Partida Rol por web

La Clepsidra

Aku, la Villa Colgante

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08/11/2013, 10:40
Uarda

Si Uarda fuese una mujer de las que sonríen cuando algo le parece amigable, lo hubiese hecho ante el comentario de Alma, pues le pareció entrañable. Pero su gestó no mudó mientras llegaban al acuerdo del momento del encuentro.

Sus planes eran llevar por la mañana a la joven curandera a casa de Maba Gartha para cerrar de una vez el trato, y sopesando, ya que iba a salir, mejor quedarse fuera y cuando volviese al hogar que fuese para quedarse. Si estaba toda la tarde con Asisa a lo mejor podía compensar que iba a llegar tan tarde, con compañía y a largarse nada más amanecer. Desde luego no iba a ser el mejor reencuentro después de la pelea con la que se despidieron y de cien días separadas.

Mejor al mediodía, donde dices – No le había gustado la parte de la bebida, todo el mundo tendía a eso cuando se iba el sol... ella también, pero con compañía de confianza, no con un desconocido, aunque dudaba que lo hubiese hecho para embaucarla o algo así. Sabía perfectamente la fama que tenía entre las gentes de Aku y que los hombres conocían quien era su pareja, más todavía los de su gremio -Ahora nos vamos, que la luna te sea favorable...

Esperó a que aceptase, comenzando a impacientarse por llegar a la cueva de Asisa, por ver su rostro y el de sus hijos, segura de que les notaría algún cambio. Con suerte sólo a los niños.

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09/11/2013, 12:05
Salek

Está bien, a mediodía nos veremos; que descanséis.

Salek aceptó, de todos modos iba a pasar el día fuera y al fin y al cabo a él le convenía, y a ella también era evidente.

Alma, que tu paso por Aku te sea provechoso, nos veremos algún día de estos.

Comenzó a caminar en dirección a su casa, mirando el cielo y preparando otra pipa. Se movía tranquilo, pausado, descansado y meditabundo; probablemente pasaría la noche revisando sus escritos, tratando de comprender mejor cómo funcionaban las varas. 

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10/11/2013, 18:09
Asisa

Alma y Uarda caminaron sobre los entramados de bambú y entre las escaleras de piedra que ascendían entre paredes de roca. A Alma se le hizo un poco largo, sobre todo por el dolor de los pies, pero no anduvieron más que unos minutos en llegar a la casa de Asisa, que era una casa-cueva, como todas las demás de Aku. Uarda dio unos golpecitos con los nudillos en la puerta de bambú que separaba la intemperie del hogar de la curandera, esperando que le abriera la puerta. Un minuto más tarde, allí estaba.

—¡Uarda! ¡Eres tú! —La mujer dio un fuerte abrazo a Uarda—. Te he echado mucho de menos, y los niños también. ¡Niños! ¿A qué no sabéis quién ha venido?

 

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11/11/2013, 00:32
Roz

—¡Uarda! —el niño corre hasta la zahorí y la envuelve con sus brazos. Bueno, envuelve su cintura, que es hasta donde llega.

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11/11/2013, 00:33
Onaya

—¡Uarda! ¡Sabía que eras tú! —se acerca y también da un abrazo, aunque más rápido que el de su hermano—. ¿Quién es esa? —pregunta señalando a Alma—. ¿Me has traído un regalo?

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11/11/2013, 00:34
Asisa

—Onaya, ¿qué te he dicho de pedir regalos? —reprocha Asisa a su hija—. Pasad, pasad por favor —dice dejando paso e invitando a las dos a entrar—. Estábamos cenando, puedo cortar unos tomates y un poco de pan de amaranto para vosotras también. Y Uarda, haz el favor de lavarte las manos antes de empezar, que las tienes llenas de tierra.

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11/11/2013, 00:42
Director

Vuelves a tu casa, que es (como todas las casas de Aku) una casa-cueva. Todo está tal y como lo habías dejado, no hay nada nuevo.

Notas de juego

¿Tienes planeado algo para el siguiente día?

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11/11/2013, 00:44
Director

Aeris vuelve a su hogar en su casa-cueva. 

Notas de juego

¿Quieres hacer algo en particular? ¿O empezamos ya en el próximo día?

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11/11/2013, 10:37
Uarda

Uarda iba hacia la choza intentando que su gesto no mudara, pero le costaba, pues su casa era el lugar donde más relajada se encontraba -cuando no estaba de bronca con Asisa, claro -Y su ánimo comenzaba a contagiarse por la proximidad de la cueva. Tenía muchas ganas de llegar ya, ver por fin los oscuros ojos de Asisa y punto, aunque no supiera lo que se podía encontrar.

Por fin se abrió la puerta y la zahorí exhibió la mayor sonrisa de los últimos cien días, justo al devolverle el sentido abrazo a su pareja, dándole entonces un rápido beso en los labios, no se iba a escapar. Siempre le había dado igual quien pudiera ver esos gestos de cariño y aquella ocasión no iba a ser menos.

Hola, cariño.

Cuando notó a los pequeñajos se agachó, para abrazarlos a ambos y darles su buen par de besos a cada uno, se habían ganado el corazón de la mujer sin remedio alguno -Claro que sí, Onaya- lo dijo susurrándole a la pequeña en su oído, mientras revolvía el pelo del más pequeño. No se había olvidado de Alma, pero necesitaba esos segundos con su familia para volver a centrarse, se lo había ganado con creces.

Ella es Alma, una joven de Amarna - lo dijo señalando a la chica y mirando a su pareja, pues esa era la presentación importante- y ellos son mi familia: Asisa y sus dos hijos, Onaya y Roz - Se levantó, con el niño cogido en brazos. La cara de la mujer parecía otra, irradiaba luz.

Estamos hambrientas Asisa, gracias. -Con eso dejaba claro que la joven estaba invitada a la cena, que era su huésped, en la medida de lo posible, pues no era su hogar del todo -Voy a lavarme del todo mientras vosotras habláis, traigo la mitad de la arena del desierto en los calzones -Se giró entonces y marchó hacia la parte interior, sin soltar a Roz que no parecía querer quedarse con su madre.

Prefería que hablaran entre ellas y luego interceder sólo si fuera necesario. Quería que fuese Alma la que se buscase los negocios, nadie más dulce en todo Aku para practicar que su hermosa Asisa.

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11/11/2013, 17:33
Salek
Sólo para el director

Notas de juego

Estará probando las varas en distintos sitios hasta encontrarse con Uarda a mediodía.
 

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11/11/2013, 19:18
Aeris
Sólo para el director

Aeris llega a su casa pensativa sobre los acontecimientos del día. Cena distraida y se va a dormir.

Notas de juego

empieza ya en el próximo día, te dejo la acción que realiza en su casa.

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12/11/2013, 11:18
Alma

Sonríe un poco al ver que Uarda cada vez está más contenta de volver a casa y que no puede ocultar muy bien esa alegría... siempre es bueno volver al hogar. Tras unos minutos más, que hacen mella en sus cansados pies, llegan a la casa cueva de Uarda. El momento que vive frente a ella es muy emotivo, algo que nunca hubiese esperado de una persona como Uarda por como se muestra con otras personas... pero claro, ella conoce a Uarda de esa mañana así que concluye que no se puede juzgar a una persona por lo que muestra a los demás sino por lo que guarda en su interior y por lo que muestra frente aquellos en los que confía.

Se sonroja un poco al ver ese beso apasionado pues nunca ha visto una muestra de afecto tan efusiva y tampoco entre dos personas del mismo sexo, pero no es nadie para juzgar esas cosas... el amor se presenta en los momentos más inesperados y con las personas menos esperadas.

-Buenas noches - saluda a Asisa y a los pequeños -, como ha dicho Uarda, soy Alma y vengo de Amarna. Encantada de conoceros y gracias por acogerme en vuestra casa.

Entra en la casa cueva cuando Asisa les deja paso. Parece un lugar muy acogedor... nunca había pensado que vivir en una cueva fuese de esa forma. Baja la tela que cubre su cabello para protegerlo de las inclemencias del sol y el desierto y espera que le indique el camino. No sabe muy bien como abordar el tema para preguntarle a la mujer si puede pasar esa noche ahí, a cambio de algún trabajo.

-Asisa ¿puedo hacer una petición? Se lo comenté a Uarda, pero me dijo que mejor consultarlo contigo. Es la primera vez que estoy en Aku y como no conozco el lugar... ¿podría pasar la noche aquí? Puedo hacer algún trabajo para compensar esta noche.

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12/11/2013, 22:57
Asisa

—¿Trabajo? No te preocupes, mujer. Si Uarda confía en ti, yo también lo hago. A veces es un poco seca con la gente, pero en el fondo es una persona maravillosa. No suele correr riesgos innecesarios. —Según iba hablando, Asisa cortaba unos tomates y unas rodajas de pan con un cuchillo de cerámica—. Hala, ya está, ya tenemos la cena servida. 

El techo de la cueva era bastante alto, y casi toda estaba cubierta con alfombras de colores y formas geométricas, tanto el suelo como parte de las paredes. Lámparas de aceite vegetal iluminaban el interior, y la mesa en la que estaban tomando la cena era baja y alargada, cubierta por un mantel. A su alrededor no había sillas, sino cojines de lana en el suelo sobre los que se sentaba aquella familia. Todos cogían trozos de pan de amaranto y le ponían rodajas de tomate encima, todo con las manos.

—Dime, Alma. ¿A qué has venido? ¿Te gusta Aku? ¿Qué es lo que más te ha gustado? ¿Has visto ya el sauce plateado?

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12/11/2013, 23:44
Areiba

Amanece un nuevo día en Aku. Antes de que te dé tiempo de desayunar, Areiba vuelve a tocar la puerta de tu casa como loca.

—¡Aeris! ¡Aeris! ¡Soy yo! ¡Abre la puerta! —esta vez no parece emocionada, sino más bien preocupada—. ¡Abre!

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13/11/2013, 00:27
Hamada

Amanece un nuevo día, y justo cuando ibas a desayunar...

—¡Salek! ¡Salek! ¿Estás ahí? —La voz de Hamada denotaba preocupación—. Abre la puerta, ¡necesito que vengas!

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13/11/2013, 13:29
Aeris
Sólo para el director

Aeris se despierta poco antes de que llegue Areiba. Se peina y se viste con tranquilidad cuando oye a la niña. Se dirige corriendo hacia la puerta y la abre.

- ¿Qué ha pasado Areiba? - dice ligeramente preocupada ante la preocupación de la niña.

Desde luego, lleva Areiba dos días que no deja de venir, cada día con algo nuevo... A saber qué ha pasado esta vez.

Se aparta de la puerta para que la niña pueda entrar y explicarle qué le preocupa tanto.

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15/11/2013, 16:28
Alma

-He de decir que ha habido un momento durante el viaje que me ha asustado un poco, pero se que era porque estaba preocupada.

Sonríe. Aunque Uarda se ha mostrado seria durante todo el viaje ha sabido ver que no es una mala persona y que también es muy responsable con sus trabajos y que si algo se tuerce un poco puede considerar que es su culpa. Le ha gustado viajar con una persona así, aunque no hayan hablado mucho.

Da las gracias por la comida mientras coge una rebanada de pan y de tomate y lo come lentamente.

-Vengo a ver a Maba Gartha. Me gustaría aprender con ella y mi maestra considera que podría tener posibilidades de ser aceptada. Ella ya no puede enseñarme mucho más. Las vistas de Aku son muy bonitas, impresionantes. Nunca pensé que podría ver algo así. Da mucho respeto algo tan impresionante.

Notas de juego

Perdón, he estado algo ocupada y se me han ido acumulando los mensajes >.<

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20/11/2013, 18:20
Areiba

—¡La pulsera de colores de Maba ha desaparecido! ¡Rápido! ¡Se ha puesto como loca! ¡Necesita que la ayudemos!

La niña agarra la mano de Aeris y tira con fuerza de ella sin preguntar nada. Las dos corren como locas por las plataformas de bambú hasta llegar a la puerta de Maba Gathra, entra sin llamar, y allí está ella, con el pelo revuelto y con cara de desesperación. 

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20/11/2013, 18:24
Maba Gathra

—Aeris, escucha. Sé que no es tu trabajo, pero he perdido algo de valor incalculabe. Es algo muy, MUY importante, y tenemos que encontrarlo. Es como unos nudos de lana de colores de más o menos este tamaño —hace un gesto con las manos, indicando unos 20cm—.  Estoy casi segura de que se lo llevó un hombre que pasó antes por aquí a pedirme unas hierbas. Era joven, de unos 30 años, fuerte. Lo que no sé es a dónde habrá ido. ¡Búscalo! ¡ENCUÉNTRALO! ¡Por favor! Areiba puede reconocerlo, pero ten cuidado. Y toma esto —Maba Gathra coge un saquito con un polvo morado y lo tiende en la mano a Aeris—. Es polvo de pimienta, si te hace falta lánzaselo a la cara. Pero ten cuidado, es extra fuerte. Eres muy rápida, ¿puedes mirar si está en el camino a Amarna?

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20/11/2013, 18:32
Asisa

Tras cenar y charlar un rato con Asisa, Uarda va a dormir con ella a una habitación, mientras que Alma duerme en el salón. La noche pasa tranquila, y al llegar el nuevo día la mujer se levanta temprano para servir el desayuno a su invitada y a sus hijos.

—¿Has dormido bien? —tiene pinta de estar alegre—. Prepararé algo rápido para desayunar, seguramente no tardarán en llegar clientes que necesiten de mis cuidados.

Asisa sirve una especie de yogur con pasas y unas galletas. 

Notas de juego

Uarda, ¿algún plan? Sé que Alma irá a ver a Maba Gathra, pero necesito saber si vas a acompañarla o das la misión por completada.