda.

Mi nombre es Nasur, nacido en el archipiélago de Zembalu en la isla de Kauan, mi familia lleva generaciones viviendo del fruto del campo y la caza, compartiendo una pequeña aldea con otras familias. Desde pequeño me encantaba ir con mi padre a cazar, mientras mi madre y mi 2 hermanas se quedaban en casa cuidando de nuestra pequeña plantación,  pronto destaque en el rastreo y luego la hora de cazar con arco y trampas, de  mi padre aprendí también el uso distinto de las plantas, aparte del conocimiento de fauna y flora de nuestro entorno.

Con 13 años comencé a cazar solo, pese a que era algo pronto para mi edad mi padre confiaba de sobra en mis capacidades y yo lo agradecía, el andar entre la naturaleza solo, me permitía admirar los milagros de madre naturaleza, maravillado de las distintas especies animales, el vuelo de las aves sobre todo, a veces podía ver como volaban algunos aerodeslizadores como grandes aves surcando los cielos. Pero no había que olvidar la belleza de las plantas y arboles que nos aportaban grandes frutos para subsistir. Nuestra gente agradecía a la naturaleza lo que nos aportaba pese a que a veces podía ser dura, mandando plagas o enfermedades, también nos dotaba de comida y agua para vivir.

Un día que estaba de caza un sonido desde un nido vacío volcado me llamo la atención, al levantarlo con cuidado ahí estaba un pequeño pollo de águila, lo más seguro es que se hubiera caído en la tormenta del día anterior y sus padres hubieran migrado dejándolo abandonado. Tras pensar unos segundos decidí tomarlo y buscar pequeños gusanos para darle de comer, ese mismo día me dirigía a darle su pago a nuestro “temporalero”. Así que seguí camino hasta llegar a lo alto de una gran colina donde residía observando el cielo, aproveche para preguntarle por como criar el pequeño pollo de águila que encontré, dado que ellos eran expertos en la cría del cóndor y otras aves. Aunque algo reticente al principio acepto a cambio de algunas piezas de caza en pago, me dio una serie de normas, que fui cumpliendo. Pasaron semanas y tras ellas meses, y mi amistad con el temporalero fue creciendo, pero siempre  desde el respeto que había que tenerle por su labor y por su edad, dado que entre los nuestros los mayores eran casi venerados. Yo también crecía y era casi un hombre ya tenía  16 años y el pequeño pollo se convirtió en toda una águila, aparte de fiel compañera me ayudaba a cazar pequeñas aves y me avisaba para cazar otras piezas en la tierra la llame Garur en el dialecto de mi tribu venía a significar Señora de los cielos, y así era cuando la veía volar; pero mi mayor suerte fue que el temporalero me explico el uso del aerodeslizador y de vez en cuando me dejaba usarlo y podía volar junto a Garur como hermanos, era una sensación imposible de explicar.

Una mañana llego el jefe del consejo al parecer quería que mi padre y yo fuéramos ante el consejo a escuchar una cosa; al parecer fui escogido para realizar el viaje hacia el horizonte perdido, por encima del mar de nubes toxicas, era un viaje de ida y la cara de mi padre así lo demostraba, pero también era un honor para la familia elegida ya que ascendían en el poblado, por mi parte no puedo negar que en el primer momento me asalto el miedo, pero eso pronto dejo sitio a la curiosidad y cierta alegría, dado que el temporalero me había contado decenas de historias sobre ese viaje.

Ahora ya solo era cuestión de esperar para iniciar el viaje.

Estupendo muchachos. Me encanta ver cuando uno se trabaja su personaje :)  En principio empezaremos el próximo lunes.

Hola chicos que tal vamos'

Buenas bienvenido

Quiubas 23.  ¿Ya viste las historias?  ¿Cómo se conecta la tuya con la de Narsu y la mía?  ¿Quieres ser pariente de alguno?

Muy bien muchachos, ahora que ya están los 3 con la ficha lista, empiezo ya mismo a crear su escena. Eso sí, me llevará un ratillo, pero si no es dentro de un rato mañana por la mañana ya estará lista, que hasta que no la haya preparado no me acuesto :)

He ido a escribir, pero la verdad es que no tengo muy claro qué está pasando. A ver si entre los 3 ponemos orden:

Tenemos la historia de Narsu que va a volar en su aerodeslizador como se hace cada 5 años según el rito. Huayna es su maestro y temporalero. ¿Y Rakii? Tiene una historia independiente de la búsqueda del tesoro. En el último mensaje Huayna ha intentado conectar la historia con la de Rakii, diciendo que había que buscar a su tío Ashurata. ¿Qué hacemos? ¿Que Rakii participe en el rito así de improviso porque hace falta alguien de la familia de Ashurata para que vuele en el aerodeslizador y o hay nadie más que pueda hacerlo?

Así de primeras no se me ocurre otra cosa.

Más información que no había revelado antes. Mi intención es que se reúnan pronto con el grupo A pronto, que está en otro lugar que no es Zembalú pero que pronto va a ser descubierto. Por tanto, cualquier actividad dentro de Zembalú está limitada, ya que todos pasarán a jugar en Agavé, que es el nombre del otro lugar.

¿Qué me dicen?

Creo que lo que mejor unirá las historias es que Rakkii participe en el rito, a fin de cuentas, Rakkii desea a toda costa hacer el viaje. Se me ocurre que Narsu aparezca en casa de Ashurata, con la excusa de preguntar sobre algun artilugio o funcionamiento del mismo, y sea el propio Ashurata que le indique a Rakkii que marche con Narsu

Buena idea :)

Vale, creo que ya sé lo que voy a hacer, ahora me pondré a escribir :)

No tengo problema en buscar a Raikki y como dice el anciano que sea una parte del rito, podria ser que haria falta un miembro de cada raza de zembalu o por lo que sea, por mi no hay problema.

Sic, esa era la intención para unir historias de lo que puse.  Como está planteada La Clepsidra como una partida narrativa, la forma que me enseñaron Nuala y sus amigos que funciona, a diferencia de las aventuras dungeoneras, es que cada uno retoma del anterior que escribió, ligándolo a nuestra pieza, y el siguiente hace lo mismo con nosotros y así nos seguimos, ¿no master?  ... 

Exacto :D