Partida Rol por web

-...estás maldito.

Cuando giraste a ver, encontraste una chica ligeramente mas baja que tu, de cabello castaño moderadamente largo y algo ondulado, y ojos almendrados. Lucía una camisa totalmente sin mangas de color blanco y cuello alto con algo de encaje a la altura de la cintura, para luego continuar entera hasta medio muslo. Aunque inicialmente parecía que esto solo le cubría, captaste el comienzo de un pantalón corto bajo esto. En la cintura llevaba casi a modo de fajín poco habitual un trozo de tela amarilla, casi marrón claro, con tonos café  y dos tiras largas de color blanco saliendo, una en cada costado. Llevaba un brazal de cuero sencillo  en ambos brazos, y en el izquierdo además un pañuelo rojo atado convenientemente. Por lo demás, llevaba medias altas de color oscuro, botas de cuero bien aferradas a sus pies, y una mochila de cuero en su espalda de tamaño mediano, con pocas cosas aparentemente porque estaba muy poco abultada.

Su mirada era inexpresiva, no veías ninguna emoción aparente, y su tono era rígido y funcional, como una alarma indicando la hora. Parpadeaba de forma muy espaciada, y en general estaba inmóvil, aunque de cuerpo relajado, frente a ti. En general era una chica bonita, de pecho normal y expresión neutral, pero no tenías como explicar el percibir alguna clase de aire antiguo en ella. Quizá fuese el conjunto de voz, expresión y mirada. Pero fuera de esto, parecía de tu edad aproximadamente y al menos no de vestimenta anacrónica o extremadamente extraña como habías visto en Pueblo Amanecer. Quizá fuese una viajera, porque al menos del pueblo no parecía.

"Esta mujer..." Su nivel de alerta desapareció cuando descubrió el final de la oración. No había nadie que lo conociera aquí. Sin embargo aquella despertaba una curiosidad extraña. -¿Quien eres tu?.- Sus ojos mostraron una amplia calma nuevamente "Estas maldito." Que un completo desconocido te pare en medio de la calle para decirte algo ya es extraño, pero que sean justamente para decir esas palabras lo era aun mas. Había gente extraña en el mundo, y Yuki no podía decir que el fuera el mas normal de todos, pero ciertamente esa chica estaba un nivel por encima de el en ese asunto. Sin embargo los locos siempre esconden algo de verdad, algo que no mucha gente puede ver puesto que no le prestan atención. ¿Que quería decir esa mujer con estas palabras? ¿Cual era su objetivo al decirlas?

-¿Que quieres decir con eso?.- Cada causa tiene su consecuencia, entonces, ¿Cual fue la causa de este evento? ¿Que es lo que vio? Si despertar su curiosidad era su objetivo, entonces lo había cumplido.

-Yo... -se calló un momento, como pensándose la respuesta. O mas bien, como si no se la hiciesen a menudo.- Recibí el nombre de Din.

Hizo una leve referencia de forma bastante estática, casi sin movimiento. Parecía bastante rígida en sus modos, especialmente y comparándola con la dependienta de recién...o en general, con cualquier persona que pasaba por la calle, ignorando tu presencia y la de ella.

-Me disculpo por decirlo tan repentinamente, pero creí que te gustaría saberlo. Aún y con eso, parece que te conservas cuerdo y vital, por ahora al menos. Una maldición...un deseo maligno nacido del odio de parte de alguien que consiguió hacer esto una realidad. O que por si mismo tenía la capacidad para lograrlo.

-Soy Makoto Yuki.- Respondió rápidamente a la reverencia con otra "Aunque parece tener algún problema motriz por su falta de movimiento, esta mujer parece mucho mas madura que la chica de rosa. ¿Por que no apareció ella primero? Bueno, aunque no parece de este lugar así que dudo que tenga información. Pero ¿Aun me conservo cuerdo y vital?" Yuki se quedo analizando sus palabras, tratando de conectar puntos de datos que tenia en su mente. "La única cosa que podría ser capaz de alterar mi cordura o vitalidad es la falta de sueño, provocada por las constantes pesadillas." Entonces se dio cuenta de algo, quizá aquella mujer se refería a sus pesadillas como una maldición "Tengo pesadillas desde que llegue a Arcadia. Esta mujer ¿Sabrá algo acerca de ello? Pero entonces ¿Como lo noto solo con verme? ¿Acaso el cansancio comienza a notarse en mi rostro?..No, dice que aun me conservo vital...Quizá me equivoque y solo este creando conclusiones basado en una coincidencia...pero..."

Una mirada mucho mas determinada a saber mas apareció en los ojos grises de Yuki -¿Te refieres a mis pesadillas? ¿Que tanto sabes acerca de esto? ¿Como te diste cuenta a simple vista?.- Las preguntas tenían un tono de voz imperativo, parecía que demandaban ser contestadas.

-Siento su peso, incluso aunque no esté sobre mi. Irradias mucha energía negativa, es obvio que algo está buscando devorar tu vida lentamente. Para mi, es tan normal como para ti lo es respirar. -habló de forma objetiva e inexpresiva, era tan directa en contestar como tu en hacer preguntas- Makoto...

Su tono cambió levemente a algo...¿pensativo? ¿triste? Aunque su expresión así no lo demostró, algo había.

-Ah...un maldición de sueño debe ser una horrible experiencia cada vez que cierras los ojos por el cansancio. Terminará matándote lenta y cruelmente si no haces algo pronto.

Lo último lo informó en el mismo tono neutro que casi todo lo demás.

"Hmm ¿Mi apellido le recordó algo?" A pesar de que Yuki no podía creer del todo las palabras de la mujer, no podía evitar pensar en que pasaría si lo que decía era verdad. "¿Me esta diciendo que es capaz de ver la energía de las personas? ¿Y que algo quiere matarme lentamente? No entiendo porque me pasaría eso..." Fue entonces cuando recordó una de sus primeras pesadillas, aquella cosa que apareció para arrastrarlo hacia el fondo del agua, aquel horrible rostro gritando justo delante de el. Su rostro cambio, ahora parecía creer un poco en las palabras de Din.

-Me dirás entonces, ¿Que es lo que puedo hacer?.- La mujer le había dicho todo esto de la nada, así que solo quedaba llegar hasta el fondo de la información que ella podía darle.

-Encontrar la fuerte. Dudo que él o ella te haya maldicho solamente por casualidad. Usualmente, cuando uno tiene un rencor tan grande como para consumir, quiere dejar claro el porque. Dices que tienes pesadillas. ¿No hay mensajes en ellas?...

No le veías parpadear siquiera. Los ojos grandes y calmos como un estanque vacío de peces y vida te miraban atentamente, como un par de espejos inmóviles que reflejaban vida.

-¿Puedes ver lo que estoy diciendo?

Sus ojos giraron hacia arriba, mientras intentaba recordar después de la pregunta que había hecho la mujer -Esa cosa...me llevo hacia el fondo de un cuerpo de agua...¿Quizá un lago? Me pedía ayuda y me preguntaba porque, pero no entendia. En mis pesadillas estoy atrapado en el fondo de ese lugar, ahogándome constantemente mientras pasa el tiempo, sin poder escapar hacia la superficie. También escuche una campana...-

Sin ningún tipo de razón Yuki termino contándole sus pesadillas a una completa desconocida "Llegar a la fuente... ¿Sera que mis pesadillas son el lugar donde tengo que ir? Que yo recuerde en el mapa no había muchos cuerpos de agua en la región, y había un lago marcado...¿Sera allí?" -Pero, aunque llegue a la fuente como dices tu ¿Que se supone que tengo que hacer en ese lugar?.-

Era cierto que tarde o temprano las pesadillas terminarían drenando su vitalidad, la falta de descanso podría con el mientras mas tiempo pasara. Si había una forma de solucionarlo, tenia que intentarlo, después de todo tampoco le apetecía morir. ¿Pero que era todo esto? Una completa extraña le decía que algo con un gran rencor lo había maldecido, y que tenia que ir a cierto lugar. ¿Que pasaría cuando llegara allí? ¿Que era exactamente lo que lo estaba llamando? ¿Y por que? Necesitaba averiguar la historia detrás de todo este misterio.

-Me temo que no puedo leer eso...aunque, quizá pueda averiguarlo. -el cabello de la figura inmóvil fue agitado por el viento- Pero, es obvio que se trata de un ahogado. No puedo comprender la sensación de ahogo, lamentablemente. No se que puedas hacer, pero al menos tienes una pista un poco mas clara ahora. Espero haber sido de utilidad.

Guardó silencio un momento y preguntó directamente.

-¿Puedo ir contigo? No puedo remover lo que te sucede, pero puedo darte noches sin sueño.

Primero parecía que la mujer ya se estaba despidiendo, pero repentinamente pregunto si podía acompañar a Yuki. Aunque fuera una sorpresa que ella quisiera hacerlo el no era de los que se mostraran sorprendidos por cualquier cosa. Inmediatamente pensó en las ventajas y desventajas de aceptar tal propuesta. Primero en principal esta mujer parecía saber mucho mas de el sobre las maldiciones, y si de verdad pudo notar lo que le pasaba tan solo con estar cerca quizá ella pueda ver cosas en el camino que el no. Ademas, ¿A que se refería con eso de noches sin sueño? Por otro lado no conocía de nada a esta mujer, era extraña y tampoco conocía que objetivo tenia en mente con acompañarlo.

-Realmente parece que me serias de ayuda en el viaje, pero ¿Por que quieres acompañarme? Acabas de conocerme y mi situación no parece que te afecte de alguna forma, no deberías sentirte obligada a nada.-

-Te pareces mucho a alguien...pero parece que eres distinto en mucho. No tengo un sitio en el mundo, así que tampoco tengo nada que hacer o un sitio al que pertenecer. Viajar contigo o permanecer vagando sin rumbo son cosas que no me afectan. Y, me gustaría ver a donde van los pasos de una persona en tu posición.

Sonaba como hasta ahora, hueca en cuanto a emoción. Pero sus palabras definitivamente no lo estaban. Al menos, no parecía que fuese a ser una molestia o a preguntarte sobre tu pasado u otras cosas que era mejor que dejaras olvidadas, y cual fuera que fuese su don, estaría cerca. Aunque con cada pregunta que respondía, te surgían nuevas, y no parecía que ese ciclo fuese a terminar pronto, a pesar de lo clara que era con sus intenciones o comunicados.

Pasaron unos segundos en los que Yuki miro a Din en completo silencio. Por la naturaleza de la mujer, seguramente ni siquiera se inmutaría ante esto. Pero finalmente el hablo -Si eso es lo que quieres, entonces puedes venir.- "Inesperado desenlace de eventos sin duda, pero parece que lo raro e inesperado es bastante común desde que llegue." -Ahora mismo estoy buscando un lugar donde quedarme, así que puedes decidir si seguirme o no.- Finalmente Yuki parecía dispuesto a seguir con lo que estaba haciendo antes, ahora sumándose la compañía de una mujer. ¿Como terminaría todo esto? Definitivamente cada día parecía tener una sorpresa escondida en el. El incidente en el bosque, la aparición de Zapdos, sus pesadillas, ahora Din.

Se preguntaba que era lo siguiente que iba a pasar, pero antes de todo, necesitaba un baño. -¿Te gustan los dulces?.-

Tras tus últimas palabras, quieto al menos, continuaste avanzando mirando comercios, había unos cuantos alojamientos de distintas calidades: hostals minimalistas, posadas a la antigua, un hotel que se veía lujoso...No escuchabas pasos detrás de ti, pero, cuando habló supiste que te estaba siguiendo.

-¿Dulce? -sus ojos por primera vez reflejaron algo...cierta inquietud, o mas bien, curiosidad, claramente le estabas preguntando un tema desconocido, lo cual como debe ser, te resultó insólito junto con sus siguientes palabras.

-Las cosas dulces son las que tienen alguna clase de azúcar...en ese caso no he probado nunca nada de eso. ¿Porque?

-Bien.- Tras decir esto tomo el postre gratis que le habían dado con el paquete de viajero en la tienda y se lo entrego -Puedes probar esos, yo no los quiero.- "Si me hubiesen dado una muestra gratis de atún..." Y finalmente se decidió por ir a una de las posadas, puesto que a pesar de que aquel hotel lujoso se mostraba tentador esto era lo mejor para su bolsillo en este momento. "Realmente necesito ganar algo de dinero, lo único que hago es gastar." Se preguntaba ahora que debía hacer con la chica. ¿Acaso tenia que rentar una habitación aparte para ella también? ¿O una con dos camas? ¿Que grado de privacidad requería una mujer tan peculiar como ella? ¿Acaso dormía? ¿Que era ella exactamente? Esas preguntas ya iban mas allá de esta situación, no era el momento.

-Tu..¿Quieres una habitación aparte o cual es tu plan?.- Después de todo necesitaba saberlo para saber que iba a pedir.

Din recibió el paquete y miró confusa su contenido tras abrir la bolsa, como si acabara de recibir algo hecho de material desconocido en el mundo.

-Uh... -mientras te dirigías a la posada (llamada "La estancia Carbink") la chica te seguía con su paso inaudible. No parecía esforzarse en caminar sin levantar sonido realmente, parecía que naturalmente era de andar ligero. Durante la mitad del camino pareció observar el dulce, y cuando volviste a oír el sonido del papel moviéndose, identificaste que había extraído el postre.

Cuando volteaste a hablarle, viste que estaba con un trozo de tarta de frambuesas a medio terminar. Lo consumía con mordiscos pequeños y delicados, sorprendiéndose en cada bocado. Te miró aún con esta expresión en medio, pero no infirió en el tono neutro de su respuesta.

-Si es tu idea no sufrir pesadillas, debería estar cerca ti.

"Carbink, realmente están por todos lados en este pueblo." La contestación de la chica fue simple, aunque no contestaba todas sus dudas. ¿Que debía hacer? Era extraño el tener a una desconocida en su misma habitación, ademas ella era mujer. ¿Y si pensaban que eran pareja o algo así? Sacudió su cabeza. Esta mujer no era normal, su situación no era normal, y lo que pensaran los demás no le importaba. "Supongo que una habitación con dos camas estará bien." Parecía que a la mujer le había gustado el dulce, aunque aun no sabia que podía hacer ella para detener sus pesadillas, supuso que solo podía seguir la corriente.

Finalmente continuo hacia la posada para entrar en ella. Ya sabia lo que iba a pedir y no pensaba dar mas explicaciones de las necesarias.

Con todo y lo extraño que era entrar en una edificación de diamante, entraste a un ambiente animado y afable. La posada era de dos pisos, alfombrada de rojo oscuro y con una gran actividad en los sillones de la estancia, donde había unos cuantos inquilinos relajándose de distintas formas: leyendo, con pokemon pequeños, bebiendo algo, o solo descansando en general. Toda la sección este del lugar estaba ocupada por un restaurante pequeño por decirlo así, en realidad era una barra que delimitaba la cocina y tenía asientos, y contaba con mesas varias mas allá de esto, que por supuesto tenían ocupantes. Por lo general el lugar era bullicioso, pero no al punto de ser fastidioso.

En la recepción te informaron precios, era bastante lo estándar y el lugar se veía cómodo, aparentemente ahí al menos no les interesaba ganar partido por el tema de la construcción del lugar. Una habitación con dos camas debería costar 250 con desayuno incluido en la mañana. Para ese entonces, Din había terminado el pastel, y con su movimiento casi inexistente, descartó en una papelera en envoltorio, y volvía a su modo usual, esperando que terminaras tus asuntos sin participar.

Afortunadamente, los siguientes días pasaron de forma tranquila sin sorpresas desagradables o súbitas como esa primera noche. La marcha se ralentizó un poco de vez en cuando gracias a que Flare salía disparada cuando algo mas grande que ella atacaba y luego había que encontrarla. Serena se comportó excelente como siempre, Sakura y Shiva pelearon entre ellas como hermanas menores pero sin que llegase a ser un problema, y Vagabond se mostró particularmente arisco con Umi. Este último parecía no inmutarse mostrándose sociable igualmente, e eventualmente le ganó por cansancio al Umbreon, que dejó su empeño por intimidarlo pasando a tener una relación neutral de su parte.

Por tu lado, tuviste que racionar a Eru, porque el fácil hubiese acabado con la comida en mitad del viaje. Aparte de esto, las molestias de viajar en un bosque aunque no fueron un reto real, tenían resultados molestos típicos de los pokemon bicho y hierba que eran lo mas abundante como es lógico: envenenamientos y esporas paralizantes. Mayoritariamente el receptor de todo esto fue Vagabond, que era el primero en saltar delante aunque fuese especialmente vulnerable a los bichos. Incluso tu te viste afectado en un punto del trayecto cuando un grupo de Venomoth roció una cortina de polvo venenoso encima de todo tu equipo e inevitablemente inhalaste un poco. Por fortuna, Eru contaba con antídotos y no paso a mas de sentirte mal por la mitad del día mientras tu metabolismo se recuperaba.

Cuando por fin tocaste el linde del bosque, soltaste un suspiro de alivio, pues tus provisiones estaban agotadas hace un día, además que dentro de todo, acampar una semana en el bosque te hacía sentirte sucio ya, con ganas de una ducha y probar comida "real". A lo lejos veías algunas estructuras claras y brillantes...tenías la certeza de que estabas en el camino correcto, ¿sería ese el pueblo del Mago? Te quedaba un buen rato de caminata por la llanura que se abría ante ti ahora, pero al menos por fin sin estar rodeado de árboles y bichos. El huevo que cuidabas no había presentado cambios, pero ahora era bastante mas pesado y te parecía que de vez en cuando, se movía un poco.

Cansado, fastidiado y sucio me cubrí los ojos del sol para poder apreciar el camino que desembocaba al pueblo, esperaba que este fuera al menos igual de "moderno" que Pueblo Amanecer.

A pesar de que Vagabond de mandaba en primera fila frente a todos los peligros, procuré que Flare mientras no estaba tratando de conseguir la habilidad vuelo, se encargara de los bichos, para que al menos pudiera fortalecerse.

Dejé hacer a todos los demás ya que era un viaje y sabía que todos estarían especialmente curiosos y se estaban adaptando a hacer cosas que muy pocas veces hacíamos, como acampar.

-Algo me dice que vamos a tener que atrapar otros pokémons al menos para hacer este viaje más ameno- miré de reojo a Eru- seguramente tienes hambre, mucho más que yo, así que procuremos apresurarnos en llegar al pueblo- tras decir esto comencé a avanzar rápidamente por aquel camino.

-Mejor doma un poco mas a ese Umbreon loco -se quejó- se hizo mucho daño por no dejar a nadie mas adelante.

Claro, no mencionó por supuesto que tuvieron que correr durante al menos una hora por su brillante idea de robar miel de un particularmente GRANDE panel de Combee. Estos por si solos se veían mansos e inofensivos, pero siendo un enjambre de aguijones punzantes enfurecido comandado por una reina aún mas colérica, por mucho perdían esta aura apacible. Pero, al menos había rescatado un par de frascos de miel, cuanto menos, y muy buena en cuanto a sabor al ser puramente recogida desde el panal.

El trecho se veía despejado, y afortunadamente no presentó problemas tampoco. Aunque conforme te acercabas, comenzabas a dudar de tus sentidos. Las estructuras eran brillantes porque reflejaban la luz del sol, pero de forma exageradamente deslumbrante, al punto de que debías entrecerrar los párpados de cuando en cuando para proteger tus ojos: Todo el pueblo, parecía estar hecho de cristal...no, de algo mas que eso, algo mas extraño y refinado. No presentaba ninguna impureza, ni grieta alguna a pesar de existir hace quien sabe cuanto tiempo: tras poner estos puntos sobre la balanza, llegaste a una conclusión que realmente te parecía irreal. El pueblo entero estaba hecho de diamante, incluso el muro que rodeaba el perímetro del mismo, sus calles, y sus casas.