Partida Rol por web

La Clepsidra

Aku, la Villa Colgante

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20/11/2013, 22:23
Aeris
Sólo para el director

Aeris se guarda el saquito entre los pliegues de su túnica y asiente con la cabeza.

- Tranquila Maba Gathra, encontraré a ese hombre y tu objeto, no lo pongas en duda - dice con seriedad

- Areiba, ¿me acompañas a buscarlo? - mira a la niña.

Maba Gathra perdiendo algo... qué extraño. Y más aún sufriendo un robo. Desde luego quien haya sido pagará por ello, nadie roba en Aku, y menos aún a Maba Gathra después de que ella le haya ayudado.

- Vamos a ver si está por la ciudad ese hombre, sino vayamos a mi casa y cojamos rápidamente lo imprescindible, si no aparece por Aku, le rastrearemos hasta dar con él

Seguramente esté ya fuera de la villa, supongo que con la bolsa de emergencias que tengo, alguna ración de viaje extra y un par de cuchillos extras bien escondidos podremos apañarnolas las dos sin problemas.

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22/11/2013, 13:59
Alma

-Buenos días - sonríe.

En su casa suele levantarse temprano para ayudar a sus padres con el ganado y luego va a casa de la curandera del pueblo a aprender más sobre los cuidados y esas cosas, así que cuando Asisa llega al salón ella está despierta y mirando con ojos curiosos el lugar. Es un lugar agradable para vivir, no le extraña que Uarda se pusiera feliz al llegar.

-Si quieres puedo ayudar en algo mientras espero a Uarda, creo que me acompañará hasta la casa de Maba Gartha. Corro el riesgo de perderme al no haber estado nunca.

Da las gracias por el desayuno y come con tranquilidad. Está muy bueno, casi sabe igual que el yogur que prepara su madre con la leche sobrante.

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25/11/2013, 11:53
Uarda

Buenos días – Uarda contestó al saludo de Alma cuando se adentró en el salón, sentándose inmediatamente para desayunar algo, estaba hambrienta. Cogió un par de galletas para alimentarse.

Su ropa era completamente distinta a la que había llevado en el viaje. Un vestido de lino hasta los tobillos, amplio y del que se desconocía si era de tirante o de manga larga, pues llevaba en lo alto una camisa marrón claro de manga larga, holgada y que llegaba además hasta debajo de las caderas. Otra diferencia eran los sencillos zapatos de cuero en lugar de las botas altas con las que había recorrido el desierto.

Se sentía extraña con aquellos ropajes, una intrusa en su propio cuerpo, y aunque llevase apenas doce horas en su hogar ya se encontraba algo incómoda. La cara de la zahorí no denotaba nada de eso, y no por la presencia de Alma, sino porque no quería hacer daño a Asisa, mucho menos recién llegada.

Después de acompañar a Alma iré al mercado, ayer quedé allí con el zahorí Salek... ese hombre rubio -La miró esperando a si reconocía de quién le estaba hablando, esperaba que al estar Alma delante no hubiese ninguna manifestación de reproche por salir a pasar el día fuera cuando acababa de volver después de tanto tiempo -... tenemos herramientas que comentar. ¿Quieres que te traiga algo de allí?

Se giró entonces a la chica con la que seguía teniendo el trato pendiente, seria, como era su costumbre -¿Cómo tienes hoy el hombro?

Notas de juego

esos son los planes: acompañar a Alma, mercado después y cita con Salek al mediodía

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25/11/2013, 17:15
Salek
Sólo para el director

Si, Hamada, ¡voy! Contestó con la boca llena.

Que querría Hamada, es un tipo calmado, no es normal que irrumpa en casa así. Salek soltó el trozo de pan al que acababa de dar un bocado y cogió su taza y dió un trago a la infusión ya templada mientras acudía a la puerta.

Al abrir, Hamada parecía impaciente, inquieto.

¿Qué ocurre hermano? 

Notas de juego

Lo primero, disculpa por el retraso; he tenido una semana muy complicada y no he podido ni conectar a leer.

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26/11/2013, 23:35
Hamada

—Han robado algo de Maba Gathra —dijo. Y tras esto, te hizo ir hasta su puerta.

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26/11/2013, 23:37
Director

Tras desayunar, Uarda acompaña a Alma a lo largo de los pasillos de bambú anclados a la roca. Aku parece diferente de día. No tan místico, pero igualmente muy hermoso. El río está allá abajo, bajo las plataformas de bambú. Un poco alejado del resto de las casas-cueva está la de Maba Gathra, y junto a ella un retorcido sauce plateado, un auténtico árbol. Bajo su sombra hay una vieja mujer (Maba Gathra, para quien la reconozca), y también están Hamada, Areiba y Aeris. Parecen discutir algo.

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26/11/2013, 23:41
Maba Gathra

Hamada y Salek aparecen corriendo frente a la puerta de Maba Gathra.

—¡Salek! ¿Te ha avisado Hamada? Bien hecho —dice al muchacho—. Cuantos más me ayuden, mejor. —La mujer parecía realmente desesperada—. Un hombre me ha robado unos nudos de colores. Son MUY importantes. Tenía unos 30 años, por favor, encontradlo, ¡podría estar en cualquier parte! Necesito que lo encontréis.

Segundos más tarde, aparecen por allí Uarda y Alma. Seguramente lo habían escuchado todo.

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28/11/2013, 12:42
Alma

Aunque el lugar ha perdido la magia del ocaso y de la noche, sigue siendo un lugar impresionante para vivir o para descansar unos días. Las montañas al fondo, el río bajo sus pies... sí, es realmente precioso. Camina al lado de Uarda, un poco nerviosa ahora que se acerca el momento de conocer a la persona más sabia de todo Ágave y de pensar que quizá no da la talla en cuanto a sus requisitos. Si no fuese así, habría hecho ese peligroso viaje en vano y habría dejado sus labores habituales para ir allí.

Parece que han llegado ya a la casa de Maba Gartha y están todas las personas que vieron ayer por la noche a su llegada al pueblo... parecen preocupados por un robo. ¿Cómo puede alguien robar a una persona mayor? Tiene entendido que a veces los nudos cuentan historias, que son las crónicas de tiempos pasados para que puedan recordar los sucesos que acontecieron en el pasado.

No le ve sentido a que alguien quiera robar eso pues muy pocos pueden leer los nudos.

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29/11/2013, 19:58
Salek

Llegaron con paso ligero, Salek llevaba los mismos pantalones marrones y la misma chilaba que el día anterior; al pararse se sacudió algunas migas de pan que aún tenía en la ropa; apenas se había aseado y traía las sandalias mal metidas en los pies.

Aunque la preocupación en su anciano rostro era palpable, Salek quedó sorprendido de la familiaridad con que Maba lo estaba tratando; quizá Hamada había pensado que un zahorí podía ayudarlos a buscar cualquier cosa; ¿o es que estaban removiendo a todo el que conocían?
Fuera como fuese, si Hamada le pedía ayuda, tendría que ayudarles; pero no quería dejar de ir al mercado con Uarda.

Precisamente iba a acudir al mercado con Uarda hoy, decía mientras la señalaba con la mano
Si es algo de valor, quizá quiera venderlo y podamos tratar de comprarlos entresacando a la gente de por allí, pero deberíamos saber algo más sobre los nudos y sobre el tipo que los ha robado. Por favor cuéntanos algo más.

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02/12/2013, 12:37
Uarda

Uarda se acercó a la comitiva con paso seguro y tranquilo, nada transmitía su semblante, la verdad es que hasta que escuchó la voz de la famosa mujer iba en silencio y completamente sumida en sus pensamientos.

Su ropa era distinta a la de la reunión de la noche anterior. Un vestido de lino hasta los tobillos, amplio y del que se desconocía si era de tirante o de manga larga, pues llevaba en lo alto una camisa marrón claro y manga larga, holgada y que llegaba además hasta debajo de las caderas. Otra diferencia eran los sencillos zapatos de cuero en lugar de las botas altas con las que había recorrido el desierto. El cabello iba suelto, con una media melena marrón claro que escasamente llegaba hasta su cuello.

Ahí la tienes, nuestro trato queda cerrado, nos veremos por aquí... – Sonrió por un segundo a Alma mientras se acercaban a los demás, ante el trabajo bien hecho por parte de las dos, señalándole con la cabeza a la mujer por la que había recorrido tantos kilómetros de pesado trayecto. Al ir acercándose y enterándose realmente de la situación volvió a poner el gesto impenetrable que tan común era en ella.

Asintió a las palabras de Salek, prudentes y lógicas. La luz del sol acariciaba el pelo del hombre como iluminando aún más sus mechones rubios, lo cual lo hizo parecer ante los ojos de Uarda más agraciado que durante la conversación de la noche.

Miró fijamente a la honorable mujer que les pedía ayuda – Saludos Maba Gathra, iremos al mercado y comprobaremos si un extranjero -Había deducido que no era de la villa – ha intentado vender esos nudos, aunque lo más seguro es que se los intente llevar rápidamente a otro pueblo, si se corre la voz de que le han robado a usted, nadie en todo Aku los compraría - Era igual de cierto que el sol salía todos los días y que todas las gentes de Aku querían a la anciana que tenía frente a ella, la conocieran o no... aunque claro, no hay que olvidar que en todos lados hay una alubia podrida.

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05/12/2013, 17:30
Alma

-Gracias por acompañarme, Uarda - sonríe a la mujer que parece contenta de haber cumplido su parte del trato. De su mochila saca unos potecitos más pequeños y se los entrega a la zahorí, aunque seguramente Asisa haga remedios mejores, pero cree que el pago por su compañía ha sido poco - dentro de estos potecitos hay una parte de mis ungüentos para la piel, acéptalos.

Los coloca en su mano y, sin darle posibilidad de rechistar por el regalo, se aleja para acercarse a Maba Gartha. La mujer inspira sabiduría con solo mirarla y una sensación de autoridad increíble. Siente que quizá no sea el momento oportuno para dirigirse a ella tras haber perdido esos Nudos tan importantes pues pueden contener información de generaciones anteriores... información antigua que no puede perderse. Quizá remedios extraños o conocimientos para curar alguna enfermedad.

-Buenos días - dice un poco nerviosa -. Mi nombre es Alma y vengo de Amarna para hablar con usted. Si es un mal momento por los Nudos, puedo retirarme.

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25/12/2013, 21:42
Maba Gathra

—Gracias, Uarda. Eres una buena mujer —agradeció la curandera—. No me extraña que Asisa hable tan bien de ti —dijo en un susurro. Entonces se volvió hacia Salek y continuó— ¿Qué más quieres saber? ¡Es un objeto muy importante el que se ha llevado! Lo curioso es que no le había dicho a nadie hasta ahora que lo fuera. ¡Id a buscarlo!

Maba Gathra mira a la joven muchacha que se alza ante ella. Parecía que había recorrido un largo camino hasta llegar allá, esperando ser su discípula, como tantos otros.

—Muchacha, cierto es que no es buen momento, te pido disculpas por no poder atenderte como te mereces. Pero no te vayas, espérame aquí —la mujer temblaba un poco, y se movía de un lado para otro, pensativa. Hizo como si se fuera, luego volvió, se fue, y finalmente se acercó a Alma—. Lo siento, no sé ni qué estoy haciendo. Anda, ven, pasa —dijo mientras entraba en la casa.

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25/12/2013, 21:54
Maba Gathra

El interior de la casa estaba hecho un completo desastre. Se parecía a la casa de Asisa, sólo que estaba todo tirado por el suelo, incluyendo ropa, potingues y todo tipo de cubiertos y enseres. 

—Normalmente no está así, pero entre lo que revolvió el ladrón y lo que he revuelto yo buscando los dichosos nudos, es lo que hay. Espero que aparezcan —la última la hizo parecer mucho más vieja. Lo dijo con tal seriedad y preocupación que hasta Alma se sintió mal, aunque no sabía nada sobre aquel extraño objeto. Aun así, trató de seguir hablando con normalidad, aunque no lo consiguió ni por asomo. Estaba decepcionada, triste e irritada, pero no quería dejar sin su oportunidad a una posible candidata. Maba Gathra no era perfecta, pero detestaba la injusticia, y sabía que probablemente aquella muchacha se había esforzado mucho para llegar hasta allá.

—Muchacha... ¿cómo te llamas?  —preguntó—. [...] Te diré una cosa. No te quiero decepcionar, pero tampoco te quiero engañar. Mis clases son muy duras, y no todo el mundo está preparado para seguirlas. Hace falta ser hábil e inteligente. Pero sobre todo, hace falta ser curiosa y tener una gran perseverancia. Aunque claro, eso depende de lo que quieras aprender o conseguir. Dime, ¿a qué has venido exactamente? ¿Qué es lo que quieres aprender?

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05/01/2014, 12:32
Alma
Sólo para el director

Se siente aun peor por haber llegado en ese momento a pedirle a Maba Gartha que la tome como aprendiz. Se mantiene callada mientras la mujer habla y solo responde cuando se lo pide.

-Mi nombre es Alma - seguro que tiene la cabeza en otro sitio porque ya se lo ha dicho cuando se ha presentado, pero no se lo echa en cara por toda la situación del robo, además, seguramente es una mujer con muchas cosas en la cabeza -. He venido para aprender todo lo que pueda. En mi pueblo, a parte de ayudar a mis padres con el rebaño, son aprendiz de la anciana curandera y ayudo en todo lo que puedo preparando mis propios ungüentos y atendiendo a las personas a las que no puede atender ella. Sé las bases para leer y escribir, aunque en Amarna no tenemos muchas oportunidades para hacerlo. Me gustaría aprender más para poder ayudar en Amarna.

Es posible que estas cosas no sorprendan a Maba Gartha. Muchas personas acuden a ella para recibir adiestramiento y clases, pero no lo consiguen y seguro que están mucho más capacitadas que ella que viene de un pequeño pueblecito en el que solo se detiene la gente porque está de paso hacia Aku.