Partida Rol por web

Me acerqué al mostrador al ver aquello, al notar la fisonomía del dueño de la tienda sonreí para mis adentros y me acerqué un poco más confiado hasta que vi al otro entrenador.

Observé a sus pokémons, sobretodo al Ditto que fue el que primero se acercó.

Note a los otros pokémons y a su entrenador, el cual se acerco para elogiar el cuidado de Serena y ofrecerme la mano.

Miré su mano y me quedé quieto para luego mirar sus ojos y aceptar el saludo, aunque fue algo rápido.

-Si, es de ella- le respondí - se llama Serena- comenté al paso mientras me acercaba al mostrador.

-Me gustaría comprar un mapa de la región si no es molestia-

Kaoru se giró hacia Serena y con cuidado estiró su mano hacia ella, para que le reconociera y luego le acarició la cabeza lentamente. Ha sido un placer, Serena. Le sonrió luego de incorporarse. Nos vamos Le habló a sus pokémon. Aún tenemos cosas que hacer. Antes de salir del lugar se despidió y cruzó la puerta hacia el exterior.

Una vez del lado de afuera, revoleó los ojos. Le molestaban las personas que no eran corteses, agradables y educadas. Al menos su Espeon estaba bien cuidado. Se encogió de hombros, sabiendo que nada podía hacerse. Miró a sus pokémon. ¿Van a caminar el resto del viaje o van a volver a sus pokeballs? Con el mapa guardado en su mochila, debía buscar donde pasar la noche, al menos hasta que decidiera hacia donde continuaría su viaje. Se dirigió hacia el Hostal, con tantos viajeros llegando al mismo tiempo a la región, debía apresurarse por conseguir una habitación o no tendría donde pasar la noche.

Te costó poco ubicar la tienda,  bastante sencilla en cuanto a estructura (realmente parecía la habitación de una casa adaptada para el asunto). Esta rebosaba de víveres por fuera en cestos, y por dentro tenía paredes forradas de todo tipo de cereales y paquetes listos para el viaje. Aquí se notaba que sabían que siendo el puerto de partida, podían tener un buen negocio aprovisionando a los viajeros, sin duda. Fuera, también, había una parrilla grande apagada por lo temprano de la hora, probablemente para asar cosas y tentar a los viajeros con el aroma. Dentro, se veían paquetes de carne salada y conservada para usarse como raciones de viaje junto a los distintos cereales.

Serena ladeó la cabeza cuando el chico se fue, extrañada aunque contenta.

El cartógrafo te asintió mostrándote un mapa hecho en cuero de buena calidad, estaba muy detallado y trabajado aunque la letra era algo desprolija. En él podías ver toda la isla que componía la región, con zonas verdes y cadenas montañosas bien ilustradas. Al ser de ese material aparte de poder doblarse y guardarse como uno quisiera, no iba a arruinarse con el agua o alguna otra minucia, era bastante práctico.

-¿E-este te sirve? Tiene un valor de 500 pokeyenes.

Los tres parecieron mas predispuestos a caminar...bueno, 2, Hitch era mas partidario como siempre de viajar en alguien. Este había recuperado su aspecto amorfo al salir de la tienda y cuando te volteaste de vuelta a hablarles tenías 2 Raichu, aunque con tanto tiempo junto a él, aunque estuviera transformado de forma completa podías reconocer cual era quien a simple vista. Quizá quisiera caminar un poco por su cuenta. Todos te miraban impacientes, esperando que fijaras rumbo.

Acarició la cabeza de los tres, riendo. Hitch le levantaba el ánimo con esos juegos y la compañía de sus amigos era muy agradable. Muy bien, primero vayamos a asegurarnos un lugar donde dormir y después... ¿Que les parece si les preparo algo de comer? Ya habrá tiempo de pasar por el Centro Pokémon para llamar a casa. Les sonrió a los tres, estiró bien las piernas y se dirigió al Hostal.

-Si, esta perfecto, de casualidad tienen donde llevarlo?- estaba pensando en un guarda rollos pero al no ver demasiada tecnología en este lugar no sabía que esperar, tal ves alguna forja de cuero- los haces tu no? Se nota que tienes talento- comenté con una sonrisa.

Miro la tienda, era bastante parecida a la que había entrado el primer día para comprar el mapa, pero bueno en aquel pueblo casi todas las casas eran muy similares, hasta la posada con lo grande que parecía ser por dentro vista desde fuera no destacaba más que por otra casa más algo más grande pero no en exceso...

Entro y compro las provisiones para el viaje y una vez estan todas dentro de mi mochila la vuelvo a poner en mi espalda dispuesto a salir del pueblo a explorar aquella nueva region... 

Una sombra muy grande te tapó el sol cuando Hitch tomó la forma de un Snorlax al mencionar comida, dando a entender que tenía mucho apetito. Como era de esperar, algunas personas miraron curiosas. Ángel y Magnus tuvieron, como siempre, una respuesta menos exagerada que lo que podía hacer tu Ditto con su habilidad particular. Tras unos momentos se encogió en su forma de masa rosa y se las ingenió para caer sobre tu cabeza, dándote una ya conocida sensación de que acababa de caerte un moco sobre la misma, para dejar que comenzara la marcha hacia el hostal.

Entraste a la gran casa que tenia el cartel del establecimiento como identificación, aunque humilde como las demás. El interior a primera vista, te transmitió una sensación confortable, de confianza. Sin demora para los cansados viajeros, una escalera subía al segundo piso lleno de habitaciones con seguridad.

La recepción era totalmente hecha de madera y con algún que otro tapiz sencillo de adorno, que ilustraba de forma tribal a algunos pokemon, todos normales. Zangoose, Furret, Spinda eran los que veías. Una mujer joven estaba detrás de un mostrador, y en la pared tras el mismo había algunos amuletos de papel con oraciones a Arceus. Un umbral conectaba la recepción con un comedor no muy amplio, del que escapaba el aroma a comida recién hecha.

-¿En que puedo ayudarte? -La mujer se veía severa en su semblante, pero no intimidante. Llevaba un vestido largo de color rojo pálido con un delantal de rojo mas fuerte, y una gargantilla negra y lisa de adorno. Su cabello era negro, a los hombros aproximadamente, y estaba algo recogido por un pañuelo rosa.

El muchacho asintió rápida y enérgicamente.

-Si, si. A-aquí todos tenemos nuestra función, en el pueblo digo. Los que tenemos tiendas. Para ganarnos la vida y entretenernos -parpadeo en su modo particular notando que estaba diciendo cosas obvias- Ehhh...guardar...casi todo el mundo se los lleva como vienen, pero si tengo un par de estuches para mapas, de cuero duro, madera y bambú respectivamente. Cualquiera de ellos vale 100.

-Entiendo- dije sonriendo - este mapa tiene también las ubicaciones de los negocios?- dije mientras lo observaba- me llevaré el de bambú, creo que será el mejor para viajar, por cierto tienes alguna información sobre el Valle de los Héroes?-

Mantuvo la vista en el decorado del lugar, las oraciones a Arceus y los tapices, todo lo resultaba encantador y, de cierto modo, mágico. Aquel parecía un lugar cómodo y conforable. Apoyó los brazos en el mostrador y saludó a la encargada.

¡Buenos días! Quisiera una habitación para pasar una o dos noches, acabo de llegar a la región y antes de salir del pueblo me gustaría poder conocerlo bien. ¿Alguna recomendación para un turista? Le sonrió y bajó la vista para mirar a Magnus. También, ¿Podré usar su cocina? Prefiero preparar yo mismo la comida para mis pokémon.

-Hmmm, a grandes rasgos, que la subida es horrible, muy frío...muy frío -tembló ligeramente de forma inconsciente, y se resguardó mejor en su capucha peluda. En general, ahora mismo reparabas en que no hacía tanto frío como para usar una así de cargada. Mientras tomabas nota de esto, fue a un lado y al otro buscando algo, y finalmente se acuclilló un momento tomando de debajo del mostrador un estuche cilíndrico de bambú, pequeño y práctico.

-¿Que cosa quieres saber específicamente?

-Que puedo encontrarme allí, como verás soy nuevo y me recomendaron ese lugar para visitar, esta región esta llena de historias y misterios y me gustaría saber acerca de ellos, además me gustaría ver como son los Eevees de este lugar- dije tomando el estuche y guardando el mapa en su interior.