Partida Rol por web

El vuelo estaba resultando emocionante no habia volado durante tanto tiempo nunca, Garur volaba a mi lado como si fueramos dos aguilas, como envidiaba al aguila el lo vivia a diario y sin una aeronave. De repente tras tiempo solo veo como aparecen Huayna y Raikki. "Estan bien al menos." Pero el aerodeslizador del anciano parece tener algo deteriorado, en ese momento veo lo que me parece una montaña a lo lejos.

Huayna!! he visto algo alli delante una especie de montaña!!. Grito al anciano indicando el lugar donde me parecio ver algo. Dirigamonos alli. Le digo a Huayna.

Raikki siguenos creo que he visto un lugar donde aterrizar. Le comento para que nos siga.

Garur mira a ver si ahi tierra alli delante. Le indico al ave rapaz, era mucho mas rapido que nosotros y no tardaria en llegar y volver seguramente.
 

El viejo Huayna sabía que hasta aquí debía llegar; debía desplegar la bandera que indicaría que lo jalaran de regreso.  Pero vio la esperanza en esos picos lejanos y no la podía negar.  Efectivamente la neblina estaba baja y veían más lejos en el horizonte, pero fue lo que vio hacia poniente lo que dejó helado.  Nubes de tormenta se acercaban por dos frentes.  Si no podía guiar a los muchachos en medio de ellas lo más probable es que éstas los aventaran lejos de curso, o los derribaran.  Casi casi podía ver las líneas ley en la tormenta; estaba seguro que podría guiarlos entre ellas, seguro.  Los aerodeslizadores y el globo aerostático tendrían una oportunidad de flecha en paloma de llegar hasta esas montañas.  Podrían estar yermas, y morirían allá, pero también podrían contener vida y eso les permitiría poblarlas de nuevo, para hacer crecer la casa de los hijos que sobrevivieron al cataclismo de los antiguos. 

Y entonces, seguro de que su propio hijo podría tomar su lugar como granicero en Hó, hizo lo que siempre supo que podría hacer.  Dibujó las montañas, el sitio donde estaban, lo amarró el mensaje en el morral y...  sacando su cuchillo de obsidiana sagrada.. ¡cortó la cuerda que ligaba al globo con Hó ! 

Regresaría la palabra y la imagen, más no el hombre.  Que otros siguieran su ruta pronto.  Él ahora tenía que asegurarse de que estos muchachos llegaran a su destino.  Atisbó al horizonte y empezó a dar instrucciones a todo pulmón:

¡Narsu, Rakki, suban lo más alto que puedan y póngase de flanco al frente que viene.  En una hora nos golpeará, y tienen que dejarse llevar, no lo resistan, giren suave como Garur hasta que tengan al sol de frente! ¡Vamos!

Sólo se vio una cuerda rota con un mensaje en nudos, caer y caer en dirección a la casa que dejaban.  

Tras haber iniciado la ceremonia y haber estado unas horas en vuelo, volví a juntarme con Narsu, el cual al igual que yo mostraba signos de fatiga y no era menos; me sentia con gran cansancio. Estaba agotado, pero no rendido. Fue un momento imas tarde cuando Narsu me comento

Raikki siguenos creo que he visto un lugar donde aterrizar.

En dicho momento me sentí pletórico. El enorme esfuerzo que estabamos haciendo sabría que no sería en vano. No obstante miré en la lejania a Huayna, el cual nos indicó:

¡Narsu, Rakki, suban lo más alto que puedan y póngase de flanco al frente que viene.  En una hora nos golpeará, y tienen que dejarse llevar, no lo resistan, giren suave como Garur hasta que tengan al sol de frente! ¡Vamos!

De inmediato el aerodeslizador empezó a cambiar su rumbo natural. Me alegré en ese instante de contar con la sabiduría del anciano, ya que conocia bien la meteorologia de la zona. Con alguna dificultad en el pilotaje, empecé a hacer caso del consejo de Huayna. En dicho momento exclamé hacia Narsu

!Hagamos caso del consejo de Huayna y llegaremos a tierra sin peligro!

Poco a poco fui descendiendo en dirección hacia la montaña, las nubes altas se alejaban, el aire me parecía mas denso

Estaba oscureciendo, y el viento comenzaba a soplar cada vez con más fuerza y hacia todas direcciones. Sin duda se acercaba una tormenta, no había ninguna duda. Los relámpagos resplandecían a lo lejos, y los truenos cada vez eran más fuertes. No sin dificultades, Rakkii y Narsu se acercaban cada vez más a las montañas que se alzaban en el norte, y aunque Huayna estaba teniendo más dificultades finalmente los tres se acercaron lo suficiente a las montañas como para ver que crecía algo de vegetación sobre ellas.

Narsu perdió el control de la aeronave, que se agitaba peligrosamente entre las rocas. Estuvo a punto de chocarse contra un peñón, pero por caprichos del viento pegó un brusco y repentino cambio de dirección que lo salvó. Los cambios eran tan fuertes y los muchachos estaban tan cansados por el largo viaje que no sabían bien ni dónde estaba arriba y dónde abajo, hasta que finalmente primero Rakkii y segundos más tarde Narsu aterrizaron milagrosamente entre dos montañas, aunque no de manera especialmente suave. Ambos se habían hecho bastante daño, especialmente Rakkii.

El aerostato de Huayna Picchu sufría también violentas sacudidas que obligaban al viejo a aferrarse con fuerza, y se iba acercando cada vez más a las montañas. Apenas tenía control sobre el aparato. En un momento el globo estaba pasando muy cerca de la superficie, y entonces…