Se levanta un nuevo día en Cunia. El calor sofocante se hace sentir desde las primeras horas de la mañana y castiga sin piedad a todo aquel que no cuenta con la protección de un aparato de aire acondicionado a toda potencia.
Este nuevo día comienza con un cometido en mente: el caso Cortez.
Utilizaremos esta escena para que ambos me narréis vuestro inicio del día y servirá para continuar cuando os reunáis a investigar el caso Cortez.
Hasta que os encontréis, postead como Sólo al Director.
Cuéntame como arrancas el día y qué haces. Acuérdate de tu rutina matinal y la obligatoria tirada diaria.
Si tienes dudas o preguntas, soy todo ojos.
Cuéntame como arrancas el día y qué haces. Acuérdate que te despiertas al lado de tu conquista de ayer noche, con la cama completamente revuelta y un olor a sexo impregnando las paredes de tu dormitorio.
Si tienes dudas o preguntas, soy todo ojos.
Me levanto pronto, me gusta madrugar, pero no salgo de la cama inmediatamente. Me vuelvo hacia mi hermosa acompañante, y comienzo a acariciarla. No voy a volver a verla, así que un polvo de despedida me parece una buena idea.
Mas tarde me levanto, me ducho y me hago un café. Dejando algo en la cafetera para ella, ¿porque no ser amable? Si surge le aseguro que la llamare, incluso me apunto su número de teléfono, y le doy el mió. No quiero que me llame, pero peor seria que se presentase en mi piso ¿verdad?
Dinero para un taxi.
Tengo una cita y no me da tiempo a acercarte cariño.
Y una vez desaparece del piso llamo a Conrad por móvil.
Buenos días, ¿Dónde te recojo?
O dios, ¿eres un mutante? porque si eres todo ojos... XD
Je, je, ninguna duda jefe.
Acepta el café con gusto y te pide permiso para darse una ducha. Te sientes bien al verla recorrer tu casa con una camisa tuya puesta. Esta vez el efecto del alcohol no te ha guardado ninguna sorpresa desagradable al despertar. De hecho, a penas tomaste un par de copas y el intenso ejercicio nocturno habrá disipado el resto, entre sudores y demás fluidos.
Una hora después, cuando te estás despidiendo de ella, por un momento sientes que se ruboriza y una sensación de desánimo y decepción cruza su rostro, al ver que sacas dinero de la cartera. En cuanto le aclaras que es para pagarle el taxi, sonríe y lo rechaza suavemente.
- No hace falta, cariño. Sé apañármelas. - Te guiña un ojo como despedida y se la traga el ascensor.
Suena el móvil, es Eduardo. En cuanto descuelgas oyes su voz.
- Buenos días, ¿Dónde te recojo?
Nárrame tu despertar y demás (tampoco hace falta que escribas una novela, si no tienes tiempo para alargarte, no te apures). Cuando estés listo, puedes escribir otro post, añadiendo a Eduardo y donde le respondas a su pregunta.
Llamas a Conrad. En cuanto descuelga, le sueltas:
- Buenos días, ¿Dónde te recojo?
Esperemos su respuesta.
El sonido del teléfono me sobresalta. No recordaba estar tan cansado anoche cuando me fuí a dormir. Sin duda, ayer fue un día largo y duro. - Buenos días Eduardo. Nos encontramos en el puerto mismo si te parece de aquí unos 40 minutos. Hay un amplio aparcamiento para los trabajadores y suele haber sito... para serte sincero me acabas de despertar de lo que parecía un profundo trance. Lo siento.. - confieso con una sonrisa mientras me quito las legañas de los ojos.
Mientras hablo con Eduardo por teléfono, preparo mis piedras y un té para mi ritual matutino. Hoy me vendrá bien que las energías fluyan correctas para afrontar lo que puede ser otro día agotador.
En cuanto cuelgue la llamada de Eduardo, haré la tirada de geomancia.
Perdón por el retraso en el posteo.
De acuerdo. respondo a Conrad y antes de colgar añado. En 40 minutos.
No bien cuelgo el telefono, salgo de casa, cojo el coche y me dirijo hacia el puerto. Con varias horas de capacidad en la grabadora, decido conectarla de nuevo antes de bajar del coche.
Doy un par de vueltas al lugar, tratando de hacerme una idea de a que se dedica el señor Cortez, y tratando de escuchar cualquier conversacion que me de una idea sobre que piensan sus trabajadores.
- Perfecto. Nos vemos allí. Hasta ahora Eduardo. - respondo. Tras colgar, exhalo un largo suspiro... va a ser otro día muy duro y caluroso. No hay tiempo que perder.
Motivo: Geomancia
Dificultad: 22
Tirada base: [7], 3, 8
Resultado: 18, Éxito
Tras hacer mis ejercicios matutinos y desayunar, me visto y pongo rumbo a los muelles, donde me espera Eduardo.
Llegas al barrio del puerto de Cunia. Es un barrio agotado, sucio. Las calles y fachadas ofrecen un aire decadente. Paredes desconchadas que claman inútilmente por una mano de pintura, calles ensombrecidas por la basura de sus esquinas y las expresiones sombrías de las gentes que las transitan. Entre estas gentes, hay rasgos que provienen de todo el mundo. En una misma acera encuentras sud-americanos, indúes, orientales, árabes y eslavos. Sólo una cosa podría unir a toda esta gente: el trabajo en el puerto.
Llegas a los muelles. Estibadores y trabajadores de diferente pelaje se mueven arriba y abajo. Algunos atareados, otros acabando su jornada visiblemente cansados, otros acarrean otro tipo de cansancio, el que se trae sobre los párpados cuando acabas de despertar. El trabajo en los muelles es continuo. En la línea del puerto de mercancías, cada cuatrocientos metros hay una estación de carga y descarga. Con sus grúas, su plataforma para vehículo rodado y su elevada caja de oficinas.
Cuando Conrad llega al puerto da un rodeo con el coche por el muelle antes de aparcar y localiza a Eduardo, que ya había llegado al lugar y deambula por la zona.
Conrad aparca cerca de donde ha encontrado a su compañero. Os encontráis.
Las primeras miradas que os intercambiáis son las que puedan tener dos tipos muy diferentes que el destino se ha encaprichado a meter en el mismo ascensor.
Tirada oculta
Motivo: Descubrir de C. Orench
Dificultad: 18
Tirada base: [9], 2, 1
Modificador: +3
Resultado: 15, Éxito
Perdonad el retraso.
Levanto la mano a modo de saludo y espero a que Conrad llegue a donde estoy antes de hablar con el.
Buenos dias. ¿Vamos?
Ningun problema.
- Buenos días Eduardo. Sí, cuando quieras. La oficina está por allí - digo señalando con un dedo la vieja destartalada caserna donde nos espera una secretaria gruñona y una posible fuente de información.
'No problemo', camarada
Camináis hacia donde indica Conrad. El puerto trascurre bajo vuestros pies a cada nuevo paso. Las gentes que allí trabajan vienen y van, ignorando vuestra presencia por estar ocupados con otros asuntos.
Llegáis a la caja de oficinas que indicado Conrad. Subís unas escaleras metálicas exteriores que han de conduciros al acceso elevado de la entrada, pues el edificio está suspendido a una buena altura por unos soportes enormes que, a modo de pilares, sostienen la infraestructura ofreciendo una buena vista de los amarraderos más cercanos.
Si adelanto demasiado, es decir, si entre medio de lo que describo queríais añadir algo o, incluso, añadir algo que pueda cambiar el transcurso de la acción narrada, no tengáis miedo de proponerlo.
Sabiendo que es Conrad quien ha organizado la visita, decido esperar a que sea el quien me guie e incluso inicie la conversacion. Eso me permitira observar a nuestro interlocutor y hacerme alguna idea sobre que tipo de persona es, y si nuestra aparicion le pone nervioso o no.
Los detalles son importantes
Asi que hago un gesto de cabeza a Conrad asintiendo y me limito a caminar junto a el en silencio.