Partida Rol por web

Estoy tenso, muy tenso cuando bajo als escaleras junto a Constantine, pero era tensión desaparece cuando veo que se trata d emis compañeros.

-Pero, ¿qué hacéis aquí?-les prgunto antes de darme cuenta de que Thomas está herido, o al menos eso parece.

Entonces la tensión vuelve, suelto el candil rápidamente y me acerco a él deprisa.

-¿Qué le ha ocurrido?-les pregunto a los otros dos creyendo que Thomas seguramente no sea casi capaz de hablar, pues aprece muy malherido.

Toda mi inquietud anterior parece desvanecerse al contemplar al Doctor sano y salvo.

-Gracias a Dios que le encontramos Doctor Heideck, esta noche está siendo una pesadilla. Hemos sido atacados en unas catacumbas que nos han llevado hasta aquí... pero ya habrá tiempo de contarle más detalles. Si pudiese echar un vistazo a estas heridas... tengo un dolor de mil demonios...

Ayudo a sentarse a Holzer en el sofá más cercano para que el buen doctor pueda examinar sus heridas.

El señor Holzer ya tiene bastante con lo que le ha pasado esta noche. En cambio yo, no voy a tener tanta paciencia. ¡Quiero explicaciones ya! digo en tono enérgico mirando hacia el joven Vadja y el mayordomo.

No me explico como es posible que usted haya mandado en nuestra busca a un individuo que lo menos roza la esquizofrenia severa. ¿Es esa la clase de seguridad que nos ofrece en representación de su familia? digo notablemente irritado.

- ¿Atacados?

Constantine se muestra atónito. Deja el trabuco apoyado en la pared y se acerca a Thomas, aunque manteniendo una cierta distancia para no molestar al doctor.

- ¿Atacados por quien?

Centro mi atención en las heridas de Thomas, cais no escucho lo que comentan mientras examino al herido.

-Pero, ¿qué le han hecho?-pregunto de rebote mientras intento ver algo en las herdias de Thomas-. Será mejor que te tumbes en algún lado para poder examinarte mejor-le digo mientras le acerco a algún sofá próximo en el que pueda recostarse.

Estoy demasiado centrado en las heridas del señor Holzer como para centrarme en lo que dice Abberline, pero lo suficientemente centrado como para saber que no le está hablando en el tono adecuado pues Cosntantine ni siquiera parece saber qué ha pasado.

-Por favor, bajen el tono y traten de hablar de forma civilizada. Todos queremos saber qué ha ocurrido y estoy seguro de que el señor Constantine no tiene idea de qué ha ocurrido. Pido un poco de consideración por vuestra parte pues hoy han tenido una terrible pérdida-digo tratando de sonar conciliador y mirando las heridas del herido.

"Necesito mi maletín" pienso recordando que lo dejé en la habitación al bajar con tantas prisas.

-Necesito mi maletín-lo comento en voz alta para ver si Boris es tan amable de traérmelo, nunca me he sentido cómodo mandando a gente ue haga cosas por mí y si él no se ofrece, yo mismo subiré a por el maletín.

-No sabría describirlo exáctamente. Era humano, al menos lo parecía, pero cuando me atacó era como si se hubiese transformado en una bestia... un monstruo...

Cierro los ojos durante unos instantes y trago saliva, entonces escucho lo que comenta el doctor sobre Constantine.

-¿Pérdida?... qué... ought... ¿Qué pérdida?-pregunto al doctor mientras me recuesto dolorido.

Boris os deja tan rapido como el Doctor se lo pide, y aparece casi en un suspiro con el maletin de este.

- Aqui tiene.

Su tono y su rostro reflejan preocupacion por todo lo que esta ocurriendo, aunque como buen mayordomo deja que sea su señor quien haga las preguntas.

-Gracias Boris-le digo amablemente.

Cojo el malentín y saco algunas vendas, gasas y algún desinfectante apra limpiar la herida.

-Le va a escocer un poco, señor Holzer-le digo antes de ponerle un poco de desinfectante-. Los señores de la casa han tenido la desgracia de perder a su padre esta noche, así que pido un poco de comprensión y paciencia-les digo mientras trabajo en las herdias del señor Thomas-. Y ahora, tranquilicémonos y contarnos detenidamente qué ha ocurrido para que el señor Constantine pueda darnos alguna explicación-intento sonar reñajado, pero me siento bastante tenso.

Al ver que el doctor comenzaba con las curaciones del Thomas me acomodo en uno de los bancos de la capilla, los acontecimientos de la noche estaban haciendo mella en mi. Respire profundo un par de veces antes de poder comenzar a narrar todo lo ocurrido durante la noche.

- Ha sido una noche bastante agitada. Antes que nada, lamento muchísimo su pérdida señor Constantine, le ofrezco mi más sentido pésame.

Ahora si me permite me gustaría contarles lo que hemos sufrido esta noche para que puedan comprender nuestra intrusión en vuestro castillo – las palabras se me anudaban en la garganta, si en verdad aquella criatura era el cochero de los Vadja ellos sabrían mejor que nadie la razón de nuestra presencia, pero sería mejor contar todo tranquilamente para poder poner en alerta al doctor y no levantar sospechas – todo comenzó en la posada con la desaparición de la hija de la posadera, siendo despertados por la misma para ayudar en su búsqueda. Como buenos caballeros nos aprestamos con  el señor Thomas hacia lo que parecía ser su último paradero, a lo que luego se nos sumo el señor Abberline… - continue narrando cada momento de lo acontecido y como el cochero de los vadja nos había llevado y abandonado en el bosque, como lo habíamos seguido hacia las catacumbas – y esa maltita criatura nos ataco, ataco al señor Holzer provocando esas terribles heridas… de ahí nuestra aparición en este lugar y las sospechas de mis compañeros y mías sobre las buenas intenciones de vuestro cochero. A lo que esperamos fervientemente algún tipo de explicación.

Los rostros de Boris y Constantine expresan cada vez mayor sorpresa según avanza la historia.

- Sabia que aun quedaban pasadizos secretos en el castillo, se usaban antiguamente para recibir provisiones durante los asedios, entre otras cosas, pero me sorprende que no se hayan derrumbado con el paso de los años. En cuanto a la criatura, no tengo ni idea de que puede haber sido, pero les aseguro que no era mi cochero, y si lo era, les prometo que pagara las consecuencias de sus actos.

Boris se acerca a su señor y le comenta algo al oído, tras lo que este retoma la conversación.

- Boris me informa que el coche en efecto a desaparecido. El se dirigirá a donde ustedes le han indicado, pero Boris, evita esos pasadizos hasta que sepamos que es realmente lo que esta ocurriendo. Yo voy a buscar al cochero y lo traeré para que me confirmen si se trata del hombre del que hablan, aunque lo dudo. Ustedes si quieren pueden acomodarse, y tan pronto sea posible les devolveremos a la ciudad o a donde gusten.

Mi primer arrebato de furia en busca de explicaciones se ve frenado por la noticia de la muerte del señor del castillo. Mi más sentido pésame por su perdida... pero si no es muy precipitado preguntar, ¿cuales fueron las circunstancias del fallecimiento del Señor Vadja? Tal vez este relacionado con todos los sucesos de esta noche.

Veo como el señorito Vadja va a ir a buscar al cochero y la verdad es que no me puedo quedar quieto en el sitio sin hacer nada, por lo cual me ofrezco a acompañarle: Si no le importa, quisiera acompañarle y así hacer la identificación si fuese necesario, sin mayores altercados (usted ya me entiende) digo esto último mirando hacia el señor Holzer.

Constantine asiente ante el ofrecimiento de Friederick, casi parece aliviado por no tener que hacerlo en solitario.

Claro, la verdad es que todo esto empieza a ponerme los pelos de punta. Espero que todo resulte ser un malentendido.

Centro los ojos en los del señor Abberline al escucharle preguntar als causas de la muerte del señor de la casa. Mi expresión denota tristeza, pero pronto me pongo de nuevo a trabajar en las heridas del señor Thomas.

-Espero no estar haciéndole demasiado daño-le digo amablemente después de haber limpiado al zona y ver la profundidad de la herida-. Le han hecho una buena herida, señor-le digo aunque sé que él lo sabe, al menos lo siente.

El dolor de la curación no me deja escuchar y observar todo lo que sucede a mi alrededor como me gustaría, sin embargo sí logro entender lo suficiente.

-Gracias doctor, me ha salvado la vida-digo mientras me incorporo y me coloco despacio la vestimenta sobre el vendaje-.Entonces... ¿Sabe cómo murió el señor Vadja?-concluyo casi en un susurro.

-Bueno-digo mientras voy guardando las cosas en mi maletín y dejando a un lado los trozos de gasas que se deben desechar-, el caso es que... no sé la causa-añado con tristeza-. El señor tenía fiebre, tal vez por un golpe de frío... y cuando llegué su cara denotaba un inmenso terror ¿un ataque de pánico? Tal vez, no puedo explicar de otra manera su triste fallecimiento, pero su cara tenía una expresión de pánico casi irreal en una persona-concluyo tsitemente sintiéndome un poco culpable por la muerte de aquel hombre.

Mis ojos enfocan al señor Constantine para ver si ha podido molestarle alguno de los comentarios.

¿En su cama? digo mientras pienso ¿podría estar relacionado con el sueño que tuve hace unas horas? ... tonterías concluyo. ¿Quién se lo encontró en primer lugar? pregunto indagatoriamente.

Y girándome hacia el señorito Vadja. Yo estoy listo, cuando usted quiera nos vamos.

Debemos ir, si. Pero puedo esperar a que el doctor responda a sus inquietudes.

Habia una mezcla de dolor e interes en las palabras de Constantine. Dolor sin duda por la perdida de su padre, pero tambien interes por saber que conclusiones sacaban los cuatro invitados de todo lo ocurrido. Sin embargo opto por no preguntar directamente, y sencillamente aguardo a que el doctor y Frederick terminasen de hablar.

Me coloco la camisa. Las mangas, que als tenía remangadas, las coloco en su sitio y suspiro tristemente.

-Sí, en su cama-añado después de que el señor Constantine me pide que responda a las preguntas de mi compañero-. Yo fui quién lo encontró, de echo em mantuve en su habitación toda la noche...-comento agachando al mirada avergonzado sintiéndome aun culpable por la muerte de ese hombre.

Viendo que no proseguis la conversacion, Constantine le hace un gesto a Frederick y se dispone a salir de la habitacion por la puerta sur, hacia el pasillo.

Boris os mira durante un instante, como si fuese a decir algo, pero finalmente no lo hace, y se dirige al exterior del castillo para recuperar el carruaje.