Partida Rol por web

Estás en un lugar frío. Frío y húmedo.

Tus pies se hunden en lo que parece ser el suelo y la luz de las estrellas y la luz de la luna, están tapadas por unas nubes que no te dejan ver más allá que unos metros.

A lo lejos, todo es oscuridad, aunque puedes vislumbrar cuando el sinuoso horizonte junta la tierra que estás pisando con el oscuro firmamento.

Allí, todo es oscuridad.

Te agachas para ver que es lo que estás pisando y en tus manos, sientes como la arenisca y algunas piedrecitas se resbalan entre tus dedos.

Layla deja caer la arena por entre sus dedos, moviéndolos para que caiga mejor y para notar con mayor claridad su textura.

Bueno... será mejor que me ponga en marcha si no quiero acabar aquí enterrada...

Piensa para sí mientras levanta una pierna e intenta colocarla encima de la superficie de la arena, que cada vez va subiendo más por sus espinillas.

Mientrastanto, no deja de mirar a su alrededor, en busca de algún punto de luz, o de alguna referencia del lugar en el que debe encontrarse... o del camino que hubiera elegido la posible persona que llegara allí antes que ella.

Joder, macho... esto es como una de esas pelis frikis que tanto les gustan a los chicos. Cuando se lo cuente, van a flipar.

Lejos de asustarse por la soledad, parece más segura y confiada que en los días anteriores. Una media sonrisa se dibuja en sus sensuales y tiernos labios cuando su mente vuelve a los recuerdos de las personas que la esperan en casa.

Caminas alejándote del portal, pero aunque miras a un lado y al otro, no logras ver absolutamente nada.

La arena se te mete en las zapatillas a medida que caminas y cada dos por tres te giras para ver si el portal sigue allí.

Por suerte, no se ha movido.

Es ahora cuando necesitarías la visión rara de Edie...

- Ha cruzado al otro lado... la muy gilopollas lo ha hecho sin preguntar... ¡ha cruzado! - Les dije mientras subía por las escaleras para ver mejor que sucedía allí dentro.

Cuando llegué allí arriba y vi el percal montado, además que estaba espoleado por las sirenas de la policia, decidí que teníamos que seguirla.

- ¡Eh! ¡Subid aquí! ¡Ha desaparecido! Ha cruzado por esta especie de puerta y ya no está... - Exclamé mientras me asomaba por la primera planta. - Yo opino que debemos seguirla y pronto, antes de que llegue la policia... alguien tendría que ir a por la otra cría... ¿qué decís? -

Joder, no se ve una mierda...

Piensa, fastidiada y sin dejar de caminar, dejando al portal siempre en la misma dirección, a su espalda, para orientarse mínimamente. Una idea acude a su mente al pensar en la "extraña" visión de Edie, y concentrandose y cerrando su mano derecha, intenta hacer aparecer la espada de energía que había aparecido antes. Quizá así consiguiera ver algo...

Me había quedado medio alelado. No entendía nada. Un tío había entrado no sé dónde, Layla le debía haber seguido y lo siguiente que oía era que ella había cruzado al otro lado. Al otro lado ¿de dónde? Y ¿desparecida? Solo me quedaba una opción, subir y tratar de averiguar algo más.

- Si te refieres a Alejandra está fuera, con un taxi a la puerta para que salgamos zingados de aquí - le digo aún bastante perdido y sin empanarme demasiado bien de lo que estaba ocurriendo.

Layla se ha metido allí y no ha salido todavía.

Con lo independiente que es la chica, seguro que está mirando el otro lado por si sola...

O tal vez se haya encontrado algún problema...

O simplemente, el portal lleva a una dimensión dónde un humano no puede sobrevivir...

O tal vez...

Son tantas posibilidades... aunque sólo hay una forma de saber la verdad...

Te concentras en tu mano y lentamente, esta se va iluminando con un color blanco azulado.

Tras unos segundos, una espada de energía pura aparece en ella, con el largo de casi un metro.

La verdad es que a falta de luz, la energía de la que está formada la espada ilumina un poco, pero sólo apenas un par de metros alrededor tuyo, lo justo para no tropezarte con una piedra o no caer en algún pozo que pueda haber por allí.

Ahora, con la luz, todo lo que esté fuera de ella te resulta borroso, ya que la tienes delante e incide en tus ojos, borrando todo lo que esté fuera del cono de luz que desprende la espada.

Lo único que puedes ver a lo lejos, es el portal, que aún continúa abierto y brillando.

- Puta mierda de los cojones. Es que esta chica nunca aprenderá - digo bastante mosqueado por la actitud de Layla. Nos acaba de dejar con el culo al aire y frente a una difícil situacion. O dejarla al otro lado, sola y a expensas de lo que haya allí o seguirla sin saber siquiera lo que nos espera y arriesgarnos inútilmente sin haber conseguido una puta respuesta de antemano a este lado. Cojo el móvil y llamo a Alejandra. Cuando esta responde, hablo rápidamente -. Alejandra, soy yo, José Luis. Oye, ha surgido un imprevisto. Despide al taxi, pero págale por haber esperado y ven cagando leches al interior de la biblioteca. Layla se ha metido por algún tipo de portal interdimensional o yo que sé, propio de un capítulo de la Zona Crepuscular, y ha desaparecido. El portal sigue aquí, pero no podemos dejarla sola al otro lado, aunque ganas no me faltan - digo para colgar a continuación. Ganas me dan de mandarlo todo a tomar por culo y que el puto conejo que nos ha metido en toda esta mierda me busque en las Chimbambas -. Edie, pilla a Lucy y tráela para aquí, salvo que prefieras quedarte a este lado del portal. Podemos ir todos o que solo cruce uno, pero me da que quien se quede a este lado va a tener que dar demasiadas explicaciones cuando llegue la policía - digo acercándome a la puerta de marras -. Pero primero, peguemos un vistazo - digo antes de meter la cabeza precavidamente por el portal y tratar de averiguar qué es loq ue hay al otro lado y si Layla está a la vista.

Esto es una mierda...

Piensa para sí, intentando en bano ver algo alrededor. Busca huellas o algún que otro indicio de que alguien haya estado allí antes. Incluso dirige la vista al cielo, buscando algo que pueda indicarle dónde está.

¿Hay alguien aquí? ¿Hola?

Finalmente, harta del silencio, alza la voz para oírse a sí misma... quizá alguien la responda... o al menos, si había alguien allí, quizá fuera a buscarla y entonces tendría algo de donde sacar información.

José Luis llama a Alejandra, la cual responde que sí y rápidamente hace lo que el chico le pide.

Acto seguido, entra corriendo al museo para reunirse con los demás.

En ese momento, José Luis mete la cabeza en el portal y atisba lo que sucede al otro lado.

José Luis asoma la cabeza al otro lado y el aire frío y humedo le innunda la nariz.

Sin embargo, a lo lejos puede ver una figura con algo brillante en la mano. Desde su posición le parece que es muy similar a un sable laser que usan en esas peliculas de sci-fi y rápidamente recuerda el poder de Layla, la creación de una espada de energía.

Un ¿Hay alguien aquí? ¿Hola? le llega con algo de eco, pero era la voz de Layla que se movía a lo lejos.

Por la luz que emite la chica, se puede dar cuenta que lo que hay detrás de ese portal es un desierto.

En ese momento, Layla también se gira para mirar el portal y puede ver como una cabeza se asoma por él.

Esto es flipante. Medio cuerpo en la biblioteca y la otra mitad, ¿en un desierto? Ni con ácido se consigue algo igual. Y mírala, a la chica malota, con su espada como si fuera un San Miguel vengativo a punto de ajusticiar a los primogénitos egipcios. Vaya tela. Y gritando, para no variar.

- SÍ. AQUÍÍÍÍÍÍ. LAYLAAAAAAA. ACÉRCATE - espero que me oiga. No me atrevo a pasar del todo no vaya a ser que luego no podamos volver y ¡qué cojones! Me gustaría que me dijera que es lo que ha pasado. Qué es esta mierda de portal y por qué se ha metido aquí.

Es evidente que la muchacha o no me escucha o pasa de mí, de modo que muy a mi pesar, no me queda más que dar el paso definitivo y meterme en esta mierda de paraje desértico. Pero las cosas hay que hacerlas bien o no se hacen, así que mejor decirles a los otros loq ue voya hacer. Después, que cada uno elija su camino.

Vuelvo a asomar la cabeza nuevamente en la biblioteca.

- Edie, Layla, aunque la veo, no me responde. Al otro lado no hay gran cosa, un puto desierto tan solo, pero la chiquita se ha sacado una espada de energía y va dando vueltas de un lado a otro. En fin, que no voy a dejarla sola. Vosotros, haced lo que creáis más oportuno. Nos vemos - le digo guiñando un ojo. Tras eso, memeto definitivamente en el otro lado, atravesando la puerta hacia la dimensión desconocida.

Layla escucha el berrido de Jose Luis, y aunque en la oscuridad no pueda verse, hace rodar sus ojos, poniéndolos en blanco y soltando un suspiro. ¿Es que siempre tenía que llevar niñera fuera donde fuera?

¿Acercarme? Sí... corriendo...

Piensa para sí misma sin detenerse.

Vuelve a cuidar de los otros, no necesito niñeras.

Espeta, malhumorada, mientras sigue buscando una pista de quien haya podido traspasar el portal.

La niña es especialista en lo suyo, de eso no me cabe duda. Una tocacojones de primera.

- Mira Layla, deja de tocar los cojones. Y vamos a provechar que estamos los dos solos para hablar un par de minutos claramente. Primero, si necesitaras niñera, contrataría una y desde luego no me preocuparía de ser yo quien anduviera detrás de ti. Dos, si tanto te preocupa la seguridad de los demás, no sé qué carajo haces aquí dejándoles atrás. Tres, los enemigos no somos nosotros. Los malos son otros y están por ahí.

Dudo siquiera que me escuche, y seguro que cuando abra la boca en vez de mantener un diálogo mínimamente civilizado probablemente vuelva a su estrategia preferida, el ataque.

- Las sirenas están sonando. En breve llegará la poli o los bomberos o las ambulancias o todos juntos. Así que tan solo tenemos dos oportunidades. O pasamos todos a este lado o nos largamos todos a donde sea pero lejos de aquí. Hay que tomar una decisión rápida, así que en tus manos la dejo. Además, no sé cuánto tiempo aguantará abierto este... ¿portal? Layla, ¿de dónde ha salido?

Layla, todavía desde la lejanía, se da la vuelta, visiblemente cabreada y molesta.

¿Y yo qué cojones sé de donde ha salido? Es lo que intento hacer aquí. ¿Decisión rápida? Es lo que hice. Hay cosas que hacer en aquel lado y vosotros ya os las apañáis bien sin mí, así que no veo qué problema hay en que intente averiguar qué coño es esto y quién lo ha usado o para qué.

Si tanta prisa tienes, déjate de charlitas y piensa un poco.

Joder, mucho querer ser líder y luego no pensamos con la cabeza... mierda... -Vuelve a girarse, dando media vuelta y murmurando por lo bajo, intentando, de nuevo, concentrarse para ver si hay alguien allí.

Me callo, no tiene sentido decir nada. Es imposible comunicarse con ella. Siquiera dudo que me entienda.

- Voy a hacer una prueba. Intentaré llamarte desde el otro lado. Si este lugar está en nuestro mundo, tu móvil debería de sonar. Estate atenta.

Dicho lo cual y sin mayores esperanzas, me retiro al otro lado del portal para llamarla.

Entro de nuevo en la biblioteca. Miro a Edie con cara de circunstancias. Supongo que entenderá mi gesto sabiendo que quien está al otro lado es Layla.

- Imposible que esa chica y yo nos entendamos - le digo encongiéndome de hombros -. Veamos si esto funciona - digo sacando el móvil y llamando a Layla. Si la conexión es operativa, me quedaré a este lado y nos iremos a donde sea. Si no funciona... Veremos qué ocurre.