Partida Rol por web

La Clepsidra

Or, la pequeña aldea

Cargando editor
26/11/2013, 23:10
Director

Notas de juego

Genial. No les voy a sacar de esta escena porque estaría bien que siguieran narrando hasta que se despidan de los demás por la mañana, pero no hace falta que se compliquen. La escena principal para ustedes a partir de ahora es Las montañas del Sur.

Cargando editor
27/11/2013, 00:04
Walda Boh

Mi nombre es Ámbar y vengo de Tao ¿Cómo te llamas?

-Soy Walda, ciudadana de Arna... Aunque más bien debería decir futura ciudadana de Aku. Encantada de conocerte -Tras saludar a la Ámbar, se volvió a Lucyen, quien le habló de una nueva misión con la joven-. Descuide, Lucyen, yo ya estoy bien protegida aquí, en la caravana. Era todo lo que necesitaba. Buscaba una buena compañía para viajar y me la ha proporcionado. Queda libre de su misión conmigo. Espero que le vaya bien en esta.

Con los mercaderes, acostumbrados a largos y difíciles viajes, y Eruá, que tenía una gran experiencia en el combate, se sentía segura. Aunque era cierto que Eruá era amigo de Manaya. Y esa mujer... En fin, al menos le había demostrado que no era como ella.

Miró a Ulun, que terminaba de cenar y se estaba tomando la pastilla. Justo entonces el pequeño se levantó, dio las buenas noches a su madre y se fue a dormir. Bueno, compañeros. Ya es tarde y hemos cenado todos bien. Es hora de reposar, que ha sido un día largo. Buenas noches a todos. Cogió su petate, siguió a su hijo y se durmió a los diez segundos de haberse tumbado. En verdad había sido un largo y cansado día.

Cargando editor
27/11/2013, 15:20
Lucyen

Queda libre de su misión conmigo. Espero que le vaya bien en esta.

Espero que a mi también- sabía que su nueva misión iba a ser difícil, pero sin riesgo no hay fortuna.  Esperaba que con todas sus habilidades fueran capaces de realizar su nueva tarea.

Buenas noches- se despidió de la mujer que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba durmiendo. Admiraba esa capacidad de quedarse dormido en un instante. 

Cargando editor
28/11/2013, 13:20
Ámbar Madhavi

Escucho la conversación entre Walda y Lucyen sin interrumpir, estoy demasiado concentrada en alimentarme como para que me importe otra cosa ahora mismo.

-Así que éste era uno de sus asuntos pendientes.- Pienso mientras termino mi pan.

-Buenas noches Walda, que tenga un buen viaje.- Me despido de una vez porque sé que, con las prisas antes de partir, seguramente al día siguiente no tendremos tiempo para eso.

Una vez nos depedimos, sigo a Lucyen y me acomodo en el sitio que me había prometido para descansar. Antes de que se marche le deseo las buenas noches.

-Que descanses Lucyen... Y gracias.- Añado antes de que se vaya, aún cuando sé que su interés primordial es conseguir algún objeto valioso en nuestro viaje, también entiendo que ha sido amable conmigo y en mis circunstancias es de agradecer.

-Ágave, allá donde tu espíritu esté, que venga a mí para que me acompañe y me proteja en el camino.- Pienso, invocando a mi difunta abuela, como vengo haciendo casi todas estas noches antes de dormir.

Cargando editor
28/11/2013, 16:25
Eruá

-Hasta mañana.

Eruá se tumbó en el colchón. Era bastante cómodo, más que los de la mayoría de tabernas del Valle. Mientras hacía por dormirse pensó en si Lucyen los acompañaría hacía el norte y luego se iría con la chica o no, pero rápidamente sus pensamientos volvieron a la misión.

Eruá era una persona que necesitaba objetivos, no se conformaba con poder vivir tranquilamente. Tras aprender todo lo que era necesario y recoger a los que vinieron después de él, llevaba ya años sin tener una meta clara y a la larga le estaba frustrando. No le hubiera importado ir siguiendo pequeñas pistas durante años, pero estar sin nada...

Al final se durmió de tanto proponérselo.

Cargando editor
08/12/2013, 00:53
Ormán

Amanece un nuevo día en el campamento. La noche había sido tranquila, sin incidentes, y ahora que los primeros rayos de Sol iluminaban el pueblo, los comerciantes debían seguir su camino hacia Nar. Claro que no todos seguirían el mismo camino.

—Walda, saldremos en unos pocos minutos —dijo el dueño de la caravana—. ¿Seguro que no se te queda nada? Luego no podremos volver. Eruá tiene que estar a punto de llegar.

Cargando editor
08/12/2013, 00:58
Amiel Miró

La noche había transcurrido tranquila, y los primeros rayos de sol se filtraban a través de la ventana. Los comerciantes no tardarían en ponerse en marcha, y Amiel ya se había acercado a la mesa para dar a Eruá algo de desayunar antes de que partiera con la caravana.

—Toma, está bueno. —Le tendió un panecillo verdoso y un tazón con un líquido blanco—. Es pan de guisantes y leche agria. Deberías darte prisa si no quieres que te dejen tirado —dijo a modo de broma. Entonces le cambió la expresión y se puso algo más serio—. Oye, Eruá. Me alegro de verte. Ojalá podamos quedar pronto otra vez, y por más tiempo. Parece que me he adaptado muy bien a este lugar, todos lo dicen. Pero echo de menos nuestra época. Aquí uno puede entretenerse, pero no es lo mismo. ¿Pero qué te voy a contar que no sepas ya? A ver si aparece de una vez esa condenada Clepsidra. Aunque lo dudo mucho. Yo ya me he hecho a la idea de que moriré aquí.

Cargando editor
08/12/2013, 01:22
Walda Boh

Walda se despertó con el primer rayo de sol. Desde esa hora ya había ajetreo, pues todos en la caravana estaban preparándose para la partida. Levantó a Ulun y le dio de desayunar leche de camella. Sacó algunos víveres más para ella y para compartir con sus compañeros. En seguida recogió todas sus cosas. Llevaba tan poco y había sacado tan poco la noche anterior que apenas tardó 10 minutos.

-Descuide Ormán, no me olvido nada. Todas mis cosas están ya preparadas. Lo he revisado varias veces.

Se dirigió a Lucyen. -Bueno, Lucyen, lo dicho. Que tenga mucha suerte en su aventura. Ha sido un placer haberlo conocido. Y muchas gracias por los servicios prestados –Habló entonces con la joven que lo acompañaba. Después de su propia conversación con Manaya, sentía cierta compasión por esa muchacha, a quien la anciana había llegado a amenazar-. Ámbar, espero de verdad que consigas tu objetivo. Y no te dejes amedrentar por una mujer que no sabe apreciar todo lo bueno que tiene y se dedica a hacer miserable a quienes la rodean. Demuéstrale a la vieja de Manaya que tu valía es superior a la suya –Y con estas palabras se despidió. Cogió a Ulun y lo montó en la caravana, esperando ella a que llegara Eruá y a recibir la orden de partida.

Cargando editor
11/12/2013, 12:37
Eruá

Eruá comía con calma mientras hablaban.

-¿Sabes? Yo nunca me había preocupado por el futuro, ni sido demasiado responsable. Vivía para el momento y para la misión que tenía que hacer. Era un mercenario sin más convicción que que me pagaran. Pero después de tantos años aquí me doy cuenta de que tengo que hacer todo lo posible por llevar esta misión a cabo, no por el dinero. Esta sociedad no tiene futuro, no hay forma de avanzar para mejorar las condiciones de vida de la gente sin apenas metales. Y encima parece que el Valle terminará desapareciendo. No hay esperanza para este tiempo.- Eruá se levantó para marcharse.- Si lo conseguimos, me ocuparé de que los que murieron aquí sean recordados. Y puede que tenga unas palabritas con los que crearon la maldita Clepsidra.

Se despidió de Amiel y Manaya esperando volver a verlos pronto.