Partida Rol por web

Ace estaba confuso, no sabía que creer.

- Pero aun nos quedaría lo que estaba torturando a ese.- 

No baja el arma e intenta ganar firmeza en su pulso. 

Parecía que los tres se encontraban confusos, no le gustaba que le manipularan y al parecer a sus compañeros tampoco.

La mano de Renato no tembló ni un solo momento, el pulso era firme y el dedo se encontraba en el gatillo, estaba totalmente concentrado para reaccionar a la menor señal de peligro.

- Levanta las mano y que yo las vea.- Dijo el asesino dirigiéndose a Lonesome. 

- Ace por si acaso apunta al del suelo.- 

Ace asiente y hace caso a Renato, apuntando al Arthur que aun esta tendido en el suelo. 

-No se, el cerebro me dice que el que llevábamos con nosotros es el falso, pues ya me llamó la atención su rápido cambio de actitud cuando paso del "vamos a morir todos" al "es verdad, tenemos que hacer algo, acabar con la sombra" pero el instinto me dice que dice la verdad. 

-Lonsesomes -dijo dirigiendose a ambos. Es posible que una sombra como la que perseguimos duplique fisicamente a un ser humano? Convencedme para que no os pegue un tiro ahora mismo a ambos.

El Lonesome de la manta levantó ambas manos dejando caer su cobertura. También cayó un cuchillo de cocina que nadie le había visto coger pero al parecer Renato no pareció sorprendido. Mirando el cuchillo del suelo sonrió encogiéndose de hombros:

- Evidentemente ese cuchillo era para mi propia defensa.

Luego se volvió hacia Michael. El otro Lonesome seguía inconsciente en el suelo así que sólo había uno con el que hablar:

- La Sombra puede hacer de todo si tiene el poder suficiente y me temo que lo tiene. No es complicado hacer que un demonio adopte diversas formas y te aseguro que si está aquí no ha venido sola.- parecía extrañamente tranquilo como si no le importase que los hombres desconfiasen de él o le apuntasen con sus armas - En estos momentos probablemente nos está observando a la espera de vuestras reacciones. Quiere la fuente de poder para abrir el Sello... y vosotros, por un puro casual, sabéis donde está. Si se la damos nos dejará ir. De lo contrario lo averiguará por otros... medios. Yo preferiría darle lo que quiere... en realidad preferiría irme de aquí cuanto antes pero estoy seguro de que no hay manera de hacerlo.

Michael observaba al tipo viejo, ridículamente desnudo, con las manos en alto. Parecía tan calmado... Claro que ese individuo había salido de un psiquiátrico y además lo que le habían dicho es que era inmortal. A estas alturas era muy complicado saber si estaba mintiendo o no. ¡Todo aquello era una locura sin pies ni cabeza!

La situación se encontraba estancada, paralizada, ninguno de los tres hombres sabían que hacer, ni Michael, ni Ace, ni Renato habían descubierto algo que les dejara entrever quien de los dos Lonesome era el verdadero.

Renato continuaba apuntando a la cabeza del ahora desnudo y desarmado Lonesome.

- Lonesome ni se te ocurra bajar las manos, ahora retrocede y pega tu trasero a la pared, Ace que el del suelo no se mueva, chicos que hacemos.-

- Despertar al otro. Le haré la misma pregunta. si contesta lo mismo, me creeré que hay dos Lonesomes. Si no, aunque no sepamos cual dice la verdad, sabremos que al menos uno miente.

Michael, con la pistola preparada para abrir fuego, sacudió al Lonesome inconsciente.

Ace se aparta mas de Lonesome, abriendo paso para que obedezca a Renato. Desconfiaba de la extrema tranquilidad con la que estaba afrontando aquella situación pero no era capaz de confirmar si estaba mintiendo. El no atreverse a juzgar la veracidad de aquellas palabras, una de las pocas cosas en la que podía ser útil en aquella situación, le frustró un poco. Pero dadas las circunstancias era más importante preocuparse por sobrevivir. Por ello mantuvo el arma apuntando al Lonesome que seguía tendido en el suelo, con el dedo cerca del gatillo y atento por si realizaba cualquier movimiento brusco

No hubo reacción a los primeros zarandeos de Michael por parte del Lonesome del suelo. Por un momento todos pensaron que quizás estuviera muerto. Pero de pronto abrió los ojos y, con gesto rápido y desesperado, se cubrió la cabeza quizás pensando que su anterior atacante venía a rematar el trabajo.

- Por los Siete Glifos de Judah...- dijo todavía cubriéndose de Michael - Ha estado a punto de arrancarme la yugular. ¿Por qué no acabó conmigo? - parecía confuso - ¡Terrasini! ¡Petucho! ¡Debemos encontrarlos cuanto antes!

El Lonesome del suelo no parecía darse cuenta de que Ace le apuntaba con su arma ni tampoco de la presencia de su alter ego que se había apoyado contra la pared, con las manos en alto, siguiendo las indicaciones de Ace.

Michael asió al hombre por los hombros con mas firmeza aun.

-Lonesome! Serénese! Mire un poco mas abajo. A ver si le suena lo que ve. -dijo señalando hacia "el otro" Lonesome.

El mafioso esperó a ver el gesto de sorpresa del "nuevo" Lonesome y luego preguntó.

-Dígame, ¿es posible que una sombra como la que perseguimos duplique fisicamente a un ser humano? Convenczame para que no les pegue un tiro ahora mismo a ambos. Él también afirma ser el verdadero.

El segundo Lonesome muestra una reacción mucho más lógica dada la situación. Era fácil pensar que ese sería el verdadero, demasiado fácil quizás ¿No sería el falso justo por eso? 

Ace aguarda la respuesta a la pregunta de Michael mientras se imagina con impaciencia la cara que va a poner cuando vea a su doble. Esperaba poder sacar algo en claro de su mueca, alguien tenía que ir de farol. 

El Lonesome recién despertado miró a su replica con asombro.

- Espera... espera... no puede ser.- volvió a mirar a su alrededor - ¿A qué está jugando con nosotros? ¿Qué sentido tiene duplicarme?

Se incorporó lentamente apoyándose en la barandilla:

- ¿Eres un demonio multiforme del abismo?- le preguntó a su otro yo.

- Lo mismo iba a preguntarte yo.- dijo el otro como si no le importase ser el más sospechoso de los dos - La pregunta importante es: ¿qué busca la Sombra con todo este juego? No entiendo que sentido tiene intentar confundirnos a todos con esta absurda duplicidad... ¿por qué no matarnos a todos directamente?

El otro contestó:

- Quizás porque no somos prescindibles... nos necesita para algo.

Como si recordase repentinamente a los demás añadió:

- Yo soy el verdadero, por supuesto. Aunque imagino que ese individuo os habrá dicho lo mismo... y no hay manera de probarlo. Pero la cuestión sigue siendo: ¿qué pasara si matáis al equivocado? ¿o incluso a los dos? Tiene que haber algún motivo para que haya hecho esto... pudo haberme matado pero me dejó vivir y se llevó a Terrasini y Petucho... ¿por qué?

Michael estaba cada vez mas convencido de que el herido era el auténtico. Era mas irracional, más "loco". No obstante, no podía arriesgarse.

-Renato, quédate detrás de ese, dijo señalando al mas sospechoso y sigue encañonándole. Yo me quedaré con este otro y, al mas minimo indicio de algo raro, le haces un agujero en la espalda como una pelota de basket. Ace, cierra el grupo en retaguardia. De momento nos llevaremos a los dos. Tenemos que encontrar a Julen y a Petucho. ¿Por donde se los llevaron Lonesome herido? Te toca ir delante.

Renato sigue apuntando a la cabeza del Lonesome desnudo y se mueve con cuidado para seguir las indicaciones de Michael.

- Vamos muevete.- le dice al Lonesome desnudo.- Y nada de jueguecitos.- 

Espera a que el Lonesome herido les diga que camino seguir.

Ace ya no sabe que creer ¿acaso tiene que haber uno real? Sin duda era más fácil creer al segundo, pero eso también le hacía sospechar. 

Se aparta ligeramente, sin dejar de apuntar al objetivo que le habían indicado, para dejar paso a la comitiva que él iba a cerrar. No le hacía mucha gracia ir el último, pero le gustaba menos tener a algún Lonesome a la espalda.

¿Y lo que había estado torturando al segundo Lonesome donde esta? ¿les estará acechando? No pudo evitar echar una mirada a los alrededores para cerciorarse de que no había nada.